𝙏𝙧𝙚𝙞𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙨𝙞𝙚𝙩𝙚
A la mañana siguiente desperté y Barca ya no estaba a mi lado pero aún así me sentía muy feliz. Me levanté de la cama y me arreglé, mientras me peinaba pude escuchar un ruido en mi ventana, giré mi cabeza para después encontrarme a Roberto ahí colgado
Pensé seriamente en si sería buena idea subir con él, al final decidí ir para que no siguiera ahí colgado. Salí de mi habitación directo a las escaleras que dan al tejado, subí y lo ví sentado como habitualmente
-¿Hola?.- pregunté sentandome junto a él -¿Necesitas algo?.-
-Estuve pensando en tí durante toda la noche y se me hizo imposible dormir.- confesó -Necesitaba hablar contigo.-
-Roberto, son las 10:00 am y estamos sobre el tejado, realmente hace mucho calor.- me quejé -¿No pensaste en hablar conmigo en mi habitación o en algún lugar donde no tuviéramos que soportar el sol?.-
-Eso no importa, seré breve.- dijo mirándome -Yo me arrepiento de todo, no debí tratarte mal ni debí negar mis sentimientos cuando Juan me preguntó.-
-¿Realmente te arrepientes?.- pregunté sin creerle
-Mi plan ya no es "hacer tu vida imposible", solo lo dije para proteger mis sentimientos.- se excusó -No pensé que estuvieras escuchándonos.-
-Pues ya ves que escuché todo y no borraré nada de mi cabeza.- dije -Todas tus palabras están grabadas en mi mente.-
-Quiero que me perdones.- habló y yo reí sarcásticamente -Tú pon las condiciones, dime qué es lo que quieres para que empecemos de nuevo.-
-Solo quiero que seas sincero conmigo y con los demás, sal de tu zona de confort, exprésate más y deja ir tus fantasmas del pasado.- respondí
-Es muy complicado soltar el pasado, no lo podré hacer de la noche a la mañana.- suspiró -Pero intentaré hacerlo lo más rápido posible, lo juro.-
Me levanté de dónde estaba sentada y simplemente lo miré, él también se levantó
-Dejame demostrarte que quiero cambiar.- dijo tomando mi mano -Me presentaré de nuevo, mi nombre es Roberto y sería un placer que te quedaras en esta casa.-
Por mi cabeza pasó la primera vez que nos vimos, él no estaba de acuerdo en que viviera en la fraternidad y ahora esas palabras me hicieron sonreír inconscientemente ¿Por fin tendría un nuevo inicio con Roberto?
-Mucho gusto Roberto.- sonreí -Ahora tengo que irme, realmente tengo hambre.- reí
Pude escuchar como rió, era la primera vez que prestaba atención a su risa y aunque parecía tímido me encantaba
-Por cierto, deberías empezar a reír más, tu cara es más linda cuando quitas la cara mamona que te caracteriza.- aconsejé riendo y alejandome para llegar a las escaleras que iban al piso de las habitaciones
Bajé y pude ver a Rocío riendo con Barca, se me había olvidado la existencia de esa chica
-¿Qué hacías es el tejado?.- preguntó Barca viéndome
-Seguramente estabas con Roberto ¿no?.- preguntó ella mientras tomaba el brazo de Barca -Hace una hora lo ví subir.-
-¿Estabas con él?.- volvió a preguntar Barca
-Si pero no es lo que estás pensando.- respondí
-¿Crees que pensamos algo malo? ¿Tu conciencia está tan sucia?.- preguntó Rocío en un tono tan insoportable
En ese momento Roberto bajó también
-Buenos días.- los saludó con una sonrisa y se dirigió a su habitación para después encerrarse
-¿Es mi alucinación o Roberto hoy está más felíz? ¿Pasó algo en el tejado?.- preguntó ella de nuevo
Sabía que quería hacerme discutir con Barca o al menos quería que él pensara que había pasado algo con Roberto pero no lo iba a permitir
-No pasó nada, ahora sí me disculpas tengo que hablar con Barca.- respondí mientras me metía entre ellos dos para hacer que ella soltara su brazo
-¿No ves que estábamos hablando?.- preguntó molesta y yo solo sonreí falsamente
-Lo siento querida pero esto es más urgente.- dije mientras agarraba la mano de Barca y lo jalaba hasta su habitación para después cerrar la puerta
Pude verlo y a pesar de estar tan callado tenía una expresión de molestia
-Puedo explicarlo todo.- dije cuando ví que él se sentó en su cama
-¿Te convenció de nuevo?.- preguntó y no entendí a qué se refería -Roberto te dice dos palabras lindas y te tiene detrás de él, no importa cuánto me esfuerce, nunca podré ser él.-
¿Cómo le explicaba que nunca se trató de Roberto? Siempre lo elegí a él aunque tuve mis dudas, sabía que la compañía de Barca era mucho más valiosa que la de Roberto.
-No pasó nada, fuí a verlo hoy al tejado de nuevo y me pidió perdón por todo.- confesé sentandome junto a él -Esta vez realmente lo noté arrepentido pero eso no quiere decir que lo quiera de una forma distinta a una amistosa.-
-¿Entonces?.- preguntó
-Él tiene mucho dolor dentro y creo que por fin quiere soltar un poco el pasado, lo único que quiero es que ya no sufra tanto.- suspiré
Él no dijo nada, solo me miró y yo también lo miré, no quería que hubiera ningún malentendido entre nosotros
-¿Vamos a desayunar?.- preguntó mientras se levantaba y me ofrecía su mano
-Que bueno que lo preguntas, estoy muriendo de hambre desde hace rato.- respondí con una sonrisa y tomé su mano para después levantarme también
Salimos de su habitación y bajamos las escaleras, ya todos estaban sentados, al parecer alguien más había cocinado
-Por fin aparecen, Rocío nos hizo un excelente desayuno.- dijo Ded cuando nosotros también nos sentamos
-Lo siento pero no cociné lo suficiente, creo que ella no alcanzará desayuno hoy.- habló Rocío con una sonrisa nada agradable
¿Era en serio que me dejaría sin comer? ¿Estaba loca o que tenía contra mí?
-Yo le daré mi plato entonces.- dijo Barca mientras me pasaba el plato que le acababan de servir
-O también todos podemos darle un poco de nuestros platos ¿no?.- propuso Juan -Así nadie se queda sin comer.-
Todos asintieron y yo sonreí viendo como los cinco chicos servían una pequeña porción de sus platos a otro que estaba vacío para después dármelo, incluso podría decir que era el plato con más comida ahora
-Gracias chicos.- dije mientras le daba su plato a Barca y todos empezábamos a comer
-A la próxima quien cociné debe asegurarse de hacer las porciones correctas ¿no creen?.- exclamó Roberto y miró mal a Rocío
-Fué un accidente, calculé mal la comida.- mintió ella -No volverá a pasar, perdón "hermanita".-
Ya no solo me molestaba su presencia, también me molestaba que me tratara mal pero frente a los demás fingiera ser una blanca palomita, realmente me odiaba.
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