007. sleepover
CHAPTER SEVEN
❝pijamada❞
stranger things season 1 | act. one
NANCY Y ALEX SE SEPARARON cuando los dos salieron corriendo. El chico estaba completamente desorientado al no saber donde estaba, el monstruo lo seguía a pocos metros y Alex comenzó a disparar como idiota.
Escuchaba como Nancy y Jonathan gritaban su nombre pero había tanto eco que no tenía idea de donde venía.
—¡Nancy! —gritó Alex antes de tropezar con una vide—. ¡Mierda!
Sin parar a mirar, se levantó y corrió.
Corrió hasta que vio a Nancy y ella tomó su mano para guiarlo hasta el árbol. Alex insistió en que ella pasará primero y escucho como Jonathan la ayudaba desde afuera.
Antes de agacharse vio al monstruo acercarse corriendo y se metió lo más rápido que pudo en el agujero.
—¡Nancy! ¡Ayúdenme, ahí viene!
Alex sintió un dolor agudo en su pierna cuando Nancy y Jonathan tomaron su brazo y comenzaban a tirar. Pegó un grito y comenzó a dar patadas hasta que sus dos amigos lo lograron sacar y el agujero se cerró.
—¿¡Que mierda era eso?! ¡¿Que fue eso?! —gritó y sintió como Nancy se le lanzaba encima para abrazarlo.
Y por un segundo se le olvido que le dolía la pierna y que estaba al borde del ataque cardiaco.
Alex la abrazó por la cintura y oculto su cara en el cuello de ella.
—Ya paso —murmuró, tratando de calmarla—. Estamos juntos.
—Alex —dijo Jonathan con preocupación—. Tu pierna.
Nancy se separó y vieron como el pantalón de Alex estaba completamente desgarrado y su pantorrilla sangraba, y mucho.
—¡Mierda! ¡Jonathan! —reclamó Alex al Jonathan poner alcohol en la herida.
—¡Lo siento!
—Bajen la voz —dijo Nancy, con la cabeza recostada en el hombro de Alex.
Alex ya había tomado una ducha, pues no quería ensuciar nada ademas le había hecho un torniquete a su pierna para que dejara de sangrar y gracias a Dios, funcionó.
La herida no era tan profunda, por lo que en su humilde opinión no necesitaba puntos. Era como un gran rasguño en su pantorilla que dolía como los mil demonios.
La mano de Alex se volvió un puño y golpeó la cama aguantando una maldición. Jonathan tomó las vendas y comenzó a envolver la pierna de Alex mientras Nancy tomaba su mano y la acariciaba con cariño.
Y, siendo sinceros, si ayudaba un poco.
—Nancy, ¿por qué no vas y tomas una ducha? —sugirió Alex mordiéndose el labio—. Estas tensa, te ayudara a dormir.
Nancy asintió y se levantó, caminando al baño y dejando a los dos chicos solos. Jonathan terminó de vendar la pierna de Alex y cerró el kit de primeros auxilios.
—Gracias —dijo Alex levantándose y saltando en un pie hasta la ventana.
Sacó un cigarro y se sentó en el marco de la ventana antes de prenderlo y sacar la cabeza.
Jonathan asintió y buscó un saco de dormir en el clóset. Alessandro se fijo en las luces de la calle y preguntó:
—¿Por qué me tomaste una foto a mi?
—¿Qué?
—La foto de Nancy fue porque pensabas que esta fingiendo ser alguien que no es —murmuró Alex—. Estoy de acuerdo con eso pero... ¿qué... qué viste en mi?
—Vi a un chico enamorado de alguien que no puede tener —contestó.
—¿Solo eso?
—Si hubieras visto bien la foto, hubieras notado que estabas viendo a Nancy —Jonathan tomó un saco de dormir y lo puso en el suelo—. Pero Nancy estaba en la piscina con Steve. Tú también estas intentando ser alguien que no eres. Ellos no te caen bien, no se por que estabas ahí.
Los dos se quedaron en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos. Alex alcanzó a terminar su cigarillo cuando Nancy entró a la habitación.
—¿Mejor? —preguntó Jonathan.
—Sí —asintió.
—¿Te parece bien? Lo encontré en el clóset —dijo Jonathan y Nancy asintió—. Es para Alex, yo ire a mi casa...
—Puedes quedarte si quieres —dijo Nancy abrazándose a si misma.
—No, no quiero molestar —Jonathan vio de reojo a Alex y se despidió con la mano—. Nos vemos mañana, ¿sí?
Los dos se despidieron y Alex cerró la ventana antes de saltar hasta la cama.
—¿Quieres que me vaya?
—No —contestó inmediatamente—. No quiero estar sola.
Alex asintió y se fue al saco de dormir que Jonathan había encontrado. Se recostó y vio el techo sintiendo su cuerpo flotar.
Que rápido.
—Nancy —llamó.
—¿Puedes venir aquí arriba? —pidió la chica.
Alex se levantó como pudo y se acostó en el mismo lugar donde había estado un par de noches atrás.
—¿Sabes? Steve es un idiota —dijo de la nada—. No te merece.
—¿De que hablas?
—Steve tiene un buen corazón —dijo sintiendo sus ojos picar—, pero te mereces a alguien mejor. Siempre que esta con Tommy se vuelve un imbécil y... va a terminar haciéndote daño. Solo porque no es capaz de ser el mismo con sus amigos.
—Solo me dices estas cosas cuando estas drogado —murmuró Nancy.
—Porque no me atrevo a hacerlo cuando estoy sobrio.
Nancy se dió la vuelta y recostó su cabeza en el pecho de Alex. El se giró, para rodear su cintura con su brazo y cerró los ojos.
—Esa cosa no va a hacerte daño aquí.
—No lo sabes.
—Lo que si se es que no voy a dejar que te toque un pelo.
Alex cayó dormido poco después pero Nancy no pudo pegar un ojo.
Alex había dormido muy mal, pero había dormido. Nancy por otro lado, no. Cuando el chico despertó aún estaba con sus brazos rodeando a la chica pero ella estaba leyendo algo.
—Buenos días —dijo con voz ronca—. ¿Pudiste dormir algo?
—No —negó, dejando la libreta a un lado y dándose la vuelta para quedar frente a frente—. Cada vez que cierro los ojos... sigo viendo esa cosa. No sé dónde estuvimos, pero creo que ahí es donde vive. Se estaba alimentando. Comía ese venado y casi te agarra a ti. O sea que si Will y Barb...
—La mamá de Jonathan dijo que hablo con Will, ¿no? Quizá... quizá ellos siguen ahí. No pierdas la fé. Si Will esta vivo quizá Barb...
—O sea que ella está atrapada... en ese lugar —dijo Nancy al borde del llanto—. Tenemos que volver a buscarlo.
—¿Quieres entrar en ese lugar otra vez? —preguntó Alex alarmado.
—Quizá no haga falta —Nancy alzó un poco la cabeza, quedando cerca de Alex—. Estaba comiendo ese venado. Significa que es depredador, ¿cierto? —Alex asintió, no realmente concentrado al tenerla tan cerca—. Y parece que caza de noche, como el león o el coyote. Pero no caza en manada. Está siempre solo, como... Como el oso. ¿Recuerdas que, en casa de Steve, Barbara se cortó? Y anoche el venado...
—Estaba sangrando —terminó Alex.
—El tiburón detecta sangre en una parte por millón —siguió Nancy—. Una gota de sangre en un millón, y la huele a cuatrocientos metros de distancia.
—¿Crees que eso puede detectar sangre?
—Es solo una teoría.
—¿Estuviste haciendo esto toda la noche?
Nancy asintió y Alex suspiró.
—Podríamos probar... Pero si es verdad...
—Por lo menos, sabremos que viene.
Los dos se quedaron en silencio, haciendo contacto visual. Alex se iba a acercar cuando el sonido de la manilla de la puerta lo sobresalto y abrazó a Nancy como si el monstruo hubiera aparecido de nuevo.
—Cariño, ¿ya te levantaste? —preguntó la señora Wheeler.
—Sí, me estoy vistiendo —respondió Nancy.
—Preparé panqueques de arándanos.
—Bajo enseguida.
—Tu mamá tiene que aprender a tocar —dijo Alex sonriendo.
—Cierra el pico —dijo Nancy antes de darle un golpe en el pecho y levantarse de la cama.
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