La vida para Taehyung durante los últimos días parecía ser un juego contra reloj donde parecía tenerlas todas de perder.

Hoseok, desde aquella vez que se vieron en el café, no le ha contestado los mensajes y mucho menos las llamadas. Taehyung estaba desesperado por una respuesta, por obtener una alternativa y una manera de poder ayudar a Jimin. 

Además, estaba actuando solo. ¿Por qué? Porque era estúpido. No había una razón exacta por la cual Taehyung estaba haciendo todo eso él solo. Simplemente creía que si le contaba a Jimin que estaba pidiéndole ayuda a Hoseok para salvar a Yoongi, Jimin le diría que no lo hiciera. Estaba seguro que Jimin se negaría a obtener ayuda por dos razones; la primera era por Hoseok y toda la mierda que tiempo atrás Taehyung le contó de él, y la segunda era por el simple hecho de que Jimin era un tipo terco y orgulloso, sabía que aunque éste estuviera sufriendo por dentro por la inminente pérdida de Yoongi, no pediría ayuda. Estaba casi seguro de que Jimin sacaría la misma mierda de siempre, diciendo que Yoongi era solo un robot y no debían hacer mucho por él. Así que Taehyung decidió actuar solo.

Sumando que, Taehyung se sentía culpable. Él había sido el terco que puso a Yoongi en la vida de Jimin. El ayudar a Yoongi lo sentía como una obligación.

Debía ayudar a Yoongi a sobrevivir para demostrarle a Jimin que sí necesitaba a Yoongi en su vida. Era una extraña pelea de orgullos entre dos amigos tercos que sin darse cuenta se volvió algo que no podían manejar.

Pero Jimin no era el único que no estaba enterado de lo que Taehyung estaba haciendo.

Jungkook era el único que estaba siendo dejado de lado en todo este asunto. Pues él ni siquiera sabía exactamente qué estaba sucediendo con Yoongi. A pesar de que había presenciado los desmayos de Yoongi, ante sus ojos él y Jimin eran una linda pareja. No tan linda como él y Taehyung, pero lo eran. Jungkook no estaba enterado del extraño amor no correspondido que Yoongi estaba experimentando, por lo que a Jungkook no le pasaba ni de cerca por la cabeza que su amigo estuviese fallando de tal manera. Alguna vez pensó que quizá había sido un desgaste de batería demasiado exagerado, pero nada más. Jamás se había detenido a pensarlo más a fondo, y mucho menos se le había ocurrido hacerlo ya que todos a su alrededor actuaban como siempre. Para Jungkook, no había nada extraño.

Taehyung estaba negado a contarle a Jungkook lo que sucedía ya que creía que sólo lo haría sentir mal. No pensaba que Jungkook fuese de ayuda, así que simplemente lo descartó. Además que por nada del mundo quería que éste se enterara de sus interacciones recientes con Hoseok ya que, al ser uno su ex y el otro su actual pareja, creyó que quizá le haría pasar un mal rato a Jungkook. Prefirió no contarle absolutamente nada a Jungkook, creyendo que al dejarlo en la ignorancia, todo se mantendría igual que siempre.

Sin embargo, es bien sabido que dos mentiras no hacen una verdad. Y mucho menos el crear una montaña de éstas te llevaría a algo bueno, pues al tapar una mentira con otra, solamente estarías cavando tu propia tumba para después. Y no porque Taehyung estuviera haciendo algo malo realmente. Solamente no estaba haciendo lo correcto. Y para entender mejor, existe un dicho conocido, que va muy bien con la situación: No hagas cosas buenas que parezcan malas.

El teléfono vibrando en su mesa de noche le hizo despertar inmediatamente, despertando a Jungkook a su vez ante el movimiento brusco y poco cuidadoso que Taehyung hizo para poder alcanzar su móvil.

—¿Pasa algo? —preguntó el pelinegro con voz adormilada.

Taehyung, igual de adormilado y con un ojo cerrado, ignoró al chico a su lado, concentrándose en el mensaje que se leía en su pantalla.

HS
Reunámonos por la tarde en la misma cafetería.

Deslizó el dedo por la pantalla, haciendo desaparecer el mensaje y bloqueando la pantalla nuevamente. Dejando el móvil en su lugar y volviendo a acurrucarse junto a Jungkook, haciendo como si nada hubiese pasado.

—Ven aquí y abrázame, volvamos a dormir.

—¿No era importante el mensaje?

—No, sólo un tonto de mi salón pidiéndome la tarea —mintió, tan natural que Jungkook se lo creyó e incluso soltó una risita.

—¿De verdad hay alguien en tu salón que te pide las tareas? ¿A ti?

—¿Qué estás insinuando, Jeon Jungkook? —Taehyung le encaró, fingiendo estar ofendido.

Una caricia en su cabello le hizo salir de sus pensamientos, aquella mano cariñosa le acarició la nuca, un poco el cuello y después se alejó. Hoseok apareció por un lado, luciendo una sonrisa coqueta para él, sentándose frente suyo.

Taehyung sonrió para él en cuanto éste se encontraba cómodo en su asiento. Ambas miradas chocaban con destellos brillantes, tan característicos de ambos.

