
"𝕷𝖆 𝖒𝖊𝖏𝖔𝖗 𝖊𝖝𝖕𝖊𝖗𝖎𝖊𝖓𝖈𝖎𝖆."
"Quédate conmigo esta noche. Mañana No hay trabajo y tengo que hablar contigo sobre algo."
Eso era lo que había llegado al teléfono de la castaña. Esta inmediatamente se hizo un manojo de nervios mientras pensaba en las mil y un cosas que pudo haber hecho y que le haya molestado a su novia.
¿Le molestó qué se haya recostado en el hombro de Lisa?
¿Qué le haya tocado el trasero a Jisoo "Por accidente"?
Rosé nunca le decía algo como "tenemos que hablar" por cualquier cosa, lo hacía cuando estaba molesta, celosa o era algo extremadamente serio.
Jennie, tras carcomerse la cabeza con los mil y un pensamientos, miró la hora; faltaba poco así que decidió prepararse.
Ambas eran una linda pareja con más de cinco años de relación. Las dos se conocen desde pequeñas por lo que saben todo la una de la otra.
Jennie, desde pequeña, sufrió burlas por culpa de su condición. Es una chica intersexual. Sin embargo, Chaeyoung nunca se alejó de ella y siempre la apoyó con todo, a raíz de esto, Jennie se enamoró de ella pero no fue hasta los dieciséis años que finalmente decidió declararse y descubrir que era correspondida por la menor.
Ambas han pasado por mucho, lloraron en el hombro de la otra, rieron, crearon momentos inolvidables juntas, sufrieron, se cayeron, se levantaron, pero nunca se soltaron de las manos.
Jennie siempre estaba feliz de presumir a Chaeyoung como su hermosa novia, y del revés.
Pero hubo una pequeña cosa que cambió una parte de la relación de ambas.
Tras una horrible pelea por un malentendido, cuando tenían dieciocho, donde ambas terminaron, Jennie terminó ebria en un bar, terminando en la cama junto a una desconocida.
Luego de que volvieran por darse cuenta de su estupidez, Jennie le confesó aquello a su, nuevamente, novia, quien se sintió completamente mal e insuficiente para la mayor. Mal por no haber sido ella la primera vez de una de las personas que más ama en todo el mundo, e insuficiente porque creía que si ellas llegaran a eso, Jennie no lo disfrutaría tanto por ser con una novata insegura como se consideraba Chaeyoung.
Ambas si habían llegado a varios encuentros subidos de tono, pero igual nunca habían llegado más allá de toqueteos y provocaciones.
Chaeyoung sentía que Jennie necesitaba de eso, se notaba lo ansiosa que la mayor estaba para hacerlo, pero Chaeyoung nunca accedía por miedo a que sea una mala experiencia para su novia.
La amaba, claro. Pero a veces, Chaeyoung creía que era poca cosa para alguien como Jennie.
Sin embargo, hoy la menor de la pareja ha decidido arriesgarse.
Jennie suspiró antes de tocar la puerta de la vivienda de su novia. Ambas quedaron en mudarse juntas cuando reúnan suficiente dinero, y aún falta para eso.
Poco bastó para que una linda rubia abriera la puerta. Jennie se mordió el labio al sentir el típico revuelto en su estómago y su corazón latiendo mucho más rápido. Inmediatamente se lanzó a la boca ajena, abrazando su torso y haciendo a ambas sonreír en medio del beso, casi rompiéndolo para volver a juntarse, profundizando más el tacto.
Finalmente se separaron — Te amo — soltó la mayor sin soltar el abrazo en el torso de la rubia.
—Hola a ti también — soltó burlonamente. Jennie rodó los ojos. Estaba bromeando, o sea, no estaba molesta, Por lo que sus nervios se calmaron al saber que no había hecho nada malo.
Como venganza, Jennie enterró su rostro en el cuello de su contraria, con facilidad gracias a la diferencia de altura, y mordió juguetonamente la curva de su cuello y hombro izquierdo. Haciendo a la menor quejarse.
—Idiota — se quejó la rubia.
—Dime que me amas — le exigió la peli corto. La menor negó divertida.
—Te quiero — la mayor volvió a morder —. ¡Jennie!
—No me quieres, me amas, dilo — exigió sin quitar su rostro de donde estaba, por si tenía que atacar de nuevo —. Dilo o te dejaré una marca, Park Chaeyoung.
—Bien, Te amo-rdido un perro — la mayor sacó su rostro de su escondite y miró fijamente a su contraria con el rostro serio.
—Te quitaré los LEGOs.
—Te amo, mi amor, mi bebé, mi todo. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida — acunó el rostro de su mayor en sus manos y dejó besos por todo este, haciendo reír a la castaña —. Te amo, te amo, te amo, ¿Lo sabes? — plantó un beso en los labios ajenos. Jennie negó divertida al separarse.
—No puedo creer que quieras más a los LEGOs que a mi — la mayor puchereó.
—Los LEGOs no le tocan el trasero a otras — se quejó la rubia, volviendo a una expresión seria y desviando la mirada. Jennie sonrió al ver esto.
Guió las manos lentamente por la espalda de la rubia, haciendo que esta última tuviera un escalofrío, llegó al trasero de su novia y lo apretó con fuerza, haciendo a la menor quejarse.
—Ya está, ¿Contenta? — la menor negó y la castaña puchereó. Pasó sus manos de donde se encontraba hasta el vientre de su contraria y subió hasta acunar los pechos de la rubia con sus manos, esta última se sonrojó ferozmente. Lentamente, empezó a masajear los pechos ajenos, Chaeyoung soltó un leve gemido ante esto —. ¿Y ahora?
El sonido de alguien carraspeando fuertemente, hace a ambas coreanas voltearse. Yeji, una de sus vecinas se encontraba ahí parada, con la mirada desviada y un fuerte sonrojo en sus mejillas. La pareja inmediatamente se avergonzó, recordando que aún estaban en la entrada.
—L-Lamento mucho la interrupción, Unnies — se disculpó la de ojos rasgados haciendo una reverencia.
—N-Nosotras... lo sentimos — fue lo único que Chaeyoung dijo antes de tomar la mano de su novia para arrastrarla adentro de la vivienda.
