Tuvo que saltarse un par de clases para poder recoger aquel ansiado paquete. Y en compañía de Jungkook llevaron la caja hasta su departamento primero, analizando la situación y reuniendo todo el valor del universo para ir y dejarla frente a la puerta de Jimin.

Taehyung tuvo que inventarse un súper plan por si Jimin llegaba a preguntarle el por qué había decidido saltarle casi medio día de escuela, pero afortunadamente aquel cuestionamiento por parte del rubio jamás llegó pues Taehyung suponía, o más bien, sabía que Park estaría totalmente ocupado con el enorme paquete frente a su departamento que por supuesto dejaría pasar todo lo demás.

Kim Taehyung fingió demencia por varios días, estuvo a punto de cumplir una semana de silencio cuando no resistió más y la verdad salió a la luz.

—¡Deshaste de él! —ordenó Jimin, ambos ya entrados en una discusión.

—¡¿Por qué yo?! —Taehyung fingió estar ofendido.

—¡Porque tú lo compraste!

—¡Bien, veré qué hago!

—¡Perfecto!

Taehyung salió aparentemente molesto del departamento de Jimin, Jungkook por su parte no dijo nada, solamente siguió a su novio fuera del lugar, dejando a Jimin echando humo por las orejas del enfado.

Una vez afuera, Taehyung sonreía emocionado. Su pareja totalmente desconcertado por su extraño manejo de sentimientos.

—Entonces, ¿qué harás? —preguntó el azabache con respecto a lo que Kim le había prometido a su amigo.

—¿Yo? —Taehyung alzó una ceja— Nada. Dejaré que descubra la magia por él solo... Tarde o temprano abrirá la caja y desde aquel momento será el punto de no retorno para todos. Así que, no hay nada que hacer. Entremos a casa y veamos algo en la TV.

—Eso no estuvo para nada bien, Kim Taehyung —la figura frente a él se posaba con ambas manos sobre su cintura, con expresión seria y voz firme, estaba completamente en su papel de adulto responsable y eso, ponía de mal humor a Taehyung.

Seokjin era completamente alguien divertido y agradable pero realmente podía ser recto y regañón cuando quería.

—Ugh, estar con mi hermano ya está afectándote, hyung —Taehyung arrugó la nariz.

—No es eso, Tae. Es consciencia pura. Dime, ¿cómo puedes tú creer que lo que hiciste está bien? Sabes que a tu amigo no le gustamos, ¿cuál es la razón de darle un robot? Y sé muy bien que tus intenciones no fueron puras, solamente quieres molestarlo como él te molesta a ti. Debes pensar como un adulto.

Taehyung suspiró fastidiado. —Mejor no te hubiera contado nada —viró los ojos luego del murmullo para nada disimulado—. Jungkook, vámonos a casa.

El pelinegro apareció inmediatamente a su lado y con una agitada de mano rápida se despidió de Seokjin, saliendo ambos del apartamento.

Bueno, quizá Jin tenía razón pero igual, Jimin se lo merecía. Además, Jimin estaba solo y se notaba que anhelaba una pareja, y Taehyung se la dio. ¿Qué hay de malo en eso?

Al fin y al cabo había resultado ser una buena idea. Después de todo, tal y como Taehyung lo había predicho, Jimin estaba cayendo por Yoongi. No importaba cuántas veces Jimin lo negara, Taehyung podía darse cuenta de todos aquellos cambios que su amigo había estado sufriendo debido al robot. Jimin se notaba cada vez más interesado en él, aunque su actitud seguía siendo renuente y un tanto grosera con el pobre robot.

Para estas alturas, el mes de abril ya estaba en su recta final y aprovechando el buen clima y los bellos paisajes naturales que comenzaban a pintar la ciudad, ambas parejas decidieron ir en repetidas ocasiones a lo que a Taehyung le gustaba llamar como "citas dobles", yendo los cuatro a pequeños y divertidos picnics cerca del amplio río Han, donde muchas personas más pasaban sus tardes.

—¿Dejaste de enloquecer? —preguntó el castaño, metiéndose una uva verde a la boca.

—No estaba enloquecido, sólo... ya sabes. Después de todo creo que es buen tipo... O robot, lo que sea.

—Son como personas reales atrapadas en cuerpos metálicos.

—No tanto...

—Ya verás. Sólo tienes un mes con él, espera un poco más y entenderás realmente lo que digo.

Las cosas entre Taehyung y Jimin ya se habían calmado. Realmente ninguna pelea duraba entre ellos, quizá era porque eran demasiado buenos amigos como para dejarse solos mucho tiempo. Además, siendo ambos chicos quienes no eran originarios de Seúl, mantenían una vida solitaria, por lo que ambos solamente se tenían a ellos dos para pasar la vida, así que para ninguno era bueno estar peleados.

A Jungkook le había venido bien la compañía de Yoongi, eso todos podían notarlo, ahora Jungkook tenía a alguien como él todavía más cerca, por lo cual se volvieron algo así como mejores amigos. A Taehyung le hacía feliz ver a Jungkook feliz. Y también sabía que Yoongi estaba haciendo feliz a su amigo, por lo que era un plus a la felicidad de Taehyung. Porque Taehyung era feliz viendo a los de su alrededor felices.

La llegada de Yoongi había sido para todos una buena noticia. El pálido chico estaba siendo un ganar-ganar para todos en realidad, así que sí, Taehyung estaba satisfecho con su travesura. Ahora, ellos serían un grupo de cuatro para siempre. Ya no debía preocuparse tanto por la inestabilidad emocional de su amigo, ni tampoco por el hecho de que Jimin se sintiese la tercera rueda cerca de ellos.

Sip, estaba más que satisfecho.

Sin embargo, Jimin lanzó una pregunta cómo proyectil directamente a su cabeza, haciéndolo explotar inmediatamente.

—¿Por qué decidiste conseguirme un novio? Digo, ¿por qué un él y no una ella?

Oh joder, qué buena pregunta.

Realmente jamás se había cuestionado aquello. Nunca le había cruzado por la mente que quizá Jimin podría haberse sentido ofendido al conseguirle un varón como pareja, técnicamente, Taehyung estaba asumiendo la orientación sexual de su mejor amigo sin siquiera haber tenido idea de aquello.

Hasta donde Kim podía recordar, Jimin se consideraba heterosexual. Pues todas las anécdotas del rubio que tuvieran que ver con enamorarse, siempre contenían a una chica en la historia. Por lo que ahora Taehyung se sentía en problemas.

—Ah... Lo siento si te ofendió mi elección.... Yo sólo, no lo sé.

—Está bien. Yoongi me agrada, creo que podemos llegar a ser buenos amigos —respondió el rubio con una sonrisa ligera, parecía no darle tanta importancia—. Aunque claro, si hubiera sido una ella, podría haber puesto más de mi parte, ¿sabes? —Jimin bromeó.

Bien, ese podía ser un simple comentario juguetón, pero Taehyung estaba seguro que algo en Jimin sí se había movido ante su estúpida decisión. Que él fuese gay no significaba que todos a su alrededor lo fueran. Debió haberlo pensado un poco antes de actuar.