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𝐃| 05

Dos semanas de las cuáles estaban lamentando. Yoon Gi dejó de buscarlo, solo enviaba mensajes. Su padre ni siquiera llamó para preguntarle si estaba bien después del suceso de desaparición, pero no le sorprendió el desinterés.

Ahora su vida monótona seguía siendo la misma, pero más dolorosa y solitaria. Cuando estaba en su pasada relación el color en su vida llegó, y ahora que descubrió que era un mentiroso todo regresó a ser gris como antes. Ese día por la noche se imaginaba de regreso en el departamento de Yoon Gi para pasar el rato y sentirse amado, ahora estaba solo, porque su mejor amigo había salido. Se metió en la cama y trató de no llorar, pero fue inevitable mientras miraba sus fotografías y conversaciones pasadas en su móvil, tomó valor para eliminar cada una de ellas, sería valiente por una vez y dejaría de doler pronto.

—Que se puto joda. Eres un idota Min Yoon Gi —murmuró dejando la cama y parándose frente al armario. Saldría a divertirse, buscaría a un tipo lindo para pasar el rato y sacaría a su ex de su sistema así como él lo hizo, pero mientras se desvestía un pensamiento curioso entró en su mente, ¿que estaría haciendo Agust justo ahora?

El pelinegro no dejaba de mirar la pantalla, y Suga negó con su cabeza cuando la obsesión de Agust escaló a lo más enfermo que podría llegar. El departamento de Park Ji Min estaba lleno de cámaras, y el muchacho para su gusto era tan iluso que no se había dado cuenta de ello, ni de los hombres de seguridad que Agust envió para que lo cuidaran a la distancia.

—¿Recuerdas cuando éramos niños y tuvimos un gato? —Agust siquiera quitó los ojos de la pantalla—. Y lo llamaste Agust D, dijiste era tuyo y no nos dejabas tocarlo. El hijo de Park es tu nuevo Agust D.

—Callate, Suga —gruñó cogiendo su móvil para marcar al número de los hombres de seguridad. Dejó la llamada en altavoz mientras no dejaba de mirar la pantalla—. Está saliendo, asegúrate de seguirlo.

—Si señor Min, en este momento lo seguimos —colgó la llamada y por un momento miró a su hermano.

—Déjame ver, se supone que los contrataste para que lo vigilen ¿Por qué estás como un maníaco vigilando tú? Era esto lo que dijiste de "tenerle algo preparado al hijo de Park" ¿no?

—En estas dos últimas semanas te he escuchado hablar más que en los últimos dieciocho años ¿Que no tienes a nadie que torturar hoy?

—Sí, a ti —gruñó Suga al apartarse de su hermano—. Te estás obsesionando, lo que menos vamos a necesitar es a Park en nuestras narices. Como recordatorio —mencionó por último antes de cerrar la puerta.

Agust maldijó ante lo insoportable que estaba siendo su hermano, pero tenía razón, desde que lo dejó ir su interés por él estaba desmesurado. Había enviado a sus hombres a documentar todo el departamento y a seguirlo las veinticuatro horas del día, tan solo para asegurarse de que Judas lo dejara en paz, había visto que lo vigilaba de vez en cuando, pero no se atrevía a acercarse.

El mensaje que llegó a su móvil aceleró a todos sus sentidos. Park Ji Min se dirigía a Heaven, lo estaba buscando y lo encontraría.

Ji Min se había quedado afuera del Heaven mirando como carajo entraría de nuevo, era un lugar costoso de entrada, él no era de importancia mediática o de ningún tipo de poder como para entrar. Además estaba pensando en que era una tontería haber ido ahí porque esperaba que Agust estuviera dentro, ¿por qué lo estaría?

Estuvo casi veinte minutos pensando en lo que haría, hasta que un hombre de seguridad se acercó y le dijo que podía pasar, que Min Agust lo permitió, su cuerpo se sintió ligero, entonces no era coincidencia, los hombres que había visto antes seguirlo tenían que ver con él y el Heaven también. Entró dirigiéndose a la barra para pedir algo de beber mientras esperaba que él llegara, porque sabía que lo haría.

Miró el lugar lleno y la música retumbando en sus oídos. Un trago, dos, tres y dejó de beber cuando su canción favorita se escuchó en los parlantes. Dejó el vaso medio lleno en la barra y con timidez se acercó entre las personas bailando para moverse despacio y sentir su cuerpo relajado. No olvidaba que estaba haciendo ahí, buscar a alguien para pasar el rato y sacar a Min Yoon Gi de su mente, pero de lo único que podía pensar era en Min Agust.

Él lo miró desde la distancia, en silencio mientras caminaba hasta tomar una mesa que siempre estaba reservada para él, por qué sí, tiene el control total de la ciudad y Heaven no es más que otro sitio para vender droga y del cual le pertenecía. Había llegado solo y eso era extraño para el jefe, pero Suga se opuso en todos los sentidos cuando le dijo que no regresaría hasta mañana, por supuesto lo sabía.

Ji Min sintió la mirada sobre su cuerpo que se balanceaba despacio con la música, buscó con sus ojos hasta ver a Min Agust tomando un trago sin quitar los ojos de él. Su corazón se sintió más acelerado de lo que estaba, una mezcla de emoción y felicidad burbujeó en su sistema, había ido solo para confirmar su interés. Él era la única persona que le ayudaría con su venganza.

Caminó entre la multitud hasta que llegó a la mesa de Min que no dejaba de mirarlo —Me pediste y aquí estoy —él asintió sintiéndose mareado mientras buscó un lugar en su regazo. Agust alzó la ceja cuando el peso del menor encajó tan perfecto en su cuerpo y los brazos del castaño rodearon su cuello así abrazándolo fuerte—. ¿Qué se supone que haces? —gruñó, pero no quería quitarlo de encima.

—Lo odio tanto —murmuró entre un suspiro y las lágrimas bajaron de sus ojos claros—. Me lastimó —Min lo escuchó llorar entre la curva de su cuello y sus tentativas manos rodearon la espalda baja del menor hasta hacerlo sentir más unido a su cuerpo—. Quiero venganza, quiero que pague por hacerme sentir tan miserable y perdido.

—Te juro que lo hará —mencionó suavemente sobre su oreja—. Merece hacerlo por lo que nos hizo.

—Me dijiste que solo si yo lo deseaba me llevarías contigo, eso es lo que quiero. Haré lo que sea para que me ayudes a vengarme y... él sabe que me secuestraste a pesar de que lo negué, pero sentí que odió el hecho de que me tuvieras.

—¿Cuál es tu venganza, Park Ji Min? —susurró sobre su oreja—. ¿Que te lleve conmigo y seas mío? Te lo dije, si eso es lo que quieres lo cumpliré. Si eres uno de los míos cualquiera que te toque lo mataré, pero si me traicionas entonces tú serás el muerto.

—Nunca te traicionaría, odio a quienes lo hacen —levantó su mirada hacia Min—. Quiero que ruegue por nuestro perdón —Agust tomó el rostro del menor en su mano mientras lo acarició como a un suave gatito. Sus ojos claros lo miraron con cariño, pero no se movió cuando el rostro del hombre se acercó al suyo—. Quiero que me marques por todos lados para que entienda que no debe buscarme nunca. Ha estado dejando mensajes de texto todo el tiempo, pero ya lo he bloqueado, si vine es porque te necesito —Agust lo besó fuerte y desesperante mientras que Ji Min suspiró sorprendido, pero deseado, sintiendo las caricias en su espalda baja y la cercanía cálida de sus cuerpos.

—Cumpliré tus deseos —mencionó Min mientras soltaba los labios dulces del menor—. Le enviaremos esta fotografía, lo que sigue es que vengas conmigo, pero te diré cuándo será.

—¿Fotografía? —murmuró perdido entre el beso y lo mareado que sentía su cabeza al mirar a Agust tan parecido a Yoon Gi.

—De que estamos juntos ¿es lo que querías? Soy un hombre complaciente —Ji Min miró hacia atrás mirando a uno de los hombres de Min con un móvil en mano y fotografiando.

—¿Quiere decir que también estaba en tus planes?

—Sigue siendo mi plan, pero te lo dije, no iba a obligarte, si lo querías debías venir a mí —el menor sonrió un poco complacido al saber que después de todo no era el único loco que consideró esa posibilidad—. Te regresaré a casa ahora. Voy a darte un número de contacto para que me llames si es una emergencia —asintió mientras se levantaba de las piernas de Min, pero el mayor cogió su mano para sacarlo de ahí.

Por supuesto no se sorprendió de saber que Min Agust sabía su dirección exacta. Estaba seguro de que tenía que ver con sus planes. Apagó el auto y miró a Ji Min desde el asiento.

—No hay vuelta atrás.

—No me arrepiento, mi vida no es... no es lo que quiero... cuando te dije que me enseñarás a ser como tú no estaba mintiendo.

—Ven aquí —mencionó moviendo el asiento para que el menor tomara asiento en sus piernas. Una vez hecho lo abrazó por su espalda baja mientras que el menor rodeó sus brazos sobre su cuello mirando a sus ojos oscuros—. Te voy a enseñar a defenderte, eso será suficiente por ahora —asintió mientras su mirada se volvía más dulce, y Agust no pudo soportar que alguien lo mirara de esa forma—. No puedes enamorarte de mí, Ji Min. Esto es una venganza.

—Sé lo que es —murmuró dejándose recostar en el cuerpo del mayor—. Si me enamorara no te lo diría. No es algo importante —sintió el cálido aliento de Agust sobre su cuello.

—No me lo tienes que decir —apresó con sus dientes la suave piel de su cuello hasta chupar un pequeño trozo, Ji Min gimió abrazándolo fuerte sintiéndose medio duro y tensando su cuerpo al del pelinegro, podía sentir la polla del hombre en sus nalgas y no podía sentirse más inestable. Soltó la piel mirándolo a los ojos—. Te he marcado como lo querías. Debe ser suficiente. Llamame cuando te sientas en peligro —asintió un poco aturdido mientras bajó de las piernas de Agust para bajarse del auto.

—No tienes mi número...

—Lo tengo, no te preocupes por ello. Te llamaré —asintió y vio el auto de Agust encender para luego arrancar. Caminó hasta la puerta de su departamento. Subió escaleras arriba y se miró al espejo como la marca roja en su cuello se veía hermosa sobre su piel. Una dulce venganza que comenzaría a pasar la factura a su dolor.

Se metió en la cama desnudo mientras tomaba su polla entre las manos y la jalaba entre suaves jadeos, murmurando el nombre de Min Agust en sus fantasías más locas. Las buenas decisiones no son lo suyo y lo sabe, pero nada lo hizo sentirse tan vivo como hasta ahora.

Min tragó duro mientras veía al menor por las cámaras en su IPad. Él jodidamente no era homosexual, pero no era ciego, sabía perfectamente porque YoonGi se había enganchado con Park Ji Min, ni siquiera se detuvo a pensar en que sería extraño besar a otro hombre o tenerlo encima para una venganza, ahora más que nunca lo deseaba como suyo.

Muchas gracias por leer🥰❤

-: ✧ :-゜・.FairyWinB

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