☪ sᴇᴠᴇɴ 𖤓
El omega había acabado con sus horas de clases, caminaba rumbo a su hogar, ese día se sentía demasiado cansado, tenía feas ojeras que trataba de cubrirlas con maquillaje, hace una semana que no veía a San, no podía dormir por estar pensando en el Tritón, muchas preguntas pasaban por su cabeza.
¿Estará con ella?
¿Ya se olvidó de mí?
¿Debería irme de la isla?
Todos esos pensamientos lo invadían cada noche, además de que lloraba, su lobo estaba triste y con sus orejitas bajas, tanto como humano como el lobo sentían en demasía la ausencia de San.
Aquél pequeño Tritón siempre alegraba su hogar, le sacaba sonrisas, San se había convertido en su todo, lo extrañaba demasiado, sus caprichos, sus pucheros, sus mimos y aquella hermosa sonrisa adornada con aquellos dos preciosos hoyuelos.
Mientras caminaba no se dio cuenta que había empezado a llorar, algunas personas lo veían raro, así que decidió limpiar sus lágrimas, pero el bullicio y las palabras de la gente llamó su atención.
— La futura esposa del joven San es preciosa... —
—La boda se acerca... —
—Esa sirena tiene suerte, el joven San es hermoso... —
—Pensé que iba a terminar igual que sus hermanos, enamorado de alguien que no es de su especie. —
Cada una de aquellas palabras fueron a dar directo en el corazón de Wooyoung, haciendo que doliera y se sintiera mal. Con su visita en el suelo, escuchaba lo que decía la gente a su alrededor, levanto su rostro y mejor no lo hubiera hecho, porque frente a él estaba San.
Pero no estaba solo.
Junto a él estaba una chica con piel pálida y cabello rosado, como decían todos, era muy hermosa. La mirada de San se posó en el omega, Woo trato de no llorar e ignorar todo, quería correr hacia su bello Tritón y abrazarlo, tomarlo de la mano y llevárselo muy lejos de ahí.
Pero no podía.
Sus miradas conectaron, el rubio le regalo una pequeña sonrisa triste, sus ojos estaban acuosos, San al igual que él estaba sufriendo. Las piernas temblorosas del omega se movieron, tenía que salir de ahí, así que suspiro y se dio fuerzas.
Wooyoung pasó junto al Tritón, en ese momento eran como dos desconocidos, pero un toque cálido en su piel hizo temblar a Wooyoung, San por unos segundos había tomado su mano dando una rápida caricia y también escucho un suave susurro...
"Te amo, lobito Hyung"
El omega ya no soporto más, no quería ver a San con esa chica, así que corrió y corrió sin detenerse, no sabía hacia donde sus pies lo llevaban en ese momento solo quería alejarse de todo, cuando se canso detuvo sus pasos, tomó un poco de aire y al fijar su vista delante de él, se dió cuenta que estaba frente al extenso y precioso mar.
Aquel lugar también le recordaba al tritón ...
— ¡Tonto pescado, te odio! —gritó hacia la nada, tirando su bolsa en la arena con enojo. —Por ti mi corazón duele, tonto San, tonto amor ¿Por qué tuve que enamorarme de ti...? —susurro para el mismo.
— ¿De verdad me odia? —
El pelinegro abrió sus ojos sorprendido. Giró su cuerpo encontrándose con un agitado San, el rubio lo había seguido.
— ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar junto a tu futura esposa? —limpio rápidamente las lagrimas de sus mejillas.
—Lo vi correr en esta dirección así que lo seguí, solo quería verlo, Hyung. —el rostro del menor se veía triste.
—Ya me viste, te puedes ir, adiós... —Wooyoung tomó su bolsa sacudiendo la arena que estaba en esta y empezó a caminar dejando al menor atrás.
— ¡Jung Wooyoung, escúchame! —el tritón seguía los pasos del mayor, por nada del mundo lo dejaría ir.
— ¡Déjame! —el omega seguía caminando sin parar. —Vete San, no quiero que te metas en problemas por mi. —
Así fue todo el camino, el omega no paró sus pasos y San lo seguía desde lejos.
Cuando Wooyoung logró estar frente a su casa suspiro, pero San lo había seguido en todo el transcurso, abrió la puerta y estaba apuntó de entrar cuando lo interrumpieron.
—Hyung... —
—San... —no terminó de hablar porque unos cálidos labios callaron sus palabras, San lo tomó por la cintura a la vez que entraban a la casa y la puerta se cerraba. —S-san... —
—Lo extrañe mucho... —susurro cerca de los labios del otro, sus alientos se mezclaban. —Nunca olvide que lo amo. —San acariciaba con ternura el cabello negro del omega. —Encontraré una solución para no casarme... —
—Terminemos... —aquellas palabras cayeron como un balde de agua fría en el cuerpo se San.
—N-no... Hyung, no me pida eso. —
—Escuché la plática que tuviste con tu padre. Yo te seguí, quería asegurarme de que todo iba bien, pero aquellas palabras dichas por el señor Choi dolieron demasiado... —trataba de zafarse del agarre del rubio.
— ¿Este es el fin de nuestro amor? ¿Terminara de esta forma? —San soltó al pelinegro y sin fuerzas cayó de rodillas al suelo mientras las lágrimas se derramaban en sus mejillas.
—San, lo sabíamos desde el inicio, no quiero que tu padre te haga algo, esto es lo mejor, por favor, esto es por el bien de los dos... —Wooyoung empezó a llorar. —S-solo nos estamos dañando... —se sentó en el suelo junto a San, tomó el rostro del menor y limpio las lágrimas que estaban en las pálidas mejillas.
