Asriel siempre había sido excepcional controlando sus instintos y soportando los de algunos alfas.
Claro que una excepción era la voz de estos gracias a su hermana, pero eso era otra historia.

Se encontraba terminando de preparar la comida mientras su compañero se paseaba por el lugar en paños menores, se quitó el mandil, lavó los utensilios sucios y se fue a la habitación para poder arreglarse.

──¿A dónde dijiste que irías? ──le gritó el brujo desde la sala del hogar, claramente no le había prestado atención cuando le comentaba el motivo de su salida.

Logró escuchar su suspiro de frustración. ──A casa de mi hermana, Ligh necesita hablar conmigo.

──¿Y por qué no habla conmigo también?

──Cosas de omegas, -salió de la habitación con su ropa usual. ──además no te conoce como persona, cree que eres un simple gato.

──Yo sé muchas cosas de omegas.

──Ajá, bueno ya me voy, te dejé algo por si te da hambre y no he llegado; lo demás no lo toques. Es para la cena, mis padres van a venir.

──Diviértete.

Escuchó la puerta cerrarse y sonrió maliciosamente retirándose lo último que quedaba de sus prendas, los lujos de tener casa sola.

[...]

Asriel terminó de colocarle un collar para evitar mordidas a su sobrino.

──Listo.

──Gracias tío Asriel, ¿pero realmente es necesario? Es bastante incómodo.

──Lo sé, pero por lo que me dices debes de tener precaución; pero si insiste dime y yo le diré a tu madre para que se encargue de él.

──Está bien.

──También controlará tus hormonas, toma, ──le entregó la llave del collar y después le revolvió el cabello. ──¿vas a ir esta noche, no?

──¡Sí! Dijo mi mamá que llegarían temprano para ir. ──Asriel le sonrió y el chico lo abrazó. ──Feliz cumpleaños tío Asriel.

──Gracias niño.

[...]

──¡Salem, te dije que dejarás todo como estaba!

El príncipe estaba terminando de acomodar la mesa antes de que su familia llegara y el ahora mínimo estaba sentado frente a la puerta esperando a que la familia de su hombre llegara.
Y como por arte de magia, en cuanto todo estuvo listo tocaron a la puerta.
Se acercó a abrir encontrándose con sus padres sosteniendo un pastel de tres piezas y justo detrás la familia de su hermana.

──¡Feliz cumpleaños hijo!