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11

Creo que jamás había sentido tanta rabia como la que profesaba en ese momento.

Mis células ardieron, claro, solamente si eso era posible, al ver a Porco coquetear con alguien más.

Porque yo nunca aceptaría ese tipo de comportamientos estando en una relación. Tal vez sea cultural, tal vez es porque se burlan de las mujeres a las que engañan, o puede que sea porque la sociedad defiende a los infieles.

Pero ninguna de esas cosas pudo equiparar mi mente nublada y poco razonable, nada me detuvo; ni siquiera Ymir. Quien también vio todo y silbó sardónicamente y se ocupó de su no-problema.

—¿(Nombre)? ¿Qué haces acá...? —Apreté los labios con rabia cuando Porco mostró su faceta despreocupada. Todo lo contrario a Hitch.

No pudo terminar la frase que quería decir, porque mi mano golpeó firmemente su mejilla izquierda.

—¿¡Qué hago acá!? —Grité, atrayendo miradas intrusas —¿¡En serio, estás coquetean...!?

Galliard posó su mano en la parte de su cara lastimada, el rojo adornaba violentamente su cachete.

—¿¡Qué te pasa!? —Cuestionó histérico. Sus ojos buscaron y vieron con horror a quienes empezaban a rodearnos

—¡Já! ¿¡Qué me pasa!? ¿De verdad? —Señalé a Hitch e hice una mueca asquerosa —¡Estás acá a punto de besarte con esta y vienes con "¿Qué me pasa"?

Mi mente daba vueltas y, por un instante, pensé que era un mal sueño. Porque sentí que no era yo quien estaba parada en ese momento.

Deseaba no ser yo.

—¿¡Qué!? —Su voz aguda impactó a mis oídos, más rabia inundó mi organismo —¿¡De qué mierda estás hablando!?

—¡Sí! —Balbuceó la castaña junto a él. Mi mirada horrosa se fijó en ella —¡Estás equivocada, (Nombre)...! ¡Nosotros...!

La idea de que querían negarme lo que había visto con mis propios ojos era algo increíble, realmente increíble.

—¡Mira, tú cállate! —Mi dedo índice golpeó su hombro —¡Porque te juro que te mato, hija de puta!

Su rostro flaqueó, sus pómulos se hincharon y sé que quiso responderme. Sus uñas rasgaron, inútilmente, su jean. Pero se contuvo, porque Porco la empujó hacia atrás.

—¡(Nombre)! ¡Shh! —Trató de silenciarme y sonrió a quienes observaban. Pude ver como alguien grababa con su celular la escena.

Por afuera debía ser bastante cómica, pero para mí no. Mi cabeza se movía de un lado a otro.

—¿¡Me callas!? ¿¡En serio!? —Jalé mi cabello y la impotencia se mostró en mis ojos —¡Estás loco!

—La que está actuando como loca es otra —. Se cruzó de brazos y suspiró. Los cabellos se le pegaron a la frente del sudor que mantenía en él —¡Cállate y escúchame!

—¿¡Qué te escuché!? —Me bufé e imité su acción —¿Qué? ¿Quiere que escuché cómo se reían de mí?

—¡No! ¡De verdad no! —Agarró mi brazo y traté de zafarme. Pero su fuerza no podía ser comparada con la mía, sería una burla.

Nadie hizo nada, todos estaban callados, algunas veces pausaban el silencio para dar pequeños gritos.

Los odio a todos.

—¿Qué es lo que pensaste que viste? —Me interrogó. Me había llevado al baño de la universidad.

Casi no había gente y eso ayudó a que la fachada de perfección de Porco no se manchara.

Cada palabra que dijo me hizo entender, no lo que él quería que creyerá, sino me di cuenta del tipo de persona que es.

Él cometió el error y estaba haciéndome sentir culpable por como me sentía.

Pero ya no quería más, no quería sentirme mal. No quería llorar.

Y aún así lo hice, estaba más "calmada", comparando cuando estábamos en medio de la junta estudiantil.

Mis ojos picaban por el rimel que se había mezclado junto a mi llanto. Mi pelo se pegaba jodidamente a mi boca reseca, de vez en cuando carraspeaba para evitar la comezón en mi garganta.

—¿Qué quieres que te diga? —Susurré, aún con rabia. Mi energía había sido absorbida y sentía que me iba a desmayar.

Solo quería llorar hasta dormirme, sola. Yo sola.

—Arreglemos esto. Y-... —Lo corté y despegué mi espalda de la fría y mal pintada pared.

—No —dije, mi muñeca limpió los mocos que escurrían por mi nariz.
«Si perdono esto, ¿Qué más soportaré. No puedo» —, Porco.

—¿"No"? —Me miró cuando pasé por su lado, saliendo del lugar solitario.

—Está de más decir que terminamos —. Con ello cerré la puerta y sollocé mordiéndome el labio inferior.

Me dolía, y me sentía mal por sentirlo tan profundo en mí.

Porco no me persiguió, tampoco me llamó ni rechazó lo que dije.

Raro es decirlo, pero tenía la esperanza de que lo hiciera.

La esperanza que poco a poco se fue marchitando.

...

...

—Estás hecha mierda —. Opinó Ymir a mi lado. Iba caminando conmigo, al lugar donde habíamos dejado a Historia. No dije nada, estaba muy cansada —¿Oye, estás bien?

—Sí.

—No parece —bromeó, pero se calló y volvió a hablar —, disculpa por no haber estado contigo. Estaba con el imbécil d-...

—No te preocupes —. Traté de sonreír, pero mis labios no se movieron —Estoy bien, estaré bien.

—Deja de mentir sobre como te sientes —suavizó su tono, era la única que buscaba entablar conversación. Agradecí que ya nos conociéramos desde antes, o sino hubiese sido más incómodo de lo que ya era —. Bueno, cambiando de tema. Sabes, Reiner es muy feo. No sé lo que le vio Historia.

—Tonta —. Susurré.

—Quise agarrarlo al principio, pero pensé con la cabecita y no con el corazón —su mano en la parte derecha de su pecho: erróneamente —, así que simplemente grité lo que había hecho. Eso de divulgar las fotos, todo. Le dolerá venir a estudiar por un par de días.

En ello tenía razón, las personas de allí solían apoyar a las víctimas y, si el victimario era estudiante del lugar, se encargaban del responsable socialmente.

Mediante funas.

—¿Debería funar a Porco? —Pregunté.

—Nah, amiga. Yo que tú hubiese propuesto un trío entre tú y esos putos y cuando llegaba el momento... ¡Pum! ¡Los mataba!

—Qué vergüenza di —. Murmuré, traté de buscar mi celular entre mis bolsillos, me asusté al principio. Aunque Historia nos llamó la atención.

Detrás de ella estaba Eren y Armin.

¿Qué? Abrí mis ojos secos, provocando un leve dolor. ¿Estaba viendo bien?

—¡Chicas! —Corrió hasta donde estábamos. Estaba realmente preocupada —¡Las estuve buscando por todos lados!

—¿Quiénes son ellos? —Preguntó Ymir, señalando a los hombres.

—¡Amigos de (Nombre)! ¡Una chica estuvo llamándote todo el rato! —Hizo un puchero mientras trataba de recordar el nombre —¡Mikasa! ¡Sí! Ella también está acá.

—Ah —jadeé, cerrando los ojos. Sentí un ardor subir por mi garganta, una acidez horrible.

—¡Puff, amiga! —Soltó Eren —Parece que te mataron y revivieron al mismo tiempo.

—¡Eren! —Lo regañó Armin, no había notado, demasiado, su presencia —¿Te encuentras bien? —Inquirió mirándome.

Un eco hizo click en mi cabeza. Armin y Porco. Ambos rodearon mi cabeza, una pregunta que deseaba tener respuesta esa misma noche.

—¡Ahg, qué puto frío! —Maldijo Ymir, frotándose las manos. Una indirecta hacia Eren.

—Vamos al auto —repuso el de ojos verdes —, no sé si entremos todos. Ahí está Mikasa también.

—¿Ymir? ¿Peleaste con Reiner? —Historia caminaba temblando junto a la castaña, tirando el nerviosismo hacia ella.

Dejé de escucharla y pausé mi movimiento, para quedar al lado de cierto rubio. Tragué saliva, si era capaz de preguntar, tenía que ser valiente para soportar la respuesta.

—Oye... Armin —llamé su atención —¿Qué ocurrió cuando estabas esperándome esa noche? ¿Hablaste con Porco?

Sus ojos como el océano empezaron a descender en angustia, ya había entendido todo.

¿Cómo pude aferrarme a alguien así tanto tiempo?

Olaaa vvs tan perdida yo tan lindas ustedes

¿Saben de q es la pintura que pongo al inicio de los capítulos? Sumamente importante y no es al azar, ya irá cambiando.

Gracias por tenerme paciencia y lamento si esto va lento. No soy de adelantar mucho las cosas.

Próxima actualización: +27 votos +35 comentarios.

Spam tmb pa decirles q tengo fics de jjk y de true Beauty, síganme uwu

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