Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌹•FORTY SEVEN XLVII•🌹

Mordí mi labio inferior notando a una chica que no conozco mirando a Jeon con detalle, ni siquiera yo me había dado cuenta de eso hasta que Hanhi me lo comentó por querer hacerme burla y molestarme con el tema.

Mala idea haberlo hecho.

— No sé porqué siento que esa chica es de esas personas que no invitaron.

— ¿Te refieres a que ella entró por alguien que sí es realmente un conocido o conocida de Jimin? —asintió con frenesí mirando a susodicha con discreción mientras comía palomitas de maíz.

— Algo así. —se encogió de hombros, ofreciéndome de que estaba comiendo—. No te sorprendas si de la nada va hacia JungKook y le pide su número. —bromeó.

— Oye, no digas eso. —bufé formando un puchero, dejando de ver a la chica—. Lo peor de todo es que es bonita.

— No voy a discutir eso, tú y yo sabemos que lo es y mucho. —aceptó la belleza de la tipa al igual que yo.

— La pregunta aquí es, ¿por qué diablos estamos hablando sobre ella y Jeon, ah? —resoplé agarrando de sus palomitas molesta—. No me hagas enojar cuando él ni siquiera ha hecho algo. —pedí masticando.

— Ay, sólo estaba jugando. —sonrió avergonzada—. Lo siento, no lo volveré a hacer, ¿está bien? —resoplé ante su tono inocente—. Además, a Jeon le costó un poco lograr que él y tú terminaran juntos.

— Aish, calla. No puedo ponerme celosa por cosas como estás, es absurdo. —dejé de mirar a ambos en busca de que las ideas tontas en mi cabeza se disparan.

— Bueno, sólo no seas tan obvia.

Rodé mis ojos mirando de forma rápida a los invitados de Park, si bien nosotros fuimos en sí los primeros en venir, no mucho después comenzó a llegar más gente, cosa que me abrumó un poco.

Miré la hora en mi celular, ya no tardo en irme. Papá me dijo que tenía hasta las diez y media para llegar a casa más o menos.

Tomé entre mis manos aquel vaso de plástico rojo lleno de Sprite, bebí de tal líquido sintiéndome cansada ya, y eso que trajé mis Converse. Papá dijo que era mi oportunidad para usar el par de tacones que tengo abandonados en un rincón que no pienso mover, pero no es él quien los va a usar así que hice caso omiso a su sugerencia.

Boung tiene razón. Mi condición física es un asco, pero tampoco es como si yo hiciese algo para que deje de ser así, por lo tanto, mis quejas no tienen mucho sentido.

— ¿Uh? Pero qué bonito cabello tiene ella. —comentó Hanhi en un susurro—. Weil, ¿tú que opinas? Deja de ver hacia allá y mírala.

Resoplé arrugando mi frente mientras hacía lo que me dijo, sabiendo a quien se refería de inmediato.

— Le queda bien el rojo. —opiné halagando su larga melena. Observé a su alrededor, dándome cuenta de que alguien conocido la miraba.

Parece ser que a Tae le llamó la atención.

Y mucho.

— Supongo que conocen a la chica que tiene en la mira a JungKook. —señaló curiosa, entrecerrando sus ojos suspicaz—. Como sea, sólo quería que vieras lo bonito que es su cabello.

— ¿Soy yo o tiene los ojos de color verde? —inquerí dudando de mi capacidad visual. Mi miopía es un asco—. No parece ser de aquí.

Además, ya está algo oscuro, anocheciendo en sí. Eso no me ayuda.

— ¿En serio? —observó a la femenina con más detenimiento, formando una pequeña "o" con sus labios—. Qué buena vista tienes, Weil. —confirmé mi duda ante su asombro.

— ¿Tú crees? Yo siento que está cada vez más jodida.

— ¡La mía también! —sonrió forzosamente debido a nuestra desgracia—. Papá dice que si sigo así voy a tener que usar anteojos de fondo de botella, es un grosero. —maculló con una mueca esas tres últimas palabras.

