🌹•SIXTEEN XVI•🌹
Sus manos tomando las mías me dejaron desconcertada por varios segundos, el calor en mis mejillas subió de inmediato y mi corazón latía fuertemente, y joder, los nervios me atacaron sin piedad alguna.
"— Entonces, ¿aceptas, linda Weil?"
Con un demonio, lo que faltaba.
Esa maldita y linda mirada en él me dejaban atontada por al menos unas milésimas de segundo, y esa no es una buena señal. Su jodida sonrisa me estaba tentando muy fuertemente.
¡Maldición JeWeil, contrólate!
Me golpeo mentalmente cada vez que recuerdo la jodida apuesta que claramente perdí, no debí haber hecho eso ahora que lo pienso.
¿Cómo mierda llegué a esto? ¡Esto no era parte del plan, demonios!
Déjenme regresar un poco en el tiempo para ponerlos en contexto, ¿de acuerdo? Y si no lo están, de todos modos lo voy a hacer, porque quiero y porque puedo.
Empecemos desde el inicio... Soy tan genial con la lógica.
🥀Una hora antes de la tragedia no tan trágica🥀
— ¡Weil!
— ¿¡Qué!? —grité de vuelta, con la misma intensidad que ella.
— ¿Me das? —señaló aquel pequeño bote de Yakult con tranquilidad.
— ¿Y para eso era necesario que me gritaras? —pregunté dándole una clara mirada asesina, mientras le extendía lo que quería.
— No. —negó formando un leve puchero, recibiendo a la vez la razón por la cual grito.
— ¿Entonces por qué rayos lo haces?
— No lo sé, sólo lo hice porque sí. —respondió encogiéndose de hombros sonriéndome de manera inocente.
— Le diré a Hoseok que me diga su técnica para tener su paciencia. — comenté observando como se deleitaba con aquella pequeña bebida, si es que se le puede llamar así.
— ¡Genial! —sus comisuras se alzaron aún más, tanto así que ahora sus ojos ahora son medias lunas.
— ¿Eres tonta o te haces? —cuestioné formando una mueca demostrando la rareza que me causaba.
— Ambas.
¿Qué puedo decir? Ella tiene razón.
— Es la primera vez que dices algo en lo que estoy totalmente de acuerdo. —señalé sonriendo un poco con burla, como siempre.
Se limitó a soltar una pequeña risita haciéndola ver de alguna forma adorable, bueno... Ella en realidad siempre lo es, físicamente hablando porque es un demonio cuando entra en confianza la muy mendaz.
— Weil, ¿ya le respondiste a JoongGuk?
— No.
— ¿Y bien? Tu tiempo se está agotando... —me recordó cerrando sus ojos mientras asentía una sola vez con su cabeza, como si eso la hiciera ver más sabia.
— La verdad es que soy una dramática.
— Eso es cierto.
— Entonces, le diré que sí.
— ¿¡De verdad!? —interrogó con un toque de emoción en sus palabras.
— ¿Por qué siento que estás insinuando cosas que no existen?
— Imaginar no es nada malo, ¿sabes? Podría darte el nombre del Shipp si quieres.
Ella en serio no tiene vergüenza, es más, ni si quiera la ha de conocer.
— Respóndeme, ¿izquierda o derecha?
— Amh, ¿izquierda? —dijo dudosa.
— Bueno, duele más ahí pero ya es tu problema.
— Espera, ¿qué? —agrandó sus ojos destellando pánico—. ¡No, no, no, no! —negó agitando sus manos, alejándose de mí en cuanto vio mi ademán de estampar mi puño contra su mejilla—. ¡No me golpees ahí entonces! ¡Es mejor que me des un puñetazo en el brazo que en mi cara! ¡Vivo de mi bello rostro, Weil! —dramatizó cubriendo su rostro con sus manos.
Suspiré y dije—: Hanhi, si vivieras de tu rostro, ya estarías muerta.
Formó una gran 'O' con sus labios demostrando así, su indignación y su resentimiento hacia mí en ese momento, claro, todo eso además de su ceño fruncido sin contar sus cejas.
— ¿Entonces esto es lo que siente Jeon, eh? —musitó casi en un susurro.
— No me interesa, si es que quieres saberlo. —comenté neutra.
— Después de todo, sí eres cruel. —confirmó en sí misma, mirándome entrecerrando sus ojos fingiendo estar dolida.
— Estoy orgullosa de ello. —musité con una sonrisa, aunque es obvio que no estoy en lo absoluto orgullosa.
— Weil, ¿qué será de ti el día en el que te digan algo que realmente te duela? —cuestionó con simplicidad caminando a paso lento junto a mí.
— Tal vez lloraré... sola, claramente. Y después de eso, seguiría con mi vida.
— ¿Cómo diablos haces ver todo tan fácil, ah? —su semblante cambió de una molesto a uno curioso—. ¿Cómo putas haces eso? ¡Necesito saber ese tip!
— No lo es, Hanhi. —aclaré resoplando con un toque de diversión—. Una cosa es lo qué diga, y otra muy diferente lo qué piense y sienta.
— Ouh... —murmuró mirando el suelo fijamente.
— No entendiste, ¿cierto?
— Cierto, explícamelo. —confesó sonriendo avergonzada.
— Olvídalo. —rodé mis ojos mirándola como si no tuviera remedio.
— Olvidado entonces. —sentenció segura de sus palabras.
— Jung y tú, el fin de semana, en mi casa, por la tarde. —ordené al ver a OhYeon conversar con Jeon a lo lejos.
— ¿Para qué?
— El concurso, Hanhi, el concurso. —le recordé.
— Bueno, ¿qué hora es exactamente por la tarde?
— A las dos, ¿de acuerdo?
— ¡De acuerdo!
Unos largos segundos de silencio después, Hanhi pareció haberse dado cuenta de que Jeon y OhYeon hablaban, y lo cierto es que él parece haber reunido el valor suficiente para acercarse a ella hasta este punto.
— Uh... —observó a aquel par traviesa—. Al final sí lo hizo, JungKook se acercó a ella. Ahora ya no tienes excusa para insultarlo, Weil.
— ¿Quién dijo que no? Aún me puedo burlar de él.
— O tal vez quieres seguir hablando con él. —pícara me señaló con su dedo índice mientras sonreía de un manera que la hacía ver cómo una demente.
— Estás loca.
— ¡Oh, por Dios! ¡Weil quiere seguir hablando con el chico que la desesperaba en un inicio! ¡Esto es un milagro! —el problema no es lo que haya dicho, lo peor de todo es que casi lo grita.
— ¡Cierra la boca! —exclamé en un susurro, pues logró atrapar algunas miradas debido a lo que dijo—. Debería ponerte un pedazo de cinta en tu boca para que te calles.
— Eso fue rudo.
— ¡Ay, tú realmente no tienes pena!
— ¡Lo siento...! —me miró en silencio hasta que decidió hablar—. Apostemos, querida amiga. —propuso algo dudosa.
— ¿De?
— De Jungkook y OhYeon, ¿te parece?
— Depende.
— Ya tienen tiempo hablando, ¿cierto? —asentí poniendo atención a sus palabras y al par ese—. Apuesto a que JungKook la invita a salir, en plan de amigos.
— ¡Ay, por favor no me hagas reír! —solté una carcajada, es que es casi imposible, ¿saben?
— Si yo gano, aceptas la propuesta de JoongGuk. —imitó mi acción, creí que se arrepentiría pero no fue así—. ¿Sí?
— ¿Y qué si pierdes? —la miré dando por ganada está apuesta.
— Lo que tú quieras, Weil. —ofreció, ladeando su cabeza.
— ¿Lo qué quiera? —le pregunté alzando una de mis cejas.
— Lo que tú quieras, efectivamente. —aseguró con una sonrisa sin mostrar su dentadura.
— De acuerdo.
— ¡Sí!
— ¿Lapso de tiempo?
— Desde hoy, hasta el Martes. ¿Te parece?
La miré dudosa, aunque al final terminé asintiendo.
— Suerte, Weil.
Algo anda mal. Hanhi no suele apostar y mucho menos estar tan segura e entusiasmada por hacer tal cosa, es más, ni si quiera sé porqué Hoseok se la llevó tan de repente ayer, y ella ni si quiera me dijo algo acerca del ello. Está muy sospechosa.
Una de dos: O Hanhi está tramando algo, o yo estoy paranoica hoy.
— ¡Weil, aquí estás!
Di un pequeño brinco del susto, lo maldecí por lo bajo y ni si quiera me tomé la molestia de voltear a verlo.
— ¿Qué haces?
— Respirando, ¿y tú? —respondí con una sonrisa sarcástica.
— Si lo pienso bien, tus frases son tan buenas. Las voy a memorizar por si acaso.
— ¿A poco tú piensas? —pregunté fingiendo sopresa.
— ¿Lo vez? —negó formando una sonrisa cuadrada—. Hay mucho que aprender de tu sarcasmo, Weil.
¿Acaso le gusta que lo manden a la mierda? ¿Para él le es divertido que le responda así de mal?
— ¿Qué quieres, ah?
— Nada en realidad.
— Vamos, un tipo como tú no se acercaría a mi porque sí. ¿Qué quieres?
— Nada, amiga mía, nada. —me miró de reojo con tranquilidad—. Solo venía a verte, ¿hay algo de malo en eso?
Suspiré con pesadez. Tal vez estoy exagerando o tal vez no, joder.
— Kim... —lo llamé observando su perfecto perfil.
— ¿Sí?
— ¿Comiste chocolate?
— Mmh. —asintió mirándome—. ¿Por qué? ¿Y cómo lo sabes?
— ¿Acaso comes como niño pequeño?
— ¿Eh? —frunció su ceño totalmente confundido.
— Deberías limpiar las esquinas de tus labios, luces peor que antes. —sugerí.
— Eso lastimó mi corazón.
— No voy a disculparme, así que no lo esperes.
Formó un puchero triste, mirándome como si se tratase un pequeño y lindo cachorro.
— Si no te lo hubiera dicho, ya estarías haciendo el ridículo.
— Buen punto. —su semblante cambió a uno en el que me decía que estaba de acuerdo conmigo.
— Sí, sí. —vacilé dando media vuelta—. Me voy.
— Oh, Weil, casi lo olvido.
— ¿Ahora qué?
— Jungkookie me dijo que te dijera que necesitaba hablar contigo hoy, al final de las clases.
— ¿Jeon? ¿Para qué?
— No lo sé, sólo me dijo eso.
Bufé y lo busqué con mi mirada.
— ¿Por qué no vino él, eh? ¿Y por qué rayos aceptaste venir a decirme?
— La primera: no lo sé, y la segunda es porque quería venir a verte.
— ¿Cómo que no sabes? —resoplé—. Míralo, está ocupado. —los señalé con mi mirada.
— Ouh, ahora entiendo por qué no quiso almorzar con nosotros... En fin, ya he cumplido mi parte.
— ¿Cómo que tu parte?
El pánico en su mirada lo dice todo.
— ¡Te veo el Lunes, Weil, que tengas un buen fin de semana! —exclamó con prisa alejándose con rapidez.
— ¡Oye tú, cobarde, pedazo de estulto, ven aquí ahora mismo! —le ordené en un grito.
— ¡Sigues siendo genial incluso molesta, Weil!
Ese idiota...
Revolví mi cabello frustrada, caminando de vuelta a mi querida aula, donde no se hallaba absolutamente nadie. Es raro estar en silencio.
Al menos fue así hasta que alguien ingresó al salón, y no exactamente de mi curso.
— Oh... —me miró con sorpresa—. Hola, linda Weil.
Mierda.
— ¿Por qué está aquí? ¿no deberías estar afuera, almorzando?
— Te pregunto lo mismo. ¿No deberías estar haciendo lo mismo? —cuestioné de vuelta—. Esté ni si quiera es tu salón.
— Eso está más que claro. —afirmó con una leve risa—. Estoy aquí porque tu profesor me pidió traer estos libros aquí, no sólo soy yo el que está haciendo esto, linda Weil. —explicó sin mayor problema—. ¿Qué hay de ti? ¿Y Hanhi?
— Estar sola no va nada mal a veces.
— Oh, entiendo. —dejó los libros en el escritorio del profesor Moon.
Tras unos largos y lentos segundos de silencio, él decidió hablar.
— Linda Weil, ¿has pensado sobre lo que te dije? Bueno, no es que quiera presionarte pero, el concurso, ya sabes. —tímido rascó su nuca.
— Oh, sobre eso... —reí un poco—. Sé que tarde mucho, demasiado en responder, pero es que yo también quiero estoy concursando así que solo pensaba en el tiempo.
— Entonces.-
— Lo haré. —acepté mirándolo algo avergonzada, con una casi inexistente sonrisa.
Lo escuché suspirar con alivio, haciendo que lo mirara confundida, a lo que él sólo rió.
— Lo siento, es que tu respuesta realmente me importaba, linda Weil.
Le devolví la sonrisa. Al menos seguí sonriendo hasta que él tomó mis hombros con sus manos, hasta deslizarlas a mis muñecas.
— Pensé mucho sobre si hacer esto o no, pero lo haré antes de que me arrepienta.
— ¿De qué hablas?
— Linda Weil, ¿aceptarías una salida conmigo?
Sus manos tomando las mías me dejaron desconcertada por varios segundos, el calor en mis mejillas subió de inmediato y mi corazón latía fuertemente, y joder, los nervios me atacaron sin piedad alguna.
— Entonces, ¿aceptas, linda Weil?
Con un demonio, lo que faltaba.
Esa maldita y linda mirada en él me dejaban atontada por al menos unas milésimas de segundo, y esa no es una buena señal. Su jodida sonrisa me estaba tentando muy fuertemente.
¡Maldición JeWeil, contrólate!
Lo peor de todo es que, una gran parte de mí quiere decirle que sí.
— ¿Salir?
—Sí, no sé si deba llamarlo cita. Igual,no es necesario que me respondas ahora. —aclaró su garganta—. Entenderé si decides no hacerlo, lin.-
— De acuerdo.
Él lo dijo, si no lo intento ahora me arrepentiré después.
— No tienes ni idea del alivio que siento ahora. —confesó con diversión.
— Oh, ya puedes respirar ahora. —bromeé, sintiendo como esto dejaba de ser incómodo poco a poco.
— ¿Te parece esté Domingo?
— Sí, está bien.
— ¿A qué hora puedes?
— ¿A las cuatro, tal vez?
— A esa hora será entonces. —miró el reloj en su muñeca—. Faltan solo tres minutos para que regresemos a clases, entonces, debo irme, linda Weil.
— Debes irte, JoongGuk.
— Te veré el Domingo, hasta luego.
— Hasta luego.
Si es que llego viva a ese día.
¡Holaaaaaa!
No sé por qué, pero tengo la maña de enamorarme de los personajes secundarios :'v
Hice esto muy largo, así que espero no haberlo hecho tan pesado para ustedes, y si fue así, me disculpo por ello. ;-; <3
Preguntas:
•¿Cuál es tu personaje
favorito?
•¿Con cuál te identificas más?
•¿Frase favorita del capítulo?
Mala onda quien me deje en visto con mis preguntas XD
Quería preguntarles algo, tengo ganas de hacer un apartado para poner los personajes, sí bien ya sabemos quién es Weil, pero no del resto, so... Necesito su opinión.
Vengo también a agradecer de nuevo por las 1K vistas 🥺🤧💜✨
Muchísimas gracias, de verdad, no había llegado a tanto y tampoco creí llegar a esa cantidad.
(っ˘̩╭╮˘̩)っ💗 Gracias por darle amor a mi historia.
Ahora sí, me voy a
hacer tareas v:
Por su atención,
¡Muchas gracias!
MJ☁️
•••
¡Gracias por leer!💙
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