愛;SIETE.
Riko se miro al espejo con el ceño fruncido, su larga melena rubia no le gustaba, su asqueroso cuerpo delgado le causaba asco, no tenía mucho pecho ni mucho trasero, era más bien normal, lo unico qué tenía era muslos, no era muy alta ni muy baja, quería ser alta cómo rindou o bajita cómo mikey pero no, su cabello rubio le molestaba, le llegaba hasta la cintura, tomo unas tijeras y las miro por un largo rato, se armo de valor y empezo a cortarse el cabello, las lagrimas no tardarón en hacerse presentes viendo cómo su cabello caía al suelo y cuando termino se miro al espejo.
Parecía un chico.
Fue el primer pensamiento que paso por su mente, se observaba al espejo de forma borrosa, puesto que lloraba a mares, se dejo caer al suelo sentada para abrazar sus piernas, ¿qué le diría a sus hermanos?, ¿qué le diría a izana y a kakucho?, intentando animarse así misma, pensó que ya no se parecería a emma.
Algo es algo, ¿no?, tendría estilo propio, puesto que tenía el pelo más corto que hina, solto un suave suspiro, parecía una marimacho, y volvio a llorar.
—Yo...mierda, intento ayudar a todos pero ¿quién me va a ayudar a mí? —Se dijo así misma mientras observaba el suelo, viendo cómo las gotas de sus lagrimas caían en el suelo.
—No, nadie tiene qué ayudarme, yo me ayudaré a mi misma..—Se levantó del suelo para mirarse al espejo, limpiando sus lagrimas para sonreír.
Sonrisa que no duro mucho puesto que volvio a romper en llanto, ¿a quién engañaba?, necesitaba ayuda, necesitaba qué alguien le dijera que su cuerpo era hermoso tal y cómo era, necesitaba un abrazo, necesitaba qué alguien le dijera que era la chica más hermosa de todas.
Cómo hina y takemichi, los envidiaba, ellos tenían una hermosa relación que apesar de tener sus problemas, los resuelven juntos, son muy tiernos y se cuidan entré sí, se protejen y se aman tanto, quería una relación así.
Pero jamás la tendría.
Izana jamás sería así con ella, no tenía porqué, de seguro estaba con ella porque sabía pelear, por más nada, de seguro había alguien mejor qué ella para él, alguien que si podía apoyarlo, abrazarlo, mimarlo, besarlo, ella jamás podría y ahora menos, parecía un chico, ¿qué podría hacer?, miro su telefono para luego abrirlo, de forma temblorosa le marco a emma.
—¿Hola?, ¿riko?
Riko no habló, cuestionandosé si era buena idea hablarle a la emma, apreto sus labios ahogando sus sollozos, colgó el telefono rapidamente, se coloco sus zapatos y bajo rapidamente las escaleras, salió corriendo de su casa mientras sentía cómo su vista se nublaba nuevamente, quería llorar, quería desahogarse. Paró cuando vio un salón de belleza, se toco su cabello tocando las puntas mal cortadas, entro al salón tímidamente y saludo quién atendia ahí, era una bella chica qué tenía el pelo largo y risado, se lo cuidaba bastante bien.
—Buenas tardes, ¿en qué le puedo ayudar jovencita? —Le hablo la mayor con un tono dulce.
Riko apreto con su mano izquierda su pantalón y con la derecha señalo su cabello mal cortado.
—Quiero que me arregle las puntas y me tinté el cabello. —La chica le indico donde debía sentarse para empezar a hacer su trabajo.
Pasaría un buen rato ahí.
—¡Me encantaaa!, todas esas horas valieron la pena. —Dijo riko mirandose al espejo, con una sonrisa.
—Me alegro mucho qué te haya gustado, y tienes razón, ¡mira nada más!, ya oscurecio, te queda muy bien el pelo corto. —Las mejillas de riko se calentaron mientras se veía encantada al espejo.
Luego de pagar, se despidio de la chica para caminar por ahí, se paro en una esquinita donde vendían churros y compro varios para mikey, lo más probable es que se los comiera de una vez el muy glotón, solto una pequeña risa al recordar al peli-rubio, sin embargo su alegría duro poco al sentir una presencia justo detrás suyo, sintio un escalofrío helado en su columna y se volteo por mero instinto, quedando frente a frente con un chico rubio de tez morena.
—¿Te conozco? —Preguntó riko con el ceño levemente fruncido.
—Oh no, no, solo me pareciste conocida. —Dijo el de lentes con una sonrisa.
Pero aquella sonrisa hizo que riko lo reconociera, era kisaki tetta.
