Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

16. Decisiones cuyo fin se desconoce

Im Youso

Entrego el cambio al hombre que no ha dejado ni por un segundo de hablar por teléfono y agradezco internamente cuando abandona la cafetería.

—Te notas aliviada.

—Y ciertamente lo estoy —confirmo sus palabras.

Hoseok ríe de esa manera tan agradable que siempre consigue sacarme una sonrisa incluso en mis peores días. Y, resulta ser, que justo hoy es uno de esos días en los que no me siento ni mental ni emocionalmente bien conmigo misma.

—En todo caso, y olvidando al grosero cliente que acabamos de atender, quiero saber si te encuentras bien.

—¿Encontrarme bien? Por supuesto que lo estoy —y por supuesto que aquello lo digo evadiendo por completo su mirada.

—Estás mintiendo, pero respetaré tu decisión de no querer hablar al respecto —deja a un lado la franela con que limpiaba el otro lado del mostrador y se mete a la cocina.

—Es alguien bastante interesante —miro a la chica que desde el primer día no ha dejado de suspirar por el rubito de mi amigo.

—Sí, estoy segura de que su novia piensa igual.

Y esa, definitivamente, es mi manera de demostrar cuánto apoyo la relación que Hoseok y Hyeonji tienen. Son tan lindos juntos y emanan tanta ternura que casi me dan ganas de abrazarlos y apretujarlos cada vez que los veo juntos.

—¿Tiene novia? —la decepción en su voz me causa gracia, pero no de la mala.

—Sí, la tiene. Y antes que preguntes, sí la conozco —justo en ese momento la campanilla de la cafetería suena—. Es ella.

—¡Eonni! —me saluda con emoción y efusividad—. ¿Está Hoseok?

Le sonrío como de costumbre y siento como la otra chica se encoge en sí misma mientras poco a poco se va alejando de nosotras. Aun así, estoy segura de que está muy atenta a nuestra conversación.

—En la cocina, ya sabes.

Su sonrisa se extiende aún más. Me sorprende la capacidad que tiene para sonreír tanto, pero también es un detalle en ella que le hace ver todavía más hermosa. Sus gestos, manera de expresarse y toda ella es linda, ahora entiendo por qué Hoseok está tan enamorado.

—Genial —echa un vistazo alrededor, como si buscase algo—. ¿Puedo pasar? —bingo.

—Claro que sí —afirmo entre risas—, ve con cuidado.

—Sí, sí, gracias.

Le ayudo a pasar con la enorme funda de papel que trae consigo y escucho el grito de sorpresa del rubio al ser sorprendido por su novia. Dejo a la feliz pareja adolescente en su mundo de miel y regreso mi atención al negocio.

—Supongo que no está disponible, entonces.

Mi entrecejo se frunce ante su comentario. Esta chica —de la que no recuerdo el nombre y tampoco me tomo la molestia de identificar por medio del gafete— lleva trabajando un par de días nada más y constantemente está soltando comentarios de ese tipo.

Ahora es cuando extraño a la excéntrica de RiNa, la chica que lleva trabajando aquí desde la apertura como cafetería. Pero los días libres son sagrados, así que no quiero molestarla con mis quejas.

Prefiero ignorar su comentario y solo entonces me fijo en la sombra a un lado del pilar más cercano a la barra. Doy un brinco por el susto y pongo mi mano sobre el pecho como si de esa manera pudiera impedirle a mi corazón dejar de palpitar tan fuertemente.

—Por fin me notas —dice el chico descruzando sus brazos y acercándose a mí.

—¿Qué haces aquí? —miro de reojo a la pelirroja, obviamente teñida, que no ha dejado de prestarnos atención. Esa chica es un incordio con su sola presencia—. ¿Vienes con Hyeonji?

—No precisamente, pero nos encontramos en el camino —se inclina y echa un vistazo a los postres que tenemos en stock el día de hoy—. Quiero uno de esos.

—¿El tiramisú o el pie de limón?

Me mira con una sonrisa misteriosa, lo que me hace achicar los ojos en su dirección.

—El tiramisú —indica—. Y un café macchiato sin azúcar —saca una tarjeta y me la entrega para que cobre la orden, ruedo los ojos y lo hago.

Primero mi trabajo, luego puedo odiarlo en silencio o haciendo ruido.

—Ahora te preparo el café.

—Espero mi orden en la mesa —señala la más alejada, que casualmente se encuentra vacía, y sin darme tiempo a réplicas marcha hasta tomar asiento en la silla que le permite mirarme directamente.

Dios, es un fastidio.

Preparo la orden y sin decir una sola palabra a mi compañera salgo de detrás de la barra para entregar su pedido.

—Aquí tienes.

—Toma asiento un momento, por favor —pide dando el primer sorbo a su café.

—Estoy trabajando.

—Seré breve, lo prometo —no me hago la difícil y hago como me pide, sobretodo porque mientras más me niegue más tiempo perderé.

—¿Qué sucede?

—Necesito que empecemos a tener citas —me atraganto con mi propia saliva cuando habla.

—¿Acaso estás loco? Eso no era parte del trato —menciono en voz baja para que solo él y yo podamos escuchar.

—Lo sé, pero mamá tiene la loca idea de querer ver fotos de pareja con nosotros como protagonistas. La verdad anda muy rara estos días, así que deseo evitarle dolores de cabeza y cumplir con sus caprichos.

Lo último me deja con el ceño fruncido. Quiero preguntar si acaso su madre se encuentra enferma o algo por el estilo, pero decido ser prudente y no inmiscuirme más allá de lo debido o necesario.

—Bien. No aceptaré más de tres —aclaro—. Y habrán condiciones.

Encoge los hombros y cuando quedamos en que a la salida de mi trabajo hablaremos mejor al respecto, regreso a mi lugar.

Algo me dice que todo esto es una mala idea, pero yo ya me subí en este barco y lo único qur me queda ahora es descubrir si se hundirá en el camino o conseguirá llegar ileso a su destino.

*Total de palabras: 978.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro