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033 || every strong widow is made of:

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Chapter Thirty Three
Toda viuda fuerte está hecha de:

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VIOLET NO SABÍA PORQUÉ SE ENCONTRABA besando a Spencer, pero por muy extraño que sonara para ella, tampoco era algo que le molestara, de hecho, era todo lo contrario. Los labios de Spencer eran tan suaves y parecían moverse al ritmo correcto para hacerla suspirar. Las manos de Spencer sujetaron su rostro de una manera tan delicada, que Violet por unos instantes se preguntó si lo que estaba viviendo era real.

Ese beso se sentía tan cargado de emociones, que en cuando Violet comenzó a sentir sus latidos descontrolarse, se separó de manera abrupta.

— Perdóname... no, no debí— decía nerviosa mientras se ponía de pie— Esto estuvo... lo siento, lo siento

Violet intentó entrar nuevamente a la casa, sin embargo, Spencer la detuvo colocandose frente a ella para impedirle el paso. Sabía que si la dejaba a ir, de alguna manera la estaría perdiendo. Ella se alejaría y marcaría una distancia entre ambos, cosa que él no estaba dispuesto a permitir. No quería perderla en ningún sentido posible... no estaba dispuesta a dejarla ir.

— No te vayas, por favor no te vayas— pidió Spencer sujetando sus manos

— De verdad perdóname... no sé porqué lo hice... no debí... lo lamento tanto, nada de esto debía pasar... yo no... nunca debí llegar a la UAC, no debí hacer nada de esto— negaba Violet con nervios intentando no ver los ojos del castaño

— No tienes nada de qué disculparte— negó Spencer volviendo a sujetar el rostro de Violet para hacer que sus miradas se volvieran a conectar— Yo no lamento esto. No lamento nada de esto. No lamento haberte conocido, no lamento haberte dado una oportunidad ignorando todos lo comentarios que me pedían no hacerlo, no lamento haberme quedado a tu lado todos estos meses, no lamento haberte seguido hasta aquí, no lamento haber seguido este beso y definitivamente no lamento haberme enamorado de ti...

El corazón de Violet se detuvo por unos instantes.

¿Había escuchado bien? ¿Spencer Reid le acababa de confesar que estaba enamorado de ella?

— No... tú no puedes... no puedes... ¿de qué hablas?— decía Violet retrocediendo e intentando procesar lo que acababa de escuchar

— Desde que leí sobre ti quedé maravillado por todo tu talento e inteligencia, siempre creí que era mera admiración y viví con eso los años que siguieron. Sin embargo, cuando te conocí, quedé deslumbrado por tu belleza... y aunque quise hacerle caso a Adeline con respecto a no acercarme a ti, algo en ti me hacía siempre volver a ti— confesaba Spencer dejando a Violet sin palabras— Con el transcurso de los meses me di cuenta que lo que sentí desde un inicio por ti era más que admiración. Mis sentimientos por ti fueron evolucionando a un nivel que jamás esperé que fuera posible... no sólo siento admiración, siento respeto, siento alegría, siento calma... siento amor por ti

— Spencer... yo no, perdoname, pero yo no puedo...

— No me mientas, pero aún más importante, no te mientas a ti misma. Se que tu también sientes algo por mí y tú también lo sientes— decía Spencer haciendo que todo en Violet temblara— Solo estás muy asustada como para aceptarlo...

Violet se quedó en silencio mientras agachaba la mirada e intentaba darle un explicación a todo lo que estaba sintiendo en esos instantes. Claramente la confesión de Spencer la había desestabilizado de una manera que no pensó que fuera posible, y el ahora tener que estar cuestionando si lo que él le había dicho era verdad, la hacía sentir como si su cabeza estuviera apunto de explotar.

No podía tener sentimientos por Spencer... era imposible. Tan solo unos meses atrás Stephen se había ido, y aún cuando estaba en ese proceso de seguir adelante, el tener sentimientos por alguien era un paso demasiado grande, uno que no estaba segura si quería dar.

