21
Dedos largos y delgados tamborileaban sobre la mesa donde se encontraba esperando. Las palmas de sus manos sudaban en frío ante las ansias de encontrarse ya con Hoseok.
Taehyung tenía apenas cinco minutos en el café acordado, y a pesar del poco tiempo se sentía muy nervioso. Afortunadamente, Hoseok apareció por la puerta muy poco tiempo después, sonriente y atractivo, tal y como Taehyung lo recordaba cuando salían juntos.
Aquella ropa tan elegante pero a la vez cotidiana le sentaba tan bien al muchacho de sonrisa de corazón. Sus miradas conectaron desde el primer segundo, lo que hizo a Taehyung sonreír embobado como acto de reflejo.
—Hola, me alegra que hayas aceptado mi invitación —saludó Hoseok una vez se encontró en su lugar, sentado frente a Taehyung.
—Yo feliz de que me hayas invitado —Taehyung respondió con un poco de vergüenza en la voz.
Hoseok sonrió coqueto y se acomodó el cabello hacia atrás. —De verdad dudé un poco de que fueras a aceptar mi invitación.
—¿Cómo podría? Me has ayudado mucho últimamente.
—Bueno, sabiendo que ahora sales con un robot, no pensé que quisieras aceptar la salida —para Taehyung no pasó desapercibido el tono burlesco con el que Hoseok se refirió a Jungkook. Extrañamente, Taehyung se sintió avergonzado por primera vez de decir que salía con un robot.
—A Jungkook no le molesta, nos tenemos mucha confianza.
Hoseok dejó salir una risa burlona de mal gusto, que hizo que Taehyung tragara en seco. Nuevamente estaba ese nefasto comportamiento por el que ambos comenzaron a pelear cuando salían.
—En fin, no te invité aquí para que me hables de tu noviecito de metal, mejor charlemos un poco y comamos.
La charla inicial fue un poco tensa. Sin embargo, pasada una hora, todo parecía haber vuelto a ser como antes, hablando de los buenos tiempos. Hoseok era estupendo para mover los hilos a su antojo. Ahora ambos jóvenes reían de las tonterías del otro, se mostraron cosas con el teléfono, contaron alguna que otra anécdota graciosa, se tomaron fotos y disfrutaron de sus pedidos. Taehyung pareció haber olvidado la mala actitud de Hoseok de hace un rato y disfrutó plenamente de su salida.
—Sabes, —Hoseok comenzó, luego de haberse quedado ambos en silencio unos segundos— después de que tú y yo, bueno, terminaramos, pensé en la idea de conseguirme una pareja robot.
—¿De verdad? —Taehyung alzó las cejas, sorprendido de aquella confesión. Hoseok asintió, comiendo de su helado.
—Sí. Viendo a mí papá hablar tanto de la empresa me dio curiosidad saber lo que era tener uno de esos, pero una vez lo tuve conmigo me pareció extraño y aburrido —las cejas del contrario ahora bajaron, frunciéndose al oír aquello—. O sea, están programados para hacer feliz a la gente, pero son tan buenos que aburren, ¿no crees?
Taehyung negó lentamente con la cabeza, sin querer entender lo que Hoseok le decía.
—Siempre te dan por tu lado, hacen lo que tú quieres y son falsamente felices. Su amor es tan "bueno" que se siente tan falso y asqueroso.
—¿Estás hablando mierda de la empresa de tu padre?
Hoseok se encogió de hombros. —Se lo he dicho muchas veces. La gente que de verdad busca algo como eso es gente loca, gente que llena su vida con falsedades.
Taehyung se removió incómodo en su asiento, comenzaba a sentirse molesto. Sumado a las palabras de Hoseok, por su mente pasaron las palabras que Jimin le dijo en un principio de todo: "Jungkook está diseñado para ser lindo, no es porque le nazca ser lindo contigo".
Imágenes de toda su relación con Jungkook pasaron volando por su mente, una tras otra como carrete de galería de teléfono. Por primera vez se sintió raro al pensar en el chico azabache que ahora vivía con él. Siempre había sido tan positivo que nunca había pensado de forma mala hacia su decisión de conseguir a Jungkook.
Él lo amaba, sí, pero lo amaba por despecho a Hoseok.
Jungkook amaba a Taehyung, pero lo hacía porque estaba programado para hacerlo.
Nada de lo que había entre ambos era real.
Todo lo que los unía era un amor falso que había comprado con intenciones de vivir su cuento de hadas de ensueño. Como si el verdadero amor pudiera simplemente comprarse en una tienda.
—¿Taehyung? —el llamado de Hoseok lo sacó de sus pensamientos. Taehyung parpadeó confundido y luego alzó la mirada a Hoseok, quien lo miraba extrañado—. ¿Estás bien?
—Creo que algo me cayó mal. Debo irme. Lo siento.
Y sin explicar nada más ni esperar una palabra de vuelta, Taehyung se paró y se fue del café a prisa, sin siquiera pagar por su pedido.
Hoseok le hacía mal. Hoseok siempre le había hecho mal. Hoseok siempre le haría mal.
Las palabras de aquel muchacho siempre lograban tocar fibras sensibles del castaño y de alguna u otra manera lo hacían pasársela mal. Por fin se había dado cuenta que nunca podría volver a estar con Hoseok.
Hoseok podía ser real y tener sentimientos reales por él. Pero aquel vínculo real le dañaba, y de la peor manera posible. Mientras que los sentimientos de Jungkook quizá no eran naturales, pero eran reales, porque Jungkook estaba diseñado para amar, pero él sólo lo amaba a él, no a nadie más. Y Taehyung no le importaba qué era lo normal y qué no, a Taehyung le importaba ser feliz y estar tranquilo. Y Jungkook lo hacía feliz y sentirse a salvo.
Por lo que corrió como un loco de vuelta a su apartamento, se olvidó de tomar un bus y de usar el elevador, simplemente corrió como si un gran monstruo estuviera detrás de él y no paró hasta llegar a su hogar.
Jungkook brincó ante la abrupta apertura de la puerta. Justo iba de camino a la habitación cuando Taehyung apareció en la entrada, respirando tan profundamente que parecía que se acabaría el oxígeno del planeta él solo. Ambos muchachos se quedaron mirando por unos segundos. Jungkook estaba confundido y extrañado, mientras que la mirada de Taehyung era severa e ilegible.
—¿Ya volviste? —preguntó Jungkook, con un tono inocente tan adorable que terminó de impulsar la locura de Taehyung.
El castaño que aún permanecía en la entrada, se abrió paso con fuertes pisadas hasta llegar a Jungkook sin decir una palabra y una vez estuvo frente a él no le dio tiempo de nada, le sostuvo la cara con ambas manos y lo besó.
Aquel fue un muy mal beso.
Taehyung no podía respirar de lo agitado que estaba y Jungkook se quedó en shock, pero ninguno protestó.
Aquel beso fue tan torpe que a ambos les llenó su corazón de calidez, pues fue un beso improvisado y sincero, el cual ambos necesitaban con urgencia.
—Te amo tanto, Jungkook.
Taehyung por fin habló, pegando su frente a la del muchacho pelinegro que seguía desconcertado pero sonriente.
—Yo también te amo mucho.
—De verdad, te amo.
Jungkook soltó una risilla adorable, enternecido por su extraño novio.
—Yo también, de verdad te amo —le aseguró Jungkook, sonando adorablemente sincero.
Y gracias a esa maldita salida que tantos problemas les causó, pudieron sanar todo mal funcionamiento que pudieron haber tenido en su relación.
Taehyung comprendió que el amor no tenía que ser "natural" para ser real. Porque él amaba a Jungkook y Jungkook lo amaba a él, no sólo porque fuesen pareja o porque estuviesen hechos para hacerlo, sino porque ambos habían llegado para completar la vida del otro y darse una razón para continuar.
Sin Jungkook, Taehyung nunca hubiera cerrado su pasado. Y sin Taehyung, Jungkook no tendría un propósito en la vida.
Por eso mismo, Taehyung recapacitó sus pensamientos de hace unos momentos. Su amor con Jungkook no era falso, era diferente, y no estaba mal, simplemente no todos podrían comprenderle. Pero no necesitaba que nadie lo comprendiera, ni Hoseok, ni Jimin, ni nadie, sólo ellos dos debían comprenderse mutuamente para funcionar. Y lo estaban logrando.
¡Hola!
Habemus actualización ^u^
¿Qué les pareció el capítulo? Déjenme saber sus opiniones en los comentarios, me encanta leerles ♡
Yo creo que solamente nos quedan entre 1 o 2 capítulos, quizá 3 pero aún no lo sé bien, esta historia la hago sobre la marcha xD
Y no se olviden de seguirme en Instagram (@cielohearth) porque allá subo todo tipo de aviso sobre la cuenta y actualizaciones, a veces subo spoilers y a veces también platicamos uwu ♡
En fin, nos leemos pronto ♡
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