— ¿Para qué? Si quieres decirme algo, dilo aquí.

— Ayyy. ¡No puedo decírtelo aquí, Weil!

— ¿Por qué no?

— ¿Puedes solo acompañarme sin decir nada, por favor? Ándale, ¿sí? —una sonrisa cuadrada se plasmó en su rostro, mientras juntaba ambas de sus manos entrelazando las mismas.

— ¿Por qué rayos crees que te voy a seguir? —cuestioné alzando mis cejas.

— No lo sé, es una corazonada, mis ángeles me dicen que lo harás.

— Tus ángeles te mintieron, ahora fuera de mi camino, largo.

— Agh, siempre siendo tan agresiva. —negó con su cabeza cerrando sus ojos por unos segundos antes de volver a hablar—. ¿Si te digo la verdad, irás?

— Me parece una buena oferta. —me crucé de brazos, dispuesta a escucharlo.

— ¿Prometes no matarme a mí ni a nadie?

— No te lo puedo asegurar.

— Olvídalo, es mejor que te lleve voluntariamente a fuerzas. —bufó peinando su cabello hacia atrás.

— Agh, deja de ser tan dramático. —dije con aburrimiento—. Dime para qué quieres que vaya allá, no haré nada al respecto.

— ¿Lo prometes?

— Sí, Taehyung, lo prometo. —respondí en tono alargado y perezoso.

— ¡De acuerdo! Confío en ti, y estoy seguro de que tú no rompes promesas, así que te diré la verdad.

Rodé mis ojos tomando su muñeca, jalando de ésta para ir hacia donde según él quería hablar, está vacilando mucho.

— Dime la verdad ahora. —ordené sin soltarlo a la par en la que caminábamos a paso rápido.

— En realidad quien quiere hablar contigo es OhYeon. —confesó sin más, mirándome temeroso.

— ¿Y ella de qué quiere hablar? —pregunté frunciendo mi ceño confundida y a la vez sorprendida.

— No lo sé, Weil. Lo juro. —me mostró la palma de su mano formando una línea recta con sus labios.

— No sé porqué rayos te creo. —lo solté bufando, cruzándome de brazos—. Sólo te falta decirme que Jeon te pidió que me dijeras a mí a dónde ir en lugar de él.

— Weil, ¿sabías que eres muy inteligente? —ladeó su cabeza parpadeando repetidas veces con una sonrisa cerrada.

— Por supuesto que sí, no soy idiota, Taehyung. Además, tú y Jeon son muy malos mintiendo.

— Yo sólo estoy siendo un buen amigo, querida Weil.

— Par de tontos, es tan fácil deducir que hicieron. ¿Por qué ahora? —cuestioné extrañada—. ¿Qué no pudieron hacer esto en la mañana?

— En realidad no lo sé, lo mismo pensé pero después recordé que estamos hablando de OhYeon, así que no le vi la gran cosa. —mordió sus labios, encogiéndose de hombros.

— Pudo haber hablado conmigo cuando estábamos en el auditorio. —formé una mueca, sin tener ni puta idea de cómo es la lógica en el cerebro de OhYeon—. Estoy comenzando a creer que ella no piensa en lo absoluto.

— No sé porqué estoy de acuerdo contigo, Weil.

Suspiré con cansancio una vez habíamos llegado a tal salón, el silencio del pasillo no es incómodo, más bien es aburrido y perezoso.

— Ya puedes irte. —musité acercándome a la ventana con disimulo, intentando ver qué o quiénes se hallaban dentro del aula.

— Sí claro, como ya todo el mundo obtuvo lo que quería ahora es momento de que me abandonen y desechen. —puso sus manos en su pecho fingiendo dolor en esa zona.

— No seas dramático.

— Ay, ya quisieran tenerme como actor.

— Mira que no te iría nada mal, eh.

—¿¡En serio!? —exclamó en un susurro con una amplia sonrisa.

— No.

Me miró con resentimiento formando una mueca en forma de 'O' con sus labios.

— ¿Y desde cuándo tanta confianza, eh? —pregunté en voz baja, notando a OhYeon demasiado cerca de Jeon—. Es que no lo entiendo, aún no lo asimilo ni mucho menos lo acepto.

— ¿Por qué no? Ellos dos parecen haber avanzado mucho, ¿no lo crees? —opinó Kim, observando al par al igual que yo—. Además, supongo que eso es bueno. Jungkookie está logrando su objetivo.

— Lo que él siente es un amor platónico. —susurré.

— ¿Eso piensas? —asentí con seguridad—. Yo no, creo que Jungkookie siente algo más que eso.

— Pues yo no. —concluí—. Míralo, sólo se enfoca en ella dejando cosas más importantes a un lado.

— ¿No es eso lo que todos hacemos cuando alguien nos gusta, Weil? —suspuso con un puchero.

— ¿Todos? —resoplé con indiferencia—. Que quede claro que no formó parte de ese "todos", así que no generalices.

