No había vuelto a hablar con ojos de Bambi, y es que la verdad me imaginé diversas situaciones con ese tonto, pero ahora veo que la patética era yo, estúpida JeWeil.

Estaba ahí yo de nuevo, observando sus estupideces de él y de los otros tres, me hallaba tan sumergida en mis pensamientos donde el castaño era el protagonista que no me di cuenta que alguien ya me estaba haciendo compañía.

— ¿A quién estamos mirando?

Di un pequeño brinco del susto, y lo miré avergonzada y a la vez indignada. ¿Miramos? Explica eso.

— JoongGuk, dime, ¿alguna vez has pensado en que asustar a las personas es tu especialidad? —negó con una sonrisa traviesa.

Es linda.

— No. Pero si viene de ti, quizás sea verdad. —guiñó su ojo izquierdo coqueto.

Estúpidas hormonas.

— Entonces, si digo que eres algo torpe, ¿es verdad viniendo de mí? —insinué enarcando una de mis cejas.

— Bueno, depende también. —rió un poco haciendo que yo sólo sonriera—. ¿Qué me darás si adivino a quién de los cuatro mirabas?

— ¿Qué? —hablé indignada—. No estaba mirando a nadie. —dije cruzándome de brazos—. Nadie merece ser observado por mí.

— Linda Weil, ¿algún día seré merecedor de tu atención? —cuestionó con sus comisuras arriba.

Estaba apunto de hablar pero es que joder, su mirada es de lo peor, tan coqueta y traviesa. ¡Parece tan inocente! ¿Quién puede resistirse a eso? Yo puedo, ¿y el resto? Quizás no.

— ¿Qué clase de pregunta es esa? —empujé sin fuerza su pecho, puesto que ya se estaba acercando.

— Es mejor preguntar que quedarte con la duda, linda Weil.

¿Por qué sigue llamándome así? Y lo principal, ¿por qué estoy dejando que siga diciéndome de tal forma?

— No discutiré eso porque tienes razón. —acepté sin mayor problema.

— Entonces, yo creo que mirabas al castaño de ahí. —señaló con su mirada detrás de mí.

— Yo no estaba mirando a nadie. —volví a decir mirándolo con mi ceño fruncido.

— ¿Segura? —inquirió dudoso—. No es malo observar de vez en cuando a uno que otro chico, o sólo a uno en específico.

— ¡Yo no estaba mirando a nadie! —insistí dándole la espalda de mala gana.

— Hey. —pasó su brazo encima de mis hombros confundiéndome—. Linda Weil, ¿quieres saber su nombre? —preguntó mientras me señalaba con su mirada al grupo de chicos.

— No. —contesté fijando mi mirada en cualquier otro lado que no fuera Kang o Jeon.

— Bien, empecemos por el pelinegro. Se llama Kim Seokjin: es lindo, no lo niego, además de que tiene una risa algo peculiar al igual que un raro sentido del humor. Siguiente chico... —reposó su mejilla encima de mi cabeza—. El rubio se llama Park Jimin, hay chicas locas por él debo de aceptarlo y también es un buen amigo. —halagó—. Continuemos con Kim Taehyung: es el de cabello gris, supongo que él es quien coquetea sin darse cuenta pero es un gran tipo. Y por último —retiró su mejilla de encima mío provocando así que lo mirara. Oye, ya sé que eres lindo Kang—, Jeon JungKook: ese castaño de allí. Es un tipo realmente agradable y algo inocente en ocasiones, pocas debo decir pero tiene un buen corazón, lo puedo jurar.

— Gracias pero no gracias, ya dije que no estaba mirando a alguien.

— Bien. —sonrió alejándose de mi anatomía—. Supondré que no mirabas a JungKook, tema olvidado. —asintió cerrando sus ojos sabiamente.

— ¡No miraba a nadie! —chillé frustrada, aunque tuviera la razón.

— ¿Quieres una cita con él? —preguntó ladeando su cabeza—. Puedo conseguirla para ti.

— ¿Qué tipo de chico le pregunta eso a la chica que le gusta?

Me dio la espalda y lo escuche reír para después mirarme de vuelta mientras metía sus manos en los bolsillos de su pantalón escolar gris.

— No puedo hacer que yo te guste tanto como tú me gustas a mí, linda Weil. —dijo con una mirada algo desanimada—. Si fuera así, prácticamente te estaría obligando a quererme. —continuó diciendo formando una leve mueca—. Además, si quiero que estés conmigo no debo ser el tipo de chico que haría que los demás se alejaran de ti para que así tú sólo me elijas a mí. —soltó una risita nasal—. Eso no sería para nada apropiado.

Sonrió de lado acercándose a mí un poco, tocando la punta de mi nariz con su dedo índice juguetón.

— ¿Me entiendes? Claro que sí, eres la linda Weil después de todo.

Revolvió mi cabello para después alejarse de mí, caminando con rapidez.

— ¡Oye! —exclamé con mi ceño fruncido—. ¿¡Sabes cuánto me cuesta tener mi cabello quieto!?

Grité, y sólo escuché su risa resonar en el pasillo antes de que lo perdiera de vista, chico listo. No es tan malo después de todo, supongo que estuve en un momento de crisis por el simple hecho de que él es el primer chico que me dice directamente que gusta de mí, ya saben, cara a cara. ¡Es demasiado incómodo! Entonces por eso mi actuar tan dramático.

Eres una cobarde, Weil.

✨🎶Last christmas I gave you my heart, but the next day
you gave it away!!!🎶✨

¿Han escuchado esa canción?
Ta' re triste v':<

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¡Gracias por leer!💙

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Capítulo corregido:
09/03/2022