—Gracias por atender mi invitación tan inesperada —agradeció Hoseok, pasándose una mano por su cabello perfectamente arreglado.

—No es nada —Taehyung sacude una mano, restándole seriedad al asunto. —Entonces, ¿tienes información nueva?

—¿Perdón? —Hoseok parece desconcertado, alzando una ceja, evidentemente disgustado.

—¿No querías reunirte para hablar conmigo?

—Sí, pero no sobre eso.

—¿Entonces?

—Bueno, ya sabes, quería tener una charla agradable contigo, una cita tranquila, como en los viejos tiempos.

Algo dentro de Kim se removió, un extraño sentimiento le golpeó las entrañas.

No supo qué responder.

—En realidad, sí tengo algo que decirte al respecto —Taehyung volvió a mirarle con atención—. Aunque también me gustaría que me prestaras algo de tu atención y de tu tiempo.

La petición del mayor parecía venir con un poco de exigencia y molestia.

—Hablemos después de tratar este asunto primero, ¿de acuerdo? —propuso Taehyung, sonriéndole ligeramente.

—Bien. La cosa es que, quizá haya una forma de evitar que el robot de tu amigo se "muera".

Los ojitos del castaño se abrieron con sorpresa, un rayo de esperanza lo iluminaba después de mucho tiempo.

—Pero para evitar eso, el robot debe ser apagado desde fabrica, no manualmente. O sea, debe ser un apagado forzado.

—¿Y eso cómo ayudará? ¿No sólo se quedaría como en pausa?

—Bueno, sí, si sólo lo apagamos y ya. Pero no. Lo que se hace después de ser apagado desde fábrica es que se accede a su sistema y, mmm, ¿cómo te explico? Digamos que se le hace una limpieza, tal y como si tuviese un virus o como cuando se da mantenimiento a una página, ¿me entiendes?

Taehyung asiente con su cabeza, pero Hoseok puede ver en su mirada como es que Taehyung no le logra comprender del todo.

—Lo que se hace con esa "limpieza" es borrarle la memoria, por decirlo de alguna manera, si sometemos al robot de tu amigo a este tipo de apagado, lo que se le hará es que se le extraerá un pedazo de su memoria y recuerdos, dejándolo en blanco en una porción. Esto no le traerá ninguna consecuencia, solamente será como una segunda oportunidad para tu amigo de que no sea tan malo con él y le demuestre el amor que le tiene y así, pues, esto no vuelva a suceder. ¿Me entiendes ahora?

—¿O sea que Yoongi no recordará nada?

—Sólo una parte, quizá podamos borrarle los últimos 2 meses, o un poco antes de que comenzara a presentar sus desmayos.

—Ha presentado fallos desde casi su llegada.

—Tu amigo debió ser muy duro con él.

—Quizá sea buena idea borrarle la memoria desde poco antes de ir a Busan este verano —murmuró para sí mismo.

—Tú decides Taehyung. Hacemos eso o dejamos que em ciclo real del robot haga lo suyo.

Taehyung se mordisqueó el labio inferior.

—Te dejaré pensarlo un poco, ¿está bien? —esta vez, la voz del mayor fue suave y amable, una de sus manos se escabulló por la mesa para ir y alcanzar una de las delgadas manos del menor. —Dejemos ese tema a un lado un rato. ¿Qué te parece hablar de nosotros?

El aire se le atoró en la garganta a Taehyung. Con la mirada fija en la mano contraria que envolvía la suya, soltó un: —¿nosotros?

—Sí. Tiene muchísimo que no nos vemos y nos hemos reunido sólo un par de veces, y en ninguna ocasión hemos podido hablar de un tema que no sea el robot de tu amigo.

—Pero, para eso es que nos reunimos.

—Pero también quiero saber cómo estás, qué ha sido de tu vida en este último tiempo.

—Yo... he estado bien. Sí, bastante bien.

—Me enteré que conseguiste un robot de la compañía. ¿A caso te hice sentir solitario?

Aquello le dio a Taehyung justo en el estómago. Un golpe bajo que de seguro le haría doblarse en dolor y jadear por aire.

Por alguna razón le daba nervios el hablar de Jungkook con Hoseok. Como si estuviera mal de alguna manera.

—Sí, yo... —respondió tembloroso—. Me hice de un robot. Es mi pareja y nos amamos mucho, tenemos una buena relación.

—Oh, Taehyungie... No me digas que tú también has caído por ese falso amor que venden. Nada de eso es real, ¿sabes? Es sólo un engaño para generar ingresos, tú mismo juegas con tus sentimientos.

—Tu padre trabaja para esa empresa...

Hoseok liberó una risita, una que fue sumamente molesta para los oídos de Taehyung.

—Tengo algo que hacer —habló Taehyung nuevamente, interrumpiendo lo que sea que Hoseok iba a responder—. Gracias por la información, te responderé en unos días.

Y sin esperar una respuesta, el castaño tomó sus pertenencias, que sólo era su teléfono móvil, y se fue de la cafetería.

Volví~

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