
𝐃 | 02
Yoon Gi miró a los ojos de Jung Kook fijamente —No puedes culparme... —murmuró, pero podría ver la furía contenida en los ojos negros de su amante.
—Sé que no. Si he sido yo el que dijo que vinieras. Mierda.
—Puedes intentar recuperarlo.
—Sería muy difícil, Ji Min no suele perdonar traiciones. No sé qué mierda estoy haciendo mal. Me he cagado en mis dos casos el mismo día — Jung Kook no mencionó nada mientras se acercaba al mayor y acariciaba su rostro—. Eres una perdición —gruñó al sentir las suaves manos del menor acariciar su cuerpo mientras se hallaban en el sofá del departamento del agente.
—Liberate conmigo, sabes que no me importa —gruñó suavemente mientras el mayor se apoderaba de su cuello lamiendo incapaz de sentir control cuando se trabaja de Jung Kook, pero la punzada de dolor que le ocasionaba Ji Min en su cerebro era muy molesto, odiaba el hecho de haberlo visto llorar, de que los brillantes ojos de su misión se veían heridos por su culpa, lo suyo.
Tres semanas completas había pasado encerrado en su departamento. Tae Hyung se había cruzado de brazos mirando a su mejor amigo en cama con las cobijas casi hasta la coronilla —Ji Min, sé que ha sido un imbécil contigo, pero debes superarlo —mencionó mientras tomaba las pesadas mantas—. Podemos ir por un trago, bailar, quizá un enrolle, lo que sea para que dejes la cama.
—No estoy de humor —se había quejado casi en un murmuro mientras tomaba entre sus puños las cobijas—. No puedo pensar en un enrolle ahora, habíamos follado antes de enrollarse con ese imbécil —el azabache se llevó las manos a la cintura.
—Vale, lo siento, solo quiero que te animes, en verdad, pero si me acompañas a mí, es diferente.
—Tú nunca pierdes —dijo el castaño a regañadientes mientras dejaba que su amigo tomase las cobijas y las enrollara sobre una esquina de la cama.
—Por supuesto que no, soy yo. Toma una ducha rápida, escogeré algo para ti.
—Vale. No confío en ti —murmuraba al dejar la cama y tomar camino hacía el cuarto de baño, mientras que su amigo rebuscaba en el closet algo para la noche.
A Tae Hyung nunca le había agradado Min Yoon Gi, aprecia un sujeto extraño y frío, se lo había advertido, pero el ciego corazón de Ji Min no oía razones más que las suyas propias. Mala idea pensaba él, pero no era toda su culpa, su mejor amigo siempre ha vivido solo tomando sus propias decisiones sin pedir opiniones, desde que lo conoció en el instituto el chico ha estado solo, no podría reconocer esas señales.
—Ya estoy —suspiró mirando el conjunto de ropa frente a la cama—. Te has salvado que me va lo que escogíste.
—Soy el mejor en ello, ¿a que sí?—afirmó—, ahora que lo dices, nunca te la has puesto, le he quitado las etiquetas.
—La compré en algún momento, pero no recuerdo cuándo lo hice —había dicho mientras dejaba la toalla sobre la cama para colocarse la muda de ropa—. ¿Dónde iremos? —Taehyung sacó su móvil mientras escribía un par de textos.
—Iremos a The Heaven.
—Sí hombre, ¿cómo iremos ahí?
—Tú solo tienes que confiar. El otro día conocí a Kim Seok Jin —los ojos de Ji Min se abrieron hasta donde pudieron por la sorpresa—. Exacto, le he caído bien. Me ha invitado esta noche a pasarla con él y sus amigos en The Heaven, debemos ir.
—Un segundo, todo esto es por ti, no por mí.
—Ah, es para ti también, para que dejes de ser un pañuelo de lágrimas. Hombre que te puede follar un modelo hoy. No puedes culparme.
—Vale, que no puedo, pero quiero saber, ¿en dónde lo has conocido?