Una vez adentro, completamente solas, ambas cruzaron miradas unos segundos antes de estallar en carcajadas.
—E-eso... fue... — logró empezar a hablar la mayor, calmando su risa.
—Incómodo — ambas volvieron a cruzar miradas antes de volver a reír.
Finalmente las risas cesaron. Una vez volvieron a su compostura, Jennie hizo memoria de lo que había en el mensaje.
—Amor, ¿Qué me ibas a decir? — decidió preguntar.
La menor recordó el verdadero propósito de la visita de la mayor e inmediatamente sintió el calor en su cara.
—Nini, amor, hay algo que quiero hablar contigo — dijo mirando al suelo. Ante la repentina timidez de la menor, Jennie se acercó a ella.
—¿Es algo malo? — la rubia negó. Jennie le dio una mirada desconcertada —. Entonces, ¿Qué es?
—Ven — tomó la mano de su novia para poderla guiar a su habitación.
Ambas de adentraron en el cuarto de la rubia y esta cerró antes de acercarse a la cama y sentarse en esta suspirando por lo nervios.
La mayor miró a su novia, extrañada por los nervios de esta.
Se acercó a ella y acunó su rostro con sus manos — Amor, me estas asustando. ¿Estás segura de que no es algo malo?
—Es algo que nosotras hemos evitado durante mucho tiempo — murmuró la de cabello más largo, desviando la mirada.
La mayor se separó y se sentó al lado de su contraria para acariciar el muslo de esta de manera tranquilizadora, esperando calmar sus nervios.
Chaeyoung seguía pensando en si decirlo o no. Le daba mucha vergüenza y tenía miedo de que Jennie la rechazara. Se sentía lista pero a la vez muy insegura.
—Linda, sabes que puedes decirme cualquier cosa, no tienes por qué sentirte tan nerviosa — habló la castaña con un tono y sonrisa tranquilizante.
Chaeyoung suspiró, no sabía como sacar a la luz el tema.
—Jennie — se volteó hacia la mencionada —, yo... siento que ya estoy... lista - Jennie frunció el ceño.
—¿Lista? ¿Lista para qué?
—Nini, tú sabes que yo... nunca he...
—Chaeyoung, se directa. Sabes que no me gusta cuando buscas sinónimos raros — le reclamó la mayor volviendo su rostro más serio.
Ante esto, la menor se sintió un poco más libre y finalmente lo soltó — Sabes que nunca he tenido sexo — La mayor la miró sorprendida y desvió la mirada.
—Amor... Sabes que yo nunca quise eso y que no te quiero presionar — le dijo.
—Lo sé pero yo... ya me siento lista — soltó con el calor en su rostro —. He estado pensándolo y yo... tengo veintiún años, ya debería de dejar de comportarme así. Y tampoco quiero hacerte esperar tanto.
La mayor palmeó su regazo, indicándole a la rubia que se sentará en este. La última captó y pasó una de sus piernas por encima de las de la mayor para sentarse encima del regazo de esta, rodeando su cintura con sus piernas. Colocó sus manos en los hombros de la mayor y se acomodó.
—He estado — tragó y se quedó en silencio, desviando la mirada —... ¿Informándome? Algo así — soltó —, y también he estado... experimentando conmigo misma — dijo en un susurro. La mayor entendió y sonrió. Jamás pensó que su tierna novia hiciera esas cosas.
—¿Te has estado masturbando? — preguntó directamente la castaña. La menor se sonrojó pero asintió —. ¿Y en que pensabas mientras lo hacías? — preguntó acariciando la parte exterior de los muslos de su contraria
La rubia mordió su labio inferior al recordar todos los escenarios que tenía en mente cuando se otorgaba auto placer en las noches, o, como ella lo decía, se preparaba a si misma. Sentía como esa extraña sensación de calidez en su centro se hacía presente.
—Pensaba en ti... desnuda, encima de mi — la mayor sonrió satisfecha al oír eso.
—¿Solo eso? — cuestionó.
Chaeyoung desvió la mirada y negó con la cabeza — También pensaba en cómo sería si tú ... me lo metieras. Pensaba e imaginaba como sería si fueras tú la que me tocaba y fuera tu pene el que estuviera dentro de mí, en lugar de mis dedos — soltó sin tapujos e inmediatamente se avergonzó al imaginarse esos escenarios estando encima de su novia.
Ante las eróticas imágenes en su cabeza, la menor sentía humedad escaparse en su entrepierna.
—¿Estas pensando en eso ahora? — cuestionó la mayor al ver el semblante de su novia. Esta asintió.
La mayor recorrió el cuerpo de su contraria con la mirada, encontrándose con los pezones erectos de esta por sobre la tela de su delgada camisa, indicando que sus pensamientos son de todo tipo menos inocentes o sanos. Tomó la cintura de esta y la acercó más a ella, haciendo que sus torsos choquen.
Ambas había tenido estos momentos... excitantes, pero nunca habían sentido tal nivel de calor.
—¿Tú nunca... has hecho algo así? — cuestionó la menor hacia su contraria. Hizo un leve movimiento de caderas contra la mayor, haciendo que esta muerda su labio inferior.
—Sí ... Si he hecho eso, muchas veces. Pensando en ti y en tu hermoso cuerpo desnudo — se sinceró sin pelos en la lengua. Se acercó al oído de la rubia —. Pensando en cómo sería penetrarte hasta que me pidas que pare — habló entre la sonrisa en su rostro, en un tono seductor en el oído de la más alta. Esta sintió una extraña sensación que llegó hasta su centro, volviéndose humedad en este.
—Amor...
—Entonces, ¿quieres que yo te haga el amor? — preguntó la mayor acercándose al rojo rostro de su contraria.
—Si, ya estoy lista — dijo y perdió repentinamente toda vergüenza. Acercó su rostro al de su novia —. Estoy lista para tener mi primera vez contigo, Jennie — murmuró y finalmente, unió sus labios con los ajenos.
La mayor correspondió el beso al instante, volviéndolo más profundo y apasionado.
Ambas sintieron una corriente eléctrica pasar por todo su cuerpo al chocar sus labios, al igual que un revuelo en el estómago y los latidos en su corazón acelerarse.
Jennie acarició con su lengua el labio inferior de Chaeyoung, pidiendo permiso para adentrarse, Chaeyoung le confirmó introduciendo su lengua primero en la boca contraria, impresionando y a la vez excitando a la castaña.
Jennie no tardó en volverlo todo una verdadera guerra de lenguas con roces constantes y humedad entre sus cavidades bucales.
La menor empezó a mover sus caderas contra su contraria, un vaivén lento y preciso, asegurándose de rozar bien su entrepierna con el miembro de la mayor, haciendo presión y haciendo que la castaña sienta una presión en su vientre bajo.
Por falta de aire, ambas separaron sus bocas, un hilo de saliva las separaba.
—Rosie... es tu primera vez, no haré nada que tu no quieras, ¿Está bien? — habló la mayor en un tono bajo, sintiendo su erección crecer por el lento y sensual movimiento de su novia.
—Entonces no tienes restricciones, amor — la mayor mordió su labio inferior —. ¿Qué es esto? — cuestionó moviendo más rápido sus caderas e indicando que hablaba de algo de ahí —. Se siente duro — agregó.
La mayor sonrió — Es lo que te va a hacer gritar de placer — respondió.
—¿Y puedo... lamerlo? ¿Chuparlo? — cuestionó en un tono inocente a pesar de que sus palabras no lo eran para nada —. ¿Jugar con el? ¿sentarme en el? ¿Tenerlo entre mis piernas?
La peli corto mordió su labio inferior. Lo sentía demasiado duro y con las palabras y acciones de su contraria, no ayudaban en nada. Por el lado de la menor, solo podía pensar en lo duro que lo sentía chocando contra su húmedo centro.
—Si, bebé. Puedes chuparlo, lamerlo y hacerle todo lo que te de la gana con el — le aseguró —. Pero solo si me dejas hacerte cualquier cosa.
—Ya dije, sin restricciones — estiró sus brazos para estar más cerca de su mayor —. Te amo. ¿Crees que te va a gustar? — cuestionó muy cerca de los labios ajenos, haciendo que la mayor sienta la respiración contraria contra sus labios.
—Te amo y estoy segura de que voy a amar estar dentro de ti, yo te enseñaré como tocarme y tú me enseñarás a mi, ¿Bien? — la menor asintió y siguió frotándose contra la castaña, quien no pudo evitar soltar un pequeño quejido junto a un suspiro.
El vaivén se hizo más rápido e insistente, ayudando a aquella erección a crecer más.
Jennie estaba muy impresionada, su "Novata" novia la había hecho tener una gran erección solo con palabras y un par de movimientos, es que ni besos de tan alta calentura la habían excitado tanto. Cada vez descubre una nueva faceta de la rubia, y todas las amaba.
Jennie siempre creyó que su primera vez con Chaeyoung sería algo tierno, divertido y cuidadoso, pero si sigue llevando este ritmo tan candente, no cree poder ser tierna con la menor.
Chaeyoung decidió tomar la iniciativa y guió sus manos al borde de la blusa de su contraria, levantándola hasta finalmente quitársela, dejando a la mayor con su sujetador.
La menor posó su vista en la mitad de los pechos de su novia que estaban al descubierto, mordió su labio inferior.
—¿Quieres verlos? — cuestionó la mayor al ver la atenta mirada de su novia ahí.
—No, quiero chuparlos — soltó sin pensar y luego sintió calor acumulado en sus mejillas. La mayor se limitó a sonreír —. Q-Quiero decir... solo... si tú quieres — la castaña rió y soltó la cadera de su menor para llevar sus manos a su espalda, desabrochar su sujetador y quitárselo, lanzándolo por donde sea.
—Puedes hacerles lo que quieras, es una de las cosas que más quiero que hagas — dijo sin quitar su sonrisa. La vista de la más alta seguía pegada en los pechos ajenos, los cuales tenían ya los pezones erectos.
La menor dudaba en si tocarlos o no, sabía como podría excitarla manoseando sus senos pero aún así se sentía algo insegura.
La mayor, harta de la indecisión por parte de la rubia, tomó las manos de esta última y las guió a sus pechos para inclinarse hacia atrás, apoyando sus antebrazos en la cama para quedar de un modo que a Jeongyeon no se le dificultara tocarla.
Con algo de indecisión y de manera lenta, la más alta empezó a amasar los pechos de la mayor, haciendo en círculos para luego apretarlos. La que recibía las caricias solo se limitaba a morder su labio inferior mientras sentía su entrepierna punzar ante la excitación que sentía.
Tal vez Jennie no tenía los pechos más grandes de entre el círculo de amigas de la menor, pero para ella, eran hermosos; redondos y pezones rozados. Perfectos.
Poco a poco, la menor fue agarrando más confianza, por lo tanto, amasaba con más fuerza los pechos de su contraria, haciendo que esta empiece a soltar leves gemidos.
Dejándose llevar, la menor se inclinó y empezó a pasar su lengua por uno de los erectos pezones de la mayor, esta última se retorció, sintiendo un extraño placer al sentir la cálida legua de su novia recorrer su rugosa superficie.
—Bebé... — soltó —. Sigue, lo haces bien... — logró decir, su respiración agitada y su entrepierna doliendo, por más que su Miembro se lo gritaba, no quería acelerar el asunto. De un momento a otro, la rubia chupó con fuerza el pezón de su contraria —. Amor...
Una vez sintió que era suficiente, fue hacia el pecho contrario, repitiendo las mismas acciones hechas con el otro seno.
Una vez terminó, se separó del pecho, el cual estaba completamente lleno de la saliva de la rubia.
Chaeyoung se acomodó y sintió algo verdaderamente duro contra a ella, bajó la mirada para ver el gran bulto entre las piernas de la mayor. Mordió su labio inferior, era verdaderamente grande.
—Amor, ¿Puedo verlo? — la mayor solo se limitó a asentir mientras se sentaba más al centro de la cama para que la menor tuviera buen acceso a su entrepierna sin necesidad de bajarse de la cama.