— ¿Sabes, Weil? Tus acciones no concuerdan con tus palabras. —ladeó su cabeza tomando de la nada mis manos—. Tu orgullo es demasiado fuerte como para aceptar algo tan simple como el hecho de que sientas algo por Jungkookie. Y no mientas, a pesar de que mandas a todo el mundo a la mierda creo que a él le tienes un poco más de consideración que a la mayoría. Cabe decir que eso es injusto pero, ¿qué se puede hacer? —soltó una risita nasal mientras jugaba con mis dedos—. Además, no creo que ya sea suficiente para ti el solo verlo y mandarlo al carajo con cariño, aunque el muy imbécil no lo note.

Lo miré con terror, creo que los gestos de mi rostro lo decían todo. Retiré mis manos de las suyas repentinamente debido a todo lo que había dicho anteriormente, ¿qué demonios le pasa?

— Taehyung, ¿estás drogado acaso?

— ¿Qué? —dijo confundido alzando sus cejas sin saber qué sucedía.

— Estás loco se crees que tus "dulces" palabras me conmovieron. —formé una mueca de desagrado—. ¿Qué se supone que haría después según tú, ah? Además, ¿quién diablos te crees para deducir qué siento o qué no? —bufé—. Aish, sabía que nada de esto saldría bien.

— B-bueno, esa no era mi intención, pero.-

— Cierra la boca ya, en vez de mejorar algo creo que lo haces peor.

Le di una mirada rápida llena de un gran sentimiento de rareza, antes de darle la espalda y abrir la puerta del salón asomando un poco mi cabeza, mirando alrededor del aula dándome cuenta de que al parecer interrumpí una escena romántica, iugh.

— Oh, Weil estás aquí.

Oh sí, estoy aquí para arruinar lo qué sea que estabas a punto de hacer con Jeon. No es que este en contra, pff, claro que no... Bueno sí, un poco.

¿¡Qué rayos le ibas a hacer a Jeon!? Y lo peor de todo, ¿¡por qué estoy pensando en eso!?

— Disculpen, ¿esto es una reunión de dos o de tres personas? Porque si es de dos estoy dispuesta a irme, y si es de tres también. —dije con una sonrisa abierta, más falsa que mis esperanzas de vida.

Ante el incómodo silencio, Jeon fue quien decidió hablar.

— Entonces, yo debo irme. Las veo mañana. —se despidió mirando sólo a OhYeon, antes de pasarme de largo y retirarse.

Estado: Indignada, y con una gran herida en mi ego.

¿Las? ¿¡Las!? ¡Ni si quiera estás dispuesto a hablar conmigo por ti mismo, idiota! Ni mirarme puedes. Estás evadiéndome como un tonto, aún más que cuando te conocí.

No te preocupes cariño, yo puedo corregirte. De acuerdo, no es "las veo mañana" sino "te veo mañana".

Porque sí, sólo te referiste a ella.

— ¿Vas a quedarte callada? —pregunté tomando asiento en uno de los tantos lugares disponibles en el salón sin pena alguna—. ¿No eras tú quien quería hablar?

Pensándolo bien, creo que debería disculparme con ella. Me refiero a que estuve señalando mucho su forma de comer cuando lo único que hace es cuidar su cuerpo de alguna u otra forma.

Eres tan estúpida JeWeil.

— Si te soy sincera no creí que fueras a venir, Weil. —confesó riendo un poco, nerviosa.

— Yo tampoco pero ya estoy aquí.

— Yo... quería disculparme contigo por esa vez en el comedor. De verdad, mi intención nunca fue hacerte enojar ni mucho menos molestarte. —me sonrió avergonzada evitando mirarme.

— Ya que estamos hablando de disculpas, también lamento haberme comportado así contigo. Sé que tu forma de comer es diferente a la mía y no respeté eso en ese momento, lo siento. —dije sintiéndome arrepentida por mis palabras y mis acciones.

Me miró de golpe con cierta sorpresa que su rostro se encargaba de hacerme saber.

— Entonces, ¿estoy perdonada? —preguntó tímidamente.

— Yo no lo llamaría así porque la verdad es que no hay nada que perdonar, ¿sabes?

— Tengo curiosidad, ¿por qué te tomas todo tan relajada?

— ¿Relajada? —sonreí con ironía—. Puedo estar sintiendo de todo menos eso. —respondí rascando mi cuello—. ¿Qué me dices de ti? ¿Cómo puedes lucir tan superficial? No te lo tomes a mal, sólo es una pregunta.

— Amh, realmente no lo sé. Parezco serlo pero no, en realidad suelo sentirme inferior. —confesó apenada.

— ¿Por qué? —bufé cruzándome de brazos—. Ni si quiera tienes competencia como para sentirte así, algo menos eso creo.

— ¿Quién dice que no?

— Tus acciones, OhYeon, tus acciones lo dicen de todas las formas posibles.

— Bueno, tú y yo sabemos que nuestras acciones son demasiado diferentes a lo que pensamos. —puntualizó carraspeando.

Después de todo no es tan malo hablar con ella.

— Además, alguien tan honesta como tú podría hacerme sentir demasiado inferior.

— ¿Estás bromeando, cierto? —sonreí de lado—. Apuesto a que tu ego es más grande que el mío.

— Mmh, tal vez. Pero admitiré enfrente tuyo que envidio tu seguridad.

— ¿Qué? Dime, ¿ahora eres tú quien es honesta? Si es así, respóndeme una sola cosa.

— Adelante. —accedió sin mayor problema.

— ¿Hasta dónde piensas llegar con Jeon? —interrogué recordando la discusión—. Seamos sinceras, está más que claro lo que él siente, OhYeon. Y no creo que seas tan tonta como para no saber lo que pasa.

— Wah, eres bastante inteligente, JeWeil. Debo de felicitarte por ello. —aplaudió con lentitud con una sonrisa cerrada.

No sé quién es más hipócrita ahora, si ella o yo, pero supongo que su disculpa sonó tan sincera como la mía así que por eso no estoy siendo tan brusca y grosera.

— Verás, no lo sé. —se encogió de hombros vacilando—. Kookie es muy bueno conmigo, es lindo y amable, es un buen chico y todo lo demás, pero...

— Agh, el "pero" nunca debe faltar. —bostecé formando un puchero aburrido después—. ¿No crees que ir al punto sería un poco más rápido?

— Lo sé, el problema es que no sé la respuesta, lo digo en serio, no la sé.

— ¿Cómo no vas a saberla? —cuestioné con mi ceño fruncido.

— No tenía pensado acercarme tanto a él desde ese concurso, de hecho, incluso tú estás participando, ¿no?

— Sí, pero no cambies el tema. Si no pensabas acercarte tanto a él, ¿por qué sigues haciéndolo?

— ¿Por qué? ¿Te interesa saber la razón, JeWeil?

Alzó sus cejas retándome, su sonrisa parece burlarse de mí y sobretodo apuesto a que ella cree que ya ganó.

— Si no fuera así no te estaría preguntando, ¿no lo crees? —dije siendo demasiado directa con ella.

— Buen punto, pero ya te lo dije, mi plan sólo era ayudarlo a ganar ese concurso, lo demás es algo que se dio. —suspiró con drama—. ¿Hasta dónde pienso llegar? No creo que sea algo de tu incumbencia, Weil.

— ¿No? ¡Exacto, por supuesto que no! —solté una risita nasal—. No me importa lo que él haga, claro que no, porque tú y yo sabemos que para que Jeon haga algo en tu contra es difícil.

— Es realmente grandioso que lo sepas, JeWeil. También el hecho de que aceptes que él está de mi lado.

— Hey, aún no termino. No cantes victoria antes de tiempo, OhYeon. —me puse de pie, caminando hacia su dirección con lentitud hasta tener una distancia considerable con ella—. Jeon es demasiado terco y está tan obstinado con la linda idea de ti que te doy toda la razón, pero eso no significa que estoy de acuerdo con lo que estás haciendo.

— Oye, tranquila. —se cruzó de brazos, mirándome con tranquilidad—. No es como si Kookie fuera a salir lastimado, ¿sabes? No es como si yo fuera a lastimarlo, no estoy jugando con él.

— Eso espero, realmente espero que no estés jugando con él, pero lo dudo mucho, OhYeon. Si sólo lo vez como un amigo díselo y sino también, pero no lo confundas.

— Creo que he sido lo suficientemente clara con él aún si no se lo digo.

— Dios. —bufé con cierta desesperación—. Tú misma has dicho que no sabes lo que sientes indirectamente hablando. Así que no puedes decir que has sido clara con él cuando no lo has sido ni contigo misma. —señalé sin ser capaz de entenderla.

— ¿Y qué me dices de ti, mmh? ¿Te gusta él, no es así? —insinuó con un toque de burla en su voz—. De no ser así no estarías diciéndome todo esto.

— OhYeon, no necesariamente me tiene que gustar alguien para decirte lo que pienso, no es necesario eso. Si él me gustara de verdad yo estaría siendo mucho peor ahora. —le di una última mirada antes de dar media vuelta y dirigirme a la salida—. Muy independientemente de lo que dije y me dijiste, mi disculpa de esa vez es sincera así que no creas que solo me disculpé porque sí. —aclaré con honestidad—. Ah, por cierto, la próxima vez que quieras hablar de algo conmigo, no hagas tanto drama y ven a buscarme tú misma.

Ni si quiera espere a que dijera algo, tampoco me despedí ni mucho menos me detuve a mirar su expresión.

Caminé con pesadez y prisa por el solitario pasillo en busca de la salida para irme a casa, llegar y acostarme en mi hermosa cama, presionar una almohada sobre mi rostro para después gritar con todas mis fuerzas un mar de insultos.

¡Agh, Jeon! ¿¡Por qué rayos haces todo tan difícil para mí, por Dios!? Debería simplemente dejar de intentar que ella no te haga daño, demonios.

¡Muchas gracias por su paciencia y por seguir leyendo hasta aquí!
🥺❤️✨