— Estoy de acuerdo, el señor Lim a veces lo es. —asentí dando media vuelta, observando la mesa de dulces y fruta, en busca de uvas o fresas.

Ambas son demasiado caras, me duele y ni siquiera las compré yo.

— A este paso vas a terminarte tu sola la fruta, JeWeil. —soltó una carcajada viéndome tomar un puñito de fresas que nadie notaba. Abandonada en un rincón.

Es que las vi muy solitas.

— ¿Sabes lo cara que está? Nadie está comiéndola, mejor yo a que se quede ahí y se heche a perder. —argumenté restándole importancia a lo que comentó.

— Tienes un buen punto.

Carraspeé masticando la fresa, que por cierto, está algo ácida. Formé una mueca rara debido a eso.

— Oh, ayer hablé con Boung. —informó alegre.

La miré con sorpresa, ¿desde cuándo esa tonta llama a Hanhi? Increíble.

— ¿Y de qué hablaron? —cuestioné por mera curiosidad mirando a Jeon conversar con JoongGuk y Taehyung.

— ¿Tú tenías conocimiento de una tal SoRim?

— ¿La tipa que sigue a YoonGi? —pronunció un "ajam" interesada—. Sí, he escuchado vagamente sobre ella, no mucho en realidad.

— Boung dice que ella es muy linda para alguien como tu hermano, pero que a veces sí es algo... ¿Encimosa?

— No lo sé, no la conozco, así que... —llevé el fruto rojo a mi boca—. No puedo aceptar ni denegar tal cosa, de todos modos, depende de Yoon y de ella lo que sea que vaya a ocurrir entre los dos.

— La vida de los demás es más interesante que la mía, agh.

— Hobi es interesante.

— Hobi es lo mejor de mi aburrida vida. —suspiró arrebatándome mi fresa de la mano—. ¡Ugh, está ácida!

— Eso te pasa por arrebatarme las cosas. —chasqueé mi lengua mofándome de ella.

— Ya no lo vuelvo a hacer. —hizo un gesto demostrando el desagrado que le causó el sabor—. Iré con Hobi, ahora vuelvo. —asentí sin mayor problema, quedándome sola.

Me distrajé con mi teléfono, jugando Geometey Dash pese a que sé lo mucho que me estresa y desespera no pasar los jodidos niveles.

Tonto cubito... O quizás cuadrado.

A papá no le gustaría saber que estoy en el celular cuando estoy en una fiesta porque se supone que debo estar socializando. Pero no es como si esa fuese mi actividad favorita, dah.

— ¡Noo, ya lo iba a pasar! —maldije por lo bajo apagando mi celular debido a mi frustración, guardándolo en mi pequeña bolsa a juego con mi vestir.

— Hasta yo me enojé y ni siquiera lo estoy jugando.

Di un pequeño salto del susto cuando escuché una voz masculina cerca de mí, viendo al portador de ésta un tanto confundida al no saber quién es.

No lo conozco.

— Oh, disculpa. —soltó una risita nasal apenado—. Noté lo que estabas jugando, así que no quise interrumpirte, por eso fue que guardé silencio. —explicó de inmediato debido a mi, seguramente, cara de quién demonios eres—. Lo siento si te asusté.

— Ah, n-no te preocupes. —reí nerviosa, rascando mi cuello—. Sólo no vuelvas a hacer eso. —sonreí tomando distancia con aquel desconocido.

— ¿Eres amiga de Jimin? —cuestionó ladrando su cabeza—. Lo pregunto porque la mayoría ni siquiera sabe quién es el cumpleañero aquí.

— Sí, lo soy. —respondí observándolo unos cuantos segundos, llamándome la atención de inmediato lo marcadas que son sus facciones faciales.

Es guapo. Pero Jeon le gana.

¿Dónde rayos está Hanhi? Tampoco veo a Hoseok cerca.

— Soy HeeGwon, un gusto. —se presentó extendiéndome su mano—. Soy amigo de Jimin desde la secundaria.

— JeWeil, el gusto es mío. —correspondí a su acción, dándonos un leve apretón de manos—. En realidad lo conozco por mera coincidencia. Vamos en la misma preparatoria pero distinto salón.

— ¿JeWeil, dices? —alzó sus comisuras asombrado—. Al fin te conozco.

— ¿Al fin...? No entiendo, disculpa.

— Sí. Eres muy popular, ¿sabes?

¿Qué demonios?

— Jimin ha tomado prestadas muchas cosas de las que dices. Cuando se enoja conmigo me las grita.

Mordí mis labios apenada por ello, reí nerviosa cabizbaja.

Ese rubio oxigenado.

— Te imaginaba diferente, es decir, creí que serías una chica de largo cabello negro y semblante serio, de esas que usan colores opacos y fríos pero resulta ser que eres más colorida de lo que insinuaba.

— ¿Debería sentirme bien por ello? Tsk. —mordí mi labio superior extrañada.

— Sólo era un comentario, tranquila.

— Supongo que tienes la misma edad que Park, ¿no? —negó con su cabeza, sereno—. ¿¡No!? —abrí mis ojos un poco más de lo normal.

— Soy dos años más grande que él.

Abrí mi boca levemente, dando un paso atrás para verlo mejor de pies a cabeza. ¡Es que no lo parece!

— Entonces, ¿tienes diecinueve, casi veinte?

— Ajam. —sonrió con diversión debido a mi actuar.

Giré un poco mi cabeza aun con la sorpresa de la noticia en busca de mi bonito, que por casualidad me encontré con la grata sorpresa de que la broma de Hanhi al final parecía hacerse real.

Mierda.

Iría con él, pero tengo curiosidad acerca de lo que hará Jeon y de lo que ella quiere hacer después de haberlo estado cazando a lo lejos un buen rato.

— ¿Puedo agregar tu número? —inquirió en un tono tímido—. Después de todo, tenemos en común a Jimin como conocido.

— Bueno, yo...

No presté clara atención a lo que dijo porque seguía viendo a ese par que no deberían ser par.

— Lo siento, no sé si sería apropiado. —continué sin dejar de verlos.

— ¿Por qué no?

— Es que tengo novio, y eres alguien mucho más cercano a Jimin que yo. No quiero malentendidos.

— ¿Tienes novio? —confirmé con un sonido proveniente de mi garganta—. Oh, entiendo. No te preocupes. —entendió mi posición sin mayor problema.

— ¿Por qué está tan pegada a él?

— ¿Quién?

No estaría haciendo mi cara de pocos amigos si ella hubiese guardado su distancia con él. ¡Jeon, aléjala!

A buena hora se les ocurrió a Taehyung y a JoongGuk irse.

— Uh, ¿él es tu novio? —asentí con lentitud no muy contenta—. ¿Bogum?

— ¿Ese es el nombre de la chica?

— Sí, es mi prima.

Qué bueno que me lo dice. Estaba a punto de decir una estupidez frente a su primo.

Coincidencias desagradables.

— Lo siento, iré por ella. —rascó su nuca haciendo ademán de ir hacia susodicha.

— No, no, está bien. —lo detuve jalando de su antebrazo sin fuerza—. Quiero saber que va a hacer él.

Guardó silencio como yo, prestando atención a las acciones de ambos.

Comenzaba a preocuparme al no ver indicios de Jeon de detenerla, pero cuando me buscó con su mirada y me señaló, el alma me regresó al cuerpo.

Es demasiado pronto que me haga sentir insegura esta clase de cosas. Es decir, Jeon es atractivo, así que no me sorprende que él le haya atraído a ella.

— Creo que te llaman por allá. —señaló a ojitos de Bambi, quien me hacía señas para que me acercara—. Lamento la molestia. Te acompaño en el camino, tengo que ir por mi prima.

— No te preocupes, no creo que ella tuviera idea de que tenía novia. —elevé mis comisuras—. Está bien. —apacigué.

— De todos modos, debería investigar antes de actuar. Justamente para evitar este tipo de cosas. Lo siento de nuevo.

Comenzó a caminar en dirección a ellos dos, y yo lo seguí unos segundos después.

— Ella es mi novia, lo siento. —informó pasando su brazo alrededor de mi cintura en cuanto me acerqué, haciendo una leve reverencia con su cabeza. Debo admitir que su acción me desconcertó algo, pero me gustó al mismo tiempo—. Pero tengo algunos amigos, puedo presentarte a uno de ellos si quieres.

Miré a la chica mucho más de cerca. Su rostro me hace saber que por alguna extraña razón, la noticia no le agradó en lo absoluto.

Bueno, tampoco esperaba que se pusiera feliz, ¿verdad? Aun más cuando me analizó de pies a cabeza con una mirada juzgona.

Ya no se me hace bonita.

— ¿Qué haces aquí, ah? Te dije que te comportaras, Bogum. —la chica lo vio de mala gana—. No puedes estar pidiéndole o dándole tu número a todo aquel que se te cruce.

— ¡Aish, ¿y a ti qué si lo hago?! No es tu problema.

— Él tiene novia, ¿sabías eso? —interrogó tomándola de la muñeca.

— ¡Sí, lo sabía! ¿Contento? —bufó viendo a Jeon con sus cejas fruncidas—. Ash, qué molesto eres, en serio.

— Por eso ya no tienes amigas. —concluyó volteando a verme—. Lo siento, JeWeil. Y también me disculpo contigo, amigo. —señaló a ojitos de Bambi.

— ¡Suéltame! —quitó la mano del chico con brusquedad, caminando con prisa hacia donde se encontraba la pelirroja que me señaló Lim con anterioridad. Se ve que son amigas, definitivamente lo son.

— Disculpen, no los volverá a molestar. Con su permiso.

Pero qué educado. Ni siquiera es su culpa.

Arrugué mi ceño retirando su brazo de mi cintura, sin entender qué diablos acababa de pasar y lo que aquella mujer había dicho con tanto cinismo y sinceridad.

Ya lo sabía y aun así se acercó.

Sí que debí preocuparme un poco.

— ¿Por qué te alejas? Mientras más me vea contigo para mí mejor. —tomó mi mano y me atrajo hacia él de nuevo—. ¿Por qué se enoja? Sólo le dije la verdad, bonita.

Lo observé callada, admirando su cara y su expresión abatida y molesta. Ahora me siento mal, me enojé un poquito por nada.

Ya había olvidado lo que son los celos. Gracias por recordármelo, Jeon. Es feo sentirlos.

— ¿Qué se supone que se cree? ¿La manzana que mordió Eva? Qué desagradable.

Suspiré aliviada.

— ¿Debería besarte para que le quede más claro, Weil? —me preguntó pensativo, dando leves caricias a mi cintura con su dedo pulgar.

¡Mierda, qué bien se siente cuando hace eso!

Maldición, otra vez siento mi cara caliente.

— JeWeil, no me dejes solo. Todas parecen esperar a que lo hagas. —bufó humectando sus labios, pasando su lengua sobre ellos—. Me miran como si fuese una presa.

Giró su cuerpo, provocando que el mío quedara pegado a la pared, sintiéndome acorralada por él.

— ¿Está bien? —dijo acomodando mi cabello detrás de mis orejas—. Ya no me dejes solo.

Cerré mis ojos por unos segundos, sintiéndome nuevamente tranquila.

— Abrázame, lindo idiota. —ordené extendiendo mis brazos a los lados, sonriendole ampliamente, mostrándole mi dentadura.

— Lo que mi bonita diga.

Sin queja alguna, como ya he notado, primero recarga su barbilla sobre mi hombro, pasando después sus brazos alrededor de mi torso, ejerciendo presión sin llegar al punto de lastimarme.