—Solo quiero ser feliz a su lado ¿acaso eso es un delito? —El mayor negó. — Hyung ¿ya no me ama? —
—Sannie sabes que te amo demasiado... Pero creó que en esta vida no estamos destinados a estar juntos... —beso los delegados labios, estos habían actuado por si solos. —Separarnos sería lo mejor, entiéndelo amor. —
—H-hyung, me duele el corazón...—
—A mi también y mucho... fue lindo mientras duro, pero tarde o temprano esto terminaría así...—
—Entiendo lo que quiere decir. —el menor seguía cabizbajo. —Si ocurriera algo y al final soy libre, ¿usted regresaría a mi? —el tritón reposo su cabeza en las piernas de su hyung.
—Claro que regresare a ti, mi lobo y yo te elegimos. —las manos de Wooyoung jugaban con el cabello rubio y suave de su Sannie.
—Siempre estará aquí... —San llevó la mano del omega hacía su corazón. —Cada latido de este corazón es y será suyo. —con una mano tomó el cuello de Wooyoung atrayendo su rostro al suyo, besándolo nuevamente.
Fue un beso corto, que transmitía su amor y angustia, sus belfos temblaban y dolían porque sabían que ese era el último beso que se darían.
Lentamente se separaron, aunque no querían, pero con todo el dolor de su corazón tenían que hacerlo.
—Olvidemos por ahora lo que pasó entre nosotros, San... —
—Lo intentaré... —el menor limpio sus lágrimas y dio una sonrisa falsa.
—Seamos fuertes... —San asintió.
—Pero... Uhm ¿puedo visitarlo cuando me sienta mejor? —los dos se levantaron del suelo.
—Claro... —el omega se dio un golpe mental, por no negarse al pedido del menor.
—Nos vemos, Wooyoung Hyung. —San hizo una reverencia.
—Ve con cuidado, San... — Se sentían extraños tratarse de aquella forma, sin apodos cariñosos, solo existían palabras frías y secas.
El lobo en el interior del omega empezó a gimotear, sintiendo todo el dolor del humano, Wooyoung esa noche lloro maldiciendo al destino por no dejar que este junto a San.
San tenía la mirada perdida y el corazón partido en pedazos, subió las escaleras, buscado la habitación de su tío quería hablarle y desahogarse, pero no fue necesario ya que Yongguk había aparecido frente a él.
—San ¿estás bien? —el menor negó.
—Wooyoung Hyung y yo terminamos. —
— ¿Qué? —el mayor estaba confundido.
—Solo quedamos como amigos, sé que es una estupidez fingir que nada paso entre nosotros, pero no quiero separarme de él... —San tenía sus ojos acuosos.
—Mierda, se está repitiendo nuevamente... —el mayor susurro para él mismo. —Lo siento mucho San, ven aquí. —Abrió sus brazos y el rubio de inmediato lo abrazo.
—H-hyung, duele mucho. —la voz de San apenas se entendía, su llanto era muy fuerte y hacia que todos sintieran su dolor.
—Sé cómo se siente, llora, saca todo lo que tienes por dentro... será doloroso al inicio pero ya pasará. —dejaba caricias en la espalda. —Yo trataré de ayudar... —
—Odia a mi padre, odio las reglas, odio ser un Choi, odio todo... —
—Yo odio a tu padre, odio sus malditas reglas de porquería, odio que sufras por él... —el pelinegro se sentía impotente en ese instante.
Yongguk estaba demasiado enojado, quería romperle la nariz a su hermano por hacer sufrir a sus sobrinos, tenía que hallar una solución, armar un plan, necesitaba desterrar a Kangin. Recuperar lo que era suyo desde el inicio, pero por culpa de su hermano fue arrebatado...
La isla era suya desde el principio pero por los asares del destino le fue arrebatada.
Pero al mismo tiempo Kangin y Gahyeon estaban en las escaleras, habían escuchado todo, el mayor sonrió triunfante y la chica tenía el rostro triste.
.
.
.
.
.
.
.
.
[ 🌙 ]
—Mingi hyung ¿está seguro? —
—Si Seonghwa, es ahora o nunca, Jongho me notificó que la isla estaba desprotegida, ya que estaba en los preparativos de la fiesta de compromiso, él me ayudara a entrar... —el pelinegro colocó su bolsa.
—Ojalá mi hermano y tú no sean descubiertos... —Yeosang habló.
—No te preocupes, tú hermano es inteligente, no por nada es el Guardia principal. —Sonrió. —San tiene poco tiempo, ahora ya sé quién es el omega con el que está saliendo. —
— ¿Quién es, Hyung? —el rubio tenía curiosidad.
—Jung Wooyoung... —
— Wooyoung... ¿el mismo que conocemos... ? —Mingi asintió. —Pensé que eran mejores amigos. —
—Yo pensé lo mismo. —Suspiro. —Me tengo que ir. —
—Ve con cuidado... —Seonghwa abrazo a su hermano.
—Claro que me cuidare, necesito ver a alguien cuando llegué a Wave, no puedo morir sin antes verlo. —Sonrió.
—Gracias por todo lo que haces, Hyung. —
—Algún día regresaremos a la isla, ya no seremos los señalados, nuestros nombres serán limpiados y viviremos como siempre quisimos, rodeados de nuestra pequeña familia, se que tío Yongguk salvará "Wave" —
★
★
★
★
★
꧁꧂
Gracias por leer ˙˚ʚ('◡')ɞ˚˙♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro