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A LA EDAD DE sus 5 años, Mirana perdió a sus padres en un accidente automovilístico solo sobreviviendo ella.

La familia de su padre había cortado toda relación al casarse con la que sería su esposa, misma que solo tenía de familia a su abuela.

Pero Mirana no pudo ser cuidada por ella, así que la trabajadora social ayudo que la pequeña fuera adoptada por una familia de Estados Unidos.

—¡Despierta! —El grito en su oído hizo que la latina se levantara de golpe para ver a su amigo, Jace.

—A la próxima que me despiertes así, juro que no la cuentas.

El rubio le sonrió—. Dormiste por una eternidad.

—Sí, ajá —dijo para empujarlo levemente.

—Ya pasaron dos días desde que el peli teñido se unió a nosotros. —La latina lo miro esperando a que se refería—. ¿Confías en él?

—¿Por qué lo dices?

Pero antes de que el rubio respondiera, llego Chishiya con algunas provisiones.

—Encontré estas cosas —señaló la bolsa que traía—. ¿Pasa algo?—preguntó al ver las caras de Jace y de Mirana.

La pelinegra negó—. No, gracias por las cosas.

Chishiya asintió para entregarle la bolsa.

—Bueno, será mejor encontrar otro sitio en donde quedarnos —habló Jace para ir hacia la carpa.

Lo que los dos compañeros no sabían, era que aquel peli teñido los había escuchado estando escondido, pero antes de que la latina pudiera responder decidió interrumpir, tal vez queriendo en el fondo de su corazón no querer escuchar una respuesta negativa por parte de ella.

El poco tiempo que se quedó con ellos, pudo notar que el rubio se le pegaba como chicle a Mirana, por lo que ella a veces se quejaba. No sabia con exactitud si le agradaba el rubio o no, pero sabía que en poco tiempo se tendrían que separar.

—El día de hoy esta algo pesado —le sonrió la latina—. Así que no le hagas caso si sucede algo.

—Lo haré —contestó.

—¿Escuchaste, verdad? —preguntó Mirana sin esperar una repuesta por parte de el—. A Jace le cuesta confiar un poco en las personas, detalle que comparten.

El peli teñido alzo la ceja.

—Tal vez no nos conozcamos por mucho tiempo, pero yo si confío en ti, cosa que también se me dificulta.

La peli negra se levantó dispuesta a ordenar las cosas para empacar.

—Y yo en ti, latina.—Fue lo que escuchó haciéndola sonreír.

—¿Seguros de que quieren jugar? —les cuestionó Mirana a ambos chicos.

—Si, los dos estamos de acuerdo, hasta podríamos conocernos mejor y podamos ser mejores amigos —declaró Jace tratando de molestar a Chishiya.

—Si como no —le siguió el juego.

La latina solo los miro seria—. Bien...Buena suerte a ambos.

—No pasará nada malo. —Jace la abrazó reconfortando a su amiga—. Además, somos como inmortales.

—Tonto —le codeó la peli negra.

—¿Y para mí no hay un abrazo? —le preguntó Chishiya a Mirana.

Lo que esperaba el peli teñido era que la latina lo insultara o lo golpeara como respuesta, pero fue todo lo contrario.

Un pequeño abrazo se formó entre ambos.

—Ya, ya —se quejó Jace para separarlos—. Mucho cariño.

—Vete a la mierda —le insultó Mirana mostrándole el dedo medio.

—También te quiero —se despidió para caminar junto con Chishiya.

—¡Buena suerte!

Les gritó la pelinegra viéndolos caminar.

Desde que Jace conoció a Mirana, podría decirse que tenia un enamoramiento hacia ella. Era inteligente, audaz y atractiva. Aunque lo último no le importaba, sino como la latina lo hizo sentir de una manera única.

Lo malo, es que ella solo lo veía casi como un hermano y desde la llegada del peli teñido, la sentía más distante.

—¿Por qué ella?

Fue lo que le preguntó Jace a Chishiya mientras iban hacia el juego del rey de diamantes.

—¿Lo primero que quieres hablar es de eso? —le preguntó Chishiya.

—Vamos, ¿de que más podríamos hablar?

—Mirana dijo que teníamos cosas en común.

Jace empezó a reírse—. ¿En serio?...dime una.

—Que nos cuesta confiar en las personas.

—Bueno, tal vez en eso, pero era muy obvio.

—Bien...¿a qué quieres llegar? —dijo Chishiya algo cansado de como estaba yendo la conversación.

—A lo que quiero llegar es que de todas las chicas que hay en este mundo, ¿tuviste qué fijarte en ella?

—¿Por qué no en ella?

Chishiya quería ver la reacción del rubio.

—Yo estoy con ella desde hace un mes, tu apenas hace tres días.

—Solo te excusas. ¿Te molesta que ella me preste más atención que a ti?

Si Mirana hubiera estado con ellos, hubiera parado la conversión, pero no estaba para hacerlo.

—Solo sabes lo mínimo de ella.

—¿Y acaso tu sabes todo? —le respondió el japonés—. Mira, hay que enfocarnos en el juego, de igual manera, ya llegamos.

Jace no le respondió, solo se limitó en entrar al lugar seguido del peli teñido. Sin saber que aquella despedida con Mirana, sería la última.

NOTAS:
[🧿]: Créditos al separador a TheWalkyrie

[🧿]; ¡Feliz año nuevo! , pasenla súper<3.
Espero que les haya gustado este capítulo.
[🧿]; Creditos al banner: antiherqshit
[🧿] ; No sé si se encariñaron con Jace, pero en el siguiente capítulo tal vez lo hagan o no.

With love, Arly.