—En la pasada fiesta de la empresa estuvo presente una de las marcas patrocinadoras en la que él venía acompañado. Un conocido me lo presentó y estuvimos bebiendo juntos casi toda la fiesta. Nos hemos enviado algún texto en estos días, y hoy me ha dicho que le apetecía ir al The Heaven —Jimin se había terminado de vestir mientras escuchaba la historia de su amigo.
Había escuchado un par de historias sobre el The Heaven un club bastante costoso y exclusivo, pero en realidad no le extrañaba que Tae Hyung tuviera esa oportunidad, su mejor amigo estaba ejerciendo muy bien en el mundo del modelaje, no como él que era más cauteloso, lo mejor que sabía hacer era hackear todo un sistema operativo si quisiera, y por ello estaba enfocado en la universidad.
La llegada al club fue larga, no estaba muy cerca del centro donde vive, pero todo valdría la pena cuando coqueteara con un atractivo modelo como Tae Hyung le prometió.
La herida que le causó su ex pareja aún estaba abierta y aunque trataba de no pensar en ello, los textos que Yoon Gi le dejó durante la semana estaba agobiando sus sentidos. Detestaba las traiciones y lo sabía. No podría perdonarlo y regresar ante el engaño, no era así de masoquista.
Tomó la mano de Tae Hyung mientras se escabullían entre la multitud. No tardaron ni tres minutos para entrar al lugar gracias a que su mejor amigo estaba en la lista de clientes esa noche.
La primera vez que vio a Kim Seok Jin en persona su cuerpo se tensó en vergüenza, estaba rodeado de muchas personas, era atractivo por todos sitios y Tae Hyung encajaba tan bien ahí, no como él, no era ni la mitad de estilizado que ellos, estaba preocupándose ahora por aspectos que nunca tuvieron importancia —Ji Min —volvió a llamar Tae Hyung mientras conseguía su atención—. No te alejes —casi le rogó para que tratara de incluirse en el grupo, pero entre más escuchaba sus conversaciones más quería estar lejos de ahí.
—Iré al baño —mencionó sobre la oreja de su amigo.
—Voy contigo.
—No me perderé, está bien —mencionó tomándole de los hombros, pero Tae Hyung conocía la mirada de Ji Min, estaba agobiado.
Camino lejos entre la multitud que bailaba buscando despejar su mente por un segundo, se estaba sintiendo ridículo, pero no podía evitar sentirse mal cuando ninguno de los amigos de Tae Hyung lo volteaban a mirar.
Miró su reflejo en el espejo del baño y jadeó, se miraba un poco ojeroso en realidad, quizá triste, roto y odiaba verse así.
Escuchó unas fuertes voces venir del pasillo, asustado sin saber que hacer se metió dentro de un cubículo y cerró la puerta con seguro.
—No, no, por favor, les pagaré. Lo juro.
—No hay tiempo. Rezale a tú Dios —Ji Min sintió su cuerpo temblar cuando un golpe rebotó en la puerta y no pudo evitar hacer ruido mientras el golpe aumentaba. Estaban golpeando a un hombre contra la puerta de su cubículo.
Vio al hombre caer al suelo desde la abertura baja de la puerta —Tienes un segundo para salir de ahí —gruñó la voz de un hombre que golpeaba una y otra vez con su mano la puerta donde se ocultaba—. Tiraré la maldita puerta —con su pulso temblando quitó el seguro y alguien más abrió la puerta por él.
Ji Min miró los ojos oscuros de un hombre que sin duda no pasaba desapercibido —Yoon Gi —murmuró mirando al pelinegro, había algo diferente, el cabello más largo, un tatuaje en el cuello y la ropa oscura, era diferente, pero era Yoon Gi ¿verdad?—. ¿Qué sucede? —preguntó con angustia, el hombre estaba mudo mirándolo con un semblante serio, como si intentara leerlo por completo.
