CAPÍTULO 4
"TÚ NO LA MERECES"

Uma, Minerva y Celia llegaron a la habitación de Audrey, la cara de Minerva se volvió una de asco al ver la habitación.

- Demasiado...- Tardó unos segundos en buscar la palabra adecuada.- Colorido, muy de princesita.

Celia corrió al tocador nada más verlo y empezó a probarse las joyas que se encontraban en este. Minerva y Uma paseaban por la habitación rebuscando algo para poder obtener un poco de información.

Minerva paró frente a la chimenea viendo los retratos de la chica, tomó una en la que salía junto con Ben, ella de espaldas a él mientras este la agarraba de la cintura.

- Es un poquito feo el chico.- Dijo Uma mirándo la foto cuando Minerva se la mostró.

- No es feo, pero tiene apariencia de chico muy bueno, ya sabes...de los que no hace daño ni a una mosca.- Opinó la chica.

- Si, tienes razón.- Uma se tumbó en la gran cama y comenzó a rebuscar en los cajones.- Eh, pero mira que tenemos aquí.- Dijo tomando una libreta y mostrándosela a Minerva. - He descubierto el Diario de la princesita.- Miró las páginas.

Minerva corrió y se lanzó a la cama quedando justo a su lado.- Échate más para allá. No entro en este mini espacio.- Uma soltó una risa y se echó a un lado. Minerva apoyó la cabeza sobre el hombro derecho de su amiga para poder leer.

- No está en el campus.- Evie entró unos minutos después soltando un suspiro.

- Encontramos su diario.- Dijo Uma mostrando el libro en sus manos.

- Si que has marcado su vida. - Soltó una pequeña risa Minerva hacía Mal.

- Vale, ¿hay algo ahí que no sepamos ya o ...? - Dijo Mal intentando cambiar de tema.

- Le gusta ir a la cabañana de las hadas, donde Flora, Fauna y Primavera escondieron a su madre de TÚ madre. - Remarcó Uma la penúltima palabra.

- Si. - Soltó una risa falsa. - He entendido la ironía.

- ¿Cómo puede ser desgraciada una chica con una cama así?- Dijo Minerva estirándose en ella aprovechando que Uma se levantó.

- Vale, ¿qué tal estoy?- Dijo Celia girándo a verlas y posando.

- Horrible.- Dijeron Uma y Minerva a la vez. - Mereces joyas mejores.- Dijo Minerva.

- Las joyas se quedan.- Ordenó Evie.

- Pero ella es mala.- Se excusó Celia.

- Y nosotras no.

- ¡Ja! Lo serás tú.- Dijo Minerva en forma de ataque a Mal. La pelimorada suspiró al entender las palabras de la chica.

A Mal la costará mucho hacer las paces con su hermana a este ritmo, sabía que guardaba un gran rencor hacía ella, pero no debía odiarla tanto.

{•••}

Por otro lado los chicos se encontraba en el bosque para encontrar a Ben mediante gritos, algo que a Harry le pareció absurdo, el chico no saldría solo por llamarle, incluso dudaba que siguiera con vida.

- ¿Cómo le fue a Minerva desde que nos fuimos?

- Oh, ¿te refieres a cuando la abandonasteís?- Dijo Harry burlón. Jay solamente suspiró y Carlos miró a otro lado.

- Bueno, al principio estuvo muy deprimida.- Comenzó a hablar Gil quien fue callado por la mando de Harry.

- ¿Deprimida?- Dijo Jay intentando continuar con la conversación.

- No somos quienes para deciros, no es de nuestra incumbencia hablar de eso, es privado.

- Siempre pensabamos en ella, cada minuto en el que estabamos aquí.- Dijo Jay recordando como en las noches hablaban sobre ella y algunos recuerdos.

- Ella estuvo mejor sin vosotros, créeme.- Dijo Harry con furía negando con la cabeza.- Ni siquiera habreís pensado en ella en realidad.

