nota de la escritora
( regulxs )

Quiero establecer algún tipo de pequeña amistad con Bakugō y Tomomi, es que la rivalidad entre Shōto y él es más intensa porque alguien que les importa a ambos está entre ellos. Va a empezar un poco lento, pero al mismo tiempo no voy a precipitar nada. Tomomi, aunque aparentemente una persona fría y sin emociones, es en realidad muy agradable y amigable con todo el mundo (excepto con Mineta) y creo que sería lindo ver a Bakugō (su completo opuesto) ponerse secretamente protector y celoso cuando se trata de ella.

━ ❄・*。𝐅𝐑𝐎𝐒𝐓 𝐁𝐈𝐓𝐄 ｡˚❄
004.┊　FIRE AND ICE.
❪ BOKU NO HERO ACADEMIA ❫ ೃ

—BIEN, CLASE. YA QUE ES EL segundo día de clase, he pensado que nuestra primera tarea debería consistir en conocer a todo el mundo para que no haya presiones a la hora de hacer amigos y trabajar juntos.

Como cualquier otro instituto, U.A seguía teniendo clases regulares además del entrenamiento de héroes. Seguían dando matemáticas, ciencias, inglés e historia. Sólo para asegurarse de que sus futuros héroes tuviesen una educación adecuada.

Bakugō pensó que eso era estúpido, pero no se preocupó por ello. No se preocupaba por nada. Era un chico muy inteligente, a pesar de su personalidad explosiva y su comportamiento agresivo. Pero a pesar de todo eso, era un chico muy listo académicamente.

Eso no hacía que esta clase fuese menos aburrida.

—Ahora, dicho esto, nuestro primer proyecto del semestre se basará en crear ese vínculo. Así que os pondré por parejas y, durante las próximas tres semanas, quiero que vosotros y vuestra pareja estrechéis lazos y os conozcáis. Como prueba de vuestros descubrimientos, debéis escribir cinco cosas que hayáis aprendido sobre vuestras parejas y cinco cosas que os gusten de ellas —explicó el profesor—. Por cierto, os vigilaremos en los informes de progreso para asegurarnos de que de verdad hacéis el proyecto en lugar de fingir que lo hacéis.

«Genial, tengo que estar pegado a un compañerito de segundo rango durante tres semanas.... Esto es un asco», pensó Bakugō, recostándose en su silla. Miró alrededor de la clase para ver si alguien era lo suficientemente digno como para mantenerlo al menos un poco interesado.

Él ya sabía quién era Kirishima, se conocían desde hace tiempo. Él no quería ser emparejado con Denki, ese pikachu de descuento. Ése sólo le cabrearía.

Mejillas Rosadas estaba descartada, al igual que todos los demás de la clase. Fue entonces cuando se dio cuenta de que en realidad no le gustaba ninguna de estas personas. Y no quería llegar a conocer a ninguna de ellas.

—Y por último, Bakugō Katsuki —dijo de repente el profesor, devolviéndolo a la realidad—. Serás emparejado con Todoroki Tomomi.

«¡¿QUÉ?!». Los ojos de Bakugō se abrieron de par en par, totalmente perplejo. «¡¿VOY A SER EMPAREJADO CON ESA MALDITA FROST BITE?! ¡JODER!»

Tomomi, sin embargo, se sintió indiferente con la revelación. El trabajo escolar siempre fue serio para ella y si tenía que ser emparejada con alguien tan narcisista como él para obtener una buena nota, sólo tendría que lidiar con ello.

Sonó la campana de la hora del almuerzo y el profesor retiró a todos.

Tomomi se levantó y recogió su mochila, esperando a Shōto.

—¿Katsuki? —dijo, volviéndose hacia su enfadada pareja de proyecto. Quien estaba demasiado ocupado metiendo cosas en su mochila y murmurando cosas incoherentes por lo bajo.

«Qué... interesante».

—Katsuki —intentó de nuevo, poniéndose justo delante de su pupitre.

—¡¿Qué?! —ladró él viciosamente, metiéndose las manos en los bolsillos—. No tengo todo el día, Frost Bite, así que sea rápido.

—Bueno, si queremos aprobar este proyecto, deberías hacer tiempo —dijo ella con esa característica voz calmada con la que siempre habla. Incluso cuando está siendo sarcástica.

Y eso hizo irritar a Bakugō hasta la médula. ¿Por qué demonios estaba tan calmada y fría todo el tiempo? Ella y ese hermano suyo eran espeluznantes. No importaba lo guapa que fuese.

Pero él nunca dirá eso.

—No creas que porque estemos atrapados el uno con el otro vamos a ser amigos, sigues estando muy por debajo de mí en todos los sentidos.

—Hablas como un verdadero narcisista —contestó Tomomi, buscando algo en su mochila—. Esto tiene mi número apuntado. Para tener la mejor nota, debemos empezar ya.

Bakugō miró la tarjeta blanca en su mano mientras ella se la tendía. Esta chica obviamente siempre busca lo mejor. Si ayer no se lo dijo, lo estaba haciendo ahora.

Vio la forma en que ella parecía ligeramente decepcionada cuando obtuvo el tercer puesto en la prueba en la que les hizo participar Aizawa. Debe estar acostumbrada a ser la mejor. Al igual que él mismo.

Bakugō se burló y le quitó la tarjeta de la mano.

—Da igual. Será mejor que no me hagas perder el tiempo, popsicle.

Tomomi se limitó a ofrecerle una sonrisa de ojos cerrados, con la cabeza un poco inclinada hacia un lado.

—Hagámoslo lo mejor posible.

Al rubio se le cortó la respiración al ver su sonrisa. Probablemente era la segunda vez que se veía sorprendido por su sonrisa. Que contrastaba con el aura fría y estoica que irradiaba.

—Tomo —Shōto apareció de repente junto a su hermana. Sin prestar atención a Bakugō—. Deberíamos darnos prisa en ir a la cafetería.

Tomomi asintió antes de dedicarle una última sonrisa a Bakugō mientras su hermano empezaba tirarla de la mano con él.

—Buenas tardes, Katsuki.

En cuanto los gemelos salieron del aula, Bakugō no pudo evitar pensar un poco en ella. Y esa forma tan rara que tenía de cambiar sus emociones del sarcasmo y la frialdad a ser muy amable. Casi le dio un latigazo.

—¡BAKUGŌ, TÚ, CABRONAZO SUERTUDO! —Una voz de culo sonó en sus oídos. La cual reconoció que era la de ese estúpido rubio llamado Denki.

Él y Mineta ( ese pequeño pervertido ) se estaban abrazando mientras lloraban dramáticamente.

«Tch, enclenques».

—¡¡¡BAKUGŌ ESTÁ EMPAREJADO CON LA CHICA MÁS HERMOSA DE NUESTRA CLASE!!! ¡¡¡QUÉ PRIVILEGIO!!! —gritó Mineta con lágrimas corriendo por su cara.

—¡CAMBIA DE PAREJA CONMIGO, POR FAVOR! —continuó Denki, agarrándolo del brazo.

Bakugō gruñó, arrancándole el brazo de un tirón.

—¡Quítame las manos de encima, idiota! —gruñó, alejándose de ellos—. Perdedores.

Estas tres semanas serán o bien largas o quizá merezcan la pena. Sólo el tiempo lo dirá.