El grupo había recorrido un largo camino, por lo que decidieron buscar algunas provisiones y recuperar las energías antes de entrar a la cueva. Sana se acerca a Nayeon disimuladamente.

—¿Qué pasó con ella?—le pregunta Sana.

—El humano debe cumplir su ciclo de vida.—responde Nayeon y se aleja.

—¿Qué te dijo?—Jihyo aparece detrás de ella, provocando que se asuste.

—El ser humano cumple un ciclo de vida.—responde Sana dudando acerca del comentario.

—¿Entonces ella envejeció y murió?–se pregunta Jihyo.

—Si ocurrió eso, ¿cuantos años tendrá Nayeon?—Mina se entromete en la conversación.

—Pregúntaselo.—dice Jihyo.

—No es una buena pregunta para ligar.—responde Sana en lugar de Mina, la japonesa se ríe y solo abraza a la chica de jengibre.

—¡Que buen sentido del humor tienes, mi linda Sana!

—Pensé que te gustaba.—dice Jihyo.

—Yo también lo pensé.

—Sí me gusta alguien.—encoge sus hombros.

—¿Está en este grupo?—pregunta nuevamente la coreana.

—Tal vez... tal vez y sea una chica de jengibre.—responde Mina.

—¡Yeri!—grita Jihyo.—¡¿Te gusta a Yeri?!

—Habla bajo. Jamás mencioné nombre.

—¿Entonces es Nayeon?—pregunta Sana con curiosidad.

—No le comentaré a ninguna de las dos.—Mina se aleja de ellas.

—Parece una niña de la secundaria.—hace una mueca.

—Jihyo, di 'A'—ordena Sana y coloca sobre los labios de su creadora un bombón sabor a café.

—Prueba este...—Momo le da más dulces a Dahyun.

—No más dulces, llévaselos a Sana.—dice ella intentando aguantar sus nauseas, extrañaba el agua potable. Momo se dirige a Sana y le hizo entrega de los dulces, lista para volver con su novia Dahyun, algo llama su atención:

—"Chaneke Cake"—Momo lee la etiqueta roja ignorando las letras pequeñas. —¡Que nombre tan lindo, debería probarlo!—agarra el pastel de fresas decorado con confeti de oro.—¿Por qué es tan pequeño?—se pregunta mientras lo observaba, como no está para obtener respuestas, solo come tres trozos de aquellos pequeños pasteles.—¡Joder, es delicioso!—exclama y chupa sus dedos.—¡Quiero más!

Justo cuando iba agarrar otro trozo, siente una rara sensación en su cuerpo, como si fuera a caer cuando en realidad está reduciendo su tamaño.

–¿¡Qué pasa aquí!?—grita, pero ya es demasiado tarde, es tan pequeña que es un imposible verla y escucharla.—No alcanzó los pastelitos ¡quiero pastelitos!—eleva sus piernas.

—¡Chicas ya es hora! ¡Debemos entrar a la cueva!—les grita Yeri.

—¿Y Momo?—le pregunta Sana a Dahyun.

—A de estar comiendo dulces por ahí.—responde Dahyun sin preocupación alguna.

—Pero no la veo, nos pidieron estar cerca del grupo y tampoco me ha traído dulces para probar.—Sana comienza a preocuparse.

—¡Pudo haberse perdido!—grita su novia asustada, todas se acercan hacia Dahyun.

—Mantengan la calma, si se perdió no debe estar muy lejos.—habla Nayeon.

—¡Estoy aquí!—grita Momo desde el suelo.

—Logre escuchar algo.—dice Jihyo y da un paso hacia delante.

—¡Noooo, no me pises!—Momo comienza a correr asustada.

—La llamaré.—Dahyun saca su celular—Ah cierto, aquí no hay señal.—toma asiento en una esquina.–¿A dónde pudo haber ido?

—¡Tofu! ¡Estoy aquí! ¡mira hacia abajo!—grita nuevamente.

—Juró que escuchó su voz, apuesto a qué está esta muy lejos de aquí.—repite Jihyo, luego agacho su mirada y observa algo extraño moviéndose a su alrededor. —Vaya vaya.—se agacha.

—Al fin me encontraste antes de que me aplastarás.—bromea.

—Eres tan pequeña que no te vemos.—Momo sube al dedo pulgar de Jihyo.

—¿Me puede decir por qué no leíste la etiqueta roja?—pregunta Nayeon enfadada.

—Tengo miopía.—contesta Momo y coloca sus manos en su cintura.

—Miopía es para las personas que no pueden ver de lejos y tenías la etiqueta roja en tu cara.—responde más enfadada.

—Nayeon, es hora de que te tranquilices, entremos a la cueva ¿sí?—le dice Yeri.

El grupo continúa su camino hacia la cueva.

—Momo, ¿Por qué no sigues las reglas?—le pregunta Jihyo mientras pasa a Momo a manos de Dahyun.

—Bueno, al menos tu novia es más alta que tú.—se burla Sana de la estatura de Momo.

—Yo no pedí estar así.—nuevamente coloca sus manos alrededor de sus caderas.

—¿Cuánto tiempo estará así?—pregunta Jihyo nuevamente.

—Según la advertencia, necesitamos preparar un pastel y para su mala suerte la receta está en el libro.—explica Mina.—Estarás todo el viaje así.

—¿Te puedo dejar así para siempre? Es más fácil ignorarte—dice Jihyo.

—¿Y ese ruido?—pregunta Sana, todas se detienen y se quedan en silencio.

Nuevamente se escucha el ruido de algún animal que habita dentro de la cueva.

—Murciélagos de gomita.—habla Nayeon y todas entran en pánico.—Tranquilas, solo comen Chanekes.

—Que gran alivio.–dice Momo y suelta un suspiro. Todas observan a la pequeña aterrorizadas.—¡Espera! Si comí Chaneke cake eso quiere decir...

—¡Que debemos esconderte!—Dahyun coloca a su novia sobre su hombro y la cubre con su cabello.