Cuando la puerta se abrió, un sonriente Yoongi le saludó y le permitió entrar. Taehyung fue directamente a echarse en el sillón de la sala mientras con la mirada buscaba a Jimin.

—¿Estás solp? —preguntó, luego de no ver por ningún lado a su mejor amigo.

—No, Jiminie fue por unas jergas al baño.

—Oh, ¿están haciendo limpieza? —Yoongi asintió, tomando el par de libretas olvidadas de Jimin que habían estado sobre la mesa desde la noche pasada y las llevó a la habitación—. ¿Necesitan ayuda?

—No, estamos bien.

Perfecto, pensó Taehyung quien realmente no tenía ganas de limpiar y se recostó a gusto en el sillón con una sonrisa de satisfacción.

—¿Dónde está Jungkookie? —preguntó Yoongi, luciendo curioso como un pequeño niño que busca a su amigo para jugar.

—Está en casa de mi hermano.

—Oh, no sabía que tenías uno.

—Sip, es mayor que yo. Tiene un novio que es robot como ustedes. Te los presentaré luego, Jimin ya los conoce.

—Genial —Yoongi alza su pulgar y desaparece nuevamente en la habitación para dejar algunas otras cosas.

Jimin sale del baño principal y al ver a Taehyung sonríe de lado. Taehyung sonríe geométricamente para él y agita sus pies sobre el sillón para molestar a su amigo.

—¿Qué haces aquí?

—Estaba aburrido así que vine. Además, quería hablar contigo sobre las vacaciones de verano.

Jimin junta sus cejas en signo de estar escuchándolo y se acerca a la sala para limpiar los muebles con la jerga limpia que había conseguido.

—Estaba pensando que fuéramos todos a tu casa este verano.

—Wow, qué gran sorpresa.

—Sé que siempre vamos a tu casa pero es que, vives en Busan... ¡Todos amamos Busan!

—Pero es aburrido.

—Tú eres el aburrido, hay tantas cosas que hacer ahí. Además, Yoongi hyung no conoce Busan y de seguro tu mamá ha de querer conocer a Yoongi —Taehyung siguió parloteando sobre sus planes de verano, sobre Jungkook y su terquedad de querer viajar con Namjoon y Seokjin, además de que éste verano querían hacer las cosas un poco diferente. Jimin y Taehyung solían pasar los días enteros encerrados en la casa de Jimin y de vez en cuando salían a la calle, por lo que Taehyung ahora quería disfrutar verdaderamente del precioso paraíso turístico que era Busan.

—¿Si entiendes que vamos a Busan y no a Jeju, verdad? —preguntó sarcásticamente el rubio, alzando una ceja hacia su amigo.

—¿Si entiendes que vamos a Busan, verdad? ¡Por Dios, qué fastidio contigo! No aprecias nada —Taehyung se levantó del sillón y fue a buscar algo que botanear en la cocina de su amigo, encontrando un pequeño paquete de galletas, volviendo rápidamente al sillón para echarse nuevamente.

Con el rato, Yoongi, que iba y venia, desapareció de su vista yéndose a la cocina a guardar la vajilla recién lavada. Sin embargo, un corto estruendo hace que la charla de aquellos dos amigos se detenga sorpresivamente y ambos se giren a mirar en aquella dirección. Jimin inmediatamente va hacia el lugar, dejando a Taehyung intrigado aún en el sofá. Pasan los segundos y ahora es un golpe más fuerte lo que se escucha y el corazón de Taehyung se estruja cuando escucha el grito bañado de miedo de su mejor amigo llamándolo.

—¿Qué sucedió? —pregunta Kim, con los ojos bien abiertos de la impresión. Yoongi está tendido sobre el suelo aparentemente inconciente y Jimin está a su lado, roto en llanto.

—No lo sé, sólo se desmayó. Ayúdame por favor.

Jimin suplicó con la voz entrecortada y sus mejillas empapadas, sus ojos pequeños comenzando a hincharse.

Algo en Taehyung se removió extrañamente. Eran muchas emociones juntas las que se aglomeraban en su interior, por un lado tenía una creciente felicidad porque Jimin estaba cada día más apegado a Yoongi, luego tenía intriga por los extraños sucesos que le habían estado pasando al robot de su amigo, también estaba la tristeza y la desesperación cuando un temible presentimiento le cruzó la mente. Por supuesto lo que pasaba con Yoongi no era normal y, en el peor de los casos, le traería consecuencias de las que no podrían escapar.

Inmediatamente después de dejar a Yoongi en el sofá, Taehyung hurgó en su nuca, moviendo un poco su cabello y separando la camiseta de su piel.

Jungkook le había contado un poco acerca de las diferentes cosas y paneles que podrías encontrar en sus cuerpos que servían para el buen mantenimiento de sus cuerpos robóticos. La batería de Yoongi estaba muy baja, lo cual extrañó a Kim. Hablando seriamente, no había razón para que Yoongi presentara tanta falta de energía. Ni siquiera Jungkook, que era veinte veces más hiperactivo que Yoongi se desgastaba tanto.

Entonces, un escalofrío recorrió el cuerpo del castaño cuando sus ojos presenciaron un extraño glitch en la imagen de la nuca de Yoongi. La batería que se reflejaba parpadeó dos veces y despareció por casi dos segundos, volviendo a aparecer como si nada.

Oh no...

¿Qué fue eso?

—¿Estará bien? —preguntó el rubio, sorbiendo su nariz.

—S-sí —no lo sé. —Su carga está baja, sólo debería dormir un buen rato y recargará lo que le hace falta. Tranquilo.

Jimin asintió, creyendo fielmente en las palabras de su mejor amigo. El corazón de Taehyung se estrujó y se sintió agobiado.

—Jungkook no tarda en volver, me iré ahora —dice de pronto, queriendo irse del lugar lo más rápido posible.

—No, Tae... No me dejes solo.

Taehyung se siente aún más mal al ver la cara de preocupación de Jimin y a Yoongi recostado sobre el sillón. Pero no quiere quedarse.

—Estarán bien.

Sus palabras fueron crueles y aparentemente sin empatía por su amigo, cerrando la puerta tras él. Huyó a prisa hasta encerrarse en su propia habitación y quedar con la mente en blanco, aún sintiendo el escalofrío de ver el extraño fallo en el sistema de Yoongi.

¿Qué debía hacer?

¿Debería contárselo a Jimin?

No...

Mejor no.

¡Hola de nuevo!

¿Qué les pareció el capítulo?

¿Ustedes qué harían en el lugar de Tae? ¿Le contarían a Jimin?

Disculpen si hay errores, después revisaré nuevamente la historia.

Gracias por leer ❤ les quiero mucho.

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