La menor bajó hasta quedar a la altura de donde se encontraba el bulto de la castaña. Tomó el borde del pantalón y con sumo cuidado, lo desabrochó. Tomó los bordes tanto del pantalón como del bóxer de la mayor para bajarlo lentamente.
Una vez destapó la pelvis, el miembro de Jennie salió, tambaleándose levemente antes de quedar recto y rígido. Chaeyoung se mordió el labio inferior al verlo. Era mucho más grande de lo que pudo haber imaginado, erecto, duro y rosado, líquido pre-seminal salía del glande, haciéndolo ver más brilloso, dando más ganas de chuparlo, lamerlo y saber como sabe su semen. Lo había visto a través de fotos pero no se veía tan grande como ahora. Terminó de quitar el pantalón de la peli corto, dejándola completamente desnuda.
Bajó lentamente y tocó el glande, sintiendo el líquido pre seminal.
Tomó con su mano el miembro de su mayor y lo apretó, sintiendo lo dura y rígida que estaba. Empezó a mover su mano lentamente de arriba abajo, como había visto alguna vez.
La castaña echó su cabeza hacia atrás, sintiendo una extraña sensación recorrer su cuerpo y llegar hasta su pene.
—Amor... ¿Cómo puedo... complacerte? — cuestionó la rubia, aún con ese lento movimiento con su mano.
—Así, linda. Continúa así... — dijo y la más alta hizo caso, continuando el lento movimiento en su mano.
Estuvo así unos segundos antes de dejarse llevar nuevamente, inclinándose para lamer el glande de la mayor, saboreando el líquido que lo hacía ver tan brilloso y delicioso,
Jennie se retorció al sentir la húmeda lengua de su menor recorrer su glande.
—Um... así... ahora, lámelo, de abajo hacia arriba — indicó. La menor obedeció.
La rubia sacó su lengua bien y la presionó en la base del duro miembro para luego subir lentamente, presionándolo y sintiendo la rugosa superficie del miembro junto con algunas venas sobresalientes.
El sabor de aquella piel le encantaba, y más mezclado con el pre semen que salía de la punta y había empapado casi toda la extensión de la castaña luego de que la menor la había masturbado.
—Um... así, bebé — gimió —. Chúpalo, por donde quieras — la menor volvió a obedecer, culpando el primer lugar que se le ocurrió; la punta. Haciendo estremecer a la más baja y sacándole un gemido a esta —. Ahora, hazle lo que quieras.
La menor también obedeció, lamiendo desde abajo hacia arriba para luego chupar la punta.
Empezó a besar los laterales para dejar otra larga lamida. La mayor se estremeció más ante esto, se sentía jodidamente bien.
La menor empezó a introducir el enorme miembro dentro de su boca, lentamente, saboreandolo.
Lo metió hasta la mitad y empezó a mover su cabeza de arriba abajo, haciendo gemir audiblemente a la castaña.
Jennie sentía las húmedas y calientes paredes bucales de su novia alrededor de su miembro. Se sentía jodidamente bien, y solo es la mitad lo que llevaba la rubia del miembro dentro de su boca.
—Um... por Dios, así... — la menor seguía, no podía introducirlo absolutamente todo, por lo que se conformó con sentir el gran miembro hasta donde podía —. Rosie... mierda, voy a... — la menor aumentó la velocidad de su cabeza, y por un raro impulso, empezó a masturbar a su novia al mismo ritmo de su cabeza.
Poco bastó para que la mayor sintiera una extraña sensación recorrer desde su abdomen bajo hasta la punta de su pene, soltando un espeso y blanco líquido salir en la boca de la menor.
Esta se paralizó unos segundos antes de saborear levemente aquel líquido y tragarlo. Totalmente delicioso para ella.
Procedió a limpiar los restos en el pene de la mayor para luego acomodarse y limpiar lo que había en las comisuras de sus labios.
La mayor la miraba con la respiración acelerada.
—Desnúdate — exigió firmemente en un tono ronco.
Chaeyoung se sentó sobre sus talones y dudo mucho en si hacer caso al mandato de la mayor. Suspiró y tomó los bordes de su camisa para subirla lenta y tímidamente hasta finalmente quitársela.
Una vez estuvo su torso desnudo, el calor subió al rostro de la menor, sintiéndose insuficiente y sintiendo que su cuerpo no era suficiente.
La mayor notó la inseguridad de su novia y se acercó a ella.
—Mi amor, eres hermosa. Eres perfecta, ¿Si? Déjame verte — pasó un mechón del rubio cabello de su contraria por detrás de la oreja de esta.
—Lo dices por hacerme sentir mejor, se que no soy tan hermosa como la otra chica con la que te-... — la mayor la calló juntando sus labios de manera feroz y posesiva.
Se separó — Te dije que nunca quise eso. Y ella era operada, ni siquiera tuve un orgasmo — le dijo —. He tenido más orgasmos masturbándome contigo en mis pensamientos — agregó —. Y no lo hago por hacerte sentir mejor, eres hermosa, eso nadie me lo puede negar — empezó a acariciar los senos ajenos —. Dios, no puedo esperar a estar dentro de ti.
—Dios, te amo — rápidamente se quitó las prendas inferiores, quedando completamente desnuda —. Te amo, Jennie — repitió y juntó sus labios con los de su novia.
La mayor correspondió el beso, volviéndolo más profundo y apasionado. Tomó a la más alta para ponerla boca arriba en la cama, quedando encima de ella.
Ambas separaron sus labios — Te amo, Chaeyoung. También te amo — empezó a besar el cuello de la contraria.
Cada toque de labios contra la suave piel del cuello de la rubia, se encargaba de hacerlo húmedo, excitando y haciendo jadear a la menor, quien había abierto sus piernas cuando su espalda había tocado el colchón, dejando su húmedo centro al aire, sintiendo este último chocar en el.
Los besos de la castaña pasaron por las clavículas de la menor mientras su mano derecha acariciaba deliciosamente el vientre de esta hasta que sus dedos se asomaron en el centro de la menor.
Para explorar un poco, empezó a acariciar en círculos toda la extensión de la entrepierna de la rubia, sintiendo lo jodidamente caliente y mojada que estaba mientras atrapaba el pezón derecho de su contraria con su boca.
