❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓞𝐍𝐄 ❜
𝑮𝑶𝑶𝑫 𝑮𝑼𝒀𝑺 𝐏𝐑𝐄𝐒𝐄𝐍𝐓𝐒...🎃🪓
01. GOOD-BYE GOOD-GUY

༉‧₊˚. ♯ Me muero por besarte ahora mismo🔪

                        𝐇𝐀𝐂𝐊𝐄𝐍𝐒𝐀𝐂𝐊 𝐇𝐀𝐁𝐈́𝐀 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐌𝐈 𝐇𝐎𝐆𝐀𝐑 𝐃𝐄𝐒𝐃𝐄 𝐐𝐔𝐄 𝐓𝐄𝐍𝐈́𝐀 𝐔𝐒𝐎 𝐃𝐄 𝐑𝐀𝐙𝐎́𝐍. Un pueblo idílico con gente no tan idílica pero la verdad es que era bastante tranquila en comparación con otros lugares americanos. Ahora, por cuestiones laborales de mi padre adoptivo tenía que viajar a Salem.

—¡Vamos, venga, más rápido! —vociferó mi hermanastro desde dentro del coche. Resoplé mientras hacía un claro intento por ignorarlo y meter mis maletas en el portaobjetos—. O sino me perderé el evento del Call Of Duty.

—¡Oh! Mira tú qué pena —susurré por lo bajo, luchando con una maleta que no quería entrar en el vehículo. Finalmente y tras varios intentos, se apretujó dentro junto con las demás y ahora... tocaba la parte más difícil, despedirse de mi mejor amigo.

De Ethan.

Qué difícil iba a ser esto. Me ajusté el traje en un claro intento para apaciguar mi nerviosismo.

Avancé varios pasos hacia la puerta de mi casa, donde me esperaba. Mis familia adoptiva ya estaba en el coche y sentí que nos observaban pero estábamos lo suficientemente lejos como para que nos escucharan.

—Bueno... —murmuré, mis ojos bajaron hacia su chaqueta negra. Me encantaba su estilo, sobre todo cuando eran un gran entretenimiento y no podía dirigirle la mirada—. Supongo que...

—Estás preciosa —me interrumpió con dulzura. Era increíble cómo una persona podía cambiar dependiendo de la situación en la que se encontraba. Sabía qué era Ethan o mejor dicho, quién era en realidad y en ningún momento tuve rechazo hacia él. Solo que a veces... me desconcertaba pero de ahí a abandonarlo con todo lo que había pasado no era un idea que se me hubiera cruzado por la mente. Y ahora, tener que hacerlo por otras circunstancias me producía una especie de culpabilidad.

Esta vez, levanté mis ojos hacia los suyos, tan negros como el carbón y tan relucientes como la eterna noche, embriagada por sus misterios y sus belleza oscura.

—Muchas gracias —le dije con una sonrisa. Tragué saliva y noté un nudo en la garganta. Oh, vamos, solo iban a ser cinco meses y luego lo volvería a ver—. Viviré a diez horas de distancia de aquí así que creo que... no podremos vernos hasta después de Halloween. Te... te echaré de menos.

Me sonrió con tristeza.

—Puede que un día de estos pueda estar contigo. —Ethan se acercó a mí y me acarició el pómulo derecho con su pulgar—. Te prometo que nos volveremos a ver antes de la fecha acordada.

—Tampoco sería suficiente. —Fue complicado mantener el peso de su mirada sin llorar pero lo hice—. Nunca sería suficiente.

Ethan no parpadeó ante la respuesta, él ya lo sabía.

—Sí, lo sé pero me quedo con recordar los cortos pero buenos momentos. —La trayectoria de su tacto llegó hasta la comisura de mis labios—. Tengo algo que... decirte.

—Yo también... —En ese momento, sonó el claxon. Observé cómo mi familia adoptiva nos miraba a ambos con impaciencia—. Tengo que irme... —En realidad, no tenía las fuerzas para decirle lo que tanto tiempo quería confesarle. Y tampoco podía, mis padrastros no apoyaban la idea de que tuviera novio. Al recordarlo, me distancié de Ethan—. Ya nos vemos...

Le di la espalda al borde de las lágrimas.

—Espera —dijo con rapidez este reteniéndome la mano—. Me gustas mucho, Ash. ¿Sabes? Y... me muero por besarte ahora mismo.

Contuve el aliento como pude mientras me giraba levemente hacia él.

—Tú... también me gustas mucho y también quiero besarte pero sabes que no podemos. Nos están observando. Lo siento... —me zafé de su agarre y fui directo hacia el vehículo, sin echar la vista atrás, mis ojos escocían mientras cerraba la puerta.

Mis padres adoptivos me miraban y Rodrick me dirigió una sonrisa traviesa.

—¿Ya os habéis enrollado?

—No. —Era cierto, ninguno de los dos se atrevía a decir siquiera los verdaderos sentimientos que teníamos el uno del otro—. Solo es mi amigo, podemos irnos. —Me mantuve erguida con la vista en frente.

Ambos se dieron la vuelta, más aliviados ante la confesión y empezamos el viaje. Noté que Rodrick aún me miraba con cierta burla. Era buen tipo pero a veces era demasiado cotilla.

Me puse el cinturón y una gota cálida recorrió mi rostro. Me llevé inconscientemente las yemas de los dedos donde Ethan me había tocado: primero en el pómulo, luego, en los labios. Sonreí con cierta nostalgia.

Cuando el coche empezó a ponerse en marcha, cerré los ojos y reviví la escena a través de mi mente. Una y otra vez. Su mirada, su atención, su tacto, su sonrisa... otra lágrima cayó.

—¡Ashley! —Oí que gritaba mi nombre. Abrí los ojos de inmediato y me incorporé al instante. Volví la mirada hacia atrás.

—¡Esperad! ¡Parad! ¡Parad! —exclamé a mis padres y no perdí ni un segundo en desabrocharme el cinturón ni abrir la vuelta.

Ethan corrió hacia mí y yo hacia él como nunca antes lo había hecho. El corazón estaba a un suspiro de destrozar mis costillas una pátina de sudor se deslizaba por mi piel. Al instante, lo observé. Su cabello rizado alborotado sobre su frente, la mano extendida hacia mí. Las conversaciones se apagaron, el lugar desapareció, solo estábamos él y yo.

Sus ojos me sonrieron cuando nuestros cuerpos chocaron y me estrechó entre sus brazos y de pronto, nos besamos. Sus manos me tomaron el rostro y las mías, su pecho. No sabía si había sido yo quien lo había empezado o él, pero no importaba. Lo único que tenía relevancia en ese momento era la forma en que sus labios se abrían contra los míos: sus cálidos y suaves roces, la forma en la que yo me sentía feliz, la forma en la que mi cuerpo temblaba junto al suyo. Todo era un cúmulo de sensaciones que sentían que explotaban a nuestro alrededor y que se iban consumiendo con nuestros besos pero sabía que todavía quedaba mucho por consumir.

Me aparté de él con suavidad y nos sonreímos.

—Tus padres adoptivos me están fulminando con la mirada ahora mismo, ¿quieres que me los cargue? —preguntó de broma. O quizá, pensándolo mejor, no tan de broma.

Sonreí y le di una palmadita en el pecho.

—Eres un idiota aguafiestas, ¿lo sabías?

—Lo sabía, siempre me comporto así cuando estoy contigo —me respondió con una sonrisa y volvió a besarme—. ¿Sabes que...? —No le dejé acabar la frase y le besé—. ¿Que... te van a...? —A veces disfrutaba molestándolo—. ¿Re...gañar...?

—Lo sé. —Volví la mirada hacia el coche para decirles que ya me iba—. ¡Ahora....!

Ethan ladeó mi rostro hacia el suyo y me besó, me la había devuelto con creces. Sonreí entre los besos.

—¿Quién ríe ahora, eh?

—Nos están mirando mucho —murmuré por lo bajo, casi en un susurro.

—Pues que miren —me contestó Ethan y me volvió a besar con mayor ahínco pero me tuve que apartar de él, me dolió bastante pero había que hacerlo. Ya había perdido mucho tiempo y no podíamos llegar tarde a la nueva mansión.

—Me tengo que ir, Ethan. Nos contactamos, ¿vale?

Él buscó mis manos y las entrelazó con las suyas.

—Nos vemos pronto, Ash. Cuídate. —¿Nos vemos pronto? ¿O contactaremos pronto? No lo escuché muy bien.

—Good-bye good-guy —le respondí con un suspiro. Era una frase hecha que nos habíamos inventado ambos para darle emoción a las despedidas.

Ethan me sonrió.

—Good-bye good-guy.

Y nuestras manos se separaron, las suyas se quedaron allí y las mías tomaron rumbo a un destino desconocido, a un lugar completamente distinto. Estaba asustada, sí, me asustaba no conocer lo que me deparaba el futuro pero sobretodo, temía no verlo más o que le pasara algo o... peor aún, que supieran quién era realmente.

Ghostface.

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más seguidas serán las actualizaciones.🔮🧸