Si hace 1 año le hubieran dicho a Edvin que sería parte de una serie, y más aún que sería el protagonista, no se lo hubiera creído ni en broma. De echo, nunca pensó en eso de ser actor, no lo consideraba como un sueño, pero sin duda no dejo de sonreír por una semana cuando le dijeron que tenía el papel.

Estaba sumamente feliz ante aquella noticia, sobre todo porque ya había conocido a sus compañeros y se habían llevado muy bien, eso era algo que le alegraba de cierta manera.

Habían pasado unos largos meses desde que empezaron a rodar la serie, a Edvin le emocionaba mucho el proyecto que estaban formando.

Hoy se supone que grabarían un par de escenas con Omar y Malte. Iban por el capitulo 5, ya casi en la mitad, un capitulo más y la serie llegaría al final de la primera temporada.

—¿Estas nervioso? —Malte lo saco de sus pensamientos.

—Un poco. —Soltó un risa.

Una notificación llegó al celular del rubio, y este desbloqueo su dispositivo. Era un mensaje de Omar.

Omar 💌

Holaa guapo

Holaa chico guapo

Ya vienes??

Casi, voy a pasar a un Starbucks

Quieres que te lleve algo príncipe 👑??

Sisis

Un café helado por favor

Es que no desayune :((

Esta bien, esta bien

Pero hablaremos eso de la comida luego 🤨

Baii

Adioos rey 😗

Edvin soltó una sonrisa y guardo su celular.

Después de una pequeña platica con Malte, se fue a su camerino y se sentó en el sofá para descansar un poco.

Le dolía el estomago, no había comido porque se sentía algo mareado, y luego se sintió culpable.

Así que pedirle algo de comida a su amigo era una de sus únicas opciones.

Puso algo de música y cerró los ojos para relajarse un poco.

Perdió la noción del tiempo y volvió a la realidad cuando sintió como lo movían por el hombro, al abrir sus ojos —con mucha pesadez —y se encontró con Omar y su brillante sonrisa.

—Hola. —Lo saludo, algo adormecido y lo abrazo fuertemente.

—Llego el mino. —Hablo el moreno, algo divertido.

—Venimos latinos ¿eh?

Omar rodó los ojos y le dio el café helado que le había pedido.

—Oww, gracias. —Le sonrió el pecoso.

Aun faltaban unos 20 minutos antes de empezar a grabar, así que se quedaron en silencio hasta que Edvin terminó de comer.

~~~~~~~~~~~~~

Ya se encontraban grabando una de las últimas escenas del día, "el pez de Simon" era uno de los momentos favoritos de Edvin en la serie, sobre todo porque era algo muy tierno y el guion era muy bonito.

—Uno de ellos se llama Olle, —Dijo Omar, mientras miraba por aquella pecera. —el otro se llama...

El rizado iba a hablar, pero Edvin apoyo su cabeza en su hombro, podía sentir su respiración justo en su cuello, no era capaz de concentrarse y había olvidado su línea.

—Oski.

El rubio dejó un par de besos en la nuca del moreno, notando como el más bajo se tensaba bajo su toque.

—Y...el tercero se llama...

Edvin puso sus brazos alrededor del torso del moreno, haciendo que este se sonrojara levemente.

—Felle

El pecoso dejó un pequeño beso al costado de su cuello, haciendo que se sintiera nervioso y tensara todos sus músculos.

~~~~~~~~~~~~~

Ya estaban en un breve descanso hasta que le llegó un mensaje a Edvin, este sonrió con algo de emoción, y momentos después, llegó un chico, se abrazaron como si se conocieran de toda la vida y Omar no hizo más que alzar una ceja, mostrando desinterés.

Casualmente, aquel chico era un compañero de trabajo de Edvin de la última película que hizo, Blake Jackson, quien gracias a cosas del destino también había sido su interés amoroso.

No, Omar no lo odiaba, no podía odiarlo por haber besado a Edvin antes que el, creo...

Sabía que no se habían visto desde hace casi un año o dos, y era entendible que el rubio pasara más tiempo con Blake que con Omar, lo podía entender.

Pero, dios santo, al rizado se le marcaba la vena y apretaba su mandíbula cada vez que escuchaba la risa de su amigo. No, no porque le molestara la melodiosa risa de Edvin, sino por quien la provocaba.

Y sabía, en el fondo, que no tenía porque estar celoso, porque el y Edvin eran amigos y compañeros de trabajo.

Pero le era casi imposible no sentir que algo le quemaba por dentro.

Conocía a Edvin desde hace más de un año, lo quería mucho, pasa antes tiempo juntos, se reían, bromeaban entre si y fe vez en cuando coqueteaban.

Los pensamientos que tenía por el rubio eran confusos, lo admiraba de cierta manera, lo consideraba alguien muy fuerte y valiente por todo lo que había pasado, y por alguna razón, la mirada celestina del pecoso conseguía ponerlo nervioso y muy tenso.

Omar quería cuidarlo y protegerlo de toda la mierda que el mundo podía llegar a esparcir. Edvin tenía ansiedad y el lo sabía, lo ayudaba en lo que podían y siempre se aseguraba de que estuviera cómodo en alguna situación, dándole apoyo moral o simplemente haciéndolo reír, esa era su manera de ayudarlo.

Y tal vez, si estuviera ahora mismo a solas con Edvin, y si fuera un poco más valiente, habría admitido que se moría de celos mal disimulados por la imagen de Edvin besando a alguien que no era el, que eso lo ponía jodidamente molesto y que quería que el y solamente el tuviera el privilegio de besarlo.

La cosa es que besar al pecoso era como tocar el cielo casi. Sus labios eran suaves, con un ligero sabor a vainilla y canela. Omar nunca lo admitiría pero cada vez que olía aquellas fragancias, la imagen de su amigo riendo se cruzaba por su mente y se ponía sumamente feliz.

Es que ¿Cómo no hacerlo? Una de esas tiernas sonrisas por parte de Edvin y Omar podría estar el día entero con una sonrisa boba en su rostro.