024 || the elevator and the hug
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Chapter Twenty Four
El elevador y el abrazo
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VIOLET SE SENTÍA MENTALMENTE AGOTADA Y ni siquiera lograba encontrar la razón exacta de esto. Tenía algunas ligeras sospechas, pero nada en concreto. Sabía que la misión que se le había asignado sería agotadora de alguna manera, sin embargo las cosas iban bastante bien en ese aspecto. Había bloqueado el acceso de Penélope García a montañas de información con respecto a la batalla de Wakanda, incluso había dejado señuelos por toda la red para que a la analista se le dificultará el triple encontrar algo de información verídica.
No había recibido una llamada o mensaje por parte de Fitzgerald desde el día que sus amigos habían estado en el departamento y ella básicamente le había dicho que se fuera al infierno.
Entonces, ¿Qué tanto ocurría en la cabeza de Violet como para sentirse tan apagada y alejada de todo lo que la rodeaba?
Natasha había intentado hablar con ella para averiguar que tanto pasaba por su cabeza, aunque no obtuvo las respuestas esperadas. Violet se estaba cerrando nuevamente y ni siquiera entendía los motivos.
Aún era eficiente en su trabajo, pero se había vuelto como una especie de fantasma. Incluso en el último caso había preferido no ir al campo y quedarse como analista en compañía de García, con quien apenas compartió tres oraciones.
Algo estaba ocurriendo con Violet y eso todos lo notaron.
— Violet, ¿Te puedo ver en mi oficina?— preguntó Hotch acercándose a la rubia
— Si… claro. ¿Todo está en órden?— preguntó ahora ella con preocupación
— Solo… ven por favor
La rubia asintió, se levantó de su escritorio y caminó detrás de su jefe. Sentía las miradas sobre ella, pero eligió ignorarlas y continuar con su caminata mientras pensaba en que podía haber ocurrido para que Hotch quisiera verla a solas en su oficina.
Guardó la calma y entró a la oficina. En el escritorio había una fotografía de un niño sonriendo y abrazando a una mujer de cabello rubio. Violet pensó que ellos serían la familia de su jefe, por lo que sonrió de lado.
Detrás del escritorio había un librero en donde había varios libros y algunos otros portarretratos que mostraban las fotos del crecimiento del niño que había visto en el escritorio.
— Puedes tomar asiento— dijo Hotch cerrando la puerta detrás de sí— Violet, quiero hablar de tu desempeño en esta unidad y tu manera de actuar
— ¿Qué ocurre con mi desempeño?— preguntó la rubia confundida mientras tomaba asiento— ¿Hice algo mal?
— No, no, nada de eso. Si me permites decirlo, eres una de las mejores adiciones a la UAC, tu trabajo no solo como agente, si no también como analista técnica es excelente— halagó el agente Hotchner, haciendo que por primera vez en los últimos días Violet sonriera de manera sincera— Estoy muy contento con tu ingreso y tu desempeño, aún cuando al principio las cosas estuvieron algo tensas
— Si… entiendo que no estuvieran de acuerdo con mi transferencia o con la de la agente Romanoff. Pero como se lo dijimos desde un principio, lo único que queremos es ayudar a quienes sea posible— dijo Violet con tranquilidad— Y me alegra saber que está conforme con mi desempeño… lo que no entiendo es que si está feliz con eso… ¿Para qué pidió hablar conmigo en privado?
— Aunque no tengo problemas con tu rendimiento laboral, no pude evitar darme cuenta que parece que algo anda mal contigo— dijo Hotch con preocupación— Comprendo que seas una persona a la que le cueste confiar, pero en este equipo siempre nos cuidamos y nos preocupamos por nuestros bienestares…
Violet se quedó en silencio mientras pensaba en que podría decir. Sabía que ocultar su estado de ánimo no sería fácil, después de todo trabajaba junto a perfiladores y era claro que alguno en algún momento tendría dudas.
— Solo estoy algo dispersa por diferentes situaciones. No tiene nada de qué preocuparse, agente Hotchner— suspiró la rubia no del todo segura de sus palabras— Y le prometo que realmente estoy intentando que nada de eso afecte mi desempeño…
— Lo comprendo. En estos momentos todos estamos con muchas cosas en la cabeza, pero no por eso significa que tengamos que cargar solos con ellas— dijo Hotch de la misma manera que Violet, con tranquilidad— Somos un equipo y estamos para apoyarnos…
Violet sintió un nudo en la garganta al escuchar eso. El agente Hotchner se veía realmente preocupado por su bienestar aún cuando ni siquiera la conocía lo suficiente.
Y ella estaba ahí solo para traicionarlos de alguna manera…
— ¿Tu cambio de actitud tiene que ver con tu relación con Adeline o con lo que pasó noches atrás?— cuestionó Hotch, haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo de la rubia— ¿Ocurrió algo que quieras hablar? Te aseguro que lo que me digas no saldrá de esta oficina y no estarás metida en ningún problema. Solo quiero entender porqué comenzaste a apagarte…
Violet quería confiar y expresar todo lo que había en su cabeza, vaya que quería hacerlo. Después de todo había investigado bastante sobre Aaron Hotchner y sabía que era un hombre justo y leal. Que sabía defender a su equipo de cualquier problema… y ella podría ser un problema en caso de que se supiera su motivo real para pertenecer a la UAC.
