
ONCE
Era el primer descanso de media hora en la universidad. Los chicos ya estaban en el árbol donde Jungkook siempre estaba sentado dibujando; los 4 chicos pusieron mantas por el césped mojado y se sentaron, pusieron atención a la mochila deportiva.
—Okey, gatitos, hay que sacarlos de a...¿aquí?
De un momento a otro, los chicos, exceptuando Jungkook rieron al ver a Yoongi alzando la mirada y sacándole la lengua.
—Aw, mi amor, ven aquí. —llamó Jimin, pegando ligeramente su regazo.
Yoongi maulló y salió de la maleta.
—¡Hey! ¿Y Tae?
—Miauu. —un maullido ronco y grueso salió de Yoongi.
Wow, nada comparado al maullido suave de su híbrido.
—¿Donde está? —preguntó Jungkook. Quitando al gato negro del regazo de Jimin y poniéndolo cerca de su cara —¿donde está mi híbrido, gato sarnoso?
Unas garras se hicieron presentes en sus mejillas.
—¡Yoongi! —alzó la voz el rubio.
—¡¡¡Auch, auch, auch!!! —se quejaba Jungkook, sobándose la parte afectada.
De un momento a otro, un gato que fue reconocido al instante comenzó a luchar con Yoongi.
—¡Sepárenlos! —ordenó Namjoon.
Jimin tomó a Yoongi de la parte de atrás del cuello, ocasionando que el gato se quedará quieto.
Taehyung se convirtió en el chico.
—No vuelvas a morder, arañar, o pegarle tus pelos a mi Kookie, ¿entiendes?
Esta vez, Yoongi se convirtió en chico, cayendo directamente en el estómago de su novio, haciendo que este sufriera por el peso.
Jin y Namjoon se limitaban a reír silenciosamente, tapándose media cara.
Jungkook seguía acariciando con un puchero su zona afectada.
—Pues dile a tu Kookie que no me acerque a su mugrienta cara.
—AHH, ¿QUÉ SON ESAS COSAS? —se escuchó el grito de una profesora.
—Ah, mierda. —dijeron todos al unísono, claro, exceptuando Taehyung, quien sólo se convirtió en gato.
—Hi... hib–
Se cayó.
—Oigan, creo que se murió. —opinó Yoongi, quien seguía sin transformarse.
—¿Me curas, TaeTae? —pide infantilmente Jungkook, importándole poco que su aburrida profesora de filosofía se haya desmayado.
Y tal como lo pidió, sentía la lengua rasposa de su híbrido en los rasguños.
Eso sería asqueroso para muchas personas, pero, para Jeon, pff. Por favor.
🌧
—Eso estuvo cerca. ¿Donde demonios estabas? —preguntó estresado Jungkook.
Ya habían salido de la universidad, estaban en la esquina y fue el momento en el que apareció el precioso hombre de cabello negro con facciones perfectas, con un gran polo rojo y pantalones negros flojos.
A la profesora la habían mandado a la enfermería de la escuela por tal desmayo, no fue tan grave.
—Solo quería caminar un poco... estaba cansado de estar en la mochila... ¡p-pero nadie me vio! Lo juro, Kookie, perdóname, no volverá a pasar. —contestó casi a punto de llorar
Jungkook suspiró y abrazó al híbrido. —Tranquilo, está bien, sólo tienes que avisarme, me preocupé, no sé qué haría si me doy cuenta que ya no estás a mi lado.
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——— 🐈⬛ ———
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Ja, pero no todo son risas.
Ji-Eun había visto la escena en los descansos, y de ahí comprobó, que su folla-amigo, si es que así se le podría decir, si la había reemplazado por un híbrido.
—Agh, maldito gato.
—¿Enserio conociste a Jungkook por una lluvia? —se carcajeaba Yoongi.
—En realidad fue porque Tae no me dejaba dormir. Pero gracias a la lluvia y a los lloriqueos de él lo conocí, benditas sean las lluvias. Pero en fin... —suspiró Jeon. —¿ustedes cómo se conocieron?
Tae asintió emocionado, quería saber cómo es que el híbrido había terminado de vivir con el dulce y tierno de Jimin.
—Es una historia... un tanto...
—Ow, vamos, por favor, yo quiero saber, ¿tú quieres saber? —apuntó a Jungkook y sin esperar respuesta regresó la mirada hacia la pareja. —porque yo si, anden, cuéntame.
——— ☀️ ———
« Años atrás »
—¡¿Pero como demonios es posible?! Largo de esta casa, no eres bienvenido, no eres mi nieto. ¡Largo de aquí! ¡FUERA!
Con 12 años, fue la primera transformación de Yoongi, si, de humano a gato, y vaya que no fue en un buen momento.
Estaban comiendo en familia, hasta cuando Yoongi sentía un dolor tremendo en todo el cuerpo y comenzó a ver todo más pequeño.
En esos años, los híbridos aún no eran aceptados, eran... inservibles, despreciables.
Porque un híbrido, era parte de la comunidad gay, no habían dudas, pero tampoco tantas pruebas, pues todos los híbridos habían sido asesinados.
No mentiría... él estaba asustado, sabía lo que pasaría si no se iba rápido de esa casa. Vio como sus padres y su prima favorita, Taehyun, la miraban con una mirada estupefacta.
No lo podían creer.
¿Cómo sucedió?
El padre de la abuela Min, había sido un híbrido de gato, y para esa familia era genética sólo para el primer hijo varón de cada pareja de la familia. Pero lamentablemente, la madre de la señora Min, no aceptaba a los híbridos y terminó por dejar en la miseria a su esposo híbrido.
Estaba agradecida por saber que sólo había tenido 3 hijas, y que ellas igual puras niñas, y el segundo, pues era un niño, pero no había problema. Después de todo, sólo aplica en el primer hijo que nazca siendo hombre.
Afortunadamente no vivió para ver al primer hijo hombre, Min Yoongi.
La abuela Min, supo de los híbridos, exceptuando lo genético.
Yoongi, en su forma gatuna, salió asustado de la casa, el día estaba soleado, no sabía que hacer, ¿a donde iría?
Oh... el parque.
—Jimin, el último en llegar es un huevo podrido, y te aseguro que ese no seré yo.
—¡Que asco, Jungkook!
Esa voz... esa voz era preciosa.
¿Quién era? ¿Jimin?
—¡¡Jungkook, mira, un gatito!! —gritó el niño con una sonrisa de oreja a oreja.
Era la persona más hermosa que había visto jamás.
—Deberías quedártelo. —dijo desinteresado el pequeño Jungkook.
—¿Si? ¡Sii! —lo tomó en brazos dando vueltas. —Jungkook-ah, lo siento, iré a casa a que mami vea mi nueva mascota.
—Suga... te pondré Suga, te llamarás Suga de hoy en adelante, gatito. —volvió a hablar emocionado caminando directo a su casa, mientras abrazaba al gato negro.
☀️
—Hoy una niña dijo que le gustaba, Suga. Y Jungkook no lo tomó muy bien, o eso creo. Porque cuando me lo dijo, él se puso triste.
Okey... quizás no era tan mala idea quedarse con el pequeño de sonrisa perfecta.
"Park Jimin", según decían las medallas de oro que colgaban en una pared de la habitación, era muy tierno, le contaba su día a día, notó que no tenía muchos amigos, era muy inteligente y era un atleta total, pero sobre todo era muy atento con el gatito, y eso que sólo llevaba 2 días con él.
Después de un mes, Jimin se ponía encima del que se hacía llamar Suga, pero ahora en humano.
¿Cómo Jimin supo que era un híbrido?
El niño cachetón sospechaba que algo pasaba en la casa, pues cuando regresaba de la escuela sus cosas estaban en otro lugar, la cama estaba hecha un desastre y habían platos sin lavarse, cosa que era extraño.
Así que puso una cámara que le había regalado su padre en su cumpleaños, y la sorpresa se la llevó cuando vio que justo cuando la familia salía de casa, el pelinegro aparecía encima de la cama, tallándose los ojos.
Fue mejor de lo que había creído. Sus padres le habían dicho que los híbridos eran un tesoro, pues si te elegían, era porque eras especial.
Park Jimin se sintió especial por tener a su híbrido, Min Yoongi, Suga.
——— ☀️ ———
—Y por eso nos gusta mucho los días soleados, porque fue uno de los días que nos conocimos.
—Aw, que mal por lo que pasaste, Yoongi Hyung, pero, ¿tú no quieres saber de tu familia? —pregunta curioso el híbrido menor.
—Sinceramente, no. Estoy feliz con mi nueva vida con Jimin. Sus padres me aceptaron y criaron, y el aprecio que no me dio mi familia, la encontré en Jimin.