¿Estaba asustada por aceptar esa idea? Definitivamente. Querer a Spencer solo lo pondría en peligro, en especial ahora que sabía que un grupo nuevo estaba en su búsqueda, un grupo que actualmente tenía a Adeline, lo que la hacía darse una idea del poder que tenía y de lo que harían por tenerla en sus filas.

No podía... no podía arriesgar a Spencer de esa manera y tampoco podría fallarle a la memoria de Stephen de esa manera.

— Escucha... sé que otra de las cosas que no te permite aceptar esto, es el recuerdo de Stephen, crees que aceptar lo que sientes es una falta de respeto a su memoria... piensas que si lo haces, de alguna manera lo estarías reemplazando...— habló Spencer al no obtener mas respuestas por parte de la rubia— Pero no pretendo ser él, tampoco reemplazarlo porque se que eso es imposible, lo único que quiero es una oportunidad para demostrarte que la vida no se termina por su ausencia

Violet aún permaneció en silencio.

Por primera vez en muchos años se había quedado sin palabras... no sabía qué decir porque sabía que Spencer tenía razón. El recuerdo de Stephen aún la perseguía, el recuerdo de cómo luchó por ella, el recuerdo de la manera en la que él la amó e hizo todo por hacerla feliz, el recuerdo de la manera en la que él la había hecho sentir que valía la pena... el recuerdo de esas últimas palabras y caricias que ahora sabía estaban cargadas del dolor de saber que él se iría pero ella se quedaría.

— No existe un solo día en donde no piense en él... en la manera en la que se fue y yo no pude hacer más por salvarlo de la misma manera en la que él me salvó en más de una ocasión— habló Violet sintiendo una punzada en su pecho— De hecho, sus últimas palabras fueron un recordatorio del amor que siente por mi... ahora me doy cuenta a que tal vez eso tenía otro significado, después de todo, él vio todos los futuros posibles...

Al decir eso, recordó parte de las últimas palabras de Stephen, palabras que en su momento parecían no tener sentido, pero que ahora comenzaba a comprender.

"Llegue quien llegue a nuestras vidas, todo de mi siempre te va a pertenecer"

Es probable que te viera venir— pensó Violet dejando a Spencer confundido— Él te vio venir... él sabía que llegarías a mi vida...

— ¿Qué?— preguntó Spencer confundido— ¿A qué te refieres con que él me vio venir?

Violet estaba por responder, sin embargo, la voz de Natasha diciendoles que debían volver a la casa los interrumpió.

— Hablaremos de esto después— dijo Violet agradecida del cambio de tema intentando volver

— Prométeme que hablaremos de eso. No quiero que te alejes, no quiero perderte— pidió Spencer volviendo a tomarla de la mano— Se que todo esto es complicado para ti... pero de ver quiero que me des esa oportunidad de demostrarte que aún puedes ser feliz

Violet solo pudo acercarse nuevamente a él para depositar un breve beso en sus labios.

En esos momentos no estaba segura de nada y ciertamente tampoco quería dedicarle mucho tiempo a esos pensamientos, no cuando Adeline continuaba desaparecida y al borde de la muerte.

(...)

En cuanto volvieron a entrar, Spencer y Violet sintieron las miradas sobre ellos. La rubia se sintió algo incómoda ante esa atención, por lo que rápidamente se separó de Spencer para colocarse junto a Natasha y Steve.

Había dado demasiado espectaculo en las últimas horas con lo de sus poderes, el golpe a Thor, sus crisis emocionales y algunas otras cosas más. Lo que menos deseaba era seguir capturando más atención de la que ya tenía.

— ¿Qué averiguaron?— preguntó deseando que nadie hiciera comentarios de su cercanía con el castaño— ¿Ya saben dónde está Adeline?

Pero nadie respondió.

Todos aún la veían y lo hacían de una manera bastante raro, una manera que hacía que Violet se sintiera el doble de incómoda. Era como si le estuvieran ocultando algo y odió eso.

