Wooyoung estaba guardando sus libros de lectura y algunas tareas de sus alumnos, el horario de clases había finalizado, estiró sus brazos y suspiro cansado, cuidar y enseñar a esos pequeños le quitaba la mayor parte de su energía. Colocó su bolsa en el hombro, saliendo del aula y cerrando con llave, al girarse un pequeño cuerpecito chocó contra él.

—Tío Woonie... —el niño con sus bracitos envolvió la pierna del mayor en un abrazo.

—Yunie ¿qué haces aquí solo? —cargo al bebé, para luego besar esas regordetas mejillas, mientras que este daba pequeñas y adorables risitas.

—Wooyoung Hyung, lo siento, ya sabe como es Yunho. —un chico de cabello naranja apareció delante del omega.

—No te preocupes Hongjoong. —Woo vio a su amigo y le regalo una sonrisa. —Sabes que adoro a este pequeñin. —

—Tengo que viajar, ya que harán una reunión en la manada, Yunho se desespera demasiado rápido y no puedo llevarlo. —vió con ojos de súplica al mayor. —Hyung... ¿puede cuidar de él, este fin de semana? —Hong juntó sus manos en modo de suplica. —

—Hongie, no tienes suplicar. Cuidaré a Yunnie cuantas veces sean necesarias, por mi no hay problema. —estiró la mano y despeino el cabello rojo del omega tigre.

— ¡Gracias, Hyung! lo quiero. —abrazó al pelinegro, para luego entregar una mochila con las cosas del bebé. —Yunnie, pórtate bien con él tío Woonie. —besó las mejilla de su hijo.

—Si, protegeré a tío Woonie. — Yunho tenía dos añitos, aún no podía hablar bien, pero su voz enternecía a todos.

A la salida del establecimiento despidieron con una sonrisa a Hongjoong, Woo con Yunho en brazos continuó el camino hacia su hogar, esta no quedaba lejos de ahí.

Yunho era el hijo de Hongjoong, este era un omega tigre de veinte años, lo conoció en la isla cuando era pequeño, después se volvieron amigos inseparables, Wooyoung como el mayor de los tres, en ese tiempo se encargaba de cuidar de Hong y San.

Cuando se mudó a otra ciudad Hongjoong y San tenían once años y el trece, pero cuando regreso a la isla fue grande su sorpresa, este estaba esperando un bebé. El omega tigre solamente tenía dieciocho años, nunca le dijo quien era el padre de su hijo, todo era un misterio, nunca le volvió a preguntar ya que Hong se sentía incomodo. Se volvieron cercanos nuevamente, ahora el trío de amigos estaba unido de nuevo, San y Hong peleaban por estupideces como en los viejos tiempos.

Llegaron a la entrada de la casa, el omega suspiro, alguien había entrado a su vivienda, ya sabía de quien se trataba, abrió la puerta, sabia que San no tardaría en salir y saludarlo de manera escandalosa.

 Entonces empezó contar.

1... 2... 3...

Pisadas rápidas se escucharon y como de costumbre, el rubio en cuestión de segundos venía gritando hacia él.

— ¡Lobito Hyung, lo extrañe mucho! —San se aferró en un abrazo al cuerpo del mayor, pero en el momento sintió que jalaban su cabello con fuerza. —D-uele, suéltame. —lloriqueaba como niño pequeño.

—Woonie bonito, mío. —Yunho con todas las fuerzas que tenía, jalaba el cabello rubio del Tritón, pero este logró zafarse.

—Yunho, soy tu tío San. —el ojiazul hizo un mohín. —Comparte a Woonie bonito, conmigo. —el bebé negó rápidamente. —Eres tan celoso, yo no te crié así Kim Yunho. —

—Sirenito, Yunho aprendió todo eso de ti, es tu culpa que sea celoso. —Woo dio una carcajada, burlándose de su menor. —El ve cuando me celas e imita tu comportamiento. —

—Tío Sannie, malo. —Yunho le sacó la lengua a San.

—Eso no lo aprendió de mí, de eso usted tiene la culpa Woo Hyung. —vio al omega con ojos acusadores.

—Como sea, ahora cuida a Yunnie un rato, iré a ducharme y luego haré el almuerzo. —le entregó con cuidado al bebé y este sonrió al estar en los brazos de San. —Insisto, sus cabellos y color de ojos son idénticos, parece tu hijo, ¿Seguro que no tuviste algo con Hong mientras no estuve en la isla? —

— ¡Claro que no! yo siempre le he sido fiel, Hyung. —se acercó al mayor y dejó un beso en la sonrojada mejilla.

—Y-yo iré a bañarme. —salió casi corriendo de ahí, el ojiazul siempre de alguna manera lograba sonrojarlo.

San y Wooyoung vieron a Yunho crecer, lo mimaban desde que aun estaba en el vientre de Hong. Por eso el bebé les decía "tíos" y les tenía un gran cariño. Yunho era un pequeño tigre bebé con cabello rubio, ojos color azul, con mejillas regordetas y apariencia tierna.

San se sentó en el suelo junto al bebé, dejando a este frente a él y empezaron a jugar.

San entró al cuarto del mayor secándose el cabello con una toalla, sonrió cuando vio una imagen demasiado tierna, el omega estaba durmiendo y junto a este estaba Yunho, el Tritón acomodo almohadas alrededor del bebé para que este no cayera, la cama era demasiado amplía pero la seguridad era primero.

Wooyoung le había contado al rubio que se quedaría cuidando al bebé por todo el fin de semana, así que quiso quedarse esos dos días y ayudar a su Hyung, además que le encantaba pasar tiempo con Yunho, a él no le gustaba los bebés ya que le parecían muy irritantes, pero ese pequeño se había robado su corazón.

Levanto la manta y se acostó junto al omega, pasó sus brazos por la cintura de este, dejando su nariz en el cuello, disfrutando el aroma a melocotón que desprendía el mayor.

— ¿San? — se giró quedando frente al rubio. —Duerme, sirenito. —habló con voz adormilada

—Hyung, me gusta estar así, junto a usted, amo su aroma a melocotón y fresas, por una extraña razón me relaja. —abrazó al omega con más fuerza. —Quiero tener una relación normal, pasear por el mar tomados de la mano y no esconder nuestro amor. —su voz salió con un tono decaído.

—Por ahora tenemos que esconder nuestra relación, tengo miedo de que tus padres hagan algo si se enteran. — esa era la única manera de estar juntos y tenían que conformarse con eso.

—Odio fingir que somos mejores amigos delante de todos. Menos de HongJoong hyung, es el unico que sabe sobre nosotros. —acarició las mejillas del pelinegro y este suspiraba disfrutando de los mimos.

—Lo sé, ahora déjame dormir. —intento zafarse del abrazo, pero San no dejó. El rubio tomó el rostro del omega para luego dejar un suave y cálido beso. —No te di permiso para que me besaras. —

—No tengo que pedir permiso, usted es mi novio, mi precioso lobito gruñón. — San sabía que las palabras bonitas ponían nervioso a su hyung. —Lo amo... —

—C-cállate y duerme. —se giró dándole la espalda a San, este lo abrazó de inmediato. Wooyoung sonrió al sentirse protegido y amado.

"Te amo, Sannie... "

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Gracias por leer (✿❛◡❛)