—Contacta a los del submarino y diles que preparen para irnos lo antes posible. —Da órdenes Exequiel mientras caminaban por las calles de Water 7. El asesino tenía bajo su poder el control de Hela. Podía hacer lo que él quisiera con ella, desde traerle un simple refrigerio hasta comandar la caída de la misma ciudad. Todo lo que él quisiera.

—Exequiel-sama, están listos para navegar. —Avisa uno de sus secuaces.

—Perfecto, todo va acorde al plan. —Decía el líder hasta que un par de voces conocidas irrumpen su tranquilidad.

—Hela!!! —Grita Dusan a metros de distancia.

Sanji lo acompañaba—. Hela-lwav! Mira lo que te compre... —Ambos notan algo extraño al ver que Hela no reaccionaba a su llamado—. Algo no está bien.

Después de analizar su rostro, Dusan entra en pánico—. Oh no!! —Se regresa unos cuantos pasos.

—Qué sucede, Dusan? —Cuestiona Sanji.

—Ese-ese es Sakkari Exequiel... El antiguo jefe de Hela... —Revela sin poder creerlo.

Mientras que la Corte de las Sombras planea su siguiente movida—. Hela-san, sé de ayuda y encárgate de neutralizar a los intrusos, por favor. —Pide Exequiel relajado y la asesina se encamina con rapidez a pelear contra Sanji y Dusan.

Saca su látigo para atacar a los piratas quienes están desconcertados por las acciones de esta—. Hela-luv! Somos nosotros. —Intenta Sanji de convencer.

—Hela!! Soy Dusan. —Apoya su hermano menor. No obstante, la mentalidad de Hela era únicamente matar a los enemigos, por lo que Dusan no le queda otro remedio más que usar su daga especial—. Lo siento, Hela, pero tengo que neutralizarte. —Replica no tan seguro.

—Espera! —El rubio lo detiene a tiempo—. Déjamelo a mi. —Pide una oportunidad y al mismo tiempo le dice que tome a Hela por sus brazos y piernas para que no haga nada—. Hela-luv, te prometí que nunca jamás te volvería a perder. Y seré fiel a mi promesa pase lo que pase. —Sin pensarlo dos veces, se lanza a los labios de la asesina para plantarle un cariñoso beso con el fin de hacer despertar a Hela.

En un par de segundos, la castaña consigue seguirle el beso pero se aleja de inmediato—. Sanji... —Responde asustada.

—Estoy aquí. —Acaricia su mejilla.

Iba a contestar sino fuera porque Exequiel llega a interrumpirlos—. El novio. El hombre responsable por quitarme a mi arma viviente. —Reniega con pequeño coraje—. Vinsmoke Sanji.

—Exequiel, detente! —Dusan deja ir a Hela para que esta se acerque a su antiguo jefe—. Me encontraste, felicitaciones. —Halaga sarcástica—. Es a mí a quien quieres, no a ellos. Por lo que te pido que dejes ir a mis compañeros.

Exequiel esboza una sonrisa—. Y qué gano yo?

Respira profundo—. Mi lealtad.

—Hela!

—Hela-luv! No lo hagas. —Intenta detener.

—Es muy tarde, Sanji. Me han encontrado. —Contesta derrotada.

—Podemos derrotarlos. No son muchos y uniendo nuestras fuerzas... —Insiste con remordimiento.

La asesina lo interrumpe—. No, no pueden. —Se aguanta las ganas de llorar—. Lo único que pido es una última vez con ellos, Exequiel. —Se gira para ver a su ex-jefe.

—No eres tan estúpida como para escapar conociendo de todos mis métodos para volver a recuperarte. —Responde confiado—. Te doy hasta la noche para despedirte de tus nakamas. Oh! Y ten por seguro que estarás vigilada en todo momento. —Acepta la condición y con ello se encamina a su submarino dejando a cuatro de sus asesinos a vigilar de Hela.

—Hela, no puedes hacer esto! Debe haber una manera de... —Dusan se negaba a perder a su hermana.

—Lo único que me importa es que estarás a salvo con nuestros nakamas. —Responde Hela.

Dusan abraza a su hermana con fuerza para después entregarle su daga—. Por si la necesitas. —Y después se aleja caminando de ella.

—Dusan siempre odió las despedidas, por eso actúa de esa manera. —Revela mirando a su hermanito.

—Hela-luv, qué es lo que vas a hacer? Quieres que ayude en algo o...?

—Dile a Luffy que una vez que consiga la manera de librarme de Exequiel, regresaré con ustedes si me aceptan de regreso. —Explica.

—Pero, por supuesto que te aceptará de regreso...

—Sanji, derrotaron a Zoro con facilidad y yo no pude hacer nada para defenderlo! —Chilla lamentándose—. Técnicamente traicioné a uno de mis nakamas.

—No! Estabas bajo el control de alguien más. No fue culpa tuya. —Relaja Sanji.

—Debí decirles que pertenecía a la Corte de las Sombras, y quizá hubiera prevenido todo esto. Nunca estuvimos a salvo, Sanji! Todo este tiempo me siguieron y esperaron en el momento perfecto para llevarme prisionera. Esto es mi responsabilidad! —Golpea leve el pecho de Sanji y se dispone a llorar arrepentida.

Este deja que se desahogue por unos segundos para después hacerla alzar su vista—. Eres una de las mujeres más fuertes que he conocido en toda mi vida, y confío profundamente en que regresarás a nosotros cuando hayas derrotado a ese bastardo. —Anima a su novia.

—Estoy asustada... —Por primera vez se le veía a Hela entrando en pánico.

—Yo sé por lo que ese hombre te hizo pasar y entiendo que estes asustada. Pero llegó la hora de enfrentar tu mayor temor y mandar a ese hombre a la mierda. Yo sé que puedes. —Besa a su novia para transmitirle energía y confianza.

Hela se llena de valentía y valor al recibir el contacto de los labios de Sanji—. Te necesito una última vez, Sanji.

—No hables como si nunca volverás...

—Porque no estoy segura si volveré. —Confiesa con un toque de temor—. Por favor, Sanji. Concédeme este deseo.

Este duda ante la forma en como Hela se había expresado, pero acepta en concederle aquel deseo de pasar una velada mágica más. Consiguen entrar a una casa abandonada y despedirse apropiadamente hasta el roce del atardecer. Antes de que se levantara de la cama, Sanji comenta que también Robin se estaba despidiendo de la tripulación. A lo que Hela aconseja a su pareja que la busque en la estación de trenes para ir tras ella.

—Estas segura de terminar la relación? —Detiene Sanji antes de que Hela cruce la puerta.

—No puedo seguir contigo si no detengo a Exequiel. De lo contrario, te usará para torturarme. —Revela triste—. Ahora que conoce que tu fuiste la primordial razón por la que desobedecí sus órdenes, te tiene cierto rencor.

Iba a irse pero el agarre de Sanji se lo impide—. Prométeme que volverás, Hela-luv.

Se limita a observarlo—. Haré mi mayor esfuerzo. —Contesta y se aleja del cocinero.

Antes de dirigirse al submarino que la llevaría de regreso al infierno, decide visitar por última vez el Going Merry. Observa que su pobre barco ha sufrido demasiados daños tanto por fuera como por dentro, llegando a la conclusión de que quizá este no tenga solución en cuanto a repararlo. Pierde la noción del tiempo hasta que siente una presencia por detrás suya.

—Te dije que iba a regresar. —Dice levantándose.

—Muestro interés por ti. Me tenías preocupado. —Expresa Exequiel.

—Nos podemos ir ahora. —Se gira para irse pero su jefe impide que siga caminando.

—No querrás perderte este momento. —La obliga a mirar lo siguiente.

Usopp malherido estaba parado a metros de distancia del barco. Luffy estaba parado frente al Merry—. Qué sucede? —Desea Hela saber.

—Nos quedamos a averiguar? —Invita Exequiel.

A continuación, Luffy y Usopp se pelean entre ellos en lo que es un doloroso encuentro para Hela. Cómo podía ser posible que en menos de un día la tripulación se estuviera despedazando. Primero Hela, después Robin y ahora Usopp. Quién más seguía?

—Qué hiciste...? —Pregunta con lágrimas en los ojos.

—Yo? Nada. Son tus queridos nakamas quienes no se soportan. Primero tu, después Nico Robin y ahora Usopp. Tus compañeros se hartaron de ustedes mismos. Yo pensaba que todos ustedes eran amigos. —Tuerce los hechos—. Acaso esto es lo que hacen las amistades? Se gritan, se pelean, se traicionan? —Pregunta sin importar los sentimientos de la estratega—. Créeme, Hela-san, estás mucho mejor sin ellos.

—Eres un monstruo. Me haces sentir cada vez peor. —Se atreve a confesar.

—Mis más sinceras disculpas. Permíteme acabar con tu sufrimiento. —Le inyecta una droga a Hela para llevársela con facilidad y proseguir con su plan.