La puerta se abrió aún más y vio como otro Yoon Gi se asomaba por ella. Ji Min sintió que su corazón dejó de latir, se parecía al otro Yoon Gi, pero con una cicatriz en el rostro, no estaba entendiendo que sucedería, sus piernas temblaban y no tenía control de su cuerpo.
—Sal de aquí —Suga miró a su hermano de inmediato—. Sal ahora —Ji Min no estaba muy seguro de cómo consigo que sus piernas caminaran lejos de ahí, pero cuando se dio cuenta estaba en el pasillo, inerte sin saber que hacer, el ruido parecía eco en sus oídos, trató de apoyarse en una pared y recobrar el aliento. Estaba entrando en un ataque de pánico y luego todo estaba oscuro.
—Su nombre es Park Ji Min, es hijo de Park Dong Hyun —Suga rodó los ojos mientras seguía dibujando en su tablet y Agust se rio intentando no pegarle un tiro a su hombre de confianza.
—¿Crees que no sé eso, imbécil? Dime de una jodida vez por qué conoce al bastardo.
—Según lo que investigué mantiene una relación sentimental con él —Suga se detuvo y miró a Agust fijamente—. Aparentemente es algo oculto, no hay información pública sobre ellos, pero el muchacho tiene una fotografía en una de sus redes sociales tomando la mano de alguien, y se logra ver el tatuaje de Yoo... Judas, señor —miró las imágenes que Jackson dejó sobre su escritorio, no las tocó siguiera, solo visualizó desde su lugar como en la fotografía se miraban solo un par de manos tomadas, pero era evidente que se trataba del tatuaje de su trillizo.
—No puedo creer que imprimiste eso —se quejó Suga mirando las fotografías también—. Agust.
—Es lo que haré —respondió sin mirar a su trillizo—. ¿Objeciones?
—Señor Min —mencionó el hombre al lado de Jackson—. Si está considerando quedarse con el hijo del señor Park, tiene que reconsiderar que esto puede meterlo en un lio. Park no va permitir que... —Jackson miró hacia otro lado cuando la sangre le salpicó. Un suave disparo de la mano de Agust pasó por sus ojos en cuestión de segundos.
—¿Alguien más quiere objetar? Esto es una democracia, no sean tímidos —mencionó con su voz serena mientras dejaba el arma sobre el escritorio.
—Agust —mencionó su hermano.
—Iremos ahora, Suga, no seas pesado —el hombre asintió mientras se apartaba de ellos. Sabía lo que estaba pensando. No lastimaban inocentes y el muchacho que dormía en una de las habitaciones para su dicha lo era. Caminó hasta la cocina donde encontró a Suga—. No creí que fuera gay.
—Un poco irrelevante ¿no? —cuestionó mientras dejaba dos tazones con ramen en la mesa.
—Si no te sorprende lo banal, no sé que puedo hacer contigo, Suga. No entiendo como el hijo de Park estuvo involucrado con él, menuda casualidad.
—Agust.
—Te lo prometo —murmuró con molestía mientras enredaba los fideos en los palillos—. No torturo inocentes, si no lo hice antes no lo haré ahora, pero sí es importante para Judas lo tendré y si resulta que Jackson está equivocado, él tomará su lugar —los ojos de su hermano no chisparon, pero le había parecido una mala estrategía secuestrar al indefenso hijo de Park Dong Hyun uno de sus socios y aunque muerto, el tipo tenía razón al decir que Park armaría una guerra si supiera donde está acunado su hijo.
Todavía podía recordar la mirada de enfado en Agust cuando el muchacho lo llamó "Yoon Gi" y tampoco podía creer que le dio dos oportunidad para huir, lastima que el chico dio dos pasos y cayó como charola de plata en su mesa.
Estaba en un lugar desconocido, su corazón latió fuerte mientras miraba a su alrededor, todo era oscuridad hasta que se percató de una ventana. Tomó la persiana para abrirla, pero estaba oscuro afuera también, el vidrio quizá estaba blindado porque ni la luna podría iluminar.
