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🌹•FIFTEEN XV•🌹

Y ahí va de nuevo, ni siquiera me voy a tomar el tiempo de describir qué es lo que está haciendo porque solo gastaré mi saliva.

— ¡Bú!

— ¡Waoh, qué susto me acabas de dar! —musité sarcástica, posando mis manos sobre mi pecho, como si realmente estuviera asustada.

— Uy, sigues molesta.

Rodé mis ojos intentando no perder la paciencia con ella y aún más conmigo misma. Me crucé de brazos observando como la miraba con dulzura, pero ahora ese no es el punto, ¿saben? Sino que ahora ella también lo mira a él.

— ¿Crees que sean amigos ya? —preguntó con curiosidad Hanhi, formando una leve mueca.

— ¿Amigos cercanos? —resoplé con burla—. No creo. Ojos de Bambi se vuelve un idiota cuando la ve.

— No es fea, en realidad es bastante linda. —comentó mirándola con atención—. Hasta yo la miraría así.

— ¿De qué demonios estás hablando ahora? —cuestioné sin entenderla.

— Sólo decía... —se encogió de hombros evitando mirarme, esa tonta.

— Nadie dijo que era fea, Hanhi. —señalé con confusión.

— Ya lo sé, sólo quería decirlo. —dijo en un tono inocente.

— ¿No deberías estar con Hoseok?

— Sí, pero vine a verte a ti, pero tú estás viendo a JungKook, y JungKook está mirando a OhYeon, y de vez en cuando OhYeon mira a Jeon.

¿Por qué le gusta tanto complicarse la vida, en serio? Entiendo su lógica pero es demasiada larga, es peor que entender a Jeon.

— Mejor ve con Jung, anda. —animé, formando una línea recta con mis labios.

— ¿Qué harás con JoongGuk, eh? —cuestionó, dándome una mirada pícara—. ¡Deberías decirle que sí!

— De haber sabido que me molestarías con eso no te hubiera contado nada.

— ¡Ay, vamos! —exclamó, jalando de mi brazo repetidas veces—. Weil, son sólo fotografías.

— Sí, claro. —bufé, poniendo mis ojos en blanco—. Ese no es el problema aquí.

— ¿No? —negué con mi cabeza—. ¿Por qué, ah?

— Porque no y ya. —contesté con una sonrisa poco amigable.

— ¡Ay, Weil...! ¡Dime, ¿por qué no?!

— Porque no quiero, ¿ya? —respondí más a fuerzas que de ganas.

— Es lo mismo.

— Claro que no.

— ¡Claro que sí! —chilló, mirándome en silencio, esperando una respuesta concreta.

— Si sigues así pensaré seriamente qué decirte y qué no. —señalé comenzando a caminar dejándola atrás.

— ¡Oye, espérame! —exclamó corriendo hacia a mí hasta intercalar sus pasos con los míos.

— Hablemos de Jeon y OhYeon, es más divertido burlarme de ese par que hablar acerca de JoongGuk.

— No estoy de acuerdo. —opinó con una mueca.

— No es como si me importara.

— Maldición, siempre me dices lo mismo. —se quejó, cruzándose de brazos—. Debería comenzar a pensar en todas las posibilidades qué hay de que me respondas así.

— Te sugiero que sea cien de cien.

— Por supuesto que sí.

— Dime, ¿qué harías en el lugar de Jeon? —le pregunté con curiosidad—. ¿Te quedarías solo mirando?

— Bueno, lo más probable es que sí, haría lo mismo que JungKook. —asintió, musitando un «ujum».

La observé con rareza sin dejar de caminar, puesto que estaba claro que yo no compartía el mismo pensamiento que ella.

— ¿Por qué? ¿Qué caso tiene quedarte mirando sin hacer nada? Aunque... Jeon le pidió a OhYeon ayuda para el concurso.

— Fue valiente, ¿no crees lo mismo?

— Lo creo. —admití parando de caminar.

— Por cierto, ¿por qué te molestaste con él, mmh? ¿Hizo algo?

— Sí, ser estúpido.

— A veces eres tan sincera y directa que me das miedo. —masculló frunciendo sus labios, resoplando.

— Ese es el punto.

— Ouh... ¿De verdad? —tallé mi rostro cansada—. ¿Por qué diablos me vengo enterando a penas?

— No lo sé, Hanhi, juro que no lo sé. —murmuré.

— ¡Hanhi! —tanto ella como yo giramos en busca de quién la llamaba—. Oh... Hola, Weil. —saludó Jung con una sonrisa la cual le devolví—. Necesito a Hanhi ahora, ¿te importa si me la llevo unos minutos?

Por mí quédatela.

— Oh sí, no te preocupes. Puedes llevártela el tiempo que necesites.

— ¿¡Eh!? ¿¡Por qué!? —preguntó con indignación, mientras tanto su novio la tomaba de la mano confundida.

— ¡No tardará mucho, Weil! —gritó a lo lejos, llevándose a su querida novia quien yacía perdida, sin entender qué rayos sucedía.

Y la realidad es que sí, ni ella ni yo tenemos idea de porqué de repente viene su novio a buscarla.

— ¡No te apresures, ve con calma! —exclamé de vuelta, sonriendo sin gracia.

Estaba dispuesta a irme gustosa a mi salón de vuelta, pero como tengo tan mala suerte y el mundo me odia, alguien tiene que joderlo todo.

— ¡Linda Weil!

Un momento, ¿cómo y qué putas acabas de decirme?

— ¿Qué carajo...? —lo miré con rareza, arrugando mi frente mientras formaba una mueca—. ¿En qué maldito momento apareciste aquí?

— Justo ahora. —respondió con una sonrisa orgullosa.

— No, idiota. —sonrisa que borró en cuanto lo insulte—. Tú no estabas aquí hace un puto segundo, ¿cómo diablos pasaste de estar del otro lado a estar aquí?

— Soy Jeon JungKook, puedo hacer muchas cosas, chica extraña. —informó con aires de grandeza.

— Sí, sobre todo ser un verdadero estulto.

— Lo tomaré como un halago. —señaló, asintiendo con su cabeza mientras cerraba sus ojos.

— ¿Qué quieres? —pregunté fastidiada.

— Genial, directo al punto, me agrada.

— Joder, sólo dime qué quieres. —dije desesperada de que vacilara tantas veces.

— Ya, tranquila. —trató de apaciguar la situación poniendo su brazo alrededor de mis hombros mientras comenzamos a caminar a paso lento—. Sólo quería ser amigable, linda Weil.

Cabe decir que no es bueno que sienta el calor acomularse en mis mejillas, maldito ojitos de Bambi, malditas hormonas.

— Te golpearé si me llamas así de nuevo. —advertí entre dientes.

— Bien, ya entendí, ya lo entiendo perfectamente. —humectó sus labios pasando su lengua por éstos—. En fin, sólo venía a disculparme contigo por lo de ese día.

— Vaya, ya te habías tardado.

Lo escuché suspirar, lo miré de reojo y él realmente está intentando mantener la calma, es tan gracioso.

— Y es por eso que tú y yo nunca estaremos de acuerdo.

— Concuerdo totalmente contigo, Jeon. —pasé mi brazo por su cintura, abrazando ésta—. Yo soy la inteligente aquí y tú eres el tonto, ujum, justo como debe ser.

— ¡Oye! —se quejó mirándome resentido.

— ¿Qué? Es la verdad. —lo miré de vuelta, encogiéndome de hombros con total inocencia.

— No me subestimes, chica extraña.

— ¿Por qué mierda me llamas "Chica extraña", ah? Sabes mi nombre, ¿cuál es tu afán por llamarme así?

— Tú fuiste la que me dijo que no te llamara "linda Weil".

— ¿Y? Eso no tiene nada que ver.

— Claro que sí, JoongGuk te llama así... —de un momento a otro sentí como su brazo me apegó más a su anatomía, desconcertándome—. ¿Por qué yo no?

— ¿Si sabes que tu pregunta es estúpida, cierto, Jeon? —insinué arrugando mi frente.

— Si tú lo dices, tal vez sí.

— Agh, largo de aquí. —hice ademán de alejarme de él.

— ¿Te gusta JoongGuk? —y claro que lo solté, sin embargo, él no a mí—. Es un buen tipo.

— Eso ya lo sé... —carraspeé—. Jeon, no eres Cupido, así que no me jodas.

— Uno quiere ayudarte pero tú te niegas. —musitó negando con su cabeza con frenesí.

— ¿Ayudarme a qué?

— JoongGuk. —dijo en un susurro con cierto toque de diversión.

— En ese caso yo te ayudo con OhYeon.

— Me parce una buena idea, acepto. —con una sonrisa revolvió mi cabello.

— ¡Es sarcasmo, idiota! —está vez fui yo quien se quejó—. No toques mi cabello. —ordené jalando de su corbata para acercarlo a mi y así poder darle un suave golpe en su nuca.

— ¡Auch! ¿¡Por qué me golpeaste!?

De acuerdo, puede que no tan suave.

— Uh, ¿escuchaste eso? —le cuestioné sin dejar de soltar su corbata, obligándolo así a mirarme.

— ¿Qué cosa?

— Tu nuca, escucha con atención...

Sí que es tonto, totalmente un tonto.

No miento. No dejó de mirarme al igual que yo, estaba tan atento a lo que diría que me dio tiempo de golpearlo de nuevo y doble.

— ¡Auch, auch! ¿¡Qué rayos te pasa!?

— Nunca confíes en mí. —aconsejé sonriendo de lado, satisfecha.

— ¿¡Por qué tenías que golpearme tan fuerte!?

— Si no lo hacía no hubieras escuchado a tu nuca ser golpeada por mi mano. —expliqué con tranquilidad sonriéndole con victoria—. Además, ¡no fue tan fuerte, mentiroso!

— Siendo sincero, ¿qué te vio JoongGuk? Eres tan mala y cruel.

— Siendo sincera, ¿qué rayos te vio OhYeon para aceptar ayudarte?

— ¿Lo vez? Eres muy cruel. —formó un puchero indiferente.

— Como sea, Jeon. —retiré su brazo de mis hombros—. Nos vemos.

— ¿Cuándo?

— El treinta de Febrero. —contesté mirando el cielo pidiendo un poco de inteligencia para este pobre chico llamado JungKook.

— ¿El treinta de Febrero? —chasqueó su lengua—. Eso está muy lejos, ¿no? Es hasta el otro año.

— Sí, lo sé. Aquí, a la misma hora.

— ¿Qué? ¿Para el próximo año?

— Sí, Jeon, sí.

Me alejé de él caminando con prisa, hasta que escuché sus gritos de decepción.

— ¡Oye, Weil...! ¡Pero el treinta de Febrero no existe!

Demonios, tardó bastante en darse cuenta. Ojitos de Bambi es tan tonto.

Es un lindo idiota.

¡Holaaaa! ^-^
¿Cómo han estado? Espero que bien, muy bien.

Actualización de madrugada porque se me ocurrió escribir ya de noche v: Después de publicar esto me iré a dormir XD

Discúlpenme si hay faltas de ortografía, ya lo he de editar después v: xdxdxd

Venía a agradecerles también por el gran apoyo que últimamente ha estado recibiendo mí obra.🤧💜 Pues ya ha sobrepasado las 900 vistas y casi llega a los 300 votos *llora brillos*. De verdad, muchas gracias a todas esas personitas que leen está historia, sobretodo a las que comentan y votan, me ayudan un montón esos pequeños detalles.

Y pues creo que eso
sería todo...

¡Muchas gracias por leer!
💙

•••

MJ☁️

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