— ¿Pueden dejar de verme como si fuera un bicho raro? Odio que me vean— pidió Violet con molestia— ¿Qué averiguaron?

Los presentes voltearon a verse, como si se estuvieran debatiendo por quien debía ser el encargado de hacerle saber a Violet lo que habían averiguado.

— Ehhh, Violet, ¿Adeline y tú llegaron a inventar algún lenguaje secreto que solo ustedes podían comprender?— preguntó Aaron, haciendo que la rubia se pusiera nuevamente a la defensiva

— ¿Tú cómo sabes eso?— preguntó de vuelta Violet— Tú no tienes porqué saber eso. Ninguno de ustedes tiene que saberlo

Natasha tuvo que detenerla antes de que hiciera algo en contra del hombre de traje frente a ella.

— Violet, encontramos unos mensajes enviados por ti en diferentes canales... pero nadie logra traducirlos y cuando García quiso averiguar en qué dialecto se encontraban, descubrió que no existe registro alguno sobre este— le explicaba Steve con una carpeta en sus manos— Sabemos que tu enviaste esto y por las fechas y la ubicación, deducimos que son mensajes enviados a Adeline

Violet volteó a verlo mientras negaba. Era imposible. No había manera en que ellos tuvieran esos mensajes.

— ¿De dónde los sacaron?— preguntó Violet tomando la carpeta que Steve le extendía— Estos mensajes no tienen porqué existir. Fueron enviados para que solo Adeline pudiera verlos y entenderlos, nadie más tenía que tener acceso a ellos...

Los ojos de Violet no daban crédito a lo que leían.

Eran todos y cada uno de los mensajes que le había enviado a Adeline en su intento de rescatarla después de que se unió a S.H.I.E.L.D.

— ¿¡Cómo encontraron esto!?— exigió Violet azotando los documentos sobre la mesa de la sala

— Fueron interceptados por S.H.I.E.L.D poco después de ser enviados— explicó Tara extendiendole otra carpeta— Por una agente llamada María Hill y por Nick Fury

Ella negó. No, no era posible. María no hubiera sido capaz de interceptar meses y meses de mensajes. No cuando ella era completamente consciente de su intención de rescatar a Adeline.

No cuando María le había prometido que la ayudaría a rescatarla...

— Eso no es todo... esa misma agente fue la que descubrió que Adeline seguía con vida y la puso en ojos de S.H.I.E.L.D por todo su expediente— dijo ahora García— No sé como lo hizo, pero ella fue la que sacó de la red room todos los datos sobre Adeline... y lo hizo sin dejar ninguna especie de rastro. Es por eso que cuando tuviste los archivos de las viudas, nunca encontraste nada sobre ella

— No es cierto... me están mintiendo— negaba Violet sintiendo su corazón romperse— ¿Nat? Dime que no es cierto... dime que están mintiendo

Natasha no sabía que decir. Estaba igual de sorprendida y dolida que Violet.

Al no obtener ninguna respuesta por parte de su amiga, volteó a ver a Steve en espera de que él le desmintiera lo que la UAC acababa de decir, sin embargo, sólo pudo encontrarse con la mirada del rubio llena de lástima.

Era verdad.

Y no solo estaba el hecho de que María siempre supo que Adeline estaba viva, si no que además se encargó de interceptar todos los mensajes que Violet en algún momento había enviado...

Natasha le acercó la carpeta que Tara aún extendía y con pesar en el corazón comenzó a leerla.

El corazón de Violet quedó por completo roto al ver todas las pruebas que había frente a ella. ¿Cómo María había sido capaz de hacerle eso? ¿Cómo era posible que la persona en quien más confiaba hubiera hecho esto?

Había tanto dolor en su pecho que necesitó sentarse un momento para poder intentar asimilar todo antes de que se viniera abajo. Las lágrimas amenazaban por comenzar a rodar por sus mejillas, pero por alguna razón que Violet no entendía, estas permanecían acumulándose en sus ojos. Sentía un nudo en la garganta y demasiadas ganas de gritar hasta quedarse sin cuerdas vocales.

Ya estaba cansada de tanto llorar y de tanto sufrir. Tanto que en ese momento solo desaba arrancarse el corazón para dejar de sentir. Esto era demasiado, demasiado para ser procesado junto con el resto de las terribles cosas que estaban pasando en ese momento.

María le había mentido descaradamente durante años...

Su mejor amiga, la mujer en quien había confiado de manera ciega, había destrozado toda la confianza que había existido entre ambas durante todos estos años... esa confianza que ahora parecía que se había formado a partir de una mentira.

— ¿Violet?— preguntó Hotch preocupado por las reacciones que la rubia pudiera tener. Ciertamente nadie deseaba un nuevo temblor— ¿Necesitas otro momento a solas?

Violet ya no quería llorar. Ni siquiera sabía como era posible que pudiera hacerlo después de todos estos meses, meses en donde sentía que no había parado de llorar.

— Desde que abandoné la KGB y S.H.I.E.L.D me unió a sus filas... lo único que quise fue lograr que Adeline pudiera venir conmigo. Se que ella cree que la abandoné... y si, de alguna manera así fue, no quería hacerlo, pero creí que era la única oportunidad que tendríamos para huir y para estar protegidas... es por eso que intenté volver por ella— decía Violet con la voz cortada— Teníamos las claves para comunicarnos... trabajamos en ellas durante años para que solo nosotras pudiéramos entenderlas... y... y... es que no puedo ni siquiera puedo pronunciarlo

— Lo siento mucho, Violet. Te prometo que yo no sabía nada de esto. Sabes que si bien nunca tuve una relación con Adeline, hice lo que pude para ayudarte a traerla con nosotras... yo no sabía que María estaba interceptando los mensajes— le dijo Natasha sujetandola de las manos

— Violet, no quisiera agregar más dolor a todo lo que te está pasando, pero creo que Hill y Fury no sólo detuvieron tus mensajes para Adeline... 

Habló García haciendo que ambas viudas voltearan a verla.

— Ellos te escondieron los experimentos que la red room hizo con ella durante años— les decía García con un tono triste y mostrándole el contenido de su carpeta— Además... parece que ellos fueron los que hicieron que Adeline ingresara a la UAC...

Las noticias eran demasiado para Violet, quien comenzaba a sentir el coraje y odio recorrar su interior. Sabía que no podía perder el control, por lo que inhalo y exhalo de manera lenta en un intento de calmar todo lo que recorría su cuerpo.

Era toda una novata con respecto a sus nuevas habilidades, pero por lo que había logrado identificar, estas se activaban cuando la situación parecía sobrepasarla y dejaba que las emociones se desbordaran al punto que su pecho no podía soportar toda la presión.

— ¿Mi... mi mejor amiga sabía... que la hermana que llevaba años buscando... estaba viva?— preguntó Violet derramando algunas lágrimas involuntarias

Spencer la observó y su corazón volvió a romperse al notarla tan destruida.

Parecía que la vida tenía algo personal en contra de Violet, quien no parecía poder tener un día tranquilo.

La rubia había confiado tanto en S.H.I.E.L.D, o por lo menos en María y Fury, que el darse cuenta que ambos le habían mentido de una manera tan descarada... que gracias a que ellos guardaron silencio, Adeline había sufrido más que cualquier otra de las viudas.

— Violet... existe otra cosa que tienes que saber— habló Morgan haciendo que ella levantara la vista— La red room no solo experimentó con Adeline... ellos también lo hicieron contigo

— ¿Conmigo?— preguntó incredula— No... conmigo no hicieron experimentos... al menos ninguno fuera de los que le hacían al resto de las viudas

— Te prometemos que no estamos inventando nada. Todo está en las carpetas. Carpetas que hasta antes de los acontecimientos de Thanos, estuvieron en manos de Nick Fury y María Hill— suspiró Morgan temiendo por las reacciones que su compañera pudiera tener— De verdad lo lamento... pero parece ser que ellos te escondieron más que solo el paradero de Adeline

Violet cerró los ojos y contó hasta el diez en un intento de controlar las lágrimas y el coraje que estaba sintiendo, sin embargo, eso no parecía ser suficiente. Necesitaba hacer más para evitar que sus nuevas habilidades se desbordaran.

Con una tranquilidad que pareció ser inquietante para los que la observaban, Violet caminó hasta la cocina en donde logró ubicar a Krystal. Nadie logró escuchar lo que a rubia le había preguntado a la mujer, lo único que pudieron notar fue a la mayor señalar a un pasillo de la casa.

— Denme solo dos minutos, no me tardo— pidió Violet asomando la cabeza por uno de los muros— Pueden seguir sacando información, ya vuelvo

La viuda se alejó por el pasillo mientras todos en la sala la observaban llenos de confusión.

— ¿Deberíamos de segiurla?— preguntó Loki

— ¿A dónde va?— preguntó Steve 

Nadie pudo responder aquellas preguntas, ya que se escuchó un grito bastante intenso, seguido de un golpe tan fuerte que hizo vibrar ligeramente los muros. Nadie se lo pensó dos veces y corrieron hacia la habitación para ver qué había pasado.

Cuando entraron, la escena los dejó congelados por un segundo. Un saco de boxeo estaba en el suelo, completamente destrozado, con arena esparcida por todas partes. Parecía que alguien lo había arrancado de su soporte y lo había destrozado sin piedad. Y ahí estaba Violet, de pie junto a los restos, respirando con fuerza, como si acabara de salir de una pelea.

Sus manos parecían estar con algunos cortes y sangre, con los nudillos enrojecidos y maltratados. A pesar de eso, sus puños seguían apretados, temblando un poco, como si todavía le quedara energía para un último golpe. 

— Le dije a Krystal que pagaría por los daños, no se preocupen— decía Violet abriendo y cerrando la mano para intentar recuperar la movilidad— Bueno, ¿en qué nos quedamos?

Violet caminó en dirección a ellos con tranquilidad y luego se alejó en dirección a la sala

— ¿Rompió un saco de box con un golpe?— preguntó Morgan con asombro— ¿Cuanta fuerza tiene esa chica?

— ¿Tú por qué crees que no se rompió la mano cuando golpeó a Thor en el rostro?— le dijo Natasha como si lo que acababa de pasar fuera nada— No se soprendan, es parte del suero

— ¿Cuál suero?— preguntó Tara confundida

— Es una variación rusa del suero del supersoldado. Violet y yo fuimos inyectadas poco después de la ceremonia de graduación hecha por la red room— respondió Natasha como si aquello fuera algo sin importancia— Y antes de que lo pregunten, no, no sé si alguna otra viuda fue inyectada. Violet y yo fuimos elegidas por tener el indice más alto de misiones completas

— No sabía que los rusos habían creado una variación— dijo Aaron con sorpresa

— Rusia hizo tantas cosas— suspiró Natasha antes de seguir los pasos de Violet— Cosas que es mejor que nunca sepan

•••

Violet sentía que su cabeza reventaría por tanta información y que su corazón en cualquier momento se terminaría romper ante todos los secretos que estaba descubriendo.

Definitivamente no era un buen día, en realidad, estaba siendo uno de los peores.

¿Cómo era posible que María y Fury todo este tiempo supieran tantas cosas tan importantes y eligieran conservarlas en silencio?

Ambos, especialmente María sabían lo importante que sea Adeline para ella y aún así no hicieron nada que nl fuera en su beneficio.

Fue entonces cuando se dio cuenta que nuevamente había mentido para las personas equivocadas.

El drama del momento quedó en pausa cuando Loki se acercó a García con una tableta en la mano y el ceño fruncido.

— No lamento interrumpir el momento, pero hay un archivo sin título aquí que no puedo abrir —dijo, extendiéndole el dispositivo.

Natasha rodó los ojos al escucharlo, sin embargo, algo en sus palabras llamó su atención, por lo que se acercó con curiosidad. Según ella, toda la información relevante ya estaba desbloqueada.

—¿Qué archivo? —preguntó mientras revisaba la pantalla. Cuando vio la carpeta, su expresión se endureció— Esto no lo reconozco. No recuerdo haber bloqueado ninguna de las carpetas que les di.

—Dame un momento, ya lo reviso —dijo García, tomando la tableta

La carpeta parecía ser solo eso, pero al intentar abrirla, un mensaje de error bloqueó el acceso. Sus dedos comenzaron a trabajar mientras tecleaba comandos en la pantalla, explorando posibles rutas para acceder al contenido.

Primero intentó verificar permisos básicos, pero el sistema rechazó sus intentos.

—Bueno, esto no es un simple bloqueo de usuario. Esto es... complicado —murmuró para sí misma la rubia de lentes— Vaya que esto es raro... denme un momento

García se encargó de activar un protocolo de descifrado para el escaneó de la carpeta, pero lo único que logró fue encontrar una capa adicional de encriptación que usaba patrones inusuales.

—¿Puedes con esto? —preguntó Natasha, algo inquieta.

—Claro que puedo. Solo necesito... un poco más de tiempo.

Los comandos se volvieron más complejos. García abrió una terminal secundaria para probar diferentes rutas al mismo tiempo, pero los resultados seguían siendo infructuosos.

— Violet, ¿podrías ayudarme con esto?— preguntó García volteando a ver a la viuda

Violet, quien hasta ese momento aún se encontraba leyendo la carpeta que Tara le había entregado momentos atrás, volteó a ver a sus compañeras, dejó los papeles de lado y se acercó hasta ellas.

Al mirar los códigos en pantalla, algo dentro de ella se removió. Era como si esos patrones le resultaran familiares, pero no podía ubicar por qué. La sensación no le gustaba, así que optó por ignorarla.

—Está bien... creo saber que tienes que hacer—dijo, inclinándose sobre la pantalla e intentando ignorar esa sensación extraña que la recorría al leer los códigos— Sustituye estos valores por su equivalente hexadecimal. Ahora, cambia el orden según este patrón...

García siguió las instrucciones al pie de la letra, avanzando con rapidez. Violet continuaba dando indicaciones, como si la solución estuviera fluyendo sin que realmente pensara en ello.

—Ahora...— decía de manera pensativa sin despegar la mirada de la pantalla— Si, ya sé. Utiliza una tabla de decodificación de caracteres aquí... perfecto, ajusta la longitud del bloque.

Finalmente, lograron pasar las primeras capas de encriptación, pero el sistema presentó un nuevo desafío: un mensaje en pantalla que las detuvo.

"Toda viuda fuerte está hecha de..."

El silencio se hizo presente mientras todos miraban la pantalla, tratando de interpretar la frase.

—¿Qué se supone que significa eso? —preguntó Tara, rompiendo el momento.

Natasha y Violet se miraron, congeladas. Las palabras parecían activarlas de una manera automática, casi como si formaran parte de un reflejo condicionado. Sin pensarlo demasiado, respondieron al unísono, sus voces serias y bajas:

— Mármol...

La incomodidad en ambas era palpable, pero nadie dijo nada más. García simplemente introdujo la palabra en el sistema, y la pantalla de la tableta se apagó por un segundo antes de encenderse de nuevo, mostrando un video inesperado.

—Tiene que ser una broma— soltó Spencer, claramente frustrado.

Violet lo miró confundida.

—¿La conoces? —preguntó, con el ceño fruncido.

Spencer tragó saliva, sus ojos aún fijos en la pantalla.

—Ella es Cat Adams.

¡CHAN CHAN CHAAAAN!

¿Ustedes se esperaban esto?

Genuinamente creo que no existe capitulo en esta historia que no incluya drama, JAJAJA. Pero a mi me gusta, hace que todo sea más emocionante

30 comentarios para desbloquear el siguiente capítulo.

K. 🦋

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