— Supongo que la nostalgia me invadió después de lo que pasó en el bar… no tiene nada que ver con Adeline o mi relación con ella— mintió la rubia— No sé si escuchó esa parte… pero estaba en ese lugar para tratar de olvidar que ese día se iba a llevar a cabo mi boda…
— ¿Se separaron?
— Creo que hasta eso hubiera sido mejor, lo hubiera sabido manejar de una mejor manera— rio Violet con amargura— No… mi prometido fue una de las personas que desapareció hace unos meses…
— Lo lamento mucho
— Gracias— dijo Violet mirando al suelo— Supongo que después de eso las cosas se volvieron más complicadas para mi. El pasar ese día sin su compañía me afectó más de lo que esperaba…
Y aunque las palabras de Violet no eran del todo una mentira, ella sabía que su boda con Stephen no era la razón principal por la que se estaba sintiendo de esa manera.
— Perder a alguien a quien amas siempre es complicado y no existen las palabras correctas para sanar o para hacerte sentir mejor. Entiendo el dolor que estás atravesando. Perder a alguien tan cercano y amado es una experiencia devastadora. Aunque cada situación es única, quiero recordarte que el tiempo no borra el amor que compartieron, pero sí puede ayudar a sanar las heridas más profundas— le dijo Hotch a la rubia, haciéndola levantar la mirada— Si me permites darte un consejo, permítete sentir todas las emociones que surjan, sin juzgarte a ti misma…
Las palabras de Hotch hicieron sonreír a Violet, pero al mismo tiempo la hicieron sentirse demasiado culpable por estar entrometiendose en los intentos de aquel equipo de saber la verdad detrás de la desaparición de la mitad de la población.
Sin duda cada día odiaba más su misión y a Fitzgerald por amenazarla.
Y por supuesto que se odiaba a sí misma por ser tan cobarde.
— ¿Hay algo más de lo que necesites hablar?— preguntó Hotch después de unos segundos en silencio— Como te lo dije nada de lo que digas saldrá de esta oficina
— ¿Algo cómo qué?— preguntó Violet no muy segura de su respuesta
— Adeline
Violet sintió un nudo en la garganta. Claro que alguien iba a hacer preguntas en algún momento sobre su relación con Adeline, ese era un tema lleno de dudas desde que llegó al equipo, era natural que alguien preguntara y mucho más después de confesar la relación que había entre ambas.
Se debatió unos instantes en si debía de dar una respuesta.
Algo en ella le decía que debía confiar en Aaron Hotchner. Qué él no buscaba traicionarla o herirla de alguna manera… solo parecía buscar ayudarla a que se sintiera mejor
— Ella estuvo mucho tiempo molesta conmigo... bueno, nada me garantiza que ya no lo esté— confesó la rubia riendo amargamente ante el último comentario— Supongo que en parte es mi culpa, después de…
Pensó mejor sus palabras. Aunque estaba dispuesta a contar una parte de todo lo que pasaba por su cabeza, se negaba a contar las partes más privadas de su vida.
— Creí que hacía lo mejor para ella años atrás, pero parece ser que me equivoque… me equivoqué en grande— dijo soltando un suspiro— Quisiera recuperar el tiempo con ella. La perdí por años, ni siquiera esperaba que aún viviera …— confesó un poco tímida — Y se que para ella es complicado, pero hay muchas cosas sobre su enojo que quiero entender y que no me quiere contar…
Algunas lágrimas parecían estar queriendo brotar de los ojos de Violet, sin embargo se obligó a sí misma a no soltarlas. Llevaba meses llorando sin control y ya estaba harta de no poder detenerse.
— Estoy haciendo lo mejor que puedo para volver a tener la relación que teníamos antes de que la dejara en la Red Room…
Aaron Hotchner asintió, asimilando las palabras de la rubia, no se imaginó a las dos como hermanas, pero después de lo visto, supuso que tenía sentido. Eran mucho más parecidas en gustos de lo que cualquiera esperaría o de lo que a Adeline le podría gustar.
El hombre de traje suspiro pensando en lo que debía decir. Vaya que era un tema bastante complejo, pero se alegraba de que la rubia tuviera la suficiente confianza para contar algunas cosas.
— Adeline… — negó con la cabeza— En muchos aspectos aún es una niña… — le dijo a la rubia con un tono algo triste— La he visto a lo largo de los años, se que es una de las mejores personas que existe, empática, colaboradora, amable… — comenzó a enumerar sus cualidades. — Sin embargo sus defectos son mortales, es orgullosa y rencorosa…
— Si, vaya que lo es— dijo Violet con eso último— Soy igual, así que no la juzgo
— Según lo que he logrado perfilar y descifrar de ella, lo cual no ha sido muy fácil. — El hombre tomó aire buscando la forma de expresarse. — Le enseñaron a ser mortal, a ser decidida, a no dudar… — sonrió triste ante las palabras que venían. — Nunca le enseñaron a perdonar…
— Crecimos oyendo que el perdonar es de débiles y que nosotras no podíamos darnos el lujo de serlo, Aunque debo mencionar que pese a que Natasha, Adeline y yo crecimos juntas, de la misma manera y nos enseñaron en teoría las mismas cosas… cada una tiene sus propios traumas generados por la red room. — suspiró Violet mientras recordaba sus oscuros días en esas instalaciones— Y lo que me dijeron que le hicieron después de que me fui, después de que la deje…
La mujer cerró los ojos con dolor al notar como estos comenzaban a picar. Cada vez se hacía más complicado el guardarse las lágrimas.
— No puedo creer como se mantuvo vida después de todo lo que le hicieron… y me culpo por avanzar con mi vida sin ella. Me culpo por no haber hecho más para rescatarla… me culpo por haber aceptado el trato de Maria y Clint sin Adeline
Aaron sintió que se le revolvía el estómago, Adeline nunca hablaba de la red Room, nunca hablaba sobre lo que le habían hecho, cualquiera pensaría que era una persona totalmente normal, sin embargo, la mujer era mucho más letal de lo que mostraba y también estaba mucho más dañada de lo que aparentaba…
— Pasé años protegiéndola. Tomando todas esas misiones que sabía destrozarían su humanidad, recibiendo los castigos para que dejaran de hacerla sufrir, sanando sus heridas… y aún así nada tuvo importancia porque la dejé— decía la rubia sintiendo como su voz se comenzaba a quebrar— A Natasha y a mi nos dieron la oportunidad de ser libres, la tomamos… y aunque siempre busqué la manera de salvar también a Adeline, nada dio resultado. La abandoné y la destrozaron por eso… como una forma de castigarme por traicionarlos
— Adeline ya era una adulta… — intento hacerla sentir mejor. — No tuvo que pasar por lo que pasó, pero lo hizo y eso no fue tu culpa. — le dijo con una expresión de tristeza recordando a su ex esposa. — Solo quienes le hicieron daño son los responsables y no podemos asumir las culpas de los verdaderos villanos…
— Adeline siempre será mi hermanita menor— dijo Violet por primera vez levantando la mirada— Es mi familia… aunque ella me desprecie
Aaron se quedó en silencio.
Violet no sabía qué más decir. Estaba cansada de sentirse tan mal y de no poder tener un momento de paz… como el que había tenido en compañía de Spencer cuando estaban en el bar.
Y aunque creía que parte de su calma tenía que ver con el hecho de que estaba alcoholizada, no podía dejar de pensar en que parte de sus malestares emocionales tenían relación con el hecho de que Spencer Reid se había distanciado de ella.
Negó intentando no pensar en eso.
Fuera por causa de Adeline, por Spencer, por su misión o incluso por Stephen o María, se sentía agotada y sentía que en cualquier momento iba a explotar.
•••
La hora de salir por fin había llegado. Violet se despidió de sus compañeros con una ligera sonrisa y le avisó a Natasha que llegaría a su departamento un poco más tarde de lo usual.
Spencer se sintió intrigado al escuchar eso, pero prefirió fingir que no había escuchado nada y continuar guardando sus cosas para ya irse.
La rubia caminó hasta el ascensor y presionó el botón esperando a que este llegara. Sacó su celular para perder el tiempo mientras esperaba, además de aprovechar para revisar si había recibido algún mensaje.
Steve: “Ya estoy en el estacionamiento. ¿Tardas mucho?
Me: “No, estoy esperando el ascensor. ¿Encontraste mi auto? Para que me esperes junto a él”
Steve: “Si, aquí estoy. Te espero”
Violet había decidido que necesitaba hablar con alguien que la conociera un poco más. Quería hacerlo con Natasha, pero la notaba muy ocupada en otras cosas. Wong estaba también bastante ocupado con eso de ser el nuevo hechicero supremo. Clint estaba desaparecido. Tony estaba cuidando de Pepper, quien ahora sabía que estaba embarazada…
Una noticia que le logró dar un poco de alegría en todo ese mar de emociones negativas por el que estaba pasando.
Y entonces estaba Steve. El capitán había estado al pendiente de todo lo que ambas viudas pudieran llegar a necesitar, eso incluía las salidas nocturnas para simplemente hablar, por lo que Violet se había tomado el atrevimiento de pedirle reunirse para poder obtener un punto de vista diferente.
— ¿Vas a subir?— preguntó la voz de Spencer haciéndola reaccionar
— Si… si, gracias— asintió la rubia dando unos pasos para entrar al ascensor
Ambos subieron al ascensor. Violet esperó en caso de que alguien más subiera, pero nadie se acercó, por lo que las puertas se cerraron, dejando a ambos envueltos en un silencio un tanto incómodo.
Era la primera vez que Violet y Spencer sentían ese silencio incómodo entre ellos, desde que se conocieron parecía que todo fluía bastante bien entre ellos, al punto de que no importaba si se quedaban callados, nada se sentía incómodo… o al menos hasta ahora.
Violet sentía que algo había cambiado entre ellos, pero no sabía que.
Según lo que había hablado con Spencer días atrás todo estaba bien entre ellos, pero los silencios incómodos y que con trabajos se saludaran en las mañanas era un claro indicativo de que definitivamente algo andaba mal.
— Spencer…
— Dime…
Violet abrió la boca dispuesta a decir algo, sin embargo, no sabía qué decir, sus miedos volvieron a la luz, ¿Había hecho algo mal? No sabía cómo preguntar adecuadamente, sentía que hiciera lo que hiciera iba a terminar arruinando lo que tenía con Spencer.
— Olvídalo— negó la rubia suspirando
Se odio por ser nuevamente una cobarde.
Estaba perdiendo a la persona con quien mejor había encajado en la UAC y no parecía tener el valor de arreglar las cosas por miedo a saber qué fue lo que hizo o dijo para generar esta distancia.
— ¿Estás bien? — preguntó el hombre y ella intentó sonreír, pero en vez de una sonrisa le salió una mueca. — Violet puedes hablar conmigo si así lo deseas…
— Yo solo… — su voz se cortó un poco… — Estoy muy cansada… no he dormido bien en los últimos días. No te preocupes
— ¿Segura?
Violet quiso decir que no, que no estaba nada bien, pero tuvo que tragarse sus palabras y asentir.
La rubia abrió la boca para asentir, sin embargo un sollozo de lo más profundo de su garganta llenó el ascensor, Spencer vio sorprendido a la mujer y se acercó a ella rápidamente abrazándola.
La mujer aunque al principio se extrañó por el gesto y quiso alejarse al momento, decidió mantenerse pegada a él cuando el castaño apretó el agarre contra ella, haciendo que el abrazo se intensificara.
Fue así que decidió desahogarse en el pecho del hombre dejándose consolar por él, el cansancio le había ganado. Llevaba desde su conversación con Aaron Hotchner luchando por no soltarse a llorar, y lo había logrado, al menos hasta que sintió el tacto de Spencer… eso la hizo volver a quebrarse.
— Estoy cansada. Estoy harta. Ya no quiero llorar, me revienta la cabeza cada que lo hago— dijo Violet pegada al pecho de Spencer— Y llevo desde que perdí a Stephen llorando sin parar. Estoy cansada de ser débil. Estoy cansada de las pesadillas. Estoy cansada de que aunque volví a encontrar a mi hermana, no la pude recuperar. Estoy fastidiada de que me den órdenes. Ya no me quiero sentir así, ya no quiero sentir nada…
— Violet… tú no eres débil, y es normal que llores la pérdida de tu prometido. Lo amabas… o bueno, lo amas— dijo Spencer con un tono un poco más bajo— Lo de Adeline… no sabría que decir, hasta hace unos días descubrí que son hermanas y honestamente aún no acabo de procesarlo. Supongo que debes darle un poco de espacio para que pueda tomar una decisión con respecto a si pueden retomar su hermandad… dale tiempo
Y como si esa última palabra fuera una especie de detonante para Violet, la chica comenzó a temblar del coraje que sentía, sus ojos se cerraron con fuerza y de su garganta parecía que estaba por salir un grito que desgarraría su garganta.
— Tiempo, tiempo, tiempo. ¡Estoy harta del tiempo!— gritó Violet desesperada— ¡Nada de esto hubiera pasado si no fuera por eso!
Las luces del ascensor comenzaron a parpadear y este comenzó a sacudirse, pero Violet ni se inmutó. Se concentró en seguir llorando con intensidad.
Spencer comenzó a preocuparse ya que en un momento el elevador se detuvo. Estaban atascados.
— Violet…— intentó llamar la atención el castaño
— ¡Ya no quiero saber nada del tiempo! El tiempo no está curando mis heridas, solo las está haciendo más grandes— seguía diciendo mientras sentía la ira recorrer su cuerpo— ¡El tiempo solo se encargó de darme todo lo que siempre quise para después arrebatarmelo sin piedad alguna! ¡Por culpa del tiempo perdí a Stephen!
El ascensor continuó sacudiéndose, solo que ahora de manera un poco más violenta, lo que hizo que la preocupación de Spencer aumentará.
— ¡Violet, escúchame, está temblando!— exclamó Spencer al sentir como todo a su alrededor comenzó a moverse con intensidad
Al escuchar eso, Violet reaccionó. Se separó de Spencer y vio como las luces del ascensor se apagaron por completo mientras el castaño presionaba el botón de emergencia.
El cristal de la lámpara que se supone debía alumbrar el pequeño espacio se tronó.
Y fue entonces, que al estar sumida en la oscuridad y de alguna manera a la deriva, Violet recordó el sentimiento de estar atrapada. Recordó las noches en la nave en el espacio… todo completamente oscuro y sin saber si podría ser rescatada.
Justo como en ese momento.
Como si su cuerpo volviera a estar a la deriva en el espacio, Violet comenzó a sentir que todo a su alrededor se hacía más pequeño. Volvió a sentir la soledad de una manera que jamás había sentido. Sintió como si el aire en sus pulmones se comenzará a volver escaso.
— Intenta respirar conmigo. Ve a mi ritmo— le dijo Spencer tomando las manos de la rubia al escuchar como esta comenzaba a hiperventilar— ¿Eres claustrofóbica?
— No… no… no lo sé— negó mientras intentaba ir al ritmo de Spencer— Nu… nunca antes… me… había… pa… pasado esto
— Todo va a estar bien. Estoy aquí contigo, no te preocupes— dijo Spencer sacando su celular para encender el flash de este y poder ver a su acompañante— Cuéntame, ¿Te gusta el cine? ¿Algún género en especial?
— ¿Qué?— preguntó Violet sin entender
— A mi me gusta Stark Trek y Star Wars. Ciencia ficción más que nada, aunque he visto algunas películas de terror junto a Morgan— contaba Spencer tratando de distraer a Violet— ¿A ti te gustan de ese género o prefieres otro?
— Me gusta el… cine… de… de… terror— contaba Violet aún batallando para calmar su respiración— Algunos slashers… de hecho… lo primero que vi… cuando obtuve mi libertad… fue una película llamada… llamada Scream. Me… me la reco… recomendó María
La intensidad del temblor comenzó a disminuir y las luces de emergencia comenzaron a parpadear, señal de que estaban por encenderse, por lo que Spencer esperaba que no tardaran en sacarlos de ahí.
— Cuéntame de la película. ¿Te gustó?— preguntó Spencer haciendo que los pensamientos de Violet fueran a un lugar más tranquilo— Nunca la he visto
— Si… es mi saga de películas… favoritas— respondió ella con más calma— Aunque también… me gusta Harry Potter y los clásicos de… Disney. Algo... que no es... esperarías que me... guste
Spencer sonrió al darse cuenta que Violet ya comenzaba a respirar con mayor calma y que la intensidad del temblor comenzó a disminuir.
— Si te gustan las princesas, podrías ser Rapunzel o Aurora. Ya sabes, por el cabello— dijo Spencer sin dejar de sonreír— Aunque tal vez seas más Aurora. Con eso de que te duermes en cualquier lugar y en cualquier momento
— ¡Oye!— se quejó Violet, pero ahora riendo ligeramente— No juzgues mis grandiosas habilidades para dormir en donde sea y cuando sea. Son bastante útiles
— Violet, te dormiste en la silla de la estación mientras Hotch y los demás daban un perfil— rio Spencer mientras recordaba el día que encontró a la rubia durmiendo sentada en una silla de la comisaría de Texas— Hasta lentes oscuros usabas para que nadie se diera cuenta
— Es que tenía mucho sueño. Ya te dije que no me juzgues— se intentó defender la rubia entre risas— Esa noche no dormí lo suficiente
— Menos mal que quien te vio fui yo y no alguien más
Violet sintió una extraña calidez en el pecho al reír de esa manera junto a Spencer.
No comprendía cómo en tan poco tiempo había pasado por tantas emociones, concluyendo en una que la hizo volver a sentirse en calma. De nuevo se estaba sintiendo tranquila.
— Violet…— dijo Spencer sin parar de ver los ojos de la chica frente a él
— ¿Si?— preguntó ella imitando las acciones de su acompañante
Nunca había estado tan cerca de él, por lo que el estar observando sus ojos a tan corta distancia era como si estuviera descubriendo un mundo nuevo. Eran de color avellana, pero Violet estaba segura de que si los veía contra el sol se tornarian en una tonalidad miel.
Fue cuando aceptó que le gustaría demasiado poder comprobar su teoría.
Era un gran momento. Solo ellos dos.
No había nada más cerca. Sin drama, sin presidentes idiotas que le daban órdenes a Violet. Sin ignotos amenazandolos con armas. Solo eran Violet y Spencer perdiéndose en la mirada del otro.
Había algo en la manera en la que Spencer la miraba, algo que hacía que todo en Violet se estremeciera. Ella no lo comprendía, sólo sabía que ser el centro de atención de las miradas del doctor Reid la hacía sentirse un tanto nerviosa. Pero le gustaba
— ¿Hay alguien aquí?— se escuchó por fuera del ascensor, haciendo que los nervios ganaran en Violet, por lo que dio un paso atrás, pero sin soltar las manos del castaño— ¿Están bien?
— ¿Ese es…?
— Es Steve, me había dicho que ya había llegado, ¡Steve!— exclamó Violet levantando la voz— ¡Estamos aquí!
— Violet. Dame un momento, te voy a sacar de ahí— dijo el capitán
Spencer hizo una mueca de desagrado al escuchar eso. Claro que se alegraba de que los fueran a rescatar, pero vaya que había detestado que volvieran a interrumpir un momento tan íntimo. SU momento junto a Violet.
Pensó en cómo tal vez ese pudo haber sido el momento para mencionarle el tema del beso de algunas noches atrás o incluso de dar un paso que ahora estaba seguro que ella recordaría. Sin embargo ahora ese momento se había perdido.
La rubia por su parte volvió a sonreír en cuanto vio como las puertas del ascensor parecían abrirse de manera lenta. Steve estaba intentando sacarlos de ahí abriendo por fuera.
La rubia vio como las puertas se comenzaron a abrir, por lo que al ver el espacio suficiente soltó las manos de Spencer y ayudó a Steve a jalar con fuerza para hacer el espacio más grande para que ambos pudieran salir.
Spencer quedó sorprendido al ver como Violet jalaba con fuerza la puerta y esta comenzaba a ceder. Sabía que la rubia era una mujer fuerte, pero no conocía los alcances de su fuerza, por lo que aquella escena estaba resultando más que impresionante.
— ¿Están bien?— preguntó Steve Rogers al verlos— ¿No les ocurrió nada?
— Estamos bien, estamos bien— asintió Violet una vez que las puertas quedaron abiertas en su totalidad— ¿Qué fue lo que pasó?
— Comenzó a temblar. Momentos antes vi que el elevador estaba llegando y creí que eras tú, me iba a acercar y todo comenzó a moverse— explicaba Steve ayudando a Violet a salir— Tuve que resguardarme porque el movimiento comenzó a intensificarse… para cuando todo se calmó ayudé a un par de personas que parecían estar teniendo una crisis, incluso a alguien que salió herido porque le cayó algo encima…
— Maldición. Se sintió demasiado fuerte— dijo Violet saliendo por fin del pequeño espacio— Gracias por ayudarnos a salir.
Violet no era el ser más afectivo del mundo y eso era algo que Spencer ya había notado, por lo que vaya que se extrañó cuando vio a Violet abrazar a Steve Rogers como agradecimiento por ayudarlos a salir de esa situación.
— No fue nada. ¿Seguros que están bien?— preguntó Steve viendo ahora a Spencer— ¿No están heridos?
— Yo estoy bien. Gracias— asintió Spencer forzando una sonrisa— Ahora solo quiero saber como se encuentran los demás
— Hablé con Natasha antes de que la señal se perdiera. Me dijo que seguía en la oficina y que al parecer solo se rompieron algunos cristales y algunas personas sufrieron algunas crisis, pero fuera de eso todos están bien— habló Steve
— Gracias… pero creo que preferiría ir a verlos con mis propios ojos. Se que García algunas veces puede ponerse muy nerviosa— dijo Spencer
— ¿Sabes si Adeline seguía en el edificio?— le preguntó Violet al castaño y rompiendo el abrazo con Steve— No la he visto en un rato…
— Tampoco la he visto desde que terminó con sus casos pendientes y eso fue poco después de la comida— pensó Spencer— Iré arriba y le preguntaré a los demás si la vieron
— ¿Te importa si te acompañamos? Quiero ver como está Natasha y asumo que tu quieres buscar a tu hermana— le dijo Steve a Spencer, pero viendo a Violet— Vamos por las escaleras. Los elevadores seguramente ya no están en servicio y las posibilidades de una réplica son altas…
— No tengo los pulmones para subir tantos pisos, pero vamos— accedió Violet tomando aire— Mi condición no da para tanto
— Pero… te acabo de ver abrir las puertas de un elevador. Entrenas según yo todos los días junto a Natasha— dijo Spencer confundido mientras comenzaban a caminar— Y un día me contaste que caminas como mínimo un kilómetro al día. ¿Cómo no vas a tener la condición?
— Soy fumadora— contestó ella— Y el peor enemigo de un fumador son las escaleras
— Creí que sería el cáncer que te va a dar si sigues fumando— le dijo Steve en modo de regaño— Creí que ya lo habías dejado, lo prometiste…
— Y yo creí que viviría feliz por siempre con el hombre de mi vida, cosa que evidentemente no ocurrió— dijo Violet levantando los hombros y dejando a sus acompañantes en silencio— No todo se puede en esta vida. Es un milagro que siga viva después de todo lo que pasó, me merezco unos cigarrillos de recompensa
— ¿Volvimos a los comentarios sarcásticos para manejar tu dolor?— preguntó Steve levantando la ceja— Ya te dije…
— Que no es la manera correcta de sobrellevar mis tragedias. Lo sé— asintió Violet— Pero si no me rio de ellas, acabo llorando y ya no quiero eso. Déjame llevar las cosas a mi manera
•••
Después de lo que para Violet pareció una eternidad, los tres por fin pudieron volver a las oficinas de la UAC, en donde pudieron ver como la gran puerta principal de cristal se encontraba hecha pedazos, además de que algunas lámparas, tazas, algunos de los marcos de fotos que mostraban a los agentes caídos e incluso computadoras se encontraban ya en el suelo.
— ¿Qué haces aquí? Te creí en un colapso emocional en tu auto. Con lo mucho que temes a los temblores— le dijo Natasha a su amiga al verla— ¿Y por qué parece que vas a escupir los pulmones por la boca?
— ¿Le tienes miedo a los temblores?— le preguntó Spencer a Violet
— Si, soy… una… una antigua viuda que… le teme a los… los desastres naturales, no me juzgues— respondió Violet rodando los ojos— Natasha le… temía los títeres
— ¡Violet!— regañó la otra viuda
— Quiso subir para asegurarse que estuvieran todos bien, pero el ascensor no funciona y subimos las escaleras— le contestó Steve a Natasha al notar que Violet aún parecía luchar por respirar correctamente y que se estaba riendo de las reacciones de su amiga
— Pero son demasiados pisos y Violet es fumadora— rio Natasha al ver a su amiga— Con trabajos sube las escaleras del edificio donde vivimos
— Fue… lo… que les… dije— intentó decir la rubia— Me van a doler… las piernas… después de esto
— Me sorprende que tenga la capacidad de caminar tanto y de entrenar contigo todos los días, pero le cuesta tanto subir escaleras. No tiene sentido— dijo Spencer sirviendo algo de agua para la rubia— Algún día responderé esa duda, pero mientras, ¿Sabes dónde están los demás?
