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➯𝟎𝟏: Fantasmas.

━━ 𝘋𝘦𝘭 𝘨𝘳𝘢𝘯 𝘴𝘶𝘦ñ𝘰, 𝘯𝘰 𝘮𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘵𝘢𝘳 𝘺 𝘮𝘦 𝘧𝘢𝘭𝘭𝘢 𝘶𝘯 𝘱𝘰𝘤𝘰 𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥, 𝘺 𝘢𝘶𝘯𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘦 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘴𝘢𝘯𝘨𝘳𝘦, 𝘮𝘦 𝘥𝘶𝘦𝘭𝘦 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘵𝘦 𝘭𝘦𝘫𝘰𝘴

⁻ ᶠᵃⁿᵗᵃˢᵐᵃˢ, ᴴᵘᵐᵇᵉ.

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━━━━━ La vida puede cambiar en menos de un segundo, algunos creen que es en cuestión de días, otros del destino y otros de la suerte, es imposible saberlo, pero adaptarse era la única opción que le quedaba a Natsuki. Aunque las heridas sanen con el tiempo, siempre quedarán cicatrices que nos recordarán al pasado, el tiempo pasa y nunca vuelve atrás, viviendo en constante cambio , en constante evolución, sumidos en nuestras propias rutinas, viendo como el tiempo se nos escapa de las manos sin que seamos plenamente conscientes de ello.

Los años avanzaron tan rápido como las nubes siendo llevadas por la brisa; aunque los recuerdos de esa época siempre están atormentando haciendo que no logres avanzar, enfrentar tu pasado siempre será el primer paso para poder comenzar un nuevo presente.

Natsuki siempre había negado el hecho de que estaba mal y sabía que todo empeoró desde que Minato ya no estaba. Desde ese día se repetía constantemente que solo era un mal día, que todos sus problemas desaparecerían, que solo era temporal, pero nunca lo hicieron. siempre tenia una mascara ante los demás y trataba de vivir como antes, se esforzaba por actuar como si todo estuviera bien, sentía que era lo que tenía que hacer para volver a ser como antes, pero cada dia le costaba más trabajo fingir y por ello había decidido alejarse de todos y de todo, claro que eso trajo consecuencias con el tiempo.

La cosas que la hacían feliz se habían vuelto insignificantes incluso las cosas más simples eran demasiado dolorosas,en algún momento se preguntó ¿Por qué continuar si ya nada la hacía feliz? todo aquello solo la hizo sentir peor, se sentía atrapada, la pesadez llenaba su mente y aveces su cuerpo, a pesar de estar rodeada de personas que le demostraban cuánto la querían o velaban por su bienestar, sentía que nunca volvería a ser feliz, era como si se hubieran llevado parte de su alma, como si una parte de ella muriera lentamente.

Había comenzado a llamarse a sí misma fracaso, se arrepentía de muchas cosas que hizo y que aún no hacía, trataba de arreglar las cosas, pero aquel sentimiento nunca duraba mucho porque de todas formas no funcionaba. Fue cuando eligió la soledad absoluta, se sentía segura, donde nadie la cuestionaba, pero aquello solo había sido un error, la baja autoestima se volvió insoportable al igual que la falta de propósitos en la vida. Sentía que ya no podía continuar así y finalmente se dio cuenta que sucedía una de dos cosas: Buscaba ayuda y apoyo o simplemente acababa con su vida.

Después de todo eso, vinieron las consecuencias de sus actos. Claro que no era la única que se había dado cuenta que su salud mental no era la más estable, el concejo junto al hokage habían decidido que no era apta para criar a Naruto y por ello decidieron negarle la custodia y aunque ella sabia que mas que velar por la seguridad de Naruto todo aquello lo hacían para castigarla, aquel grupo de ancianos eran repugnantes y por supuesto Hiruzen como siempre se había dejado manipular, lamentablemente el perder la custodia de su amado sobrino había sido solo el comienzo.

"No todos lloramos de la misma manera, hay sonrisas que esconden miles de lágrimas" aquellas habían sido las últimas palabras que Shisui le dijo antes de morir y aquel vacío tan irritante en su pecho se incrementó solo podía recordar aquella sensación de dolor y desesperación que se adueñó de su cuerpo, el cómo las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos, de nuevo el destino había hecho de las suyas y lamentablemente aquel camino de dolor y desgracias aun no terminaba, pues meses después en un noche cálida y tranquila se desatará el terror en el clan Uchiha a manos de Itachi Uchiha y no solo eso, antiguos enemigos habían regresado a la vida de Natsuki.

La mañana en la que despertó en el hospital lo había hecho en silencio, muchos doctores afirmaban que aquel evento solo había empeorado su salud mental llevándola a padecer un estrés postraumático los minutos se volvieron horas y las horas en días en la que el miedo se desencadenaba provocando un constante estado de alerta , por alguna razon sentia que todo eso era una forma de huir, hasta que tiempo después entre la soledad de aquella habitación Natsuki finalmente comenzó a liberar esos sentimientos y emociones en silencio en el rincón más oscuro del lugar.

Primero tenemos el dolor, claramente sabía cómo se sentía el dolor físico más hace tiempo que no sentía ese sentimiento dentro de ella que la hacía sufrir sintiéndose tan abatida y triste, en segundo lugar la amargura y la culpa definitivamente esas dos eran las peores pues pudo haber hecho más por él por eso se sentía tan molesta consigo misma y aunque no era consciente de lo que atormentaba , sabía que Itachi siempre estuvo en un hoyo profundo cargado con una gran tarea que muchos no soportarian. Había demasiada negatividad en ella y ni siquiera sabía que en su interior podía albergar tanto, simplemente ya no sabía cómo manejarlas.

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El otoño estaba en su mejor punto y con él la temporada de lluvia se avecinaba con fuerza, por ello no fue sorpresa para los presentes que el cielo azul fuera cubierto por densas nubes grises que habían sido arrastradas por fuertes rafagas de viento llevandose a su paso las hojas verdes de los árboles que les rodeaban.

La joven rubia de ojos azules mirando con desaprobación las grandes nubes grises comenzó a maldecir en voz baja, no es que le desagradara aquel clima, es más, lo adoraba; sin embargo esperaba a que el día estuviera soleado, aun frustrada no detuvo su andar de camino a la escuela de konoha. Exactamente era el diez de octubre así que a pesar de no tener la custodia de Naruto, como la buena "tía" que era no podía quedarse de brazos cruzados así que tenía un cumpleaños el cual debía festejar. Sin importarle que tener que empujar a algunas personas siguió avanzando hasta que sus ojos pudieron visualizar al pequeño siendo acompañado de iruka; aunque por el rostro de ambos parecía que Naruto había hecho de las suyas... de nuevo.

—¡Naruto! — exclamó la joven deteniéndose a unos pasos de ambos, mirando divertida como el rubio corría hacia ella ignorando los llamados de su sensei, la recibió con un cálido abrazo causando que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro —. Oh, parece que cierta personita me extraño.

— ¡Suki-san, realmente has llegado tarde! por poco y comenzaba a creer que jamás llegarías, ttebayo. — reclamó Naruto separándose de ella, girando su rostro con indignación y cruzando los brazos, ignorando por segunda vez los regaños de Iruka.

La joven se agachó a su altura dejando un beso en su frente y sin previo aviso comenzó a darle cosquillas sonriendo al escuchar las escandalosas risas de su sobrino e ignorando las miradas que los juzgaban, estando en su propia burbuja.

— ¡Suki!¡Basta! me estas avergonzando frente a todos — exclamó Naruto con dificultad, tratando de que la mayor se detuviera.

—Estos niños de ahora... — Susurro con diversión, limpiando la suciedad en su rostro con suavidad y arreglando su ropa le dio un último beso en la frente — ¿Sabes cuantos hombres quisieran tener un solo beso mío, Naruto? Y tu despreciando mi cariño.

— Ay aja — se burló el menor mientras que Natsuki frunció su ceño ante aquella ofensa, el menor se acercó a su oído como si estuviera por contarle algún secreto —. Suki-san no es que los desprecie, pero vas a espantar a mis admiradoras.

— Así que tienes admiradoras, eso es asombroso.— dijo alegre , levantándose del suelo, sacó una envoltura dejando a la vista una hermosa y recién tejida bufanda roja abrigando al menor, sorprendiendolo por aquel repentino regalo —. Feliz cumpleaños, Naruto.

En ese momento el niño con lágrimas en sus ojos, la miró con admiración. Desde que el pequeño tenía memoria aquella joven había estado presente en su vida velando e involucrándose por su bienestar, convirtiéndose en lo más cercano a una figura materna y a pesar de que ella también veía por Sasuke, con el era muy diferente, como si algún lazo de sangre los uniera, como si fueran familia. A pesar de solo tener nueve años, era consciente del constante rechazo por parte de los demás aldeanos e incluso de las burlas de algunos niños o el como lo señalaban; sin embargo ella siempre estaba ahí protegiéndolo, ignorando aquellas miradas que la juzgaban por tomarlo de la mano o por abrazarlo, con ella sentía esa calidez en su pecho, se sentía... amado.

Y por otro lado Natsuki, en ese momento su mente la engaño transformando al niño en Kushina, si de algo debía enorgullecerse su difunta cuñada es que a pesar de que Naruto tenía aquel característico pelo rubio de los namikaze, en realidad había heredado la apariencia y personalidad revoltosa de la Uzumaki e incluso ese extraño tic que tanto deseaba que su hijo no adoptará de ella. Su corazón se hundió en una triste nostalgia, habían pasado nueve años desde su deceso, nueve años en los que jamás se ha podido recuperar de aquel dolor, nueve años desde que los recuerdos de aquella noche atormentan sus sueños, por suerte aún tenía a Naruto, a pesar de que el consejo y el Hokage le había prohibido decirle al niño que tenían un parentesco, era el causante de que siguiera aferrándose a la vida, incluso después de haber perdido a Itachi.

Despidiéndose de iruka, tomó al pequeño niño en brazos comenzando a recorrer las calles de konoha — Naruto, por mas que te lleves bien con Iruka debes recordar que es tu mayor, lo debes de respetar y eso también incluye en no hacerlo enojar tanto, o vas a ser el causante de que se haga anciano más rápido.

— ¿Más viejo de lo que ya está? — cuestionó Naruto imitando a su profesor, causando una escandalosa carcajada por parte de Natsuki.

— Aigo, deberías dejar al pobre de Iruka en paz y en cambio, ¿por qué no comemos un poco? —preguntó señalando el local frente a ellos, y por la forma en que los ojos de Naruto se iluminaron logró deducir que se trataba del inconfundible Ichiraku ramen —. Puedes pedir lo que quieras, yo invito.

Recibidos por la enérgica sonrisa de Teuchi y Ayame, tomaron asiento, Natsuki dejando a Naruto contra la pared y esperando con paciencia los pedidos de ambos fueron elaborados. Finalmente el plato de cada uno fue entregado ambos rubios sonrieron, deleitándose con el exquisito aroma ,pero su sabor lo era todo, aquellos fideos tan suaves y esponjosos, la mezcla de especies siendo una explosion de sabores y la suavidad de aquel cerdo eran todo un manjar, pero aquello no fue lo único, ya que después de salir de Ichiraku ambos habían pasado a la tienda de conveniencia satisfaciendo su paladar con algo fresco y helado, tomaron asiento en las solitarias bancas del lugar teniendo cada uno su mitad de aquella paleta -la favorita de Naruto- .

Siendo sinceros Natsuki era de aquellas personas que no se veían criando hijos en un futuro, no era simplemente por el hecho de que nadie de la aldea le atraía, si no por que el tener hijos lo veía como algo de suma responsabilidad. Para ella el traer hijos al mundo debía de tener tres cosas, la primera era fácil, tener estabilidad económica, la segunda que el niño fuera deseado tanto por ella como por su pareja en un matrimonio estable y finalmente tener estabilidad mental, lamentablemente de esas tres cosas solo tenia una, el dinero, lo que le faltaba era la pareja y en la que estaba más que jodida era en la estabilidad mental , aquello último era fácil deducirlo ya que por algo la bola de ancianos le negó la custodia de Naruto, por ello jamás imaginó que al final ella tendría que criar a su propio sobrino, no lo hacía apropiadamente, pero siempre trataba de estar ahí con él, más que una promesa hacia su hermano, solamente eran ella y Naruto contra el mundo.

El silencio entre ambos era muy cómodo, pues aunque aun no llegaba el anochecer el canto de los grillos eran su única compañía; Sin embargo algo llevaba perturbando la mente de naruto desde hace mucho tiempo, quien solo la miraba de reojo de vez en cuando como si lo que quisiera decir fuera algo malo.

— Suki-San... —llamó a la joven con inquietud, Natsuki lo miró con calidez y el pequeño prosiguió hablando —. ¿Es verdad que el cuarto Hokage murió por mi culpa?

La joven le dio una mirada desaprobatoria, Naruto no era capaz de mirarle al rostro incluso las lágrimas se habían acumulado ante él silencio. De pronto la mirada azulada de Natsuki se suavizó, tomando su mentón lo obligó a levantar su rostro, limpiando sus lágrimas.

—-¿A qué viene esa pregunta? — preguntó Natsuki desconcertada, dándole suaves palmadas en su espalda tratando de tranquilizarlo.

—Todos en la aldea lo dicen, lo repiten cada vez que me ven, y que me cuidas por lástima —Bajo su rostro nervioso, comenzando a jugar con sus manos, aclarando su garganta hablo tembloroso —. ¿De verdad te importó?

Dejando salir un suspiro nervioso, se juró a sí misma golpear a las personas que le volvieran a decir aquella estupidez al niño.

— Sabes, soy muy mala para las palabras, pero debes de tener una cosa en claro... nadie murió por tu culpa, mi hermano te salvo y protegió al igual que a toda la aldea, el murió haciendo su deber, así que nada de eso es verdad. Naruto, yo no te cuido por lástima, esas son creencias de gente estúpida. —-dijo lo último con una mueca rara cosa que hizo reír a Naruto, la mirada de Natsuki era como la de una madre tan cálida y llena de amor —. Yo te cuido porque así lo deseé; además eres muy importante para mi, por eso... si el mundo está en tu contra yo seré la primera en estar a tu lado, si alguna vez te sientes solo te abrazaré muy fuerte, cada vez que llores mis manos serán las que sequen tus lágrimas, cuando seas Hokage yo seré la primera en aplaudir, si es necesario sacrificar mi vida y felicidad por ti, lo haría sin dudarlo para que hagas tu sueño realidad, desde el primer momento que te conocí supe que debía protegerte, nadie se resiste a tu brillante y hermosa sonrisa, tus ojos azules son los más preciosos que he visto, tu alma y corazón son demasiados puras para mi corrompida alma . — Las lágrimas de Naruto ya estaban bajando por sus mejillas, se veía tan pequeño e indefenso que Natsuki lo abrazó con fuerza, pues había crecido un sentimiento de vacío en su pecho — Eres una de las personas más importantes en mi vida, pequeño y por eso jamás estarás solo.

A Pesar de que el mundo la catalogaba como una maldita perra insensible, no pudo contener las lágrimas aferrándose a su sobrino, desde hace tiempo había tenido un mal presentimiento, como si en cualquier momento no fuera a regresar de alguna misión y el solo pensar en que dejaría solo a Naruto le produce un mal sabor e incluso al pobre de sasuke. Hacía ya un año que tanto el pequeño Uchiha y ella habían visto con sus propios ojos los cuerpos de hombre, mujeres y niños que murieron ante las manos de Itachi Uchiha , fue inevitable que un sentimiento de sobreprotección creciera en ella después de enfrentarse a un extraño y que este la amenazó abiertamente con la integridad de aquellos que ella amaba.

Alejándose de él, miró el collar en su cuello, despojándose de él acarició el dije de dragón y sin titubear se lo coloco. —- Este collar es muy importante Naruto, este se le es entregado a aquellas personas que han logrado obtener un contrato con el gran dragón Ryu y por eso prométeme que a partir de ahora lo cuides por mi y que este te recuerde que jamás estarás solo.

Esa noche Natsuki había sacado todo los sentimientos dentro de ella, mostrando una tremenda vulnerabilidad frente a Naruto, dejándole en claro la importancia que tenía en su vida, era su única familia, era la pequeña luz que alumbraba su oscuro corazón y Naruto supo que al final de cuentas no estaba solo pues a pesar de que Natsuki muriera ella seguiría presente en su vida y viviendo en su memoria.























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Curiosidades

°En el anterior libro la historia comenzaba dias antes del genocidio de los Uchiha, pero por cuestiones de la linea del tiempo se cambio la fecha y la historia comienza a un año despues de aquella noche.

° Natsuki significa Luna de verano, ya que es un nombre compuesto por los los kanji 夏 (verano ) y 月 (luna), curiosamente natsuki nació a finales de diciembre, pero aquel nombre fue escogido por Minato ya que sus cabellos dorados le recordaron al brillo del sol en verano y su piel tan blanca a la luna.

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𝙽𝚘 𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍𝚎𝚗 𝚟𝚘𝚝𝚊𝚛 𝚢 𝚌𝚘𝚖𝚎𝚗𝚝𝚊𝚛.

𝙴𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚕 𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚑𝚊𝚢𝚊 𝚜𝚒𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚜𝚞 𝚊𝚐𝚛𝚊𝚍𝚘.

Por el momento me he creado un canal de difusión si ha alguien le interesa , estaré pronto dejando él link disponible,

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ₙₒₛ ₗₑₑₘₒₛ ₚᵣₒₙₜₒ.

ₐₜₜₑ:ₗₘ ♡

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