001
Chaeyoung se encontraba haciendo los agotadores abdominales que le indicaba su profesora virtual. Sinceramente no entendía como aquella mujer de figura envidiable pretendía que ella hiciera todos esos complejos ejercicios.
Pero bueno, la belleza cuesta y Chaeyoung quería ser igual de bonita que su mejor amiga Lisa; delgada, bonitas piernas, bonito perfil.. La pelinegra lo tenía todo, incluso constantemente muchos chicos la invitaban a salir, siendo cruelmente rechazados por Lisa y golpeados o insultados por Jungkook. El azabache era muy sobreprotector con ambas.
Hace unos días Jungkook le había confesado sus sentimientos por una chica, no quiso decir su nombre. Ese fue él momento donde el corazón de Rosé se rompió en pequeños fragmentos, haciendo que su pecho se estrujara con crueldad.
Chaeyoung estaba enamorada de Jungkook, pero claro el solo la veía como su hermana. Jamás podría verla como mujer, nadie le gustaría tener una fea y gorda de novia. Y aunque el mismo Jeon le gustará ella, algo que claramente no podría pasar, ella nunca podría ser suficiente para él.
Por eso había tomado la decisión de cuidarse...
Ojalá pudiera cumplir su objetivo..
Y aunque no consideraba a Jungkook como él prototipo de chico que solamente se fija en lo superficial, le gustaría cambiar por ella.
Sus amigos constantemente le recordaban que su peso no era lo importante, si no lo que llevaba en el corazón.
Pero esas bonitas palabras no curaban un corazón, por lo menos no el de Chaeyoung.
En fin..
Un exquisito olor a pastel de chocolate inundó él olfato de Rosé, y como por arte de magia dejo de hacer los ejercicios, dirigiéndose a la cocina.
—¡Mamá! ¿Por que me haces esto? ¡Te dije que estaba a dieta!—reclamó Chaeyoung enojada, bajando por las escaleras.
La señora Park sabía lo mucho que a Rosé le gustaban sus tortas de chocolate.
—No es obligación tuya comertelo, ahí está tu deliciosa ensalada en la nevera—respondió la señora Park mientras decoraba el pastel con pequeñas chispas de colores.
Chaeyoung se apoyó en la mesa, mientras imaginaba el delicioso pastel derritiéndose con frescura en su boca.
—¡Mamá eres muy cruel conmigo!—purchereo la castaña.
—¿Por que no tomas una pequeña porción?—ofreció la señora Park—Recuerda que si comes en cantidades pequeñas no te pesara tanto.
Chaeyoung lo pensó un par de veces.
El sonido del timbre alertó la llegada de alguien a ambas mujeres.
—Chaeyoung, ve abrir—ordenó la señora Park.
La azabache se levantó con pereza y se dirigió a atender la puerta. Al abrirla se encontró con sus mejores amigos, Lisa y Jungkook.
—¡Hola Rosíe!—saludaron Lisa y Jungkook mientras la abrazaban.
—Hola Limario, Hola Jungkookie—les siguió el abrazo.
Esos tres podían estar así por horas y nunca se cansarían, la sensación de sentirse protegidos era realmente encantadora. Sólo verlos llenaba cualquier vacío.
—¡Hola bebés!—saludó la señora Park desde la cocina.
—¡Madrina!—Lisa fue corriendo a abrazarla.
—¿Como esta señora Park?—preguntó Jungkook con una sonrisa.
—Muy bien pequeño Jeon.. ¡Qué barbaridad! Ustedes crecen demasiado rápido, hace unos años estabamos dejandolos en el kínder, mientras los que tenían que estar llorando eran ustedes, pero en realidad las lloronas fuimos nosotras, no les importó dejarnos—reclamó la mayor abrazando a su ahijada, mientras dejaba un pequeño beso en su mejilla.
—¿Sabés Lisa? Estoy pensando seriamente en no volver a invitarte a mi casa, al paso que vas me quitarás a mi madre—comentó Chaeyoung.
Todos rieron por el repentino comentario de la azabache.
—Te extrañe mucho, Rosíe—dijo Jungkook abrazandola por el cuello.
—Yo también a ustedes, Kookie—respondió Rosé dejando un beso en la mejilla de su amigo.
—¿Se abrazan sin mi? ¡Que grosería! —Lisa hizo agyeo frente a sus amigos.
—Ven aquí—Jungkook abrazó a ambas como dos pequeñas y tiernas flores. Así las veía él.
—¿Chicos quieren un poco de pastel?—ofreció la señora Park.
—¡Claro que sí!—exclamaron Lisa y Jungkook al unisimo.
—¿Y tu Rosíe?—pregunta su madre mirándola.
—No, yo comeré ensalada—contestó segura.
Sus amigos la miraron sorprendidos.
—De acuerdo—La señora Park comenzó a servir los trozos de pastel.
Rosé cogió su ensalada del refrigerador, tomó un cubierto y comenzó a comer no muy gustosa de aquel plato repleto de ensalada.
Jungkook y Lisa miraban expectantes a Rosé comer de su fárrago.
—C-Chaeyoung ¿Te sientes bien?—preguntó Lisa preocupada.
—Estoy mejor que nunca—respondió sonriente.
—Mi Chaeng nunca hubiera rechazado un pedazo de pastel de su madre—negó Jungkook, haciendo que la castaña se sonrojará. La señora Park noto esto—¿Que pasa contigo?—preguntó extrañado.
—Soy una persona que esta haciendo dieta, Jungkookie, eso es todo—respondió metiendo un poco de ensalada a su boca.
—Chaeyoung, ya hemos hablado de esto. No necesitas un cuerpo perfecto, lo que importa es lo que llevas ahí adentro—señaló el corazón de la castaña.
Chaeyoung se molestó un poco por el comentario de Lalisa. ¿Que tenía de malo que ella se quisiera cuidar?
—Eso lo dices por que tu rechazas miles de citas a la semana, Manoban. —respondió Chaeyoung con el ceño fruncido.
Lisa bajó la mirada triste.
—Eso no tiene nada que ver, Chaeyoung—La defendió Jungkook.
Chaeyoung se levantó de la mesa, agarró su ensalada y corrió hacia su habitación.
—¡Rosé!-—gritaron Lisa y Jungkook. El azabache quizo ir detrás de ella pero la señora Park lo tomo de brazo.
—Tranquilo, Kookie, yo hablaré con mi hija—dijo la señora Park con una bonita sonrisa.
Jungkook no muy convencido asintió.
—Pueden ver la TV mientras comen pastel, están en su casa, bebés—sonrió la mujer con dulzura.
Los menores asistieron.
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Chaeyoung lloraba escondiendo su cabeza en sus rodillas.
¿Que les pasaba a todos?
¿Por que no querían verla mejor?
Especialmente Jungkook y Lisa.
Se suponía que ellos eran sus mejores amigos.
¿Que tenía de malo que ella quisiera verse bien?
Aunque en realidad extrañaba comer como antes...
Pero su autoestima y orgullo era mucho más importante que todo ahora.
—Chae, soy yo, Mamá—la señora Park tocaba la puerta delicadamente. Odiaba presionar las cosas.
Chaeyoung abrió la puerta y abrazo a su madre con todas sus fuerzas.
—Tranquila, hija mía—la consolaba su madre, mientras le acariciaba el cabello.
Chaeyoung y la señora Park tomaron asiento en la cama de la menor.
—Chae.. Quizá no sea el momento indicado, pero te voy a preguntar algo y te pido total sinceridad a la hora de responder—La señora Park tomó las manos de su hija.
Chaeyoung asintió.
—¿Te gusta Jungkook?
¡Boom!
La pregunta había caído como una bomba mental.
Rosé parpadeo muchas veces, analizando y procesando la pregunta de su madre.
¿Como ella se había dado cuenta de sus sentimientos hacía Jungkook?
Pues claro, era su madre.
—¿Que clase de bruja tengo al frente? ¿Como se dio cuenta?—susurro Chaeyoung.
La señora Park alzó una ceja.
—Te escuché, Park Chaeyoung—habló enojada la mayor.
—Lo siento, mamá—bajo la cabeza.
—Hija... Se lo que estás pensando y no, no es que estemos en contra que quieras cambiar tu figura, nos preocupa tu estado psicólogo. Muchas veces no le basta con solo adelgazar o tener unas curvas realmente voluptuosas, si no se van mucho más allá y terminan afectandose ym mucho más de lo que creés. Con respecto a lo de Jungkook.. Pienso que deberías hablar con él.
—No eso esta completamente descartado, por ahora. Y con lo otro..sabes que con esas cosas suelo ser bastante madura, no tienen porque preocuparse por eso, yo sólo quiero cuidar mi salud física—manifestó la castaña segura.
—En ese caso, te voy a apoyar en todo lo que necesites—sonrió la señora Park.
—Gracias, mamá.
Ambas mujeres se abrazaron.
—Lisa y Jungkook están realmente preocupados por tu estado—mencionó la mayor—Deberías hablar con ellos—aconsejó..
—Claro, además, dudo mucho que ninguno de los dos acceda a irse sin hablar conmigo—sonrió la castaña.
—Los traere, vuelvo con ellos enseguida—la mayor salió rápidamente de la recámara.
Chaeyoung sonrió y volvió su mirada a la pantalla, mirando a la mujer de curvas envidiables.
-Algún día me voy a ver igual de bonita que tu-aseguró la castaña sonriendo.
Al escuchar los pasos acercándose apagó rápidamente la TV.
Sus mejores amigos corrieron a abrazarla.
-Rosíe yo.. Lo siento-se disculpó Lisa acariciando la mejilla de su amiga.
-Yo también, no quisimos deci-Kook fue interrumpido.
-Tranquilos, ya hablé con mi madre, me explicó la razón de su preocupación-suspiro-Pero yo solo quiero cuidarme, no es por ningún motivo en especial-mintió.
-Siendo así, te ayudaremos-sonrió Lisa.
-Siempre estaremos para ti, Rosíe-agregó el azabache.
Los tres se abrazaron. Mientras Jungkook dejaba un beso en la mejilla de sus dos pequeñas amigas.
Jeon Jungkook
~Me aseguraré de que absolutamente nadie les dañe, no importando a lo que me tenga que enfrentar~
Park Chaeyoung
Mis mejores amigos siempre serán unas de las personas más importantes para mi.
Lalisa Manoban.
Viviré la vida feliz y mi felicidad son ustedes, así que no me importa lo que tenga que hacer, yo siempre me encargaré de tenerlos junto a mí.
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