.・。.・𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓 𝐎𝐅 𝐀 𝐆𝐀𝐌𝐄
── 𝘵𝘦𝘮𝘱𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢 11 𝘦𝘱𝘪𝘴𝘰𝘥𝘪𝘰 01

Inicio de programa el 2 de diciembre. Los productores alineaban a los jugadores fila para que salieran uno atrás de otro cuando comenzará la transmisión, la pierna derecha de la rubia temblaba sin parar de la ansiedad.

La maquilladora retocaba el rostro de Lola cada cinco minutos, la rubia sentía que se le estaba a punto de caer la cara con los retoques que le hacían. Jugaba con sus pulseras plateadas que decoraban su muñeca, de pronto, un dedo tocó sus hombros.

── Escuchame chiquita, vos vas a ser la última en entrar, ¿entendido? ──Le indicó el productor──. No te acercas a saludar a tu familia hasta que Santiago te lo diga, cuando lo haga te acercas, los abrazas y te vas directo al cabify.

Lola sentía que el productor estaba siendo algo grosero. ── Sí si, ya entendí.

El productor se alejó, Lola entendía que el trabajo podía ser estresante por las horas que llevaba trabajando en el día, pero no era motivo para tratar a los jugadores de esa manera tan agresiva.

── Me parece que el loco no está teniendo un buen día. ──Habló una voz detrás de ella.

── Parece, pero no es razón para tratar a alguien tan para el ojete. ──Mencionó Lola──. Soy Lola, correntina. ──Se presentó.

── Me llamo Sopa.

Lola frunció el ceño ante tal nombre.

── Me olvide disculpa, vamos devuelta. ──Habló la rubia──. Soy Sofia pero me dicen Sopa.

── Ahí va, ahora se entiende. ──Las rubias soltaron carcajadas a la par──. Que fiaca, voy a ser la última en entrar a la casa.

── La más importante entonces. ──Dijo Sofia.

── ¿Decis? ──Sofia asintió──. Ahora me tengo que ir al fondo para no equivocarme y salir antes.

── Bueno, que nadie te ningunee, Loli. ──Gritó Sofia una vez que observó a Lola irse.

── A vos tampoco, Sopa. ¡Suerte!

Los gritos de las personas en la tribuna se llegaban a oír hasta el camerino donde se encontraba Lola esperando a salir. La música del programa empezó a sonar y la televisión que estaba en la esquina del camerin, se prendió.

── Esto es... ¡Gran Hermano!

Santiago del Moro hizo aparición en el frente de la TV, jugó con la cámara que lo grababa un momento y segundos después, enfocó las tribunas repletas de gente. Lola pudo visualizar a su familia en una esquina con carteles gigante color dorado que ponían su nombre, sus hermanos portaban vinchas en sus cabezas con el nombre de la rubia.

Al ver a su familia apoyarla ahí afuera, se le hizo un nudo en la garganta y le comenzaron a llorar los ojos de emoción, sabía que eran lágrimas de emoción por una parte por entrar a la casa, y la otra lágrimas de tristeza por saber que no va a poder estar con su familia durante cinco meses.

Santiago comenzo a presentar a los jugadores uno por uno, parecían ser más mujeres que hombres. La primera en ingresar a la casa fue una chica llamada Keila, le transmitía buena vibra a Lola, así que ya sabía con quien hablar cuando entrara.

Ya quedaban solamente dos maletas en el pequeño escalón donde habían colocado las demás, la ansiedad de Lola comenzó a aumentar y se sentía intranquila. A diferencia de cuando hizo el casting, se mostraba más segura y magnética, ahora se sentía insegura e incomoda. Santiago presentó a Ezequiel, el ante último jugador que ingresaba a la casa.

La puerta del camerín de Lola se abrió rápidamente, era el mismo productor que había dialogado con ella en el pasillo.

── Lola ya sabes lo que tenes que hacer, ahora va a venir la maquilladora y te va a retocar alguna parte que tengas sin maquillaje. ──Informó el productor──. Necesito que te mostres segura como en el casting, nada de timidez ni de cagonear a último momento, ¿escuchaste?.

── Tratame bien y no te hagas el superado, ya se lo que tengo que hacer. ──Habló sincera──. Total no me podes sacar a último momento, bastantes ninguneadas me banque de vos este día.

── Mira piba, ni me gasto. Arréglate, sola. ──Mencionó el mayor──. Vos prometes mucho adentro de la casa, si lo arruinas, nos vamos a encargar de que seas la primera en salir.

── Para que sepas, yo no entré por acomodó. ──Dijo Lola──. La productora vio lo que di en el casting y lo que prometí, no hice casting sabana como otras que entraron. No te confundas conmigo, yo puedo fingir cosas y hablar sobre el contrato que me hicieron, en un día te quedas si laburo.

El productor se calló la boca y salió de la habitación, Lola se miró por última vez en el espejo antes de ser llamada a salir. Inhaló y exhalo intentando calmarse, tal vez eso era lo que necesitaba, que alguien viniera a hacerla enojar para que se olvidara de los nervios en dos segundo.

── Ahora sí, la tenemos a ella. Promete mucho en el juego, es la última pero no la menos importante ──Santiago se arremango la camisa──. Desde Corrientes, ¡Un fuerte aplauso para Lola!

Las tribunas estallaron de gritos y aplausos, los oídos de la rubia se silenciaron en un momento antes de llegar a Santiago. El mayor la recibió con los brazos abiertos, Lola lo abrazo con fuerza.

── Miren lo que es esta cara, por favor. ──Mencionó Santiago──. Escuchame hermosa, anda a saludar a tu familia por última vez.

La correntina asintió y corrió hacia sus familiares, varios brazos le tocaron el cuerpo tratando de formar un abrazo. Lola largó unas pequeñas lágrimas de felicidad, dio un beso en la frente de su madre y de su hermano y volvió al lado de Santiago nuevamente.

── Te juro que no tengo ni idea de que hago acá. ──Largó una carcajada──. Un día me pinto hacer casting y no me tenía ni fe, pero acá estoy.

── Bueno Lola, acá tenes tu valija. ──Santiago le entregó la maleta──. Dalo todo ahí adentro, confío en vos.

── ¡Todo lo que prometí, lo voy a dar!

── ¿Robertito estas ahí? ──Preguntó Santiago a través de las pantalla.

── ¡Sí, Santiago! Estamos acá con esta belleza irreal. ──Robertito sujetó a la correntina de la mano y le dio una vuelta──. Esperemos que lo des todo y cierres esta casa, Lola.

── Todo lo que yo prometo, lo cumplo. ──Dijo severa──. Y yo lo voy a dar todo.

── Bueno hermosa, pásala lindo y disfruta.

Lola lo despidió con un beso, trató de no caerse con sus tacones agujas que se clavaban entre medio de los adoquines y el pasto del suelo. Respiró hondo, su mano estaba alrededor de la manija de la gran puerta, los nervios la estaban carcomiendo por dentro.

La puerta era más grandes que todo su cuerpo, empujó con todas sus fuerzas y se dejó ver mientras salía de la oscuridad. Su vestido plateado adornado con brillos, sus labios se destacaban con un labial café claro y sus ojos hipnotizaban con su sombra dorada.

── ¿Como va?

Caminó por la pequeña pasarela de luces que llegaba hasta la entrada de la casa, la primera persona en recibirla fue un chico con ojos claros, sí Lola hubiera dicho lo que pensaba, ya la hubieran querido sacar apenas entró.

── Buenas, soy Luca. ──Chocaron mejillas en un beso.

── ¡Lola, un gusto! ──Se presentó.

── Hola reina, Jenifer.

Lola quedo deslumbrada ante la belleza de la morocha, por un momento podría haber jurado que era lesbiana. La saludó con beso y abrazo y continuó. Fue saludando uno por uno en orden, no se había olvidado de nadie... O eso creía.

Los chicos la invitaron a ingresar a la casa y Sofía fue quien la acompañó a las habitaciones, Lola arrugó la nariz con disgusto.

── Que feo color, el del año pasado estaba más lindo. ──Habló la correntina──. Ya veo que me sacan mañana.

Ambas rieron.

──Esa es la única cama que queda. ──Le señaló la que estaba en el medio de las otras.

── Tranqui, mientras yo duerma, soy feliz.

MIAHALE__