—Ah... Jen... mi amor... um... — gimió suavemente la menor al sentir los dedos de su novia acariciando bruscamente todo su centro. Su boca en su pecho y su mano en su entrepierna, excitaba en sobremanera a la menor, haciéndola retorcerse bajo todos los toques.
La mayor empezó a hacer círculos en el clítoris de Chaeyoung con su dedo medio mientras cambiaba al otro seno, haciendo a esta gemir fuertemente mientras arqueaba la espalda. Por alguna extraña razón, se le hacía más placentero que se lo hiciera su novia a que se lo hiciera ella misma.
Una vez la mayor terminó con el seno izquierdo de la más alta, se separó de este, dejándolo todo ensalivado y duro mientras detenía los movimientos en su mano.
—Mi amor, tócate — soltó. La menor la miró.
—P-Pero quiero que tú me toques, Jennie — respondió la menor.
—Pero no sé cómo, enséñame — le pidió.
—Me da... vergüenza — se sinceró la rubia, le daba vergüenza tocarse frente a alguien.
—No te avergüences de masturbarte frente a tu novia. Piensa en mi, gime mi nombre, solo tócate para saber cómo hacerlo.
La menor lo pensó pero terminó asintiendo y abriendo bien sus piernas.
Jennie se sentó sobre sus talones, dándose cuenta de lo rígido que se encontraba su pene, mordió su labio inferior.
Chaeyoung llevó su mano hasta su entrepierna y empezó a acariciarse levemente. Primero empezó a hacer círculos en su centro, mayormente primero se excitaba y pasaba su humedad por todos lados rozando sus dedos por sus labios y clítoris, pero no es necesario porque se encontraba exageradamente húmeda.
Pasó su dedo medio por entre sus labios inferiores, retorciéndose al pasar su dedo por su entrada. La castaña miraba atenta, tomando notas mentales y sintiendo una punzada de dolor en su miembro ante lo excitante que le parecía aquella escena.
Tras acariciarse un poco, gimiendo en voz baja, metió lentamente su dedo medio en su vagina.
—Um... — movió levemente sus caderas contra sí misma, moviendo lentamente su dedo en su interior, sintiendo su húmeda y caliente cavidad vaginal —. J-Jennie...
Jennie creyó que ya era suficiente, así que habló — Ya. Es suficiente — dijo y volvió a ponerse a la altura del rostro de la más alta —. Voy a hacerte un par de preguntas — dijo empezándola a tocar como había visto previamente, haciendo círculos en el centro de la menor haciendo a esta gemir —. ¿Haz alcanzado un orgasmo? — acarició aquel pequeño orificio que daba acceso al estrecho interior de la rubia.
—S-Si, una sola-... ah... — gimió al sentir el largo dedo de su novia adentrarse en ella lentamente —. U-Una sola vez... um... — la mayor empezó a mover su largo dedo dentro de su novia.
Se impresionó de sobremanera al darse cuenta de lo estrecha, caliente y húmeda que era por dentro. Su dedo saboreaba y exploraba todo el interior de la más alta.
—¿Ah, si? — dijo en tono ronco —. ¿En que pensabas?
—F-Fue el día que... ngh... — la mayor aumentó el ritmo de su dedo —. El día en que me mostraste tu pene... cuando um... me mandaste una... f-foto, ah...
—¿Mhm? Continúa, bebé.
—M-Me humedecí... mucho, y necesitaba atención... ah... ahí — contó haciendo memoria de esa noche —. Me toque y ver tu... pene... um — la mayor siguió con un ritmo más rápido en su mano, la menor arqueó su espalda —... me había calentado mucho. Me toqué con tu foto... imaginándolo dentro de... mi... ah... quería pedirte un video... pero, ngh — empezó a mover sus caderas contra el dedo de Jennie —... me daba mucha v-vergüenza. T-Tuve un orgasmo pensando en ti... gritando tu nombre... con las ganas de ser llenada por ti... ah...
Ver a su novia a la cara mientras esta decía estas palabras, volvió a hacer que una punzada de dolor pasara por su pene.
Sacó su viscoso dedo del interior de la menor y lo miró. Un líquido baboso casi blanco lo rodeaba, llevó su dedo a su boca y lo lamió lentamente. Un amargo y extraño sabor adornó su paladar, pero era extrañamente delicioso.
—Dios, Rosie. Eres deliciosa — comentó. Chaeyoung la miró —. ¿Puedo probarte bien? — cuestionó.
La menor solo se limitó a asentir desesperadamente.
Jennie bajó tranquilamente hasta ocultar su rostro entre las piernas de su contraria.
Rozó la punta de su lengua con los labios vaginales de su novia, saboreando la levemente. Tras recorrer todo de esa manera, sacó bien su lengua mientras abría su boca haciendo un "Ahh" para lamer bien de abajo hacia arriba, haciendo que la menor se retuerza.
—¡Mierda! Bebé... — gimió.
La mayor, al escuchar esto, presionó el clítoris de su novia con la punta de su lengua para empezar a hacer círculos. La menor llevó su mano a la cabeza de la castaña y enredó sus dedos en el corto cabello de esta para presionarla contra sus piernas mientras arqueaba su espalda y soltaba un gemido desde lo más profundo de su pecho.
Para la peli corto, no había manjar que lograra superar el que estaba probando ahora mismo. Con este pensamiento en su cabeza, perdió el control, lamiendo por los lados, chupando, llenando de su saliva todo el centro de la rubia. Todo con brusquedad.
Cada que sentía que la menor "Perdía" humedad, dejaba un escupitajo de saliva para luego disolverla por todo el centro de la contraria.
Chaeyoung sentía un placer inmenso junto con una sensación que nunca había sentido antes, una sensación completamente deliciosa, una que la hacía gemir sin control alguno mientras gritaba que siguiera.
—¡Um! Amor... — mordió su labio inferior e hizo el ademán de sentarse, intentando mirar las acciones de la castaña, llevándose una fuerte chupada de está que resonó en las cuatro paredes he hizo que la más alta se debilitara por completo, haciéndola gritar —. ¡Ah! ¡Así! ¡Joder! Ah, ¡Ah...!
No podía creerlo, ¿Cómo había estado esperando tanto por esto? ¿Cómo había evitado esto tanto tiempo? ¿Cómo se perdió tanto tiempo Esta sensación tan deliciosa? ¿Cómo pudo vivir sin esto?
Su otra mano, la que no sostenía la cabeza de la mayor, apretaba las sábanas con fuerza. Sus mejillas estaban rojas, su respiración acelerada y su espalda arqueada.
Sentía una sensación recorrer todo su cuerpo para quedarse en el vientre bajo de la menor.
—Joder... amor... voy a... — la mayor volvió a chupar con fuerza y esto bastó para que un caliente y transparente líquido saliera a chorro de la vagina de la menor, llenando y mojando la boca de la castaña y llenando sus labios.
Para Jennie, solo es otra cosa realmente exquisita que quería volver a probar, pasó su lengua por todo el centro de su contraria, saboreando aquel caliente líquido y limpiándolo del centro de su novia.
—Eres muy, muy deliciosa, amor. Valió la pena esperar tanto por esto — dijo mientras se ponía a la altura del rostro de su menor para besarla lujuriosamente.
Un sabor extraño invadió el paladar de la rubia por culpa de los labios de su novia. Se dio cuenta de que era su propio sabor y no le importó, abrió los labios para que la lengua de su contraria se adentrara en su boca.
La lengua de la castaña recorrió toda la boca de su novia, pasó por detrás de sus dientes, tanto superiores como inferiores, pasó por el paladar ajeno antes de chocar con la otra lengua.
De repente, ambas separaron sus labios y la guerra se había creado en sus lenguas, completamente delicioso para ambas.
Finalmente se separaron y la rubia habló — Jennie, quiero que me llenes, por favor. En cualquier posición. Solo quiero tu pene, bebé — soltó —. Por favor, lléname — rogó.
La mayor se colocó bien entre las piernas ajenas, Se acomodó encima de ella, Tomó su duro miembro y empezó a acariciar todo el centro de la menor con el glande, pasando toda la humedad por este, mezclándolo con el líquido pre seminal.
—¿Lista, amor? — la mencionada asintió —. Primero la punta, ¿Bien? — la menor volvió a asentir.
Con poca facilidad por culpa de lo apretada que Chaeyoung se encontraba, la mayor empezó a entrar de manera muy lenta en la menor. Esta sintió un gran dolor que la hizo gemir audiblemente mientras la mayor seguía enfocada en no entrar bruscamente en su novia por el enorme calor y la enorme necesidad que sentía.
Jennie, al introducir toda la punta miró el rostro de su amada.
Esta tenía las cejas fruncidas y sus ojos cerrados con fuerza.
—¿Duele mucho? ¿Quieres que-...?
—No, amor — dijo la menor, acostumbrándose al gran grosor y abrazando el cuello de su novia. Le dolía, hasta ahora, solo se había auto complacido con uno o dos dedos, y tampoco es que los tuviera muy largos ni muy gruesos, por lo que eso no era nada comparado con tener el enorme pene de su novia adentro.
—Recuerda, esto es solo la punta — Chaeyoung la miró, si que tenía una novia muy bien dotada —. No me moveré hasta que tú me digas, linda.
La mayor esperó pacientemente a que la menor se acostumbrara. Esta última habló — M-Muévete, lento — la mayor hizo caso y empezó un muy lento vaivén con sus caderas.
El interior de Chaeyoung era jodidamente apretado, húmedo y caliente, con lo poco que llevaba de su pene adentro, aprovechó a saborear un poco lo que podía.
Ambas gemían en voz baja, pero la rubia cada vez aumentaba más el volumen.
Por el lado de Chaeyoung, sentía toda la punta moverse dentro de ella en un vaivén lento que le dolía, sus paredes siendo expandidas tanto tras no ser preparadas previamente para tal grosor, dolía. Le dolía mucho sentir como estaba tan expandida, tan abierta.
Pero algo que la rubia no podía negar, esta el enorme placer que sentía, una extraña sensación que pasaba por todo su cuerpo, de arriba abajo, parando unos segundos en su vientre bajo antes de convertirse en más humedad, haciendo a la mayor gemir al sentir todo esto contra su miembro.
Tras moverse un poco, Chaeyoung sintió como el placer podía más que el dolor, haciéndola gemir fuertemente — A-Amor... m-más rápido... ah, ah...
La mayor hizo caso a las palabras de la menor, moviéndose un poco más rápido, sin meter más del límite, que había dicho, de su pene.
Chaeyoung arqueó la espalda, gimiendo desde lo más profundo de su pecho, seguía doliendo, pero el placer podía con ella.
Jennie se dedicaba a otorgarle placer a su novia, ya que para poder saciar sus necesidades necesitaba penetrarla duro y profundo, pero no quería lastimarla en su primera vez.
Una extraña sensación recorrió todo el cuerpo de la más alta, esta la reconoció de inmediato. Era esa misma sensación que sintió la noche que se masturbó teniendo la imagen de la intimidad de su novia. Sabía que estaba apunto de tener un orgasmo.
—J-Jennie — mordió su labio inferior antes de soltar otro gemido —, yo voy a-... ¡Um! — Jennie sintió como su novia se volvía más estrecha, dificultándole moverse un poco. Ante esto y las palabras de su novia, se dio cuenta de que esta última estaba ya en su orgasmo.
—A-Amor... ¿V-Vas a...? — logró articular antes de gemir. La menor asintió repetidamente con sus ojos cerrados con fuerza.
Tras un par de movimientos, Jeongyeon sintió como la presión que se había creado en su estómago se deshacía, arqueando la espalda y gimiendo fuertemente Para luego sentir como un tibio líquido salía de su vagina.
Jennie mordió su labio inferior al sentir aquel caliente líquido empapar su pene, había presenciado el segundo orgasmo de Chaeyoung, y le encantaba.
—J-Jennie... P-Por favor, m-mete más — pidió la más alta.
La mayor detuvo su vaivén para empezar a introducir más de una manera muy lenta, se detuvo al terminar de meterlo hasta la mitad, soltando un gemido de satisfacción al poder sentir mucho más la vagina de su amada y poder saciar un poco más sus necesidades.
Miró el semblante de su contraria, quien estaba con sus ojos cerrados con fuerza y su labio inferior siendo atrapado con fuerza entre sus dientes mientras se acostumbraba al largo que había sido introducido.
Chaeyoung apretó con fuerza el miembro de su contraria en un espasmo que hizo gemir a la mayor ante lo delicioso que se sintió aquello.
La menor, mientras se acostumbraba, se dedicó a saborear el resto del miembro de su contraria y una vez se sintió lista habló.
—M-Muévete... — pidió la menor. La mayor mordió su labio inferior antes de hacer caso, reiniciando un vaivén con el mismo ritmo que había hecho minutos atrás —. M-Más rápido... — Jennie abrió los ojos algo impresionada por tales palabras pero hizo caso a la petición, moviéndose más rápido —. Ngh... ah... bebé... - gimió.
Al sentir lo apretada que se puso la menor por el aumento de velocidad, Jennie empezó a gemir.
La sensación del pene de su novia saliendo levemente para volver a entrar, hacía a la menor gemir fuertemente por lo bien que lo sentía. Seguía doliendo, pero no quería parar.
—Um... bebé — gimió la castaña. Intentaba lo más que podía controlarse ya que, de ser por ella, estarían follando duro, sin importar si lastimaba a su novia o no. Aún así, estaba amando sentir el caliente interior de su hermosa novia.
El cuerpo de Jennie se sentía extrañamente bien aunque deseaba más. Sentía su miembro palpitar a la vez que sentía como una extraña presión se empezaba a hacer presente en su vientre bajo.
—¡Um! ¡Jennie! — la rubia empezó a mover sus caderas al ritmo que mantenía su novia, sintiendo como podría entrar a otro orgasmo.
La mayor sentía que, con ese poco contacto para ella, también estaba entrando a su orgasmo, una extraña sensación recorriendo todo su cuerpo para acumularse en su vientre. Ante esto, se empezó a mover un poco más rápido, haciendo a la menor gemir más fuerte.
—R-Rosie... mierda, voy a — mordió su labio inferior, concentrándose en penetrar a su contraria, estaba disfrutando esto, demasiado —... venirme, amor — la rubia no le importó, estaba muy ocupada saboreando el pene de su novia con su interior mientras gemía con fuerza.
—M-Más... profundo, Jennie... — logró pedir la rubia. La mayor decidió primero terminar ambos orgasmos antes de hacer caso.
Rosé apretó la intimidad contraria con su interior, esto causó que la mayor sintiera aún esa presión en su abdomen.
Un par de movimientos más y la rubia sintió un chorro de algo caliente y espeso saliendo de manera abundante dentro de ella, haciéndola estremecer y haciendo que ella se viniera también de manera abundante.
La mayor siguió penetrando un poco más duro, sacando otro chorro de caliente semen dentro de su novia, haciendo a esta gemir ante lo delicioso que se sintió aquello.
—Bebé... es tan... — la mayor empezó a introducir más de su pene, callando lo que iba a decir la rubia —. Ngh... dios, es muy grande.
Finalmente, todo el pene de Jennie estaba dentro de la vagina de Chaeyoung.
A la menor le dolía, seguía estando bastante expandida y ahora aquel largo estaba dentro de ella. Aún así, se sentía muy bien, sintiendo una sensación recorrer su espina dorsal y más humedad salió de ella.
La castaña sentía su pene siendo sofocado por las apretadas paredes de la menor. Delicioso, caliente y húmedo, le encantaba.
—M-Muévete, por favor, te necesito — rogó la menor.
Jennie se enderezó y tomó las piernas de Chaeyoung, que rodeaban su cintura, para empezar a moverse lentamente pero llegando lo más profundo que podía, haciendo a la menor arquear su espalda.
La mayor mordía su labio inferior mientras veía el largo y delgado cuerpo de su novia, estirado, desnudo, sudado y con su espalda arqueada mientras gemía de placer.
Por Dios, ¿Cómo esta mujer no se sentía suficiente?
Su cuerpo era Perfecto, es hermosa, y si Jennie pensaba eso de ella con ropa puesta, ahora estaba completamente encantada por la belleza sobrenatural de su novia. Para rematar su belleza física, es una buena chica, tierna, cariñosa, protectora, bromista, es simplemente la mujer perfecta.
Es más, ella hacía a Jennie sentirse insuficiente, ¡A la más diva de todas!
—J-Jennie, más rápido, Um... — gimió. La mayor hizo caso y empezó a moverse más rápido, solo que lo hizo demasiado por haberse dejado llevar, lastimando un poco a su novia —. J-Jennie...
Al notar el semblante de su novia, Jennie bajó la velocidad repentinamente — L-Lo siento, amor. Um... — aumentó solo un poco la velocidad, haciendo que las paredes de la menor apretaran más su pene —. Rosie... — gimió.
La menor tomó las sabanas, preparada para apretarlas cuando la mayor haga caso a lo que iba a decir — Duro — la mayor la miró desconcertada —... más rápido y duro, Jennie. Por favor — la castaña mordió su labio inferior e hizo caso a el mandato de la menor.
Empezó a mover sus caderas con fuerza de manera rápida, tocando un punto que hacía a la menor arquear su espalda y gemir con fuerza, apretando las sábanas.
Le dolía, mucho, pero el placer fue una venda que la hizo ciega a aquella sensación, haciendo que no proteste y siga.
Aún sentía el semen de Jennie dentro de si, moviéndose con cada estocada de la castaña. Y se sentía muy bien.
—Joder... bebé — gimió la mayor, mordiendo su labio inferior y aumentando la velocidad, haciendo a la menor gritar, rápidamente se arrepintió —. Y-yo lo...
—Joder no pares... sigue ¡Ah! Así, bebé... — le dijo, entre gemidos. La mayor la miró con su mirada obscurecida antes de seguir penetrandola.
Estocadas duras y precisas, no tan rápidas. De ese modo era que Jennie cogía a Rosé. Haciendo a esta última gemir con fuerza mientras sentía un gran dolor y a la vez placer. Constantes escalofríos excitantes recorriendo su espina dorsal. Sensaciones completamente nuevas pero muy deliciosas.
Se sigue preguntando, ¿Cómo coño había vivido tanto tiempo sin haber cogido con su novia? Ahora se siente como una estúpida.
Al principio siempre creyó que sería algo incómodo, doloroso y malo, como había oído anécdotas de sus amigas, por lo que agarró algo de miedo. Pero cuando se tocó y metió un dedo en su vagina por primera vez, se dio cuenta de lo que se estaba perdiendo.
Y ahora, si, dolía, mucho, demasiado, pero el placer era innegable, se sentía sabroso. Un pene grueso, largo, jodidamente duro, venoso y rosado, moviéndose constantemente de adentro hacia afuera de ella, golpeando con fuerza cada que entraba, sintiendo los genitales de su contraria golpeando contra ella cada que entraba.
Se sentía jodidamente bien.
Era delicioso, haciendo que ella soltara constantemente un 'Que rico' de sus labios. Amaba esto, amaba follar, no quería parar, podría hacerlo toda su jodida vida.
Sintió de nuevo esa presión en su abdomen, anunciando otro orgasmo. Apretó con su vagina el pene de Jennie y esta última lo notó, pero tampoco pensaba parar.
Su pene siendo sofocado, esta vez, hasta la base, hizo a la castaña gemir antes de coger más duro a Chaeyoung, haciendo a esta última gritar. Se aferró más a las piernas de su novia para moverse más rápido. Sentía como entraba a otro orgasmo.
—Amor... ¡Ah! Mierda, estas... muy — una fuerte estocada la interrumpió, sacándole un grito a su contraria —... apretada, joder.
—¡Jennie! ¡Jen! ¡Amor! Ah... dios, continúa. Voy a-... ¡Ah...! Correr-me... — soltó pero siguió balbuceando entre gemidos —. A-Así. Joder, duro ah... cógeme, mierda... se sien-te tan... ¡Joder! Bien... — empezó a mover sus caderas, ayudando a su novia con la penetración.
Aquellos balbuceos excitaban más a la mayor, quien sentía que a este paso, su pene no iba a estar satisfecho nunca por mas semen que este saque, las palabras de su novia la excitaban mucho.
Ante lo cerrada que se puso la menor por estar ya en su orgasmo, la mayor sintió también entrar al suyo. Su pene palpitaba y el caliente y sabroso interior de la menor no ayudaba.
Un espeso chorro de semen salió del pene, haciendo a la menor correrse.
—Así... ¡Mierda! Lléname — pidió entre gemidos, la mayor entendió y siguió penetrandola. Otro chorro del espeso y caliente líquido salió —. Agh... así... joder, lléname toda — la mayor siguió y sintió salir el último chorro de este orgasmo, saliendo aún más abundante que los dos anteriores.
Ante la sensación del caliente líquido dentro de ella, Chaeyoung sintió otro orgasmo venir, el cual terminó mucho más rápido, evitando que si quiera logre avisarle a su novia.
Esta última gimió audiblemente al sentir más del caliente liquido de la eyaculación de su novia, se sentía muy bien para ella.
Ambas perdieron completamente el control.
Jennie se inclinó, apoyando sus manos a los lados de la cabeza de Chaeyoung, haciendo a esta última abrazar su cintura con sus piernas, haciendo que la cogida sea mucho más accesible y fácil.
Jennie miraba fijamente el rojo rostro de su novia gimiendo su nombre e incoherencias sin control alguno, sintiendo todo el pene dentro de ella, abrazando la superficie rugosa y las venas marcadas.
Su novia era jodidamente hermosa.
Seguía saboreando su interior con su pene, seguía siendo caliente, apretado y húmedo.
—Joder, bebé... — sintió nuevamente esa presión en su abdomen bajo, sabía que iba a volver a correrse dentro de su novia —. Voy a ha-hacerlo de nuevo.
—Si, así... córrete dentro mío, ah... otra vez — pidió la rubia nuevamente.
Sentía el calor en todo su cuerpo, sobre todo en su entrepierna chocando con la de su contraria. Una fina capa de sudor adornaba todo su delgado y largo cuerpo, se sentía muy bien.
La rubia sintió volverse a venir, había perdido la cuenta de cuántas veces lo había hecho ya.
La mayor dio una fuerte estocada, resonando en todo el cuarto, sacándole un grito a ambas y bastando para que la rubia volviera a correrse.
La mayor salió de dentro de su contraria y tomó su miembro para apretarlo y empezar a masturbarlo rápidamente, sacando de nuevo el blanco y espeso líquido esta vez en el abdomen de Jeongyeon. Esta sintió un escalofrío en su espina dorsal al sentir el caliente líquido en su vientre.
—Jennie... — dijo, su respiración agitada. Se encontraba jodidamente cansada —. Te amo, joder. Te amo — dijo abrazando su cuello para besarla.
La mayor rió al separarse - También te amo. Perdón si te lastimé, amor.
—Joder, fue la mejor experiencia de toda mi puta vida, Jennie Kim — soltó de repente.
—¡Vamos! Seré silenciosa — siguió insistiendo la rubia en el oído de su novia.
—Rosie, lo hicimos antes de salir — le dijo.
Se encontraban en casa de Lisa, en una pijamada grupal que había organizado esta. Las cuatro se encontraban en el sofá, mirando una película, todas estaban atentas a esta menos la pareja mayor.
—Vamos, bebé. Por favor. Te haré un oral, solo quiero que me folles — susurró en su oído. La mayor sintió un escalofrío y miró a su lado para ver si alguien había escuchado las palabras de su novia.
Tomó la mano de su menor y la jaló fuera del sofá. Antes de que las chicas, quienes parecían hipnotizadas por la pantalla, se dieran cuenta de que no están, subieron las escaleras.
Entraron al baño más cercano y juntaron sus labios desesperadamente.
—Te he dicho que no me digas esas cosas en público. Sabes que me excitas — la menor rió.
—Solo fóllame, ¿Si? — la mayor negó divertida y procedió a hacer caso a lo dicho por su novia.
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