🌹•TWENTY FIVE XXV•🌹
Cuatro salones más y terminamos, y casi corriendo llegamos a la cafetería, en espera de que fuera abierta.
— ¡Ah, nunca había llegado temprano! —exclamó una de las mocosas—. Siempre me quedo en el salón tratando de entender números.
— Hwansok, tiene razón. —continuó la castaña—. La mayoría de nosotros casi nunca alcanza lugar aquí porque no somos tan buenos como el resto.
— Unnie, ¿usted es una buena estudiante, cierto? —inquirió curiosa.
— Es tan buena tu pregunta que no tengo ni idea de cuál es la respuesta. —contesté, preguntándome lo mismo.
— Por supuesto que la linda Weil es una buena estudiante, de lo contrario, no creo que ella estuviera aquí, cuidando de ustedes. —sin embargo, JoongGuk pareció tener una respuesta.
— Noona, ¿usted y hyung son pareja? —cuestionó de nueva cuenta una de ellas.
— No. —dije.
— ¿Entonces por qué la llama "linda Weil"?
— Porque soy linda, dah. —musité con simpleza.
— ¿Y qué hay de JungKook hyung y noona OhYeon? ¿Ellos sí son pareja, cierto?
Me límite a quedarme en silencio y a mirar hacia otro lugar, ignorando su pregunta.
— Quédense en silencio. —ordené neutra—. Ya sólo faltan cinco minutos para que está cosa nos deje entrar.
¡Los cinco minutos más largos de mi jodida vida! ¿Qué tan importante parece ser para mi subconsciente el hecho de que OhYeon y JungKook puedan volverse pareja, ah?
Sólo sé que en cuanto dieron el timbrado para la hora del almuerzo me dirigí por mi preciosa comida y por supuesto, mi hermoso jugo.
— ¿Vas a comer todo eso, JeWeil?
¿Y está en qué jodido momento apareció? Da miedo.
— Si lo pedí fue porque me lo voy a comer, ¿no tiene eso lógica para ti?
— No es eso, sólo que, ¿no crees que es demasiado? —opinó mirando con rareza mi comida.
— No, de hecho creo que es lo mejor que me pudo haber pasado el día de hoy. —comenté incómoda.
Caminé hacia la mesa en la que se encontraba JoongGuk, pero no contaba con que OhYeon me seguiría hasta allí, ¡incluso tomó asiento!
Nadie la invitó, para empezar.
— ¿Qué haces aquí? —pregunté mirándola con confusión.
— ¿Cómo que qué? Es obvio que para comer.
¿Sólo va a comer lechuga y fruta? No está mal, pero en lo personal yo no me llenaría con eso.
— ¿Y tus amigas qué?
— Ellas pueden hacer lo que quieran.
JoongGuk me miró engorroso, no lo culpo, ella está loca.
No mucho después, Jeon llegó y se sentó al lado de OhYeon como si nada, y vuelvo a preguntar, ¿quién mierda los invitó?
— JeWeil, eso es mucha grasa, es dañino para tu salud. —señaló casi con desagrado—. Come un poco de esto, es más sano.
Y justo cuando estaba a punto de llevar un pequeño trozo de carne a mi boca. Eso no fue lo que me molestó, claro que no. ¡Me enfureció que me quitara trozos de carne y los sustituyera por su estúpida lechuga!
— Oh, también toma esto. —me entregó una botella de agua natural—. Es mejor que beber esa cosa llena de azúcar. —comentó refiriéndose a el jugo que estaba a punto de abrir.
— OhYeon. —la llamé lo más calmada posible.
— ¿Sí, Weil?
— Es la última vez que tocas mi comida, ¿de acuerdo, linda? —tomé mis trozos de carne de vuelta y le regresé su lechuga—. Porque si lo vuelves a hacer, en serio no voy a tratar de hablar así de tranquila contigo como lo estoy haciendo ahora. —le devolví su botella de agua neutra—. Ya sé que es sano, pero hoy no quiero comer de esa forma. —tomé mi bandeja de comida junto con mi jugo poniéndome de pie molesta—. ¿Por qué no le dices todo esto a tu novio, ah? —señalé a Jeon con mi mirada—. Después de todo, él te complace lo que quieras.
Para mi gran suerte, cuando estaba caminando hacia la salida Hanhi iba entrando, y se dio cuenta de inmediato que estaba enfadada, así que no hizo nada más que buscar una mesa con rapidez y esperarme en la misma.
— Dime lo qué ocurrió. Cuéntame tu tragedia del día de hoy, anda, te escucharé y después te mandaré al diablo como tú me mandas a la mierda a mí. —dijo en cuanto estuvo cerca de mí.
— Hanhi...
— Dime, confiesa tus pecados, hermana. —me animó a seguir sintiendo pausadamente.
— ¿Crees que como demasiado? —interrogué dudosa—. Estoy hablando en serio, no estoy bromeando.
— ¿Qué? —frunció su ceño confundida—. ¿Y a ti desde cuándo te importa eso?
— Sé que va sonar estúpido viniendo de mi parte pero, OhYeon dijo que esto era demasiado. —señalé mi bandeja de comida.
— ¿Ese pedazo de idiota te dijo eso? —resopló con una sonrisa poco amigable—. Por favor, ha de estar celosa de que tú sí puedes comer y ella no porque no quiere. —musitó frunciendo sus labios—. Da igual lo que OhYeon diga, si ella no quiere disfrutar de la comida tanto como tú, entonces que se joda.
Recién me doy cuenta de que tener a Hanhi es quizás mejor que ir a un psicólogo, o optar por el consejo de Boung o YoonGi.
— Además, ¿a ella en qué rayos le afecta? —gruñó tomando los palillos entre sus dedos comenzando a husmear la comida de mi bandeja con una mueca extraña—. No se va a morir solo por verte comer agusto. —y ahora se está comiendo mi comida.
— Oye, ¿sabes lo difícil que fue conseguir un plato de comida como está? ¡Déjame un poco! —demandé bufando.
— Un día me dijiste que todo en está vida cuesta, así que, tómalo como un pago por mi servicio. —articuló con su boca llena de comida, cínica.
— ¿Qué? Para empezar si me vas a cobrar con mi comida, en ese caso págame las fotografías de tu novio y tú. —ataqué de vuelta, sin quedarme atrás.
— Aish... Para ti todo es negocio, joder. —suspiró inconforme.
— De algo tengo que vivir.
— ¡Pff! Creí que vivías de las estupideces de JungKook.
— Dije una tontería. —confesé de la nada, desanimada—. Bueno, no es una tontería del todo.
— Oye, ¿no estás enferma? —acercó a mi frente el dorso de su mano—. Es raro que aceptes algo así, es más, ¿si quiera te llamas Min JeWeil?
— Agh, mierda. —mordí mis labios incapaz de mirar detrás de mí para ver qué están haciendo.
— ¿Qué demonios dijiste para que te pongas así? —me miró fingiendo estar asustada—. Estoy comenzando a creer que no estás en tu sano juicio, Weil.
— Me referí a Jeon como la pareja de OhYeon porque estaba molesta, ¡estúpida JeWeil! —revolví un poco mi cabello, avergonzada.
— Básicamente, jodiste todo. —terminó de decir, negando en silencio.
— ¿Qué? No es que yo lo haya jodido, ¿crees que me preocupa que haya casi delatado a ese idiota? —insinué.
— Amh, ¿sí? ¿Por qué otra cosa sería?
— Piénsalo, al quejarme de esa forma pudo haberles dado la idea de que estaba celosa.
— ¿Y no? —supuso socarronamente, alzando sus cejas juguetona.
— Es obvio que no. —confirmé, rodando mis ojos.
— Leí en un artículo en internet que decía que mientras más niegas un sentimiento, más fuerte se vuelve. —explicó observando sus uñas, haciéndose la tonta.
— ¡No me estás ayudando! —exclamé abatida.
— No es mi intención hacerlo. —alzó sus comisuras risueña—. Aw, mi Weil está creciendo tan rápido.
— Jódete.
— Si no es contigo entonces no quiero nada. —alegó formando un mohín.
— Pero mira que considerada.
— Ay, lo sé... Soy una amor de persona, aún no entiendo porqué siento que cuando muera no iré al cielo. —dijo con su mirada perdida, como si de verdad estuviera pensando con detenimiento.
— Cínica. —mascullé.
— ¿Crees que haya boletos VIP? —inquirió mordiendo sus labios—. Si es así, ¿cómo los consigo? Estoy casi segura de que tú y yo no vamos a ser bienvenidas en el cielo ni de coña.
¿Cómo rayos lleva una conversación totalmente diferente al tema con el que iniciamos?
— Dios, si me estás escuchando, ¿podrías tener un poco de consideración por nosotras? Prometo no joder mucho allá arriba.
Sí que es una descarada. Ni si quiera ha de conocer lo que es la vergüenza.
— ¿Por qué dices todo esto ahora? ¿Acaso quieres morir joven?
— Bueno, uno nunca sabe cuándo llegará la hora de irse, es mejor apartar tu lugar por adelantado. —se encogió de hombros con sus comisuras arriba.
La observé con rareza, abriendo mi botella de jugo para después beber del líquido mientras ella seguía hablando con el aire.
— Amén.
Jodida loca.
No tengo ni idea de lo que escribí pero salió esto (ヘ・_・)ヘ┳━┳ y mientras tenga sentido en mi cerebro todo bien :D
MJ☁️
2/2
•••
¡Gracias por leer!💙
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