— Aaron está esperando al servicio médico para García…
— ¿Está bien? ¿Qué le pasó?— preguntó Spencer con preocupación
— Se torció el tobillo intentando evacuar con velocidad, ya sabes, los tacones— contestó Natasha tratando de calmar al castaño— Ven, te llevaré con ella. Está con los demás
— Yo puedo… curarla. Gracias Spencer— se ofreció Violet y agradeciendo el agua que su compañero le había dado— Por las chanclas de Moisés, hice el ejercicio de la semana subiendo esas escaleras
— ¿Segura que estás bien?— preguntó Steve
— Si, no te apures. Ya estoy bien— dijo Violet enderezandose— Les decía, yo puedo atender a García. Asumiré que tienen un botiquín y yo cargo algunas cosas en mi bolso que pueden servir. Vamos
Natasha guío a los tres a la oficina en donde el equipo se encontraba esperando a los servicios médicos.
Violet buscó con la mirada a Adeline, pero no la encontró.
— Ya volví. Hace mucho que no los veía, ¿Cómo están?— dijo Violet con algo de sarcasmo y acercándose a García— Natasha me dijo que te lastimaste y necesitas atención médica.
— Si pero estoy esperando a los servicios médicos, no hace… auch, Morgan, me duele— se quejó la rubia de lentes ante el tacto de su amigo
— Fui parte del servicio médico. Te recuerdo que antes de llegar aquí era enfermera, así que puedo curarte o al menos evaluar para saber si necesitas ir a un hospital o solo descansar— respondió Violet aceptando el botiquín que Natasha le estaba ofreciendo— Se que probablemente no confíes del todo en mí, pero no voy a hacerte nada. Soy buena en lo que hago
— Además los servicios médicos pueden tardar en caso de que estén atendiendo a otras personas— agregó Natasha— Necesitas que te atiendan pronto si te está doliendo mucho
— Nena, necesitas la atención. Puedes tener el tobillo roto, deja que Violet te revise— le dijo Morgan a su amiga— Piensa que si nos tardamos más en atenderte, más tiempo te va a doler o puede empeorar
— O si no quieres no te puedo obligar y puedes esperar. ¿Alguien más necesita alguna curación o algo?— preguntó Violet viendo al equipo— ¿Están todos bien?
— Estamos bien— dijeron Hotch y Morgan al mismo tiempo
— Yo me corté un poco con uno de los cristales que se rompieron de la puerta principal. ¿Crees que me puedas ayudar?— pidió Tara mientras presionaba su brazo con un pañuelo para no manchar nada— Desconozco que tan profunda sea, pero sangró mucho y me está doliendo
— Si, claro. Toma asiento y yo te reviso. ¿Sigue sangrando o ya solo es la herida?
— Creo que ya dejó de sangrar. O no lo sé, me puse el pañuelo y no he visto— contestó Tara sentándose en una silla— Pero como te dije, me está doliendo mucho
Violet se arrodilló junto a Tara, cuya respiración agitada reflejaba un poco de nervios. Con manos expertas, Violet examinó la herida en el brazo de Tara, donde el cristal de la puerta se había incrustado.
— Tara, vas a estar bien. Voy a cuidarte— murmuró Violet con voz tranquilizadora, mientras preparaba los suministros necesarios para limpiar la herida— ¿Eres alérgica a algún medicamento?
— Ninguno— negó la morena
Spencer observaba desde la distancia, su corazón latía con fuerza al ver la dedicación de Violet. Se preguntaba cómo alguien podía irradiar tanta calma en medio del caos.
Aunque no lo admitiría en voz alta, se dio cuenta de que sus sentimientos por ella eran realmente intensos. Pero por ahora, solo podía admirarla en silencio.
Violet trabajó con cuidado, extrayendo un pequeño cristal que aún permanecía en la herida, todo con destreza y limpiando la herida con suavidad.
Cada gesto era preciso, cada palabra era reconfortante. A medida que Tara se calmaba, Spencer admiraba a Violet aún más, reconociendo en ella una fortaleza y bondad que lo atraían cada vez más.
Con meticulosidad, Violet aplicó un desinfectante suave en la herida de Tara, evitando causarle más dolor. La morena apretó los dientes, pero Violet pudo ver en sus ojos una mezcla de gratitud y confianza.
— Estás haciendo un gran trabajo, Violet— murmuró Tara, con la voz entrecortada por el dolor— Gracias
Violet le sonrió con ternura mientras comenzaba a envolver el brazo de Tara con vendajes estériles.
— Vas a sanar pronto. Solo tienes que descansar y dejar que tu cuerpo haga su trabajo. No fue una herida tan profunda, así que estarás bien— sonrió Violet— Tampoco vas a necesitar puntos
Spencer observaba en silencio, maravillado por la habilidad de Violet para cuidar a los demás. Se preguntaba cómo alguien podía ser tan compasivo y decidido al mismo tiempo.
