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{☠️III} La tercera nakama, la estratega

Hela se encamina al espectáculo el cual el tanque estaba a punto de llenarse de agua de mar con Luffy adentro ahogándose. El payaso se gira para ver llegar a la estratega—. Hela-san! Ven a ver cómo muere este pobre chico. Sin poder cumplir su sueño de ser el Rey de los Piratas —suelta una enorme carcajada—. Qué patético.

Logra acercarse lo más que puede a Luffy—. Que mal lugar para ser derrotado. Enfrente de todo un pueblo secuestrado. —menciona con sutileza.

—Verdad? Oh, Hela-san, tu y yo lograremos conquistar el Grand Line. —Buggy abraza a Hela por los hombros acercando su rostro con el de la chica.

—Inclusive puedo llegar a sentir un poco de pena —seguía hablando.

—Deja de malgastar tu tiempo, Hela-san. Al final de cuentas nadie recordará a un don nadie. —Ambos caminan lejos de Luffy.

Se deshace del agarre de Buggy—. La cosa es, mi querido Buggy, que no me refería a Luffy. —Hela forma un puño con su mano para impactar contra el cristal del contenedor y romperlo de un sólo golpe, asombrando de mala manera a Buggy al seguir sin creer que la asesina lo había traicionado.

—Tú!!! Pequeña bastarda traicionera. —Buggy desprende su mano de su cuerpo para ahorcar a Hela demostrando su ira contra ella.

—¿Qué sucede, Buggy? ¿acaso herí tus sentimientos? ¡¡Ahora!! —grita Hela indicando que sus aliados salgan a pelear contra Buggy y su tripulación.

La batalla comienza con la desventaja para los de Luffy pues eran cuatro contra toda la tripulación. No obstante, una vez que Hela le lanzó una espada a Zoro, este logró derrotar a la mayoría de subordinados y en el camino distrajo a Buggy para que liberara a Hela. En el caso de Nami, ella hacía su mejor esfuerzo en derribar a los demás piratas. La asesina salió en busca de Luffy quien se estaba arrastrando hasta llegar a su sombrero de paja el cual Hela le entregó con gentileza.

—Este es tu plan? —cuestiona Luffy contento. Hela asiente—. Buen plan! —halaga el chico de goma, seguido de que Hela le informara el resto del plan.

—No tan rápido! —Cabaji llega junto con más tripulantes con intenciones de matar a Luffy y Hela.

—Yo me encargo de Boogie, me encuentro mejor. Gracias, Hela! —le da un puñetazo amigable en el hombro a Hela saliendo corriendo.

Observa a Luffy yéndose para después prestar su atención a Cabaji—. Creo que necesitas más hombres para intentar derrotarme —desafía burlona.

Apuntan sus pistolas a la estratega rodeándola—. Disparen!! —comanda Cabaji y una vez que las balas salen a alta velocidad, Hela logra esquivarlas con las espadas de Zoro.

—Ohh, eso es lo mejor que traen? —reta motivada.

Cabaji frunce el ceño ordenando que disparen sin piedad a la teñido de rojo sin éxito alguno pues Hela logra esquivar cada una de las balas con ayuda de las katanas. Sus movimientos eran demasiado rápidos para la vista humana haciendo pensar a Nami que Hela quizá era una usuaria de las frutas del diablo. Mientras que Zoro había quedado muy asombrado ante las habilidades con las katanas.

Tanto así se distrajeron que cuando Hela logró derrotar a los tripulantes enemigos y patearle el trasero a Cabaji, la asesina sintió una daga atravesar su corazón.

—HELA!! —grita Luffy desesperado y preocupado—. Vas a pagar por lo que le hiciste! —Gruñe el chico de goma.

Buggy se ríe—. Es lo que merece por romper nuestra alianza, y algo más... —susurra lo último.

Esta se queda viendo la daga por unos segundos, después la toma del mango para finalmente quitarse el arma de su cuerpo sacando mucha sangre. No obstante, Hela se seguía manteniendo de pie sin mostrar ninguna señal de que estaría a punto de morir, se podía reflejar que la empuñadura le había dolido pero al parecer sus heridas no eran permanentes. La piel poco a poco se estaba regenerando y sanando haciendo que Hela se ganara las miradas sorprendidas de todos.

—Por qué nadie es normal en estos mares? —cuestiona Nami cansada y pasmada.

—Ah! Por cierto, Buggy, olvidé mencionarlo. No puedo morir —le lanza la daga hacia su rostro cerca de su ceja logrando hacer una cortada en la cara.

Con ellos, los Sombrero de Paja reanudan el plan consiguiendo guardar los pedazos de cuerpo de Buggy en los cofres dejándolo únicamente con sus manos, pies y cabeza.

—Agh! Qué me has hecho?! —regaña el payaso.

Luffy toma su sombrero— cortarte hasta dejarte así.

—El One Piece jamás será tuyo!! —reclama derrotado—. Eres sólo un triste, solitario niño que usa el sombrero de otro hombre.

—Yo sé perfectamente quién soy. Soy Monkey D. Luffy. Y seré el Rey de los Piratas. —Responde Luffy orgulloso.

Hela toma a Buggy del cabello para hablar con él una vez más—. Tenías razón, tu y yo jamás íbamos a funcionar. —Añade burlándose del payaso soltando su cabeza—. Es todo tuyo, Luffy!

El chico de goma sonríe— Gomu-gomu no Bazooka!!! —extiende sus brazos para poder lanzar a Buggy lejos del circo terminando así la lucha contra los piratas de Buggy.

Lo primero que hace es entregarle el mapa de la Gran Ruta a Luffy—. Aquí tienes, Luffy. Será mejor que no pierdas esto de vista de nuevo. —Advierte.

—Bienvenida a la tripulación, Hela! —felicita el capitán.

—Gracias por confiar en mi, Luffy —agradece mirando a Luffy con cierto cariño. Seguido de regresar las espadas al cazador de piratas—. Era todo parte del plan, Roronoa —añade al final .

Luffy le entrega el mapa a Nami—. Eres nuestra navegante. Yo sé que nos guiarás al Grand Line.

Nami se queda admirando el mapa mientras Hela la observa con precaución. Su intuición le decía que la chica de cabello naranja ocultaba algo, ya llegará el tiempo donde la interrogará, por lo pronto tocaba cuidarse de Nami.

Los Sombrero de Paja regresan a su barquito hacia su siguiente aventura, cabe resaltar que siendo ahora cuatro personas muy apena y alcanzaban en el barco, por lo que sugirieron que será mejor ir en busca de un mejor y más grande barco antes de ir a zarpar al Grand Line. En el transcurso hacia la próxima isla, Nami logró coser el sombrero de Luffy que había quedado dañado por la batalla y una vez finalizado, se metió al cuartito para guardar del mapa, no obstante, tardó en salir haciendo subir las sospechosas de Hela.

—¿En dónde aprendiste a usar las espadas? —Zoro la interrumpe de sus pensamientos.

Se gira para hablar con él—. ¡Sí! ¡Eres muy buena peleando! Eres buena estratega y muy buena en los combates —halaga Luffy comiendo.

Zoro no paraba de mirarla—. Espero una respuesta —ansia.

—¡Dios! Que desesperado —Hela se queja—. Relaja tu tono ¿quieres? Se nota que aún desconfías de mi.

—Zoro, ella es mi nakama ahora. Jamás me traicionaría.

—¿Acaso tengo que recordarte que estuvo a punto de matarte con una bomba?

—Eso fue antes, ahora forma parte de la tripulación —contesta Luffy emocionado—. Yo confío en ella.

El espadachín suspira—. Confiaría más en ella si me dijera dónde entrenó —persiste serio.

Justo en ese momento Nami sale—. Veo que no dejarás ir esto, así que mejor lo digo.

La pelirroja se acomoda a un lado de Luffy—. Debo confesar que también me intrigas, Hela. Te vi cómo rompiste el vidrio del tanque de un solo golpe. ¿Acaso eres portadora de una fruta del diablo? —interroga Nami.

Hela se prepara para contar su historia—. Mi vida está llena de misterios ocultos, incluso para mí misma —comenta mirando hacia el mar—. Estuve entrenando desde niña para ser capaz de proteger a mi hermano. Solía hacer misiones por dinero por lo que me aveces me despegaba de él y la vez que confié en que había dejado a salvo a mi hermano desapareció. Por lo que abandoné mi misión y salí en su búsqueda—. Respira profundo al recordar a Dusan—. Me tomó meses descubrir que se encontraba del otro lado del Grand Line por lo que intenté robar el mapa pero Buggy se interpuso y estropeó mi plan. Terminamos encerrados y cuando parecía todo perdido, el payaso me obligó a comer una fruta del diablo, la fruta glow-glow, según la fruta de la energía.

—Si comiste la fruta, ¿por qué no te debilitaste con el agua de mar? —desea Zoro saber.

—Supongo que es uno de los muchos enigmas que me quedan por resolver. —Se limita a dar detalles—. Oí decir a los secuestradores de que la fruta debió brillar pero estaba gris cuando me la comí. No sentí nada al principio, pero incrementó mi fuerza y aumentó mis reflejos.

Los tres se limitaron a comentar respecto a la historia inconclusa de la estratega—. Eso no explica que te apuñalaron directo al corazón y pareciera que no te importara en lo absoluto, ¡incluso tu herida se regeneró por sí sola! —lanza Nami la queja.

En ese preciso momento el barco había llegado a su siguiente destino—. Yo sé que adoran mi historia, pero tendrá que esperar. —Detiene Hela sonriendo pícara.


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