Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌹•ELEVEN XI•🌹

No fue difícil convencer a Hoseok para que me ayudara, y al final terminé inscribiéndome al concurso que estaba organizando la escuela. Estaban pensando en meter clubes, suena mal pero quizás no sea tan aburrido, además, quizás ni si quiera me toque a mí, es mi último año después de todo.

— ¿Cuándo comenzaremos, mmh? —preguntó emocionada.

— No será está semana, Hanhi. —informé desde ya para que no empezara a insistir.

— ¡Ay, ¿por qué?! —cuestionó arrugando su frente.

Puse mis ojos en blanco ante su exclamación que de alguna forma me irritó. Las mañanas no son de lo mejor para mí, y aunque nadie tiene la culpa de eso no puedo evitar expresarlo con mi cara de pocos amigos.

— No lo sé, ve a preguntárselo a los docentes. —contesté con pereza, acomodando mi cabello detrás de mi orejas.

— Es una perdida de tiempo, dímelo tú.

— El lunes empezamos, tengo hasta el Jueves para terminar... el viernes debo de entregarlo. —expliqué sin más.

— ¡Estoy tan emocionada! —chilló con una amplia sonrisa plasmada en su rostro.

— ¿Ah sí? Ni siquiera se te nota. —musité sarcástica.

— No necesito tu sarcasmo ahora, no puedes romper mis ilusiones. —señaló, cruzándose de brazos con firmeza en sus palabras.

— ¿Dónde está Hobi? —inquerí mirando a mi alrededor en busca de susodicho.

— ¿Estás enferma? —interrogó de repente, poniendo su mano en mi frente—. No tienes temperatura. —me miró con rareza—. Entonces, ¿por qué llamaste Hobi a Hobi? Tú no lo llamas así, siempre es Hoseok o Jung.

— Me siento rara llamándolo así, y esto lo confirma. Tranquila, no le diré así.

— No es eso, sólo que suena raro viniendo de ti. —me miró con rareza y una mueca extraña.

— El lunes después de clases vendrás a mi casa, después iremos a la de Hoseok. —ordené—. Yo seré quien le dirá que llevar puesto, ¿estás de acuerdo?

— Sí, aunque tengo miedo.

— ¿De qué? —pregunté alzando mis cejas.

— Tu armario tiene muy pocas cosas de colores pastel. —comentó con una mueca.

— ¿Y?

— ¡Agh, olvídalo! —carraspeó con un puchero—. Está bien, yo le diré a Hobi.

— Bien, ahora.-

— ¿¡De verdad él habló contigo!?

Hanhi y yo nos miramos como si estuviéramos pensando lo mismo, mirando a la misma dirección de donde provino aquel animado casi grito. OhYeon estaba con su grupo de amigas, lo normal en ella. Platicando de no sé qué cosa, un chico, seguramente.

— Sí, se los dije. —musitó con un semblante sereno y tranquilo ante el alboroto de la chica frente a ella—. Él tenía que ser el primero en venir a mí, me pidió que fuera su modelo al cual hacerle casi una sesión de fotos para ganar un concurso, en el cual se inscribió. —explicó la peli-corto con una sonrisa.

Pero qué arrogante fue eso.

— ¿Por qué aceptaste? —cuestionó una de ellas—. Hubo dos chicos más que te pidieron lo mismo, OhYeon.

— Ya lo sé... —suspiró—. Pero él realmente llama mi atención en estos momentos, me da curiosidad. —respondió apenada, con un leve rubor en sus mejillas.

— Es un chico cualquiera, no es el único que te deja regalos. —continuó la contraria.

— ¿Y? Eso no me impide ayudarlo. —argumentó Song.

— Creí que él era un tipo tímido como para si quiera acercarte a ti. Tienes a tantos chicos detrás —bufó con aires de molestia—, te envidio.

— ¿Quién no le tendría envidia? OhYeon, parece que puedes tener a cualquier chico que tú quieras en un dos por uno. —opinó con una pizca de diversión.

— Claro que no. —dijo modesta.

Es tan tedioso escucharla, en serio, sabe que tiene a varios tipos detrás de ella y aún así lo niega, y no, no sé por qué me molesta, es decir, ¿a mí qué?

No es mi problema.

— Además, si se trata de mí, quizás él gane con facilidad.

Es de lo peor ahora que lo pienso, tiene un ego que sobrepasa el mío, lo digo en serio, solo por ser ella quizás Jeon gane, vaya tontería. ¡Pero, rayos! Es posible que sea así por ese simple hecho. Maldición JungKook, ¿por qué ella y no otra chica? Hay más, y son mucho más lindas que la que elegiste.

¡Pero es OhYeon, es quien le gusta, es obvio que la escogería! Fue valiente, al menos ya no tengo esa razón para querer golpearlo, pff.

— ¿Weil, estás molesta?

— No, ¿por qué lo dices?

— Bueno, tu frente está... —señaló con su dedo índice aquella parte.

— No estoy molesta, cuando no puedo ver bien mi frente se arruga. —musité con mi vista algo desenfocada porque de cierta forma es verdad—. La miopía me está afectando.

Vaya excusa, ni si quiera sé si realmente sufro de eso pero comienzo a creer que sí.

— Vas a competir con Jeon, eh... —sonrió de lado, pícara.

— Ni lo digas, sólo quiero concursar porque hace tiempo que no uso mi cámara. Vámonos, su voz es muy chillona.

— Como digas, yo te sigo.

Sin mucho problema y esfuerzo tal cual como lo dijo, me siguió, tomando el ritmo del caminar que yo llevaba.

— ¿Qué te pide ese concurso? —interrogó ladeando su cabeza.

— Algo que tenga que ver con el Otoño, tengo algunas ideas pero, no tengo claro aún que es lo qué quiero hacer.

— ¿Qué clase de concurso es? —una mueca se plasmó en su rostro, y mentalmente le di la razón cuando dijo—: Suena como algo típico de una película y puede que también de un libro.

— La creatividad y la imaginación es lo que cuenta aquí Hanhi, no sólo en que estación estamos.

— Pero, ¿en qué te beneficiará concursar y/o ganar? —resopló jugando con sus manos—. No entiendo.

— Puntos para tu calificación final. Necesito subir un poco más, si no hago eso papá me matará al ver mis notas.

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal de solo pensar en que papá podría castigarme enviándome a cursos para reforzar mis conocimientos.

— Se te tiene Fe, JeWeil. —susurró pasando su brazo sobre mis hombros, como consuelo.

— Cierra la boca. —mascullé.

— Me dieron la opción de tener un tutor, pero eso sería un golpe bajo para mi inteligencia. —comentó alejándose de mi anatomía.

— Si fueras inteligente no necesitarías un tutor, ¿no lo crees? Al menos tú.

— Es como en las historias de romance... Tal vez ahí encuentres al amor de tu vida, Weil.

— Claro, como si esas cosas pasaran. —bufé mirando hacia el techo por un par de segundos antes de devolver mi vista hacia el frente—. Y soy inteligente, más te vale no llamarme tonta.

— Tú me llamas tonta siempre. —señaló con recelo e inconformidad.

— Porque hay razones para llamarte así a ti. —argumenté con la intención de molestarla tal y como ella a mí.

— Bueno, entonces cada que tenga una razón te diré tonta. —avisó alegre.

— Intenta hacerlo y te arrepentirás. —murmuré entre dientes, mirándola con advertencia.

— Uy, qué miedo. —musitó burlona.

— Hanhi.

— Ya, no te llamaré tonta porque Min ya hace eso.

— Claro que no. —refuté.

— Cuando regrese lo hará. Por algo es el mayor.

— Por algo soy mayor que tú. —dije ante su anterior lógica sin sentido para mí.

— Claro que no.

— Sí.

— ¿Por qué? Tenemos la misma edad. —articuló con una expresión abatida.

— Tienes razón en ello, pero hay diferencia de días.

— No es verdad, yo cumplo... espera.

Comenzó a contar mentalmente con sus dedos, y ya tardó un poco dedo de decir. Espere unos cuantos segundos más, escuchando como murmuraba cada número que contaba; antes de que yo la interrumpiera.

— Son dieciocho días, Hanhi, dieciocho. —respondí por ella.

— Oh, espera... ¡Es cierto! —maldijo por lo bajo—. Demonios.

— Tú el veintiocho y yo el diez. —continué contestando.

— Agh, si tan sólo hubiera nacido en Julio... —suspiró con dramatismo, negando con su cabeza decepcionada.

— Es una desgracia que ambas hayamos nacido en Agosto, ¿no crees?

— No.

— Tenías que decir que sí.

— Lo siento. —rió traviesa—. Por cierto, ¿quién es mayor? ¿Boung o tú? —preguntó con curiosidad—. Es una duda existencial que tengo desde que me enteré de tu doble.

— Boung. —contesté—. Es diez minutos mayor que yo.

— Es raro, normalmente los padres que tiene gemelas suelen ponerles nombres similares a sus hija pero no veo nada parecido entre el de ella y el tuyo.

— Yo soy JeWeil y ella es JeBoung. Ella es escandalosa y yo soy quien la calla, y por supuesto que Min es quien la manda a la mierda. —expliqué con una sonrisa.

— Qué bonita hermandad, ¿no crees?

— No. —negué aún con mis comisuras arriba.

— Soy hija única, agh, a veces es tan aburrido.

Recargó su mejilla sobre la palma de su mano. Parando su andar, y por ende el mío también.

— Vamos, los dos decidieron irse con mamá pero yo decidí quedarme aquí con papá. —comenté en un vago intento de que ánimo no bajara.

— Es casi lo mismo, ¿quieres decir eso? —insinuó.

— Sí. Tú y yo podemos ser hermanas si quieres, pero ten en cuenta que lo hemos sido desde siempre.

— No digas más, me harás llorar. —dramatizó fingiendo limpiar lágrimas.

— Aish, por cosas como estás no me gusta ser cursi.

— Siento que en un futuro, tú serás el chico en la relación y el chico tendrá el rol de la chica. —opinó aguantando las ganas de sonreír ante su rara idea.

— Quizás.

— ¡Jeon será una chica...!

Y fue cuando comenzó a reír. Le causó demasiada gracia su chiste, tanto así que tuvo que sentarse en el suelo y sobar su estómago. Y yo... yo también comencé a reír porque su risa era demasiado contagiosa para mi.

— ¡Dios, me lo imaginé... vistiendo un vestido tradicional! ¡Mierda, se vería tan bien! —dijo apenas si respiraba, es un puto ataque de risa.

— ¡Cierra la boca ya, no aguanto mi estómago, duele! —exclamé en busca de aire.

— ¡Qué ni se le ocurra pasar por aquí porque en serio le diré que se ve bien vestido de mujer!

— ¡Ya cállate, joder! —ordené tratando de recobrar la cordura.

— ¡Hobi, ¿qué haces en mi imaginación también?! ¡Hobi se vería jodidamente sexy!

Calmé mi respiración para que dejase de reír y así fue, pero al parecer a ella no le funcionó pues apenas intento inhalar y exhalar la carcajada la invadió, está loca.

Para cuando logró recuperarse y calmarse se dedicó a sobar su estómago que le dolía por haber reído tanto.

— Ya, lo siento. —aclaró si garganta apenada.

— Inhala, exhala.

— Ya estoy bien, no volveré a reír.

Cuando creí que sería así soltó la carcajada de nuevo, señalando algo o más bien a alguien detrás de mí.

— ¡Oye tú, Jeon!

Cerré mis ojos cuando mencionó su apellido, estamos jodidas.

— Hanhi, cierra la boca.

Nos miró con rareza, confusión y curiosidad.

— ¡Me has hecho reír tanto, te daré una recompensa después!

— No le hagas caso, está loca. Sigue tu camino Jeon. —hablé con tranquilidad.

— ¿Por qué está riendo tanto? —cuestionó mirándola raro.

— ¡No es de tu incumbencia!

Exclamamos Hanhi y yo al mismo tiempo, causándole más confusión.

— ¡Sabía que dirías eso! ¡Weil, te conozco tan bien!

Ella en serio tiene problemas.

¡Gracias por leer!💙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro