
━━𝐑𝐄𝐂𝐈𝐏𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐒𝐔𝐊𝐔𝐍𝐀━━
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NARRADOR.
Se encontraba una chica pelinegra con mechones morados inquieta.
Acababa de llegar de una misión del extranjero que tuvo hace unas semanas.
Estaba preocupada ya que un chico se comio el dedo de sukuna y acababa de fallecer. Satoru había hablado con los altos mandos sobre lo que había sucedido.
La chica estaba muy preocupada por lo que le podía pasar a el cuerpo de chico por tener a una maldición tan poderosa dentro de el.
-señorita Katsumi -llamo Megumi haciendo que la chica baja lo volteara a ver.
-¿Si Megumi? -dijo la chica y el peli negro la guío hacia donde estaba el cuarto de shoko, después se despidió y la dejo allí delante de la puerta del cuarto.
Megumi estuvo buscando el dedo de sukuna, pero resultó que los compañeros de "yuji itadori" tenian el dedo y quitaron el sello. Lo que hizo que las maldiciones de ese lugar fueran atraidas. Megumi y yuji pudieron derrotar a la primera maldición, pero la segunda estuvo por devorarlos y el chico tuvo la maravillosa idea de comerse el dedo, haciendo que sukuna poseyera su cuerpo.
Después en una misión falleció al ser la maldición de grado especial, obviamente eso fue un plan de los altos mandos por el afán de matar a itadori.
La chica entro a el cuarto donde estaban a punto de realizar la autopsia del chico.
Al entrar vio a su esposo Satoru, a su compañera shoko y a ijichi.
-hola chicos -dijo la chica sonriendo, se acerco hacia donde estaba su esposo y le dió un beso rápido en los labios para después acercarse a el cuerpo del chico.
-¿Que paso?
-los altos mandos le pusieron una misión contra un grado especial y falleció porque sukuna controlo su cuerpo y saco su corazón.
La chica volteo a ver a gojo con los ojos bien abiertos.
-los altos mandos... -susurro la chica peli negra.
La chica se alejo del cuerpo y se sentó al lado de su esposo.
-¿Se quedarán aquí? Comenzaré la autopsia -dijo la peli castaña sin darse cuenta de que el chico itadori había despertado.
-hay... ¿Porque estoy desnudo? -pregunto el chico.
Rápidamente la chica peli negra y el chico peli blanco se acercaron a el con una sonrisa.
-bienvenido de nuevo, yuji. -dijo el peli blanco sonriendo.
Estos chocaron palmas para saludarse mientras que Katsumi veía con una sonrisa.
TIEMPO DESPUES.
Se decidió que yuji estaría oculto de sus compañeros hasta el evento de intercambio con Kioto.
La peli negra entro a el cuarto donde estaba yuji con una ropa casual.
-hola yuji -saludo la chica con una sonrisa.
-¿Oh? ¡Ah! ¡Hola Katsumi-sensei! -saludo el con una sonrisa.
La chica se sentó al lado de el con una sonrisa.
-satoru te dijo que hicieras esto ¿Verdad?
-si.
-y bien?
-no me gusta estar mucho tiempo aquí encerrado, pero quiero darles la sorpresa a mis amigos! -dijo el con entusiasmo.
La chica le sonrió feliz.
-si tienes alguna pregunta no dudes en decírmelo yuji -dijo la chica con una sonrisa.
-¡De hecho! ¡Tengo una! -dijo el con una cara tierna.
La chica lo vio.
-¿Y cuál es?
-¿Que es de gojo-sensei? Es que los he visto muy unidos.
-b-bueno.. -la chica se sonrojo levemente- Satoru es mi esposo.
El chico se quedó con una cara poker.
-¡Ohh! Es eso!
La chica lo vio con ternura.
-si, somos esposos desde hace 4 años.
-¿Porque está con el haori que ví ahorita? -pregunto el chico sin saber que esa pregunta era muy incómoda para la chica.
La peli negra con mechones morados deshizo su sonrisa.
-oh.. bueno, fue herencia de mi madre al morir, ella murió por una maldición llamada mahito, podía cambiar el alma y convertir a humanos en unos modificados -dijo la chica melancólica.
-l-lo siento sensei, por preguntar.
-no te preocupes yuji -dijo la chica sonriendo.
De repente está obtuvo una llamada, agarro su teléfono y se levantó.
La chica contesto la llamada y borro su cara.
-hmp, que más da.. -dijo la chica desanimada- Adiós ijichi.
El chico la vio.
-¿Que pasa sensei?
-sabes del evento de intercambio ¿Verdad?
El pelirosa asintio.
-bueno, asistirá mi hermana como otra maestra de Kioto.
-¿Su hermana? Pero.. ¿Porque está desanimada?
-no nos llevamos bien desde la muerte de mi madre.
-oh...
-aunque, ¿Que más da? -la chica se levantó de su asiento- adiós yuji, tengo cosas que hacer.
-¡Adiós sensei! -sonrio el chico pelirosa.
La pelinegra con mechones morados salió de la habitación.
No dejara que alguien toque a ese chico.
Eso lo sabía.
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