19. Sana se ha perdido
"¿Aún sigues preocupándote?"
Esas palabras no dejan que Tzuyu se concentre, observa a Jeongyeon quien tranquilamente duerme sobre su pecho y la abraza de la cintura.
—¿Qué hace ese libro?—se pregunta.—¿Jihyo se molestaría si sabe que tomé algo de sus pertenencias?—observa el techo de su habitación.—Tal vez debería comenzar hacer la gelatina.—empuja a Jeongyeon suavemente y se levanta de la cama para dirigirse a la cocina.
•
Jihyo no puede dormir luego de que Nayeon le contará acerca de su historia, las dudas en su cabeza permanecen. Comienza a sentirse insegura acerca del viaje, no quería que Sana se convirtiera en humana por su capricho de ser feliz.
—Éste viaje nunca se debió hacer.—dice en voz baja mientras observa la fogata.
–No deberías poner a Sana en una difícil decisión.—Daniel aparece a sus espaldas y camina a su alrededor para luego tomar asiento frente a ella.
—Aún no sé si estoy lista.—Jihyo le comienza a contar.
—¿Para preparar la porción o para que Sana se vaya para siempre?—pregunta él.
—Ambas cosas, no quiero que ella sufra por mi culpa. No quiero que le suceda lo mismo que a ti y Nayeon.
—Jihyo...—Daniel la observa a los ojos.–no me he arrepentido en convertirme en uno de ustedes y pasar cada minuto de vida con mi creadora. Si aceptas a Sana, ambas serán felices.—aconseja—¿Quieres a Sana?—pregunta él.
Jihyo permanece en silencio por algunos segundos.
—Sí, obvio.
—¿Por qué lo dudaste?
—Aún siento algo por otra persona.—responde Jihyo.—Sana me hace muy feliz, pero no es la persona indicada para estar en mi vida.—explica ella.
—¿Escuchaste lo que acabas de decir?—pregunta Daniel y observa a Sana, quien batalla por aguantar su llanto a espaldas de Jihyo.
—¿No soy la persona indicada para estar en tu vida, Jihyo?—dice y se va corriendo, Jihyo voltea asustada.
—¡Espera, Sana!
•
—¡Sana! ¡Sana! ¡Sanita!—grita Momo.
—Yo la llamo por ti, amor. Me vas a romper el tímpano.—Dahyun acaricio su oído y le ofrece a Momo a Daniel para que la pueda proteger.
—¿Por qué ese collar es tan importante para ti?—le pregunta Momo a Daniel.
—Corro el mismo riesgo que tú, chaneke.—responde él.
—Entonces... ¿si desaparece ese collar, vamos a desaparecer los dos?—pregunta asustada.
—Así es.—responde Daniel.—Seremos la cena de cualquier animal de esta zona.
—¿Qué pasó?—pregunta Mina.
Jihyo agacha su cabeza e ignora la pregunta de su amiga.
—No creo que este en la cueva, ahora mismo debe estar entrando a la isla.—le cuenta Yeri a Nayeon.
—Debemos dirigirnos hacia allá.—todos siguen a Nayeon hacia la salida de la cueva.
Jihyo y Mina se apartan del grupo, van con más prisa e iluminan cada rincón.
—¿Por qué se perdió?–le pregunta Mina de nuevo.—¿Qué le hiciste Jihyo?—levanta un poco la voz.
—No debí haber dicho eso.—dice avergonzada.
—¿Qué le dijiste? Sabes que si le sucede algo a Sana, te mato, eh...—Jihyo la mira horrorizada, jamás pensó que Mina le dirigiera esas palabras.—Disculpa mi expresión, pero no dudes de que lo haré.—ambas caminan con más prisa.
—No merezco a Sana.
—Tienes toda la razón, no la mereces.—responde Mina.—Pero ella te ama a ti, Jihyo, no te has dado cuenta de lo importante que eres para ella, es la chica más hermosa, que he visto. Desde la primera vez que la vi, sentí el deseo de protegerla, de cuidarla y darle todo el amor que se merece.
—¡Mina!.—pronuncia Jihyo sorprendida.—Nunca te he visto hablar así de alguien.
—¿No te has dado cuenta, Jihyo? Sana es la chica de jengibre que me gusta.
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