Hela regresa al Going Merry encontrándose con una discusión de la tripulación. Nami se le veía molesta hacia Zoro, con un Luffy escuchando y Usopp borracho.

—Qué sucede aquí? —cuestiona Hela.

Nami gira su atención hacia la estratega—. Dónde has estado?! —cuestiona enojada—. Estamos siendo cazados por un Guerrero del Mar enviado por la Marina y Zoro lo retó a un duelo.

—Cuál Guerrero del Mar? —desea Hela saber.

—Dracule Mihawk —responde Zoro.

La peliazul comienza a preocuparse pero oculta aquellos sentimientos burlándose del peliverde—. Es tu funeral.

El espadachín gruñe—. No voy a...

—Dracule Mihawk es el mejor espadachín del mundo. Sabes cómo se ganó ese título? Peleando por toda su vida derrotando a miles de enemigos ganando así experiencia. Lamento decirte que tu ni tienes la mitad de experiencia que tiene Mihawk. Hasta que no tengas suficiente maestría con tus espadas, no estas listo para enfrentarlo. —Da su explicación.

—Entonces no me has visto todo mi potencial. —defiende Zoro ocultando sus emociones.

—Yo sé lo habilidoso, ágil e inteligente que eres con las espadas. Por eso se me hace extraño que hayas retado a MIhawk con falta de experiencia. No me malinterpretes, se me hace valiente y admirable que te veas muy seguro de ti mismo creer poder derrotar al mejor espadachín del mundo. Pero muy egoísta de tu parte al no pensar que si sales derrotado, la tripulación también sale perdiendo.

—No voy a perder. Lo prometo, Hela. Este momento tiene que pasar. Tarde o temprano.

La asesina sabía que no podía hacer entrar en razón al cazarrecompensas, pero tampoco estaba dispuesta a intentarlo ya que no le importaba ni lo más mínimo lo que le fuera a suceder al peliverde. Si muere, se podrían conseguir otro espadachín para la tripulación. Qué más daba

—Haz lo que quieras. Me da igual lo que te pase. Nomas no digas que no te advertí. —Añade con indiferencia.

—Sabes algo, nunca te pedí tu opinión. —Zoro defiende guardando sus katanas.

Nami alza la voz—. Pensaba de que entre todos aquí presentes, serías tu la que pondría orden a la situación.

—Pensaba que no te importaba lo que nos fuera a pasar —desafía Hela.

—Sí me importa. Él es mi amigo. Todos ustedes lo son! —responde angustiada.

—Pensaba que no tenías amigos. —contesta Zoro haciendo que Nami se vaya de la sala seguido de Zoro.

Luffy se acerca a Hela. —Gracias por no interferir en el sueño de Zoro.

Se voltea con el ceño fruncido hacia el moreno—. Déjame decirte algo, en momentos críticos de este tipo, el capitán tiene que saber manejar las decisiones difíciles que eventualmente llevan hacia el bienestar de su tripulación. Lo que sea que le suceda a Zoro o a alguno de nosotros, será tu responsabilidad por no actuar como un capitán. Y también has estado fallando en mantener a la tripulación unida. —Añade con seriedad para también salir del barco.

Regresa a su viejo lugar donde se encontró a Zeff para ahora toparse con Sanji quien fumaba un cigarro—. No importa lo que hagas, jamás podrás detener a un hombre con su obsesión. —Argumenta sentándose a un lado de él señalando el cigarro de Sanji.

—Hela-luv! Me pareció reconocer tu esencia cuando abriste la puerta. —Recarga su mano a un costado de Hela rodeándola con su brazo. Los dos se quedan en silencio con el rubio notando que la peliazul se encontraba tensa—. Algo te está preocupando.

—No es nada. —Hela siente la mirada penetrante que Sanji le da.

Sanji respeta la privacidad de Hela contándole otro anécdota—. Tu querido capitán me ofreció un puesto en su tripulación. —Relata ganando la atención que buscaba.