Mientras tanto, Violet mantuvo su enfoque en Tara, asegurándose de que cada paso del proceso de curación se llevará a cabo con precisión y delicadeza. Su experiencia como enfermera la guiaba en cada movimiento, pero era su empatía y su cuidado lo que realmente hacía la diferencia.
— Listo. Ya está— dijo Violet poniéndose de pie
— Gracias por el apoyo— agradeció Hotch
— No es nada— sonrió Violet— Si les soy honesta, extrañaba esto. Curar a las personas…
— ¿No has pensado en volver a ser enfermera?— preguntó Morgan
— Si, varias veces— asintió la rubia mientras tiraba en un bote las gasas con sangre— Aunque también me gusta estar aquí. Es otra manera de ayudar a las personas, que es de alguna manera lo que siempre he querido… En fin, no hablemos de eso. García, ¿Quieres que te atienda o esperarás a alguien más?
— Supongo que podría dejar que me atiendas. Gracias— aceptó la analista con una ligera sonrisa
— Te prometo que seré muy cuidadosa— dijo Violet antes de agacharse nuevamente para revisar el pie de su compañera
— Violet es una gran enfermera. Estás en buenas manos— dijo Steve recargándose en el marco de la puerta
•••
Después de lo que fue casi hora y media de Violet ayudando a atender a los agentes que sufrieron heridas o crisis emocionales, la rubia decidió marcharse en compañía de Steve.
No iba a decir que le alegraba lo que había ocurrido, pero vaya que su humor había mejorado después de estar apoyando a los servicios médicos.
Por un momento recordó la alegría que sintió cuando fue admitida como enfermera en el hospital. La felicidad que le causaba el ayudar a quienes lo necesitaban de esa manera. La gratitud en la mirada de sus pacientes…
Extrañaba eso.
— Tienes un don como enfermera— le dijo Steve mientras se subía al asiento del copiloto— Eres muy buena
— Gracias— sonrió Violet subiendo al auto— Me gustaba ser enfermera. De hecho creo que la etapa más feliz en mi vida fue cuando ingresé al hospital… la vida era buena…
— ¿Y qué haces aquí entonces?— cuestionó Steve— Entiendo que temporalmente te alejaste cuando pasó todo lo de Thanos, pero ahora que estás continuando con tu vida… ¿Qué haces aquí?
— Eso, querido amigo, es una historia demasiado larga— suspiró Violet encendiendo el motor del auto— Y prefiero contarla en un lugar más privado. Aquí corro el riesgo de ser escuchada por alguien y si eso ocurriera, tendría que asesinarlo
Steve la miró con severidad ante el último comentario.
— ¡Es broma!— exclamó ella— O bueno... más o menos
— ¿Me tengo que preocupar?— preguntó Steve
— Tal vez… pero no te adelantes. Te lo contaré en un rato más— dijo Violet— Y antes de que lo haga, tienes que prometerme que no te vas a involucrar. Esto es un asunto mío y yo lo tengo que arreglar
— No puedo prometerte eso… somos amigos. Tú me apoyaste aún cuando ni tan cercanos éramos... te lo dije, siempre estaré en deuda contigo
— Y porque somos amigos, es que no te quiero involucrar en esto. Si te lo voy a contar es porque siento que voy a explotar por tantas emociones… y necesito hablarlo con alguien— pidió Violet con una mirada suplicante— Además, Natasha no sabe que te estoy por confesar esto
Steve la miró con confusión. No entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando, pero conocía lo suficiente a Violet para saber que no le diría ni una sola palabra si es que no prometía no acatar sus peticiones.
No quería hacerlo. Si su amiga estaba en peligro quería ayudarla en todo lo que le fuera posible. No quería que algo malo le ocurriera, menos cuando era de las pocas personas que le quedaban después de Thanos.
— Haré el mayor de mis intentos. Lo prometo— accedió Steve— Pero si tu vida está en riesgo, me niego a no intervenir
— Eso me sirve— asintió Violet— Ahora por favor dime que tienes un respaldo de todo lo que tienes en tu celular
— Si…
— Increíble. Prestamelo— pidió Violet extendiendo su mano para recibir el dispositivo— Y perdoname por esto, pero no me puedo arriesgar
Violet arrojó el celular por la ventana, arrancó el auto y pasó por encima del aparato, dejándolo por completo inservible.
— ¡Oye!— se quejó Steve
— No me puedo arriesgar a ser escuchada por nadie más. Te prometo que te compraré otro celular en cuanto termine de contarte todo— dijo Violet conduciendo fuera del estacionamiento— Lo siento, es por seguridad. Cuando te cuente todo lo entenderás
Y con eso, Steve se sintió el doble de confundido.
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¡Es mi cumpleaños! <33
¿Alguien me puede decir como es posible que un ser tan inestable emocionalmente y distraído llegó viva a los 23 años? jsjsjs. Según yo apenas fue ayer que estaba cumpliendo los 15.
Estoy muy feliz de poder compartir un año más de mi vida con todxs ustedes, mis lectorxs que llevan tanto tiempo haciendome sentir más afortunada.
Gracias por ser parte de mi vida un año más.
K. 🦋
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