- Es cierto, pensamos en ella, Carlos se comió la cabeza pensando en como traerla aquí.- Se defendió Jay.

- En el momento que pasaron dos meses ella se olvidó de vosotros. - Dijo Gil. A Carlos se le encogió el pecho al escuchar eso.

- Se os veía a tí y a Minerva muy juntos en la Isla.- Dijo Jay dirigiéndose a Harry.

Harry se encogió de hombros, tenia un gran aprecio por la peliazul, se volvieron muy unidos en el momento en el que ellos abandonaron la Isla, tanto que eran como hermanos. - Que te puedo decir.

Carlos malpensó las palabras del chico, él también notó la cercanía de ambos pero quería ignorarlo, pero ahora no estaba muy seguro de que fueran nada.

- Carlos no tardó mucho en olvidarse de ella al parecer.- Dijo Gil. Todos le miraron, Carlos y Jay confundidos mientras que Harry con una expresión de molestía.

"Siempre tiene que hablar de más"- Pensó el chico con un Garfio mientras rodaba los ojos.

- ¿A qué te refieres?- Dijo Jay.

Harry aprovechó que ambos chicos le daban la espalda y miraban a Gil, para darle una señal de que se mantuviera callado. Pero por más gestos que el chico hiciese y por más obvios que fueran este nunca los captó.

- Oh, Minerva vio a Carlos con una chica en el cotillón real, ya sabeís, esa noche en la que Uma y Minerva casi matan a más de medio yate.- Dijo tranquilamente el rubio. Harry se contenía de darse un palm face.

Carlos se quedó pensativo mientras que Jay le miraba, este negó con la cabeza al peliblanco en seña de "te lo dije". El chico se giró y volvió a emprender camino siendo seguido por los demás dando por finalizada la conversación.

{•••}

Las 5 chicas caminaron hasta llegar a una casa que Evie tenía en una espacio abierto del bosque, ambas chicas se quedaron mirando el edificio.

- Ya hemos llegado.- Avisó Mal.

- Bonita choza.- Dijo Minerva.

- Estaba bien de precio.- Dijo Evie mirándolas con una sonrisa. Celia se adelantó a ellas.

Al llegar las demás vieron como Celia calmaba una pesadilla de Dizzy y arropaba a los 3 niños que se encontraban dormidos en el sofá. Minerva la miró con una sonrisa, Celia no era malvada pero en la Isla donde creció había otras costumbres.

- Todos los niños podrán salir de la Isla.- Al decir Celia aquello, Minerva notó tensión en Mal, esta la miró confundida e intentando convencerse de que su mal presentimiento es falso.

Unos ronquidos se escucharon de fondo, Uma fue la primera en ir hacía donde provenía el sonido seguida de las demás. Al llegar a la puerta un hombre con coleta se encontraba tumbado en el suelo mientras dormía profundamente, Minerva no pudo contener la risa.

- ¿Quien es este?- Dijo Uma extrañada.

- Doug.- Dijo Evie caminando hacía él. Tras varios intentos fallidos de despertarle paró.

- Está hechizado.- Le recordó Uma.- ¿No lo ha pillado?- Le preguntó a Mal.

- Está implicada emocionalmente.- Contestó Mal.

- En ese caso podrá despertarlo.- Evie la miró confundida.- Un beso de amor, funciona siempre.

Minerva, al escuchar las palabras de su amigo, recordó la noche del cotillón como esas mismas palabras dijo Carlos. Una tristeza llegó a ella y al darse cuenta que había cambiado su humor drásticamente se recompuso antes de que alguien lo notara, aunque fue tarde, ya que Uma lo notó y se arrepintió de decir aquello.

- Aún no hemos hablado de amor.- Dijo Evie.- ¿Podeís dejarnos?- Las tres chicas asintieron y se alejaron de ahí.

- Vamos a espiarla, ¿verdad?- Dijo Minerva.

- Si.- Respondieron ambas chicas. Se colocaron pegadas a la pared para escuchar todo y ver gracías al reflejo de una de las puertas de cristal de un mueble.

Don't freak out, it's okay
'Cause true love can save the day
And I think we feel the same
But I don't know
When we met, it was sweet
He was oh so into me
Seems like things are meant to be
But I don't know

Does he love me? Or does he love me not?
Do I love him? And is it strong enough? - Evie

Las chicas se asomaron en la puerta para animarla.

One kiss,
One kiss - Mal, Uma y Minerva.
It all comes down to this
One kiss, one kiss
Ohh
One kiss, one kiss
This moment could be it
I, I, I wanna know
So here I go (go)

Keep it cool, keep it calm
Think he's loved me all along
But maybe I got it wrong
So I don't know (hey)
He's so good, got my back
But maybe I'm just too bad
Could we be a perfect match?
Now, I don't know - Evie

Does he love me? Or does he love me not?
Do I love him? And is it strong enough? Ooh-ooh-ooh - Evie.

One kiss, one kiss
It all comes down to this
One kiss, one kiss
Ohh
One kiss, one kiss
This moment could be it
I, I, I wanna know
So here I go (go)
Yeah, here I go

Las chicas esperaban impacientes a que por fin se atreviera a besar al chico, cosa que parecía llegar pero a la vez no, puesto que en cuanto la chica ya estaba a pocos centímetros de sus labios se alejaba de él.

I feel my heartbeat beating saying, "It's gonna work"
But if I'm dream-dream-dreaming, this is gonna hurt
Either I will or I won't
What if I do and he don't?
Is he my Romeo?
Oh, there's only one, one way to really know - Evie.

Hey, one kiss, one kiss
It all comes down to this (one kiss)
One kiss, one kiss (one kiss)
Ohh
One kiss, one kiss
This moment could be it
I, I, I wanna know (I wanna know)
So here I go (go)

Here I go
Here I go (here I go, here I go)
Here I go

Al ver que funcionó las chicas celebraron en silencio y se fueron a tomar un trozo de pastel mientras ellos hablaban dejándoles un rato de privacidad.

En ese momento las diferencias no habian importado, solamente eran tres chicas animando a una amiga, cualquiera diría que se llevaban mal. Y eso la pelimorada lo notó provocando en ella una sonrisa discreta al ver como había segundos de paz entre ellas, sobre todo con su hermana.

Minerva también se había dado cuenta de aquello, mentiría si dijera que no había disfrutado el momento y dejó que la calma reinara entre ella por el momento. Puesto que por más rencor que guardara en ella hacía Mal, la habia extrañado, después de todo eran hermanas. Eso solian hacer, molestarse, ¿no?.

{•••}

Los chicos habían encontrado a Ben, quien se había tranformado en una bestia, ahora mismo mantenía la calma mientras que Carlos se esforzaba lo máximo posible para hacerle el mínimo dolor sacando una astilla de su mano.

El grito de dolor de Ben hizo entender a todos que el peliblanco había conseguido sacarle la astilla.

- Ya está, fuera.- Dijo Carlos contento.

De un segundo a otro apareció Jane con una pistola de agua mojando a Ben sin parar, los efectos del agua volvieron a Ben a su estado original. Los chicos quedaron confusos al ver el repentino cambio del chico, por otro lado Carlos corrió con una sonrisa hacia Jane para abrazarla.

Gesto que no pasó desapercibido por ninguno de los presentes, sobre todo de Harry quien no dudaba que a Minerva la dolería mucho esto.

Al chico le entró rabía, él había sido el hombro en el que ella se apoyó, donde sus lágrimas caían cada dos por tres, él la consoló y,  junto con Gil y Uma, fue testigo del sufrimiento que pasó ella al darse cuenta que él no volvería.

El chico fue hacía Carlos y le dio un empujón en el hombro con algo de rabía.- Tu no la mereces.- Susurró lo suficientemente alto para que los demás escucharan.

Carlos no sabía que decir mientras que Jane observaba confundida la escena, las palabras del chico habían chocado para ella.