O4
Estaba con Sasha en una pequeña tienda cerca de nuestra facultad.
Ya habíamos terminado nuestras clases y nos preparábamos para ir a la casa de Mikasa. Después de tantas quejas y súplicas por parte de la castaña, la pelinegra cedió a que viéramos Game of thrones todos juntos.
—¿También te quedarás a dormir? —pregunté, mientras me agachaba para ver el precio de un jugo, arrugué mi nariz; demasiado caro.
—Sí —dijo Sasha —¿"También"? ¿Por fin te dejarán tus padres hacer una pijamada?
—No es una pijamada —respondí, agarrando una botella de agua —pero ajá, mi papá está haciendo un turno, así que mi mamá es la que me dió permiso.
Sus palmas se juntaron y saltó bajamente en su mismo lugar, sus ojos brillaron de lo emocionada que estaba por los planes que teníamos.
—Dile a tu mamá que la amo.
—No —reí, a la vez que recordaba su cara de miedo cuando le dije que Sasha la amaba —, porque después se lo toma literal y piensa que eres lesbiana.
Mi madre era católica, por lo que sé, desde los doce años. No es como esas madres que tienen cruces y biblias por toda la casa, pero tiene ideas que, para mi generación, son anticuadas y retrógradas.
Agradezco el esfuerzo que hizo por aceptar a Ymir como mi amiga, a pesar de ser homosexual. Y, como también, aborrezco las peleas que tenemos cada vez que una menciona la biblia y discutimos por que aún no comprende que dejé de creer en Dios por mis propios ideales y no por Porco que me obligó o vino con "ideas enfermizas" a llevarme del lado del "bien".
—No importa, dile que soy capaz de pecar por ell-...
—¡Ya! —golpeé su brazo, riéndome de las tonterías que hablaba.
Empecé a caminar junto a la chica a la caja para pagar, un chico de nuestra edad nos atendió con una sonrisa. Mientras miraba cómo pasaba los productos por la máquina me puse a pensar en todo lo que ese chico debe haber pasado; claro, eso puede ser conjeturas mías, por el dilema que estoy viviendo, como también no.
...
—¿Cuánto salió? —inquirió la joven a mi lado, refiriéndose al total de nuestra compra.
Negué con la cabeza, agarrando la bolsa de plástico; —No te preocupes, yo invito.
—¡Ay! Muchas gracias —dijo la castaña, abrazándome —. ¿Qué haría sin ti?
Sus brazos rodearon mi cuerpo, ambas empezamos a caminar de esa forma.
—No lo sé —bromeé —, sobre todo ahora que dejaré la carrera.
Quería ver su reacción.
La chica me soltó y corrió para ponerse al frente mío —¿Qué? ¿Es de verdad? —Asentí —¡No! ¿Con quién me juntaré en los recesos?
Se había puesto dramática y, al estar en la calle, la gente nos miraba raro.
—¡Ya, es una b-...
—¿¡A quién le copiaré en los exámenes!? —lloriqueó, lo último me sacó una risa.
—Tal vez debas ponerte a estudiar...
—¡No, eso jamás! —se dió la vuelta, dándome la espalda y limpiando lágrimas falsas.
—¡Es broma, tonta! Ni loca me salgo de la carrera, no puedo...
Cambió de posición tan rápido que casi me mareo, sus manos estaban sobre mis hombros. Me zamaqueaba frenéticamente.
—¡Jurámelo, (Nombre)! —dijo Sasha, su tono era serio a pesar de estar jugando —Jurámelo o te mueres.
Iba a contestarle, pero una ronca voz masculina nos hizo saltar a ambas.
—Qué lindas las novias —Sasha giró la cabeza para ver quien era, su mirada se cruzó con la del rubio y simplemente bufó, poniéndose a mi lado.
—Reiner —dije desganada, a la par que levantaba mi mano en modo de saludo. Quería olvidarme un rato de Porco y el universo me manda al loco de su amigo.
—Qué bueno que aún no te olvidaste de mí, linda —. Escuché una fingida arcada de Sasha por lo último que dijo —. Miró a mi amiga —Hola, Sasha.
Reiner era amigo de Porco, al igual que él; era dos años mayor que nosotras. No nos llevábamos mucho, yo no soy muy social y la latosa actitud del rubio no aportaba.
—¿Cómo estás? —dije, me odié internamente por seguir la conversación. Sin embargo, no podía ser vulgar.
El chico mostró fastidio en sus facciones.
—Mal, hemos tenido que soportar la jodida actitud de Porco con nosotros —. Se cruzó de brazos —¿Qué le hiciste?
Fruncí mi ceño y sentí como el calor se apoderaba de mí. ¿Quién se creía para hablarme de esa forma?
—¿Qué? ¿Porco te envío?
—No, per-...
—Entonces no te metas donde no te llaman, Reiner —. Objeté, escuché cómo Sasha lanzó un uhh por lo bajo y seguí —Ya nos tenemos que ir.
Tomé la mano de la castaña y nos proponíamos seguir con nuestro camino cuando una femenina voz irrumpió en la nada amena conversación.