— Oye, pero si tu cintura también es perfecta. No entiendo porqué quieres la mía.

— No es lo mismo. —dije aferrándome aun más a él porque su cuerpo es cálido—. La tuya es mucho más bonita.

— Pero qué mentirosa.

— Pero qué modesto.

Sentí cómo sus manos recorrieron toda mi espalda para terminar tomando firmemente mi cintura una vez más. Parece tener una obsesión con ella como yo con la suya.

— Weil...

— ¿Qué? —musité permaneciendo con mis ojos cerrados.

— Te quiero.

Los cuales abrí cuando dijo aquello. Tragué con saliva con dificultad.

Estoy demasiado jodida con él, y me asusta de alguna manera porque sé que quizás esto no será para siempre.

Va a doler muchísimo.

— Yo también te quiero, Jeon.

Pude sentir como formaba una sonrisa. Eso me hizo feliz.

— ¿Puedo besarte? —interrogó travieso, riéndose porque es obvio que ya sabe mi repuesta.

— No, no puedes. No aquí, lindo idiota.

— ¿Por qué no? —dijo en un tono alargado, escondiendo su rostro en mi cuello.

— No me hagas decírtelo.

— ¿Es por JoongGuk, cierto? Si es por él, lo entiendo, bonita.

— ¿En serio? —inquerí sin poder creerle del todo. Dándole la razón al mismo tiempo.

— Así es... A mí tampoco me gustaría ver a la chica que me gusta besando a otro tipo.

— Me duele, Jeon. —confesé mordiendo mis labios—. Sólo pensé en mí y lo herí, fui tonta y egoísta. No debería tener le derecho de sentirme así siquiera.

— Oye, no digas eso. No tiene caso que te culpes, bonita. —comenzó a acariciar mi cabello—. No fue culpa de nadie, no puedo decir nada al respecto porque no tengo ni idea de lo que pasó entre él y tú, así que lo único que puedo decirte es que es bueno que hoy hayan aclarado todo. —suspiró—. Tanto tú como él ya pueden quitarse ese peso de encima. ¿De acuerdo? —aclaró su garganta—. ¿Qué más te puedo decir, mmh? ¡Oh, cierto...! Gracias por escogerme mí, JeWeil.

Te tengo a ti, ¿pero a cambio de quién?

— Jeon...

— ¿Sí?

— Si sigues así vas a terminar asfixiándome. —comenté con diversión, intentando hacer desaparecer el tenso ambiente que formé.

— Ups, lo siento. —se alejó de mí unos cuantos centímetros—. Eres demasiado abrazable para mí, chica extraña. —musitó parpadeando repetidas veces.

— ¿Sonará cursi si te digo que siempre me han gustado tus ojos?

— ¿Qué más da si suenan cursis? Tú di todo lo que quieras, pasé mucho tiempo recibiendo insultos cariñosos de tu parte, ¿no crees que es justo que ahora sean halagos de verdad?

— Pero qué exagerado. ¿Sabes lo molesto que era verte con OhYeon tan cerca? ¡Deberías estar agradecido de que te los decía con cariño! —me alaje de él por completo, cruzándome de brazos.

— Pero mira quién lo dice. La noona de un grupo de hormonales de primer semestre. Sin no antes mencionar que alguien ya estaba dispuesto a ir por ti antes que yo. —atacó de vuelta.

— La única diferencia entre tú y yo es que ellos nunca me gustaron. —argumenté mostrándole mi lengua, victoriosa.

— Wah, eso sí que fue un golpe bajo. Pero está bien, es la verdad después de todo.

Lo miré fingiendo estar molesta, recibiendo a cambio una sonrisa de su parte.

— No me agradas, Jeon.

— Y tú a mí tampoco, Min.

Él sí que me entiende, aw.

Se querían ligar al Jeikey y el bien orgulloso (en el buen sentido de la palabra), le presentó a su novia,
jajajakskkd.

JeWeil a lo lejos viendo todo xd:

•••

¡Gracias por leer! 💙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro