Minho se encontraba sentado en el sofá que su padre tenía en su oficina, ya se quería ir pero su padre le había dicho que solo terminaba una reunión, leía unos papeles y ya con eso se podrían ir.

Estaba acabando su tarea así para cuando llegara a su casa podría estar en su habitación haciendo otras cosas y despreocuparse por ello.

Solo le faltaba algunas cuantas cosas de álgebra y esa materia a él no se le daba, su padre era el que siempre le ayudaba en esa materia, tan concentrado estaba en terminar esa tarea que no se dio cuenta que la puerta estaba siendo tocada.

Salió de sus pensamientos, cuando la puerta fue abierta y se sorprendió al ver a su nuevo amigo y también único amigo.

— Hola, Lixie. — saludó con una sonrisa.

— Hola, Honnie. — saludo algo sorprendido. — ¿Está el señor Minhyuk?  pregunto tranquilo.

— ¿Mi papá? — pregunto algo confundido a lo que Minho asintió algo dudoso. — Oh no, está en una junta todavía. — respondió.

— Oh, pensé que ya había llegado. — se contestó a si mismo Minho. — ¿Qué estás haciendo? — pregunto acercándose para sentarse a lado del castaño.

Felix solo iba a dejar unos papeles y después regresar a trabajar pero ese aroma sandía le encantaba.

Estoy haciendo mi tarea de álgebra pero no le entiendo.  contestó con un puchero.

Al Alfa se le hacía una escena muy tierna ya que cuando Minho hacía ese mohín, sus mejillas se abultaban un poco.

— Si quieres te puedo ayudar. — le dijo con una sonrisa.

Minho se quedó pensando y luego recordó que Felix traía consigo unos papeles.

— ¿No estas ocupada? — pregunto.

— Nop, estoy desocupado. — mintió, él debía de estar trabajando.

— Eh...esta bien. — contestó algo dudoso.

Dicho eso, Felix empezó a ayudar a Minho, le explicaba en lo que el Omega no entendía y se lo volvía a explicar para que Minho entendiera cuando le tocara su examen. El Omega prestaba total atención, le gustaba estudiar y eso era lo que estaban haciendo.

[(⁠✿)]

Una media hora después habían acabado, Minho solo tenía que hacer cuatro ejercicios.

Minho se cansó mucho ya que algo que no le gustaba hacer era tareas que tuvieran números y letras.

— Tengo sueño y mi papá no llega. — comento Minho tallando sus ojos.

— Si quieres duerme y yo espero aquí a que venga el Señor Minhyuk. — le comento Felix y Minho negó.

— No, solo voy a cerrar los ojos pero no me voy a dormir. — le contesto soltando un bostezo.

Felix sonrió al ver la respiración relajada de Minho, se había quedado dormido.

Felix se puso a acomodar las cosas de Minho y espero a que el Señor Minhyuk llegara para que firmara esos papeles.

[(⁠✿)]

Después de otros treinta minutos, el Señor Minhyuk llegó.

— Minho, hijo ya- — no pudo terminar ya que vio que estaba durmiendo y que a lado de su hijo estaba Felix, el hijo de su jefe.

— Hola, Sr.Minhyuk. — saludo Felix parándose despacio para no despertar a Minho.

— Felix, hijo, no te esperaba aquí. — le comento. — ¿Necesitas algo? — pregunto viendo atentamente a Minho quien se estaba moviendo.

— Oh, sí. — asintió y extendió los papeles. — Necesito que firme esto.

— Oh, está bien. Cuando los termine de leer te los entrego firmado. — le dijo para empezar a leerlos.

— Señor Lee. — Felix lo llamo.

— ¿Dime? — contestó alzando su mirada de los papeles.

Felix se quedo pensando si decirle o no, pero era por el bien de Minho.

— Usted, ¿sabía que en la universidad molestaban a Minho? — pregunto.

El señor Minhyuk volvió su vista a Felix y sonrió, no era una sonrisa de felicidad sino de tristeza.

Asintió lentamente. — Lo sé, aunque Minho me dice que ya no lo molestan. — respondió. — Solo estoy esperando a que termine este año y tal vez cambiarlo de universidad.

Felix soltó un suspiro y volteo a ver a Minho, quien se encontraba todavía durmiendo y vio que su mejilla izquierda se abultaba ya que estaba siendo aplastada con el sillón.

— Le prometo que mientras yo esté ahí, nadie más molestará a Minho. — prometió, estando seguro de sí mismo.

El señor Minhyuk sonrió. — Muchas gracias, hijo, pero no tienes por qué. — respondió.

— Lo hago porque Minho no merece ser tratado así, él es un Omega hermoso. — lo último lo dijo en un susurro que el señor Minhyuk si pudo escuchar.

— Te lo agradezco mucho. — hizo una pausa. — Por favor, cuida de él, es la persona más importante en mi vida. — una lágrima resbaló por su mejilla derecha.

— No se preocupe, lo voy a cuidar más que bien. — volvió a prometer.

Siguieron platicando de otras cosas respecto al trabajo, donde Felix le pidió consejos para la empresa y ser un buen jefe.

No es que no se llevara con su padre, lo respetaba y le tiene mucho cariño, pero también quiere más opiniones.