CAPÍTULO 7
"MEJOR UNA REINA PODEROSA"

Los chicos caminaban cerca del castillo, hasta que la voz de Mal llamó su atención, esta con la respiración agitada paró frente a ellos.

- ¡MINERVA!¡UMA! Paren por favor, necesito vuestra ayuda. Tenemos alguna posibilidad si colaboramos juntos.

- ¿Tus amigos te han dado la patada? Bien.- Dijo con disgusto.

- Ben vio algo en vosotras, hoy también lo he visto yo, os preocupaís chicas, os preocupaís por los demás ¿vale? Merece la pena salvar Auradon. Ayudarnos, por favor.

Uma se quedó en silencio mientras que Minerva mantenía la cabeza agachada. Harry vio que no respondían asi que tomó la palabra.

- Tienes mucha labia pero, ellas ya han tomado una decisión.- Ambas miraron a Harry quien seguía tomando fuertemente a Minerva para que no cayera.

- Tu misma te lo has buscado Mal, ahora busca la manera de arreglarlo.- Dijo Uma.

- Ahora sabes lo que sentí yo aquel día.- Mal miró a su hermana con lágrimas en los ojos.- No es bonito, no quería esto pero...nos has traicionado, otra vez me has traicionado. Confiaba en ti Mal, juro que lo hacia. Vamonos.- Golpeó levemente el brazo de Uma quien empezó a caminar con ellos detrás.

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- Dejénme aquí, vayan a por Gil y nos vemos en un rato, necesito descansar un poco.- Dijo Minerva quien ya poco a poco recuperaba la respiración tranquila.

- Ni de broma te dejaremos sola.- Dijo Uma.

- Acabas de perder mitad de tu energía, agradece que sigues viva.- Dijo Harry.- No sabes lo preocupados que estuvimos al ver como casi caes mientras te quejabas del dolor.

- Tranquilos, estoy bien. Vayan, así nos podremos ir antes.- Ambos aún no muy seguros se fueron en busca del chico.

Pasaron unos pocos minutos hasta que el estruendo como de un rayo llamó la atención de la chica, esta se puso en alerta al conocer ese sonido. Neblina rosa apareció y entre ella Audrey.

- Tú eres la famosa Minerva. No sabes cuantas ganas tenía de conocerte.

- ¿Qué quieres Audrey?- Dijo la chica levantándose lentamente.

- Tu ayuda, juntas podemos acabar con Mal, como siempre has querido, podemos conseguir todo lo que nos apetezca. Además se lo que has sufrido, no eres la única que sufre mal de amores.

- ¿A qué te refieres?

- Ambas sabemos lo que es un corazón partido, te puedo ayudar, seríamos un gran equipo. Carlos te ha hecho lo mismo que Ben me hizo a mí. Se olvidó de ti, en vez de luchar por lo vuestro. Únete a mí.- Me extendió la mano.

- Audrey, por más que me haya hecho daño no voy a hacer esto. Déjame ayudarte, Maléfica se ha apoderado de tu mente.

- No sé de que hablas. Mi oferta seguirá en pie por si cambias de opinión. - Dijo desapareciendo.

Al cabo de un rato Uma y Harry volvieron corriendo.

- ¿Qué ha pasado?- Dijo Uma mientras se acercaba a ella preocupada.

- Mal corre peligro, debemos de ayudarla.

- Ni de broma ayudaremos a esa mentirosa.- Dijo Harry enfadado.

- Harry.- Le tomó de las manos que trmblaban levemente.- Es mi hermana, y aunque cueste admitir, me dolería perderla.

El chico soltó un largo suspiro y todos fueron en busca de Mal, claro que no a un paso muy rápido puesto que Minerva seguía sintiendo un poco de ardor.

Minerva como pudo empezó a tomar carrera, Uma y Harry la siguieron hasta llegar a una de las torres donde se veía a Mal transformada en dragón. Minerva se fijó en como Mal trataba de calentar la piedra.

- No puede hacer nada sin la brasa.- Dijo Uma

- Tengo una idea pero será muy arriesgada.- Minerva llamó la atención de los chicos.- Vamos.- Dijo al ver a Mal caer.

- Somos fuertes juntas, aquí estoy Mal.- Dijo Minerva al igual que Uma.- Recupera tu furor y tu fulgor. Estoy aqui Mal, tu hermana esta aquí.- Dijo esta vez Minerva.- Recupera tu furor y tu fulgor.- Mal la miró con una sonrisa.

Minerva extendió la mano y Mal comprendió al segundo, posó la brasa en ella y una leve llama salió del pelo de la chica. Susurró unas palabras en un idioma muy peculiar y al ver como la piedra tomaba brillo sonrió, un pequeño mareo llegó a ella pero con éxito lo ignoró.

Corrió hacia el dragón y se subió a ella, aun no tenia la fuerza suficiente como para transformarse. Se subió en el lomo de su hermana y Mal descendió hasta llegar a su posición inicial.

Audrey rió al ver a las dos chicas, lo que esta ignoraba es que ambas juntas podían llegar a ser muy poderosas al ser descendiente de dos de los peores villanos en la historia.

Audrey lanzó su hechizo mientras que Minerva apuntó con la brasa lanzando energía azul. Ambas magias peleaban por ganar. El aliento de Mal fue de gran ayuda al provocar una ráfaga de viento, las voces de los chicos animándolas fueron lo último que necesitaron para poder derrotarla.

La pelirrosa acabó desmayada en el suelo, los chicos celebraban desde abajo la victoria mientras que Minerva soltó un suspiro y acarició el lomo de Mal en señal de cariño.

Ambas bajaron hasta donde se encontraban Audrey y Celia, la morena al verlas fue corriendo hacia las dos y abrazó fuertemente a Minerva quien se fue un poco atrás al seguir aún algo débil.

- Perdón por lo de la brasa, no quise lastimarte.- Minerva la acarició el cabello en señal de perdón.

- Tranquila, estás con nosotras.- Dijo Mal.

Minerva se acercó lentamente hacia Audrey y se agachó acariciando su mejilla con la piedra.

Al ser Audrey derrotada el hechizo se deshizo en todo Auradon, la gente volvió a su estado normal algo confundidos por lo sucedido.

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Todos se encontraban en la habitación de Audrey. Mal, Evie y Minerva sentadas a un lado de la chica que yacía en la cama recostada en un sueño profundo.

- No va a despertar.- Ambas miraron a Evie.

- ¿Minerva?- Dijo Mal

- Ella no puede hacer nada.- Dijo Harry. Todos le miraron, uno de ellos con mala cara, Carlos.

- Tiene razón, la brasa me ha debilitado mucho, este conjuro es muy fuerte. Sólo hay una persona con la suficiente experiencia para conjurarlo y es Hades.- Dijo mirando a Mal.

- ¿Hades?- Dijo Ben.- No lo hará, no nos arriesguemos.- Dijo mirando a ambas.

- Quizás lo haga por nosotras.- Dijo Mal llamando la atención de todos.

- Es nuestro padre.- Dijo Minerva resaltando la palabra "nuestro". Todos excepto Harry, Evie y Uma se sorprendieron.

- ¿Sois hermanas?- Las chicas asintieron.- Vale.- Susurró Ben.- Tendré que enviar guardías a buscarlo.

- Aprovecharé el viaje, la Isla es mi hogar, alguien tiene que protegerla.- Dijo Uma. Minerva sonrió orgullosa.

- Entonces necesitarás a tu primer oficial.- Dijo Harry.

- La Isla estará en buenas manos.- Dijo Mal.

- ¿Puedo ir yo también? Ójala puediera estar allí y aquí.- Dijo Celia.

- Evie tenia razón, sé que podríamos haber sido amigos. Siento mucho haberos mentido chicos, os mereciais un trato mejor.

- Hiciste lo que creías mejor- Dijo Jay.

- Sí.- Concordó Minerva.

- ¿Minerva?- Preguntó Harry al verla tan callada, esta se levantó.

- Si mi padre va a venir, quiero estar aquí presente, luego me iré con él, si no os importa.- Se dirigió a Ben y Mal. Estos asintieron.

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Minerva junto con los padres de Ben, el Hada Madrina, la abuela de la rubía y la pareja esperaron en la habitación de Audrey a la llegada de Hades, los guardías llamaron la atención de todos.

- Gracias por venir.- Dijo Mal.

- No tuve otra opción.

- ¿Puedes despertarla?- Preguntó Ben.

- ¿Desde cuando los heroes os preocupaís por los villanos?

- Ella es...

- ¿De los vuestros? - Le interrumpió. El rió sarcásticamente. - Claro. Cuándo vosotros trataís de destruir el mundo, es un error de cálculo. Pero si es uno de nosotros lo encerraís y tiraís la llave. ¿Verdad Bestia? - Hades levantó las manos provocando que los guardías se alertaran.- Tendré que usar las manos.

Al levantar Hades la vista sonrió al ver a Minerva, ella fue a abrazarle aún cojeando y algo débil. Hades la envolvió en sus brazos.

- Te eché de menos.- Dijo Minerva en bajo.

- No vuelvas a huir así.- Minerva asintió para luego entregarle la brasa. Llamas salieron de la misma forma que Minerva.- Aún tengo mi toque.- Dijo con una sonrisa para luego acercarse a Bestia, ambos empezaron una batalla de miradas y gruñidos.

- Papá.- Hades paró al escuchar a sus dos hijas y alzó las cejas. Con una mirada hacia Minerva entendió que debía poner atención a lo que haría a continuación, la chica asintió.

Los colores de la habitación se volvieron de un azúl oscuro neón, Hades hizo varios movimientos a los que Minerva prestaba atención y levantó a Audrey.

- Audrey, estas bien.- Dijo su abuela al verla despierta.

- Decirme que ha sido una pesadilla.

- Ójala púdieramos.

Tras las disculpas de Audrey hacía la pareja dirigió su mirada a Minerva a quien también pidió disculpas por querer engatusarla en su juego, la chica las aceptó y se acercó lentamente a ella. Se sentó en el borde de su cama y la tomó las manos con delicadeza.

- Eres hermosa, no debes dejarte vencer por un hombre cuando hay millones en el mundo, eres una persona estupenda y llena de bondad, y pobre del que no sepa verlo. No te derrumbes por un tonto que no sabe lo que vales.- La guiñó un ojo y Audrey sonrió agradecida por aquellas hermosas palabras que tuvieron gran significado en ella.- Mejor una reina poderosa e independiente a una chica desgraciada por alguien.

- Gracias.

El sonido de las esposas llamó la atención de Minerva, al ver a su padre siendo amarrado le dedicó una sonrisa a Audrey se alejó para que los guardias hicieran los mismo con ella. Ambos salieron de la habitación siendo agarrados de los brazos por los guardías.

- ¡Papá!¡Minerva!- Llamó la atención de ambos. Mal se encontraba en mitad del pasillo- Os voy a echar de menos otra vez.

- Gracias por dejarnos ver el Sol.- Sonrió Hades. Mal se acercó a abrazar a ambos y Minerva observó como Hades le entregaba la brasa.

- Gracias por haber confiado en mi. - Dijo Minerva al ver como en la noche tuvo algo de libertad y privacidad para poder dormir. Al igual que la confianza mútua en la misión.

- Gracias a ti, por ayudarme después de todo.- Dijo con algunas lágrimas. Ambas se sonrieron y los dos se fueron llevados por los guardías.

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Otro capítulo, lamento la tardanza. Ya estamos cerca del final. Espero que os esté gustando el fanfic tanto como a mí me gusta escribirle.

Un saludo.