Jimin sacó una lágrima, no sabía que había hecho en su vida pasada, pero seguramente hizo algo estupendo, sino, ¿que estaría haciendo él con Yoongi?
—Bueno... ya nos vamos. Vámonos Yoongi, tengo sueño y quiero dormir contigo.
La pareja se levantó del sillón y fueron directo a la puerta.
—Por cierto, ¿ustedes ya son algo? —preguntó Jimin antes de salir.
Jungkook se puso tímido, sus mejillas se sonrojaron.
—¿Cómo algo? —contestó Tae con una pregunta.
—¡Creo que ya se tienen que ir, adios chicos!
Jungkook les cerró la puerta en la cara. Se giró y vio a Tae sentado en la alfombra de la sala, con una sonrisa y su cola moviéndose de un lado a otro finamente, sus orejas paradas le hacía saber que estaba feliz.
—¿No quieres unos cuantos mimos? —pregunta Jungkook.
—Si, Kookie, pero en la habitación. —alzó los brazos y sonrió.
—Mi lindo gatito. Te quiero mucho. —dijo, cargando al híbrido, juntando ambos pechos y haciendo que Tae enrollara las piernas en su cadera.
El híbrido acomodó su cabeza en el hombro de Jungkook, este puso su nariz en el cuello, oliendo el delicioso aroma a vainilla que desprendía.
—Hueles delicioso, pequeño.
—J-jungkookie... ¿a qué se refería Jimin con "algo"?
Jeon se limitó a quedarse callado, sabía que su híbrido era muy impertinente en ese aspecto, no pararía de molestarlo con preguntas.
—Luego te lo diré, estarás muy feliz, ¿está bien?
—Está bien. Am... Kookie, ¿puedo chupar ahora? —preguntó.
—Si te refieres a mi pene. No, hoy no. Hoy serán puros besos, caricias y abrazos, ¿te parece bien?
—Me parece bien, conejito.
—¿Conejito? —preguntó con una mueca.
Acostó primero a Tae en la cama, se quitó las calcetas y se colocó al lado de él.
—Mientras caminaba en tu universidad, habían carteles con fotos de conejos. Tu sonrisa es similar a uno, y tus ojos son casi idénticos a un reno.
—Rara combinación, pero me agrada el apodo, aunque me gusta más que me digas "Kookie" o "amor". —sonrió. Tomó a Tae para abrazarlo posesivamente y plantarle picos en todo el rostro.
—Si, K-Kookie, diré así y de más maneras, p-papi. —tartamudeó.
—Ese apodo será para momentos especiales, ¿esta bien?
—Si. —sonrió Tae. Su cola gatuna acariciaba suavemente el rostro de Jungkook, ocasionándole cosquillas. —Ahora bésame, ya quiero mis mimos.
Jungkook sonrió más.
Juraría que moriría de ternura y por la belleza extrema de su híbrido, hace apenas 4 meses, a él no le importaba nada, salía a fiestas para conseguir un poco de diversión, la cual no encontraba o no le satisfacía como deseaba.
Pero Taehyung, su híbrido, ha ganado, tiene a alguien al cual puede amar sin condiciones ni prejuicios.
Sabía que su madre estaría muy feliz por ver que al fin, su pequeño que tanto decía que quería a alguien para darle cariño, como ella le daba a él, lo había encontrado.
Puso encima de él al híbrido, iniciando así su sesión empalagosa.
Sin duda sería una tarde larga, y eso estaba bien, le estaba agradando, nada arruinaría ese amor tan selcouth.
—¡Abuela! En la universidad vimos a uno de esos híbridos.
—¿Cómo? —se escuchó una voz rasposa. —¿Cómo es posible que acepten esas cosas en las escuelas? Es inaceptable.
—No es de nuestra escuela, ni siquiera lo conocemos, unos chicos los llevaban en sus mochilas.
—Ji-Eun, asegúrate de que tú tío sepa, háblale a Taehyun, necesitan hacer algo al respecto.
Selcouth: Es algo desconocido, raro, extraño pero sin embargo, maravilloso.
Por cierto, quise hablar de cómo comenzó el Yoonmin, creo que a varios les hubiera interesado en algún momento. :"3
(Ya se está haciendo una segunda temporada pero Yoonmin)
Y tranquilos, Tamalitos, no habrá tanto drama, es una promesa.
Aquí quienes quieran una dedicación en el próximo cap:
- Burrito de Tamal.
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