03│Epílogo
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SeokJin se movió desesperado en su lugar y abrió los ojos, tratando instantáneamente de levantarse y sintiendo un gran pánico invadirlo por completo; dicha sensación, se incrementó al notar que todo estaba a oscuras, por lo que no podía siquiera imaginar en dónde se encontraba.
Tocó la superficie debajo de él y sintió que se hallaba aparentemente sobre un suelo de cerámicas, las cuales estaban demasiado sucias y húmedas. Una vez más, trató de levantarse y caminar en busca de una salida, pero algo tiró de su tobillo derecho y lo hizo caer de improvisto.
—¿Qué demonios? —dijo en un susurro y tratando de tocar la zona, logrando así sentir que había una especie de cadena allí, amarrada con firmeza a su pierna derecha.
Intentó tranquilizarse y pensar en qué hacer para escapar, pero entonces todos los recuerdos de lo sucedido llegaron a su mente, por lo que un doloroso nudo se formó en su garganta y sus manos comenzaron a temblar.
Las imágenes de sus amigos sufriendo y él sin poder hacer nada para ayudarlos; y su esposa, demonios. SeokJin había sido el único que podía lograr que sobrevivieran, pero su cobardía e indecisión no se lo permitió. Y como consecuencia, tuvo que ver cómo cada uno de ellos perdía la vida.
En dicho instante, escuchó un ruido proveniente de algún sector de la habitación. Por lo cual, de manera instantánea, se alertó de sobremanera y comenzó a mirar a su alrededor, tratando de reconocer algo entre tanta oscuridad.
Pudo escuchar cómo una gran puerta era abierta a pocos metros de distancia; y entonces, le fue posible notar que justamente una especie de portón se abría ante él, permitiendo así que ingresara un poco de luz al lugar, pero no lo suficiente como para ver con claridad.
Alzó la mirada y notó como una figura masculina se posaba frente la puerta, por lo que los nervios y la furia lo invadieron por completo, pero no iba a mostrarse débil y/o temeroso.
—¿Quién carajos eres? —le preguntó al desconocido en voz alta, pero el contrario ni se molestó en responderle—. ¡Habla!
Entonces, el hombre llevó su mano a una especie de interruptor y no dudó en prender la luz, causando que una fuerte iluminación inunde el lugar por completo; mientras que SeokJin era cegado y llevaba las manos a su rostro, intentando cubrirse hasta que pudiera acostumbrarse al cambio.
Unos dos minutos después, cuando la molestia pasó a segundo plano, SeokJin decidió alzar la vista nuevamente y de manera cuidadosa, para después posarla en la persona que ahora ingresaba a la habitación. Y en cuanto pudo reconocer al hombre, su respiración se detuvo.
—JungKook...
El rubio pudo ver cómo su hermano menor se adentraba a la habitación lentamente, vistiendo ropas causales y luciendo la placa que colgaba en su cuello. Sin demorarse mucho, JungKook se aproximó a su hermano, quien no dudó en abrazarlo con fuerza al tenerlo frente a él.
—Hola, SeokJin —lo saludó JungKook, mientras que el mayor seguía abrazándolo, demasiado ocupado como para notar que su hermano pequeño no le estaba correspondiendo el gesto y tenía una expresión molesta en su rostro.
—Dios, JungKook. —El rubio se alejó lo suficiente para verlo a los ojos—. No tienes idea de lo mucho que me alegra verte —le dijo con completa sinceridad—. Estaba jodidamente aterrado, fue horrible.
—¿Estás herido?
—No mucho, pero necesito tu ayuda para escapar. —SeokJin volvió a sentarse en el suelo—. La cadena está sujeta con un candado, no puedo sacarlo —explicó rápidamente—. Ayúdame, JungKook.
—De acuerdo —dijo el castaño y se arrodilló para quedar a la altura de SeokJin, para luego llevar sus manos a la gruesa cadena y comenzar a intentar quitarla de la pierna del contrario.
—¿Cuánto tiempo ha pasado? —le cuestionó SeokJin—. ¿Sabes hace cuánto estoy aquí?
—Llevas dos días aquí —respondió el menor, mientras continuaba con su tarea—. Luego del final del circuito principal, perdiste la consciencia —dijo en voz baja—. Se te trasladó a este cuarto, pero no despertaste hasta ahora.
—Demonios, yo...
—¿Y tu esposa? ¿Tus amigos? —lo interrumpió JungKook, por lo que SeokJin posó su mirada en él y suspiró dolido—. ¿Qué pasó con ellos? ¿Pudiste superar las pruebas y salvarlos?
—No, no pude —dijo rápidamente—. Te juro que intenté hacerlo, pero...—El mayor guardó silencio por un segundo—. Espera, ¿cómo sabes tú que yo me encontraba a prueba? —preguntó y no pudo identificar que había en la mirada de JungKook—. ¿Cómo sabías que mi esposa y amigos estaban también atrapados?
—Me asignaron el caso y estuve al tanto de tu prueba. —JungKook negó con la cabeza—. Jigsaw hizo que me llevaran a él, estaba interesado en verme al parecer. —Alejó sus manos de la cadena, mientras recorría la habitación con la mirada—. El circuito estaba siendo trasmitido, por lo que rastreamos la ubicación —soltó un suspiro—; encontramos los cuerpos de tu esposa y amigos, ya era muy tarde.
—Entonces, ¿por qué me preguntaste qué pasó con ellos? —JungKook detuvo sus movimientos al escucharlo—. Ya sabes que no logré salvarlos, ¿a qué se debe tu pregunta? —le cuestionó SeokJin y pareció notar algo—¿Y por qué luces tan tranquilo? —dijo de forma acusatoria—. Dada la situación, ¿no tendrías que estar alarmado también?
