En 1783, el circo moderno nació en Londres y París como un espectáculo de caballos amaestrados, expandiéndose con el tiempo para incluir saltimbanquis, animales y diversas atracciones. Sin embargo, con el tiempo, los circos se caracterizaron por el maltrato animal, generando burlas y humillaciones hacia estas criaturas.

En 1917, un joven de cabello naranja, decidido a cambiar la narrativa circense, abandonó su hogar para crear un circo único y sin maltrato animal. Conoció a Nicolás y Halkrótt, quienes compartieron su visión de un circo tenebroso siendo nombrado "Giavetti" en donde las atracciones eran personas con habilidades extraordinarias, desde payasos tenebrosos hasta artistas capaces de realizar magia negra.

Montaron su carpa en un claro del bosque, rodeada de árboles susurrantes. Los lugareños, entre la curiosidad y el temor, se aventuraron a explorar el espectáculo del misterio. "El Enigma de la Oscuridad" se convirtió en la atracción principal, con artistas encapuchados realizando acrobacias inquietantes y la risa siniestra del payaso Demente resonando en cada rincón.

La atmósfera cargada de suspenso y maravilla llevó a los espectadores a un viaje inolvidable. Sin embargo, la línea entre la realidad y la fantasía se desdibujó, sumiendo a los tres amigos en su propio espectáculo sobrenatural. El circo tenebroso se convirtió en una leyenda, mostrando criaturas tenebrosas reviviendo el circo cada noche en el bosque, perpetuando la fascinación por lo desconocido en la ciudad.