Era el chico del cual takemichi le había contado, qué si lo veía no se confiara, ¿porqué?, no lo sabía exactamente, pero le haría caso a takemichi, ambos se quedaron mirandose fijamente, los ojos violetas ya muertos contra los ojos azules brillantes protejidos por vidrios, sin embargo, riko rompio aquel silencio.
—Bien, si no tienes nada más que decir, pues me voy. —Kisaki la tomo del brazo impidiendo que se fuera.
—¡Espera!, tú eres amiga de takemichi, ¿no? —Los orbes violetas de riko miraron a kisaki cómo si quisiera matarlo por haber mencionado aquel nombre.
—No...no somos amigos, al contrario, lo odio con toda mi alma. —Mintió riko, kisaki sonrio ante aquello.
—Tenemos algo en común, formemos un equipo y matemos a haganaki y a hinata tachibana.—La sangre de riko se helo ante la propuesta, ¿matar a takemichi?, ¿matar a hina?
Se quedo paralizada ante aquello, así qué por eso takemichi le advirtió sobre kisaki, cómo si supiera que se iban a encontrar, riko le hizo un amarre a la bolsa y la dejo en el suelo, kisaki miro cómo dejaba la bolsa en el suelo, pero cuando vino a darse cuenta, riko le había dado un fuerte puñetazo en la cara.
—Con qué era cierto lo qué habia dicho takemichi, realmente lo odias.—Kisaki fruncio el ceño ante la revelación, riko le había mentido de una forma tan...real.
—¡RIKOO! —Gritó takemichi mientras corría hacia la de pelo negro, esta volteo de inmediato a ver al rubio.
Pero cuando vino a darse cuenta, kisaki la había apuñalado, los pupilas de riko se dilataron mientras bajaba su mirada temblorosa hacia donde la habían apuñalado, fue justo en el estómago, sin embargo la haitani tómo la muñeca del moreno y se la quebro, saco la navaja, para su suerte, era una navaja bastante fina pero la herida había sido algo profundo, por lo tanto, no tardo en escupir sangre, takemichi veía la escena aterrado.
Debia evitar el futuro donde todos eran asesinados por los hermanos de riko.
Un futuro sangriento si me lo preguntan.
Los ojos de takemichi comenzaron a picar mientras observaba cómo riko golpeaba a kisaki pero este no cedia, ¿tenia miedo?, sí, ¿podia moverse?, no, el miedo no lo dejaba, el miedo de ver a su amiga pelear con una herida de gravedad, quería salvarlos a todos, pero cuando iba a actuar, ya era tarde.
Kisaki había escapado y riko estaba tirada en el suelo.
—R-riko. —Takemichi corrio hacia el cuerpo de la fémina.
—Tak-takemichi....—Dijo ella con dificultad, tosiendo sangre.
—¡Resiste porfavor, no mueras!, ¡Tus hermanos te necesitan, mikey te necesita! —Takemichi saco fuerzas y coloco a la chica en su espalda con dificultad.
—Mimichi...no qui-quiero morir...—La voz de riko cada vez se escuchaba más baja, takemichi sintio algo húmedo en su hombro, riko estaba llorando.
—No te dejaré morir, te lo prometo, v-vas a vivir y podremos jugar otra vez, ya verás. —Takemichi comenzo a caminar cómo podía hacia el hospital más cercano.
Tenía que salvar a riko, no podía dejarla morir, ella tenía una vida por delante, debia cambiar aquel horrible futuro, debía evitar aquella masacre.
—Akane-san, no te enojes conmigo...dejame ir a jugar con koko y seishu otra vez....—Susurró riko.
¿Akane?, ¿quién era akane?
Eso no importaba, habían llegado al hospital a tiempo, a riko la atendieron de inmediato dejando a takemichi nervioso, triste y miedoso, temía por la vida de riko.
Sin embargo un chico de tez morena y cabellos albino entro junto con otras personas, no pensó que fueran hacia él pero vaya que estaba esquivocado, el albino de aretes golpeo fuertemente a takemichi.
—¿¡Tú fuiste quién hirio a mi reina?!, ¿¡Cierto?! —Preguntó él con una sonrisa pero en sus ojos se veía la furia.
—¡Izana!, cálmate, estamos en hospital, además, el trajo a riko ¿no? —Hablo el pelinegro con una cicatriz.
—Sera mejor que hables ahora antes de que mi paciencia se acabe y te rompa todos los huesos, ¿quién fue que dejo a mi hermanita así? —El de lentes era detenido por el más alto de trenzas.
Y no solo ellos llegarón, dos chicos se sumaron en busca de riko.
Uno tenía una quemadura y el otro un peinado algo raro.
Y por si fuera poco, entraron mikey, emma y kazutora.
Toda una reunión.
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