No tenía el móvil, sus llaves o billetera encima, no traía zapatos o calcetines. Caminó pegado a la pared y sintió varias puertas, estaba seguro de que era un closet, siguió caminando y encontró una puerta, cuando dio vuelta a la manija consiguió abrir y de inmediato buscó un interruptor —Un baño —murmuró cuando encendió la luz.
Se paralizó cuando otra puerta se abrió a lo lejos y miró entre las sombras a un hombre acercarse —Un gato curioso siempre pierde una vida —su cuerpo no respondía, estaba estático en su lugar mientras miraba la temible figura cada vez más cerca y la luz del baño posicionarse sobre su pálido rostro. Ji Min lo miró fijamente mientras su inquieto labio temblaba, Agust humanamente intentó no mirar la boca del hijo de Park, pero sus traicioneros ojos miraron el regordete labio. Subió su mirada a los ojos a Ji Min quien lo seguía mirando con curiosidad y temor, nunca nadie lo había mirado así, era la misma mirada de ese día en el baño de The Haven—. No soy él. No soy como él, no te molestes en pronunciarlo.
—Yo... no entiendo qué hago aquí.
—No es algo que pueda decirte, pero si quieres tener un motivo, él lo es.
—¿Yoon Gi? —los fríos ojos de Agust lo asustó—. No entiendo, hace tres semanas que... —mantuvo silencio un momento, ¿que carajo estaba haciendo? Era lógico lo habían secuestrado, pero la mirada de ese hombre conseguía confundirlo, es igual a su ex pareja, no podría hablarle como si se conocieran.
—¿No sabes nada de él? Extraño para un hombre enamorado, supongo —Ji Min mantuvo silencio—. ¿Ya no serás cooperativo? —negó sin entender.
—Quiero ir a casa.
—Y yo quiero que tu estupido novio deje de matar a mis hombres. En la vida queremos muchas cosas que no podemos conseguir rápido, pero si te esfuerzas, Ji Min, lo que desees, estará en tus manos —el castaño lo miró fijamente.
—¿Qué quiere a cambio?
—Información.
—Si es sobre mi padre no tengo nada que ver con lo que hace, ni siquiera sé lo que hace, sé que no es un buen hombre y quizá hace más atrocidades de las que imagino a diario, pero le juro que no sé nada. Tengo al menos un año y medio sin saber sobre él. En verdad se lo juro.
—No sobre Park. Quiero información sobre él.
—¿Sobre Yoon Gi? —la vena de su frente se marcó y con sorpresa confirmó que no quería que mencionara su nombre—. ¿Qué quiere saber?
—¿Eres importante para él?
—¿Sí? —se preguntó en un tono voz bajo. El hombre alzó las cejas mientras lo miraba.
—¿Te parece gracioso? —gruñó mientras caminaba más hacia él, Ji Min retrocedió hasta que chocó con las puertas de protegían a la bañera—. Si eres importante para él, me temo que pasarás una larga temporada por aquí —Ji Min lo miró a los ojos mientras su cuerpo temblaba, su rostro estaba muy cerca suyo, se sentía pesado y amenazante a pesar de que no vestía su traje negro, pero se sentía embriagado, el rostro y su voz identicos a Yoon Gi, su cerebro no estaba funcionando bien—. ¿Lo ves en mí? —susurró sobre su rostro—. Es una equivocación —Ji Min gimió de sorpresa cuando el hombre le tomó con su mano por los cabellos con fuerza—. Escucha bien Park Ji Min, regresaré por la mañana, quiero que seas un chico obediente y me digas todo lo que quiero saber —soltó al muchacho que lo miraba asustado y sin más se alejó dejándolo solo en el cuarto de baño.
Suga alzó su mirada de la tablet cuando vio a Agust tomar las llaves que se hallaban sobre la mesa —Regresaré después —dijo sin mirarlo.
Él no dijo nada, no perdería su aliento en ello.
Muchas gracias por leer 😄❤
-: ✧ :-゜・.FairyWinB
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