𝗦𝗜𝗫
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''Juanjo_bonaaa ha indicado que le gusta tu historia''
Martin bufa, dejándose caer en el césped, no se esperaba esto para hoy.
Y aunque Ruslana y Chiara le estén prácticamente gritando, Martin no es capaz de seguir la conversación que están teniendo las chicas por que su cabeza solo piensa en Juanjo.
—Martin, contesta.
—Yo creo que esta disociando —suelta la pelirroja. Ambas sueltan una risita que hace que Martin vuelva a la conversación.
¿Debería preguntarles? ¿Debería pedirles un consejo? ¿Debería...?
Tantas preguntas sin respuesta le están volviendo loco.
—Juanjo —dice al final, sin pensar.
—¿Quién es ese? —pregunta Chiara.
—Chiara, Juanjo —responde Ruslana. La otra chica la mira sin entender. A decir verdad, Martin tampoco entiende nada—. ¡Juanjo! Nuestro Juanjo, de segundo, amigo de Álvaro, navales...
—Oh, shit. ¿Qué pasa con él? —las dos vuelven a mirar a Martin.
—Que...— a falta de explicaciones, no se le ocurre otra cosa que enseñarles la notificación. Les tiende el móvil para que ambas puedan mirar y señala el nombre de Juanjo.
—Te ha dado like —el tono de la inglesa preocupa al vasco, principalmente, por que no sabe descifrar la intención con la que lo dice — ¿Y qué pasa?
—No me jodas que...¿Es él?— la pelirroja frunce el ceño.
No le queda otra cosa más que admitirlo.
—¿Puede ser?
Técnicamente, lo ha hecho.
—I don't follow you, guys —Ruslana quiere reírse de la situación, pero por respeto al nerviosismo notable del chico, no lo hace.
—P-pero solo fue un beso, es que ni siquiera llegó a eso...
—¿Es él? ¿Es él de verdad? —chilla Chiara emocionada—¡Es él! ¡Es él!
Ambas chicas empiezan a saltar por el césped del campus emocionadas. El vasco, las mira sin entender la emoción, no se esperaba esta reacción. Cuando las chicas acaban tiradas encima de él en un intento de abrazo, vuelve a la realidad y recuerda que están hablando de Juanjo.
—Nuestro pequeño Juanjo, he's growing —indica Chiara, mientras simula limpiarse las lágrimas con la manga de su sudadera.
—A que sí, y yo pensando que no nos iba a presentar nunca al novio.
Martin pasa por alto el dramatismo de sus amigas al oír esto último.
—Espera, espera, ¿os lleváis bien con Juanjo? ¿Novio?
—¿Qué si nos llevamos bien con Juanjo? ¡Pues claro! ¡Es el mej— Rus se interrumpe a si misma, como si no quisiera continuar con lo que esta diciendo. Finalmente después de una pausa, que para Martin es infinita, sigue hablando — ¿Lucas te ha dicho algo? ¿Se lo has contado a él también?
—Haber si... antes me ha preguntado. ¿Pasa algo? Es que cada uno me decís una cosa diferente y me ralla un poco... ¿Os lleváis con él bien de verdad? No quiero pensar que he hecho algo malo— lo dice con tanta delicadeza que las dos chicas solo pueden pensar en lo tierno que se ve.
—No, no, amor, no has hecho nada mal. Lucas si se lleva un poco mal con Juanjo, pero ya está... Somos un grupo pero no significa que por que a uno le caiga mal alguien, al resto del grupo también... no sé si me entiendes, perdón, no sé explicarme— dice Rus acariciándole el brazo con cuidado. Martin de verdad creía que eso era así, tal y como se lo había explicado Lucas.
—No pasa nada, de verdad Martin— habla esta vez Chiara — ¿Pero solo fue un pico? ¿No hablasteis?
—No lo recuerdo muy bien. El me tiro el Kalimotxo encima, y luego me siguió hasta el baño. Lo último que sé es que mis labios acabaron sobre los suyos. Y que luego me dijo que me había equivocado o algo así.
Otra mentira más. Se acordaba perfectamente de lo que había hablado con el maño. Pero ocultársela a sus amigas era la forma más fácil de acabar con esta conversación.
—¿Qué te habías equivocado? Que raro es Juanjo a veces... Oye, ¿queréis ir a tomar algo por ahí y ver la cartelera del teatro? Hace mucho que no vamos, Kiki — casi como si le estuviera leyendo la mente, la pelirroja cambia de tema y habla de lo que mejor se le da: El teatro.
....
—Juanjo, hoy es la obra de teatro, ¿Te acuerdas? Va, no me mires así...
El maño resopla. Esta cansado de ir a tantos sitios últimamente, además sabe que irá Álvaro, y no le apetece ser un sujeta velas una vez más. Pero le prometió a Paul que iría a verle al teatro, y no puede romper una promesa, no una tan importante como esa.
Meses atrás, había conocido a Paul, justamente en el teatro al que se dirigían hoy. Juanjo nunca había sido mucho de ir al teatro, ni de ver pelis siquiera, pero cuando Bea le pidió— aunque el término correcto sería más bien obligó— a ir al teatro para ver su obra favorita, el aragonés había quedado fascinado. O más bien, su amigo se había enamorado. Ahí es donde entra Paul, un chico que trabajaba en el teatro todos fines de semana. Álvaro parecía haberse obsesionado con él, así que a Juanjo no le quedó más remedio que acompañarle cada sábado a verle actuar, por lo que se sabía las obras ya casi de memoria.
A decir verdad, a Juanjo no le molestaba mucho ir al teatro, admiraba la forma en la que los actores conseguían transmitirte la emoción e intensidad en el momento correcto; e incluso había llorado viendo alguna obra, aunque jamás lo admitiría.
Pero estaba harto de tener que ir allí solo para que Álvaro intentar hablar con Paul. Y digo intentar porque más bien se dedicaba a observarle desde la distancia. Con lo extrovertido que era el sevillano, a Juanjo no le cabía en la cabeza por que no le había comido la boca ya.
—Sí, Paul, claro que me acuerdo, Álvaro no ha parado de recordármelo en todo el día.
Al final, había tenido que ir el propio Juanjo a pedirle el instagram a Paul para su amigo, sin saber que unas semanas después, a Álvaro se le quitaría el hábito de ir al teatro. Después de eso, empezó a ir con Bea, e incluso solo, y hasta se apuntó a clases de teatro en el campus. Se podía decir que su vida había cambiado bastante gracias a los caprichos de Álvaro, aunque si le preguntabas, lo que más le gustaba era salir de fiesta.
—Ya — rie el chico— Nos tenemos que ir yendo ya, justamente me acaba de llamar Álvaro. Está abajo con Bea.
—Vale.
Paul y Juanjo se habían tirado toda la tarde practicando la obra de teatro en la que Paul actuaba. Juanjo solamente hacía de todos los personajes, intentado ayudar a Paul aún sabiendo que se lo sabía de memoria, pero igualmente se lo pasaba muy bien.
No se habían dado cuenta y eran casi las siete. Paul tenía que estar allí alrededor de las siete y media, ya que la obra empezaba a las ocho, y todos sabían como era Álvaro, con él era imposible llegar puntual a algo, por lo que esta vez habían prevenido la situación y habían decidido quedar antes.
Al bajar las escaleras, ya se oyen las risas de sus amigos. Cuando salen de la residencia los dos sevillanos no tardan en correr y abrazarse, para luego darse un montón de besos, así que a Juanjo y a Bea no les queda otra que abrazarse también, para no sentirse demasiado incómodos.
Llegan allí casi a las siete y veinte, diez minutos antes. Todos felicitan a Álvaro por llegar a tiempo—el cual está muy orgulloso de si mismo— aún sabiendo que han tenido que cambiar todos sus planes solo para evitar cualquier impuntualidad.
Siete y cuarenta y cinco y aún Álvaro no ha vuelto del baño. Bea y Juanjo llevaban al menos quince minutos esperando a que volviera, habían ido a tomar algo al lado del teatro para hacer algo de tiempo, pero no se habían terminado de beber ni los cafés, ya que habían estado riéndose todo el rato.
—¿Dónde demonios está este chico? Va a llegar la obra y se la va a perder. Si es que... sabía que no había forma de hacer que este llegara puntual a algo — se queja el maño.
—¿Qué estara haciendo en el baño? — pregunta Bea intentado alzar una sola ceja, sin conseguirlo. Ambos echan a reír por el intento fallido de la chica, sin darse cuenta de que alguien se aproxima a su mesa.
—¿De qué os reís sin mí, maricones? Ah, ahora os callaís.
—¿Eres idiota? ¿Donde coño estabas, tío?— salta Juanjo.
—Hablando con unos amigos tranquilo, oye, tenemos que ir pagando, que esto empieza en diez minutos— dice Álvaro como respuesta.
—¿Con unos amigos? ¿No estabas en el baño? — Bea observa al chico, curiosa. Ahora Juanjo también quiere saber de que amigos habla.
—Ruslana, Chiara, y el chico tan mono de la fiesta del otro día, Martin, se llama creo. Se que a vosotros no os caen muy bien por lo de Vio, y tal, pero son majos.
—A mi no me metas en esos líos, eh Álvaro, que a mi me caen genial ellas. A él no lo conozco, nunca he hablado con él — Juanjo siente la mirada de Bea sobre él cuando ella termina de hablar. No sabe por qué, pero prefiere no saberlo, por que ya se imagina por donde va.
—Van al teatro también, les he dicho que Paul actúa hoy— el corazón de el aragonés se para por un segundo. Sabe que ha stalkeado a Martin más de lo que debería, y desde que se besaron por primera vez, a pesar de haber sido un roce, solo ha pensado en sus labios. Por alguna razón, ya no se siente tan cohibido por la sensación de culpabilidad— Juanjo, ¿te parece bien si nos juntamos con ellos?
—Si, si, por mi perfecto— las palabras parecen salir solas de su boca, y la única respuesta que recibe es una sonrisa por parte su amigo.
—Perfecto, si. Así puedes ver otra vez al chico del bigote, eh Juanjo.
—Cállate.
—¿Qué pasa, Juanji? ¿Que me he perdido? — pregunta Álvaro, desconcertado.
—Nada, ya te contaremos. Por ahora, vamos a centrarnos en llegar a tiempo a la obra— suelta Juanjo como escusa.
—Vale, os invito yo, esperarme fuera, creo que estos estan ya en el teatro.
Juanjo y Bea salen casi disparados por la puerta mientras su amigo se ocupa de pagar los tres cafés. En cuanto están fuera, la chica se gira ilusionada hacia él. Mentiría si dice que el corazon no se le iba a salir del pecho.
—Ahora que no esta Álvaro, cuéntame lo que pasó ese día— la chica le mira esperando una respuesta, y Juanjo solo puede reír de lo nervioso que está.
— No paso nada importante, le pedí perdón por tirarle el Kalimotxo encima.
—Así que tuviste conversación.
—Yo no he dicho eso.
—No, amor, pero nadie a parte de los vascos es capaz de reconocer un Kalimotxo solo con verlo. ¿Es vasco? ¡Dime qué sí, por favor! Bua, tiene una pintaza de vasco.
Justo cuando esta apunto de responder a la lluvia de preguntas de su amiga, la puerta de la cafetería se abre, dejando ver a Álvaro. Juanjo nunca antes había estado tan agradecido de que su amigo cortara la conversación para indicar que llegaban tarde.
Bea resopla, pero ambos la ignoran, y los tres cruzan la acera para dirigirse al teatro, donde tendrá lugar la obra.
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Por fin capítulo, perdón por la tardanza
Tenía que haber actualizado esta semana, pero justo me fui a ver a Juanjo al escaparoteh, y no tuve tiempo.
Chicas tengo foto con los majos AAAA
Espero que os gusteee :)
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