—¿(Nombre)? —quién me había nombrado era... ¿Hitch? Le miré con extrañeza, pero sonreí.
—Hola, Hitch—Me acerqué a darle un beso en la mejilla, que me correspondió con otro —¿Qué haces por acá?
—Tanto tiempo sin verte —comentó, sus cabellos dorados no dejaban ver muy bien sus ojos. Unos segundos me hicieron olvidar la presencia del rubio, pero cuando caí en la cuenta que seguía con nosotras, me extrañé al verlo junto a la chica —Vamos a comprar algo en la tienda —se refirió al hombre —y... ¿Ustedes?
Sasha tomó la bolsa de mis manos y habló.
—¿Tú qué crees? —Hundí mis uñas en las palmas por su malcriadez.
Ambos carcajearon suavemente y se taparon las bocas con sus manos.
Boté aire por la nariz, sintiendo el incómodo ambiente. Reiner era un chico atractivo, pero denso y Hitch... no era muy cercana, por lo que mantener una conversación con ellos era difícil.
—¿Y... se conocen? —pregunté, cambiando el tema. Me maldije por seguir con la charla.
Reiner miró a Hitch y ella se apresuró a contestar.
—¡Ah, sí! Nos conocimos en una fiesta y cuando veníamos para acá nos saludamos, por lo que decidimos venir a comprar juntos.
—Oh, qué bueno que se conocen, así el círculo se agranda —Mentí apresuradamente, miré un reloj imaginario en mi muñeca —Bueno, tenemos unas cosas que hacer. Fue un gusto volver a verte Hitch y Reiner... también.
—Fue un gusto, igual. (Nombre) —Se despidió la chica, ella estaba igual de apurada por terminar eso con simples palabras. Tomé la mano de Sasha y seguimos con nuestro camino.
...
...
—¿Te cae mal Hitch? —pregunté, esperaba un no de la más alta.
—Sí —habló, mientras subíamos al autobús. Se acomodó en un asiento y palmeo el que estaba a su lado.
—¿Qué? ¿Por qué? —dije, sentándome a su lado. Estaba confundida, Sasha no hablaba mucho con la otra como para que le desagrade.
—¿No sabes? —negué con los ojos curiosos —Nunca te enteras de nada.
—Es que no soy chismosa.
—No es ser chismosa, (Nombre) —corrigió la joven, levantando su dedo índice —. Es informarse de lo que le pasa al mundo —reí por su forma de agrandar las cosas —¡No te rías, eh!
—Ya, ya perdón. Dime.
Sacó su celular, mirando a todos lados. Abrió instagram y se fue a una página bastante solicitada. No tenía mis lentes, así que me incliné hasta leer el nombre de nuestro establecimiento —Acá casi funan a Hitch.
—¿Qué es "funan"? —Realmente no tenía ni idea de la palabra que había ocupado Sasha, no era muy pendiente a las redes sociales. Solo me conectaba para subir algún meme o conversar con amigos.
—Funa es cuando descubren todas las mierdas que hiciste y las ponen en Internet, ahora está tipo moda en instagram.
No tenía ni idea de qué estaba de moda subir los problemas que tenías con alguien.
—¿Y qué ganas con subirlo? —pregunté, ladeando la cabeza.
—Nada —respondió —solo que el abusador o abusadora queda expuesto —. Se acomodó en su asiento, sosteniendo con ambas manos su móvil.
—Mejor guárdalo —señalé al aparato —, no te vayan a robar.
—Tienes razón —lo metió a su bolsillo —¡Aún ni lo termino de pagar! —se imaginó todo los posibles escenarios donde le arrancaban su teléfono —¡No! ¡Me mato!
Entrecerré mis ojos y esbocé una sonrisa. Me gustaba la personalidad de Sasha, era divertida y simpática. Su aura siempre era positiva, a pesar que esté enojada o de malos ánimos.
—¿Y... funaron a Hitch?
—Algo así —acomodó su cabeza en mi hombro, bostezó un poco —La cancelaron por meterse en una relación.
—Oh... —murmuré, sorprendida. No hablaba mucho con Hitch, pero me asombró que estuviera en Internet y sobre todo, cancelada.
—No solo una vez se metió con un tipo que tenía novia —siguió —. Fueron dos veces, por eso me sorprendió que estuviera con Reiner.
—¿Crees que le está siendo infiel a Historia? —Interrogué, moví un poco mi cabeza. Haciendo que mis pelos molestaran la vista de la contraria —No lo creo, Historia es más linda que Hitch.
—No importa que sea más linda, (Nombre) —Sasha puso las manos en sus muslos. Cerró los ojos y continuó con su lección —. A los hombres les da lo mismo eso, si ven una oportunidad de saciar su masculinidad lo harán.
—Hablas con mucha seguridad, ¿Tú crees que Nicolo te sería infiel? —mis palabras pusieron incómoda a la chica, ya que la sentí removerse bruscamente.
—Espero que no —contestó y soltó aire fuertemente —, ya no meteré las manos al fuego por nadie y menos por un hombre.
Asentí y acomodé mi cabeza sobre la suya. El movimiento del vehículo y nuestras fluidas respiraciones fue el único sonido que escuché hasta llegar a nuestro destino.