—Luffy te pidió que te unieras a él? Me preguntó que ha visto en ti.

Baja la mirada con una sonrisa—. Así es. Pero dije que no. —Alza la mirada queriendo tocar la mejilla de la estratega—. Aunque creo que tengo dudas de mi respuesta. —Insinúa que podría aceptar por Hela.

—No... —. Se levanta alejándose de Sanji.

—No qué? —Desea Sanji saber.

—No te unas a la tripulación por mí.

—Por qué?

—Porque no quiero... —ella misma se interrumpe al ocultar la razón recordando su pasado.

El cocinero se levanta—. No me quieres a tu lado, cierto? —Hela se queda callada—. Es por eso que te fuiste de aquí? Por mi?!

Logra armarse de valor para confrontar a Sanji—. Me fui porque descubrieron que no completé mi misión de matarte, también mencionaron que mi hermano había sido capturado. Por lo que abandoné Baratie en busca de mi hermano.

Hela se deja tomar por Sanji—. Debiste decírmelo y yo pude haberte ayudado...

—Es exactamente por eso que me fui. Sabía que abandonarías este lugar junto con tu sueño por mi. —Responde guardando el coraje al recordar la otra razón detrás de su decisión.

—Hela-luv, —hace que lo mire a los ojos— yo estaría dispuesto a hacer lo que sea por volver a verte sonreír como aquella primera vez que nos conocimos.

—Eso fue actuación, Sanji. —Niega la asesina.

—Aunque lo fuera, lo que sucedió después no lo fue. —Afirma con certeza.

******

—Ella cumplirá su propósito. —Afirma una voz masculina.

—No está lista. —Reafirma otra voz masculina.

—Dices eso cada vez que pregunto una actualización de su progreso. Gracias a tu duro entrenamiento, Hela se ha convertido en la mejor del montón. Incluso descubrió tu Haki a temprana edad burlándote con su inteligencia—. Insiste el primer hombre que habló—. Creo que lo que está pasando aquí es que te has dado cuenta de su potencial y planeas tenerla sólo para ti uniéndose a tu querida tripulación.

El otro hombre se mantiene callado durante unos segundos al escoger con cuidado lo siguiente que dirá—. Mi trabajo con Hela ha finalizado. Su progreso avanza demasiado lento tardando en aprender las cosas. No me sirve en mi tripulación. Yo sólo veo por el futuro de esta asociación y considero que Hela aún no es apta para las misiones.

—Entonces tu trabajo de reclutar nuevos aliados ha terminado aquí al haberme traído puros que no sirven. —Recalca con autoridad— Doy por concluida esta alianza y yo estaré a cargo del progreso de Hela.

******

TWO YEARS AGO

—Será mejor que no me falles, Hela-san —pide el hombre con advertencia.

—Acaso yo alguna vez te he fallado? —cuestiona Hela retándolo.

El hombre se atreve a tocar su mejilla—. Esa es mi chica favorita. Ahora ve y tráeme el cadáver de ese Vinsmoke.

—Lo haré, Exequiel-senpai.

Una Hela de 17 años parte en busca de completar su misión no sin antes dejar a su hermano menor en cuidado con los Jericho por enésima vez. Dusan al principio se mostró en contra de que Hela se fuera de nuevo como siempre pero logró convencerlo conque una vez que regresara le iba a comprar lo que él quisiera. No obstante, la señora fue quien se opuso por primera vez.

—Nunca nos dices a dónde vas o qué clase de trabajo haces para mantener a tu hermano. Qué eres realmente? —se atreve a interrogarla.

—Créame, señora. No le gustaría saber.

—Ciertamente me gustaría saber a dónde se va! —la toma de la muñeca con fuerza ganándose la mirada de enojo por parte de Hela.

—Tiene suerte de que Dusan los aprecia y quiere. Sino ya me hubiera deshecho de ustedes. —Contesta burlona.

La señora se siente ofendida—. Qué no le enseñaron modales en su casa, señorita!

Se deshace del agarre—. Nunca tuve un hogar, recuerda? —responde alejándose de la casa.

Con ello, se embarca directo a su destino donde se llevaría a cabo su misión, asesinar a uno de los hijos de los Vinsmoke. Una vez que llega al restaurante Baratie, se encarga de vigilar con sigilo el lugar, estudiar a los empleados y entorno para organizar su plan para llevar a cabo el asesinato. Por ello, se queda oculta días en el restaurante hasta tener en claro su estrategia con respecto a su tarea.

Lo primero que hace es hacerse pasar por un cliente y así adentrarse más al restaurante. Se comporta amigable con los trabajadores quienes la reciben con los brazos abiertos. No obstante, aún seguía sin poder interactuar con su objetivo, por lo que sale del restaurante a conocer a su presa quien sabia que estaría en ese lugar fumando.

—Puedo tener uno? —cuestiona sonriente.

De inmediato, Sanji se deja llevar por la hermosura de Hela—. Por supuesto, bella dama. —Le entrega su cigarro y Hela comienza a fumar—. Mi nombre es Sanji, con quien tengo el placer?

Hela lo mira coqueta—. Me puedes llamar Hela. —Extiende su mano indicando que Sanji la salude con un beso en ella quien se emociona por dentro. La asesina logra sacarle información útil al cocinero haciéndola pensar que será fácil matarlo.

Pasando el tiempo, la teñido de castaño logró hacerse un hueco en el restaurante Baratie, pese a que Zeff no la aceptó al principio, cayó en los encantos de la chica logrando darle un espacio en su negocio. Hela se ganó el cariño y confianza de los demás, pero lo más importante fue ganarse el corazón de Vismoke Sanji.

Sin embargo, Hela se sorprendo por la enorme caballerosidad del chico, era demasiado amable, atento y romántico con ella, algo que Hela jamás había experimentado con nadie. Estaba claro que Sanji se había enamorado de ella, pero, acaso Hela habla caído en los encantos del cocinero. Cada que lo veía hacer sus locuras por ella se le escapaba una sonrisa sincera en sus labios. La hacía reír por naturaleza y poco a poco ya no tenía que esforzarse en actuar enamorada porque ya lo estaba.

Hasta que recordó que estaba aquí para cumplir su misión y regresar lo antes posible con Dusan. Por lo que una noche se vistió con su traje de asesina para ir a matar a Sanji. Invadió su cuarto sin hacer ruido, sacó su látigo para usarlo pero en el momento que se acerca al rubio, este la toma por sorpresa y logra inmovilizarla al suelo.

La asesina no se quedaría así, por lo que se quita de encima a Sanji y comienza a pelear contra él quien un vez más la sorprende al ver que este era un buen combatiente cuerpo a cuerpo pero peculiarmente sólo usaba sus piernas. Hela aprovechó aquello y lo ató de las piernas sin dejar que se moviera.

No obstante, Sanji había logrado quitarle su cubreboca dejando ver la identidad de la asesina—. Hela-luv? —pregunta desconcertado.

Ambas miradas se cruzan haciendo difícil matarlo—. Jamás lo entenderías. Tengo que hacerlo. — ahorca a Sanji con su látigo.

El rubio percibe en los ojos de Hela que no todo estaba bien—. Puedo notar en la mirada de una mujer cuando esta se encuentra en problemas. Puedo ayudar.

—Puedes ayudar muriendo.

—Si es lo que deseas, hazlo. Mátame. —Cierra los ojos y poco a poco su rostro se pone rojo.

Hela estaba determinada a acabar con esto. Pero recordó lo que era sentirse querida y apreciada por otros que eran ajenos a ella. El restaurante Baratie la acogió y Sanji la quiere como algo más que una amiga. Así que dejó de ahorcar a Sanji alejándose de él.