JungKook se levantó del suelo, manteniendo la mirada en el suelo. Por otra parte, el mayor se reincorporó también con cuidado —procurando no caerse por culpa de la cadena— y posó la vista en su hermano, mientras sentía que una incómoda molestia se instalaba en su pecho
—No veo a tus compañeros y no parece ser que la policía o medios estén cerca —insistió el rubio—. ¿Cómo pudiste llegar hasta aquí por cuenta propia? —SeokJin estaba comenzando a sentir que una gran desesperación lo invadía—. ¿Dónde estamos? ¿Qué es este lugar? —su voz se alzó—. ¡JungKook, habla!
—Este lugar se convertirá en tu tumba.
El mayor miró a su hermano de manera confusa.
—¿Qué mierda significa eso?
—Fuiste puesto a prueba y no lograste alcanzar el éxito, demostrando así que te hace falta una pieza muy importante del rompecabezas humano. —El castaño alzó la vista y SeokJin tembló al ver su oscura mirada, realmente algo extraño y peligroso estaba sucediendo.
—JungKook, deja de hablar así —le pidió con voz temblorosa—. ¿Qué diablos sucede? —SeokJin no podía entender qué le pasaba a su hermano, nada tenía sentido—. ¿Estás bromeando conmigo?
—¿Te parece que esto es una broma? —El menor miró al contrario con seriedad, demostrándole que estaba hablando enserio—. Estás equivocado, SeokJin.
—No, no, no —susurró desesperado el nombrado—. Esto no puede estar sucediendo, no. —Retrocedió dos pasos y casi pierde el equilibrio—. Tú no puedes estar detrás de una mierda así —dijo más para sí mismo, ya que no podía ni quería creer que JungKook era el culpable—. ¿¡Por qué me haces esto!?
—Yo no te hice nada. —JungKook soltó una risa amarga, causando que el cuerpo de SeokJin temblara por completo—. Tú fuiste la persona que no derramó la sangre necesaria para sobrevivir, así que te hiciste esto a ti mismo —le aseguró.
—JungKook, por favor. —SeokJin intentó acercarse al nombrado, pero la cadena se lo impidió y no tuvo más opción que mantenerse en el mismo lugar—. Escúchame, soy tu hermano mayor. Somos familia. —El rubio trató de pensar las palabras adecuadas para decir, pero le resultó imposible hacerlo—. No puedes hacerme daño, tienes que dejarme ir —le dijo de manera suplicante—. Tranquilízate, habla conmigo —insistió—. Lo solucionaremos.
—¿Familia? —La ironía era palpable en la voz del contrario—. Nunca te interesó la familia, SeokJin. —El menor negó con desaprobación—. Tu madre se la pasó agonizando por meses y no fuiste capaz de visitarla una maldita vez —dijo furioso, aunque conservando la calma—. No seas hipócrita.
Al escuchar las palabras de JungKook, el mayor no pudo evitar quedarse tieso en su lugar, mirando al contrario fijamente. ¿Su hermano era Jigsaw? ¿JungKook estaba involucrado en los asesinatos? ¿Cómo el menor de los Jeon había terminado allí? SeokJin todavía no era capaz de comprender qué era lo que estaba sucediendo, así como tampoco podía creer que el menor estuviera diciendo cosas así.
—Tu vida fue hecha solamente a base de mentiras y engaños. —JungKook se le acercó y lo miró con odio—. Dañaste a muchas personas, pero no te interesó porque disfrutabas el arruinar el bienestar del resto con tal de salir beneficiado. —El mayor quiso replicar, aunque no le fue posible hacerlo—. Nunca te interesaste por nadie más que ti mismo.
—¡Perdóname! —En cuanto pudo recobrar el sentido, SeokJin tomó al menor del brazo—. Por favor, dame tiempo para explicártelo —dijo aterrado, pero el contrario solamente lo obligó a soltarlo—. ¡Por favor!
—No puedo darte tiempo, nadie puede. —Una sonrisa melancólica apareció en el rostro de JungKook—. El tiempo es una ilusión.
—¡JungKook, no! ¡Déjame ir! —El mayor vio cómo su hermano negaba con la cabeza y se alejaba unos tres pasos de él—. ¡Te lo ruego!
—Tú nunca valoraste las pequeñas cosas importantes de la vida, no te ocupabas de valorar tu propia vida. —JungKook suspiró apenado, para después comenzar a caminar hacia la entrada—. ¿Y sabes? Las personas que no valoran su vida, no merecen vivirla.
—¡No! ¡Por favor, JungKook! —SeokJin intentó avanzar para alcanzar al menor, pero solamente terminó cayendo al suelo de forma brusca—. ¡Dame otra oportunidad! —le gritó con desesperación—. ¡Nunca pensé en el daño que le hacía a los otros y lo lamento!
El castaño ignoró cada uno de los gritos de SeokJin, quien no dejaba de pedirle que se detuviera y lo dejara escapar, asegurándole que cambiaría y se convertiría en una mejor persona. Y de dicha forma, JungKook confirmó nuevamente que mucha gente requería de estar al borde de la muerte para notar el valor de las cosas.
—La mayoría de las personas no agradecen poder seguir con vida . Pero tú no, ya no.
JungKook se posó en el marco de la entrada y volteó lentamente. Su mirada terminó sobre el hombre que se hallaba encadenado en la habitación y no pudo evitar sentir repulsión por él, recordando toda la mierda que SeokJin le había hecho sufrir a él y muchísimas otras personas.
—Fin del juego —le dijo en voz alta y seria, para finalmente cerrar la puerta con fuerza. Entonces, JungKook soltó un suspiro y comenzó a caminar hacia la salida del lugar, mientras seguía escuchando los gritos desesperados de SeokJin a sus espaldas.
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