...
—¿Y Eren? —le pregunté a la pelinegra. Estábamos sentadas en el sofá de su casa, Mikasa trajo unas bebidas y cervezas que tenía en su refrigerador.
La pelinegra abrió la boca para decir algo, pero fue silenciada por su novio.
—¡Alguien aquí quiere estudiar, no hagan ruido! —Gritó, su voz fue amortiguada por la puerta que lo dejaba encerrado en la habitación.
—¿Eren está estudiando? —Sasha tomó un vaso y abrió la lata con líquido. Se sirvió y extendió el vaso hasta mi cara, la moví de un lado a otro.
—Sí —Mikasa rodó los ojos y siguió hablando —, lleva así todo el día, de hech-...
—¡E-ren, a-así no es! —Unas palabras con tono delicado y femenino hicieron que Sasha y yo nos miráramos extrañadas.
—Mika... ¿Quién está con Eren? —mis cejas se juntaron ante la tranquilidad de la chica. Había una mujer encerrada con su novio y parecía no importarle.
—¿Quién? ¡Ah! Es armin —Informó la azabache, restándole importancia —. No es una mujer, su voz es aguda. No se preocupen.
La castaña y yo nos sonrojamos por la vergüenza de haber equivocado al chico con una mujer.
—¿Pero va a venir a ver con nosotras?
—Sí, están estudiando. Por mientras veamos algo —la chica prendió el grande televisor y se dirigió a netflix —, ¿Qué quieren ver?
—Todo menos sirenas del mar —suplicó Sasha, reí.
—Veamos "amor de gata" es una peli-...
—No, es furra. Qué asco —dijo Mikasa con una mueca de desagrado. Avanzó hasta su perfil y puso la serie que ya sabía de memoria.
—¡No lo es! —vi la pantalla, estaba por reproducirse un capitulo —No por favor, Mikasa.
—¡Por favor Mikasa! —Sasha juntó sus palmas y lloriqueó —¡No pongas esa serie!
—Muy tarde —afirmó la azabache y se sentó cómodamente en el sillón.
La intro de H2O; sirenas del mar empezó a sonar.
La chica a mi lado se puso a tiritar —Si tu televisor no fuera tan grande y costoso te juro que lo rompo.
Negué divertida ante la situación, Mikasa nos había hecho venir más temprano para hacernos ver su serie favorita. Yo no tenía ningún problema en ello; de hecho, me gustaba. La conocí a ella y a Sasha por la escuela, asistíamos al mismo salón y bastó pocos meses para que nuestras distintas personalidades congeniaran.
—¡E-ren, no llores! —chilló Armin, reímos al no poder verlos e imaginar la situación —T-tranquilo, es fácil cálculo. Y-yo sé que podrás.
Un grito grave y largo del castaño hizo eco en todo el hogar.
Sasha carcajeó sonoramente y se dirigió hacia la azabache —¿Qué le pasa?
—Ya te dije que llev-...
—¡Voy a llorar, Armin! ¡No entiendo ni mierda! —Un sonido de que algo se cayó o más bien, de que alguien lanzó me hizo reír aún más; Eren había lanzado, creo yo, sus cuadernos.
Un sonido de una puerta abrirse esteuendosamente hizo que saltaramos en nuestro lugar. Me giré para ver de donde venía el ruido y me topé con Eren, mordí mi labio intentando aguantar la risa al verlo despeinado con los ojos rojos y a Armin perseguirlo tímidamente por el pasillo.
El ojiverde se hizo un lugar al lado de su novia y pasó el brazo por el hombro de la azabache.
—¿Eren? —nombré al castaño, me miró fijamente —¿Estabas llorando?
—No —dijo enojado, Mikasa pegó su cabeza a su pecho; relajándose.
—Ajá —Sasha se metió en la conversación —, ¿Entonces por qué tus ojos rojos?
—¡Me cayó jabón en los ojos! —bramó, la pelinegra sonrió por el temperamento de su pareja.
—P-perdón que esté aquí —balbuceó el rubio. Estaba sentado al lado de Eren, llevaba un suéter amarillo y una camisa blanca por abajo de este.
Se veía bien.
—No incómodas, Armin —respondí, sonriendo —. Tranquilo.
—Es que no tiene amigos —Eren recibió un golpe de Mikasa por su comentario.
—¡Entonces ahora nosotros seremos tus amigos! —la actitud de Sasha contagió a todos de positividad. Me gustaba eso de ella, desearía poder ser como ella.
El chico se sonrojó y agradeció silenciosamente.
No me gustaban las personas que no hablaban, porque al ser yo también una de ellas, las conversaciones no fluían, pero por alguna razón Armin, a pesar de recién haberlo conocido, me traía una sensación de paz.
Tan solo faltaba que llegara el resbalín de piojos; Connie para empezar a ver la serie y terminar con la tortura que Mikasa impuso.
...
...
Grasias x leer uwu.
Un personaje q apareció es importante para la trama, pq dara el desarrollo de personaje Ah? Quien será.
me ayudarían votando y comentando, hasta la próxima 💌
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