Epílogo
Jihyo's POV
Se siente mágico, abrazarte, y sostenerte en mis brazos una vez más, tu risa se combina con el delicado sonido de la lluvia. Bailamos, y jugamos, como lo propusiste la primera vez, ¿recuerdas? Somos tan felices.
De pronto, me siento atrapada, te estoy viendo mientras sigo atrapada y cada vez nuestro mundo mágico se aleja y desaparece.
Al final, todos somos consciente de nuestros destinos. Solo queda en mi imaginación sus risas, su voz, y su olor. Hay tantas cosas que son inevitables de olvidar cuando se trata de ella, debí valorarla un poco más, tal vez por eso se fue.
Despierto, pero estoy en el lugar equivocado, no todo es como antes, todo había cambiado. Mi local de repostería es todo un desastre, es como si hubiera pasado un huracán categoría cinco.
Mi cuerpo es débil, mi estado emocional aún permanece triste, siento unas inmensas ganas de llorar y para liberarme de ellas salgo del local y corro, corro lo más lejos posible, alejándome por un momento de los recuerdos.
No quiero pensar en nada, se siente tan doloroso pensar sobre ello, quiero que mi mente se quede en blanco, pero es imposible hacerlo, ella me atormenta.
"Si vuelves a tu apartamento o a tu tienda, ella no estará ahí." Me dice mi voz interior.
Me detengo frente a un edificio, allí está colgando una gran pantalla portátil la cual indica la hora y la fecha.
Dirijo mi vista a la pantalla y me arrepiento de haberlo hecho, abro mi boca con temor y mis manos comienzan a temblar. Lo que está pasando en este momento no es creíble para mí.
No sé distinguir entre un sueño o la realidad.
1 de julio de 2013
8:30 a.m.
Siento la pésima sensación de mareo pero mantengo mi postura para no caer, sé que mi cuerpo no soportará lo suficiente.
Las personas que están a mi alrededor continúan con sus vidas, mientras la mía, había fallado en aquel intento de acabarla una vez más. Toco mi cabeza sintiendo el tacto de aquel líquido rojizo en mi mano, es sangre.
Todo había fallado y todo se convierte en un sueño, cuyas conclusiones sólo me llevan a la realidad.
—Sana... ¿Acaso eres real?—me pregunte en voz alta.—¿Sana acaso tú existes?—grite entre lágrimas.—¿Por qué se sintió tan real?
Seguí caminado mientras dejo rastro de gotas de mis lágrimas por el suelo.
"Cuando despiertes debes volver con ellos."
Escucho su voz en mi cabeza, una y otra vez.
¿Por qué debería regresar con ellos? ¡Espera! ¿Y si tal vez Sana solo quería salvarme de aquel sueño profundo? Pero... ¿Cómo sucedió todo esto? ¿Cómo llegué a esta situación?
Camino sin tener en mente un punto fijo a donde ir, perdida en mis pensamientos. No observo a los alrededores sólo me detengo por si me siento cansada.
Desorientada, desanimada y perdida, así me siento ahora. ¿Por qué en cada paso que doy me siento peor?
En este momento más que nunca, solo necesito repuestas.
¡Oh, el libro! Debe ser el libro, el libro de recetas mágicas.
Vuelvo a mi local lo más rápido posible, y me quedo mirando la portada, no es un libro de recetas mágicas, es un libro de cocina como cualquier otro. Cuando veo a mi alrededor, encuentro frascos de pastillas sobre la mesa, de todo tipo. ¿Cómo diablos habré conseguido esto sin receta?
Estoy tan confundida, esto aclara mi duda de que Sana no existe, ella no existe, solo fue una chica creada en mis sueños. No hay ninguna manera de que ella regrese conmigo, porque al fin y al cabo sólo fue un producto de mi imaginación.
Después de todo, la vida sigue, solo me enfoque en sacar mi local de repostería adelante, tres meses pasaron luego de aquel suceso.
La razón por la cual mi local estaba desordenado, es porque aquella noche ocurrió algo dentro de mí, que a todos sorprendió. Voy a terapias, pero contando con más realismo lo que me sucedió, no quiero que piensen que estoy loca.
Tzuyu frente al espejo, se ve preciosa con su vestido de novia, al final, acepte que nuestros destinos jamás fue seguir juntas.
—¡Eres la novia más hermosa del mundo!—le dije y le sonreí. Ella voltea a verme y me da un beso en la mejilla.
—¡Tú eres la dama de honor más hermosa del mundo!—me responde.
A los pocos segundos, Jeongyeon, su prometida, entra a la habitación, pidiendo unos minutos a sola con su novia.
Salgo, y prosigo caminando, en ese momento me encuentro a Dahyun y Momo hablando.
—No atrapes el ramo de flores o te mato.—me susurra Dahyun al oído y solté una corta carcajada.
—Atrapa el ramo de flores, por favor.—me suplica Momo.
Prosigo caminando hasta la muralla, necesito un tiempo a solas, pero esa parte falla, mientras más me acerco, logro ver a alguien ahí, salpicando sus pies en el agua.
—Mina.—ella se voltea y me sonríe.
—Jihyo...—pronuncia ella y me ofrece un espacio, me quito mis tacones y tomó asiento a su lado.
—¿Qué haces aquí?
—Buscando un poco de paz.—responde.—¡Te ves muy linda!—me sonríe.
—¡Gracias Mina! ¡Tú también!
Luego de varios minutos, comenzamos a conversar acerca de nuestras vidas y que podría pasar luego. Escucho a mi amiga, hablar acerca de su viaje en su país natal.
—Mientras estuve en Japón, una anciana me contó una leyenda acerca de los sueños.—comienza a contar Mina.
—¿Leyenda?
—Acerca de un libro mágico y una isla de dulces.—ríe.—Es un poco absurda, no te rías por favor.
—¿Por qué lo haría?
—Siempre me regañas por mis locuras y cada cosa que te cuento, Park.—me responde.—Bueno, ¿por dónde iba?
—Libro mágico.
—Oh, el libro, tiene una receta para crear a tu tipo ideal, las personas de jengibre.
Ella espera a que me ría, pero la observo para que prosiga contando.
—¿Sabes? aquellos sueños, es una señal de que tarde o temprano te conectarán con un nuevo amor.—dice emocionada.—Sería lindo ¿no?
—¿Conectar con un nuevo amor?—pregunte.—¿tu tipo ideal?
—No del todo tu tipo ideal, el objetivo del sueño, es que la amarás sea como sea.
—¿Y si te digo que he soñado con las personas de jengibre?
Mina ríe.
—¡Es una locura!—me da un suave golpe en la cabeza.—¿Qué estás esperando?
—¿Para qué?
—Para encontrar a tu nuevo amor.
—Eso me parece más imposible.—bostece.—Mina por favor. ¿Y si ella no existe? Así, como sucedió cuando me di cuenta de que todo fue un sueño.
—Si me ves a mí, eso no significa que estés soñando Jihyo, o tal vez sí.—me da un beso en la mejilla y nuevamente desperté.
Desperté en mi repostería una vez más, no está desordenada, solo encuentro a Mina y a Dahyun trabajando muy duro.
—No debiste beber demasiado en esa fiesta.–me dice Dahyun y ríe junto a Mina.—Te la pasaste vomitando en el bote, cuando estábamos de regreso.—trato de no recordar incómoda escena e intento cambiar el tema.
—Debo ayudarlas.—intento levantar mi cuerpo de la incómoda silla.
—¿Por qué no descansa un poco más?—me propone Mina.
—¿Que haría sin ustedes?—les dije y me dirijo al lavamanos.
Limpio mi cara, y luego la seco con papel toalla, Mina se me acerca y me muestra un libro.
—Busqué más información acerca de la leyenda...—comienza a explicarme.—Y leí varias anécdotas en un sitio web de personas que se han encontrado con su nuevo amor.
—¿Qué propones?
—Buscarla.
—No haré eso, Mina, por favor. ¡Ella no existe!
—¡Deja de ser tan pesimista, Park!—Dahyun nos interrumpe.
—Esto será un gran reto.—me rendí.—¡Hagámoslo!—todas juntamos nuestras manos.
En ese momento nuestra conversación se ve interrumpida por el sonido de la campana de la puerta. Todas nos miramos y nos quedamos en silencio. Mientras una persona con gorra entra al local, con una pequeña caja en sus manos, y unos documentos.
—¿Alguien pidió un pastel de jengibre?—nos grita la voz fémina a nosotras.
—¿Jengibre?—salgo de la cocina y me dirijo hacia ella.—Hay algo mal en este pedido.—le informe.—Jamás mandamos a buscar pastel de jengibre, nosotros lo creamos.—le explique.
—¡Oh! ¿Segura? Aquí dice el nombre de tu repostería.—el tono de su voz cambio a uno tierno, me señala la parte en donde esta ubicado el nombre de mi repostería y luego me mira directo a los ojos.
Es ella.
Ella es mi chica de jengibre.
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