𝘿𝙞𝙚𝙘𝙞𝙤𝙘𝙝𝙤
Un mes pasó y oficialmente habían dejado de hablarme, todos excepto Ded, él estaba de acuerdo conmigo y por eso mismo también habían dejado de hablarle.
Cómo era costumbre bajé a desayunar con Ded y Cry, habíamos establecido nuestra rutina de desayunar antes de que los demás se levantarán y obviamente no les dejaríamos nada.
—Hoy regresaré un poco más tarde.— avisó Ded —No me esperen para comer.—
—Está bien, nosotros nos mantendremos ocupados jugando algunos videojuegos.— dijo Cry y yo asentí
Estas semanas había conocido bien a Cry y a pesar de que si era muy presumido, altanero y siempre quería llamar la atención, descubrí que él no era malo como los otros decían, no se dieron el tiempo de conocerlo
—Bueno, gracias por el desayuno pero yo me voy ahora, cuídense.— dijo Ded mientras se levantaba y caminaba hacia la puerta para después salir
Cry y yo seguimos comiendo, cuando acabamos nos levantamos, lavamos los trastes que habíamos utilizado y subimos las escaleras
—Conseguí un juego que te encantará.— dijo mientras caminábamos por aquel largo pasillo hasta mi habitación —¿Conoces el "Just Dance"?.—
Ví a Barca salir de su habitación y pasar a un lado de nosotros, ni siquiera me había mirado y su indiferencia ya empezaba a doler.
—¿Estas bien?.— preguntó cuando entramos a mi habitación
—Si, es solo que aveces extraño a los chicos.— respondí
—Yo nunca tuve un amigo hasta que te conocí, no puedo entender como te sientes.— confesó —Pero a pesar de que no los soporte sé que son muy importantes para tí.—
—¿Piensas que tomé la mejor decisión?.— pregunté sentandome en mi cama y él se sentó junto a mí
—Hiciste lo que pensaste que era mejor, no me conocías en ese momento y valoro que me hayas elegido.— dijo —Otra persona en tu lugar hubiera elegido a sus amigos.—
—Yo no elegí a nadie, no quería que te trataran mal ni quería unirme a ellos para intentar sacarte de la casa.— aclaré
—No querías que me trataran mal y lo hacen constantemente, ponen cosas en mi habitación para hacerme enojar.— dijo —Ayer pusieron gusanos en mi almohada ¿Quién hace eso?.—
Ambos reímos un poco mientras él se levantaba para dirigirse a la tele de mi habitación y poner el videojuego.
—¿Qué fué lo que pasó entre ustedes para que ellos se comportaran así contigo?.— pregunté
—Tuvimos problemas hace unos años.— respondió dándome un control para ambos jugar —Admito que tuve la mayor parte de la culpa pero también era más pequeño, dejé que me metieran la cabeza de ideas.—
—¿Qué clase de ideas?.— pregunté ahora
—¿Vamos a contar chismes o a jugar?.— preguntó él riendo
—Los chismes nunca fueron una mala opción.— dije y él seguía riendo
—Bueno, te contaré.— dijo sentandose junto a mí de nuevo —Esta casa era de mis abuelos, mi madre me metió ideas de que debía pelear por heredar la casa y que no se la dejarán a Ded, después nos enteramos que él y sus amigos vivían aquí, a mamá no le gustó esa idea.—
Pude escuchar como soltó un suspiro y ambos nos miramos, él hizo una pausa que duró unos cuantos segundos
—Me obligó a venir para hablar con mis abuelos antes de que ellos murieran y pedirles que me dejaran la casa a mí, inventé algunas cosas para que ellos pensaran que no era conveniente que ellos vivieran aquí.— siguió —De hecho Ded tuvo problemas con nuestra familia por todo lo que inventé.—
—En resúmen ¿Ellos no te quieren aquí porque mentiste para sacarlos de aquí e hiciste que Ded tuviera problemas?.— pregunté y él asintió
—La verdad salió a la luz pero jamás me disculpé por lo que hice, pensaba que no era mi culpa ¿sabes?.—
—No estaría mal pedir perdón si tus acciones dañaron a alguien en ese momento.— aconsejé
—¿Estas enojada?.— preguntó y lo miré confundida —Ahora sabes que ellos tienen razón en estar enojados conmigo y que tú hiciste mal en dejarlos a un lado solo por mi.—
—No estoy enojada.— reí —Me gusta tu honestidad y opino que todos merecen una segunda oportunidad, tu pasado no define quién eres ahora.—
—Si realmente los extrañas puedo hablar con ellos y pedirles una disculpa para ver si disminuye su odio hacia mi y con eso su enojo contigo también se iría.— ofreció
—¿Realmente harías eso?.— pregunté con una sonrisa
—Nunca he sido fan de pedir disculpas pero por tí creo que puedo intentarlo.— rió un poco
—Gracias Cry, eres un buen amigo.— dije mientras lo abrazaba
Él me abrazó también y después de esa charla nos dedicamos a jugar el videojuego que él quería, trataba sobre bailar y sorprendentemente yo le iba ganando.
Horas después de eso nos dió hambre así que entre risas y chistes bajamos las escaleras con dirección a la cocina, al bajar pudimos ver a los tres chicos en la sala viendo una película
—Hola.— saludé pero los tres me ignoraron
Cry hizo una mueca y después se puso frente a la televisión, bloqueando sus vistas
—¿Te puedes mover?.— preguntó Roberto molesto
—¿No escucharon que ella les dijo "Hola"? ¿Pueden ser un poco más educados y responder?.— preguntó
—No tiene sentido, vamos.— pedí tomando la mano de Cry y él negó con la cabeza
—Ya no hay respeto en esta casa y eso me molesta bastante.— dijo y los tres se levantaron del sofá
—¿Respeto?¿Cuándo hubo respeto aquí mientras estuviste?.— le preguntó Barca mientras se acercaba a él
—Yo sé que me llegué a equivocar en algunas cosas pero les pido perdón.— habló Cry
Pude escuchar como Roberto reía mientras también se acercaba a él
—¿Piensas que todos los problemas que causaste se resuelven con un simple perdón?.— le preguntó mientras lo empujaba
—Calmate.— dije al ver como empezaban a agredirse físicamente
—¡Y ahora vienes tú! Nosotros estuvimos para ti desde que llegaste, fuiste nuestra hermanita y preferiste a un total extraño.— reclamó Juan acercándose también
—La neta si te viste bien pendeja, dejaste todo lo que teníamos, nuestra paz y la armonía de la casa.— dijo Roberto molesto
—¡No le digas así!.— exclamó Cry empujando a Roberto
Y solo eso bastó para que se empezarán a golpear, yo solo veía la escena mientras gritaba que se separaran
—¿Deberíamos hacer algo?.— escuché que preguntó Juan
—Sabes que sí.— respondió Barca
Yo pensé que iban a separarlos pero ambos se metieron solamente para ayudarle a Roberto, me armé de valor y me metí a su pelea para intentar separarlos pero contrario a eso recibí un golpe en mi cara
Los cuatro al ver eso dejaron de pelear y me miraron con preocupación
—¿Estas bien?.— preguntó Barca
Toqué mi labio y estaba sangrando, unas pequeñas lágrimas empezaron a brotar de mis ojos
—¡Es el colmo!.— grité —¡Cry solo quería pedirles disculpas y ustedes lo golpearon entre todos! Por favor dejen de ser tan infantiles y acaben con esta absurda guerra que tienen.—
—Perdonanos, no queríamos lastimarte a tí.— habló Juan
—Aunque en nuestra defensa, tú te metiste.— agregó Roberto y todos lo miraron mal
—Ya tuve suficiente de esto, me voy.— dije harta mientras subía de nuevo las escaleras y me iba directo a mi habitación
Me dolía demasiado el labio y probablemente mañana estaría hinchado. Me limpié la sangre y minutos después pude ver cómo Barca entraba a mi habitación y cerraba la puerta
—Ya estamos solucionando las cosas con Cry.— avisó
—Que bueno.— dije molesta
—¿Nos perdonas?.— preguntó y lo miré —No solo por el golpe, también por dejarte de hablar solo por eso.—
—Tú no lo entiendes Barca, pude entender que Roberto me dejara de hablar un mes por una tontería, incluso lo pude entender de Juan ¿pero tú? realmente me sorprendió qué después de contarme tu absurdo enamoramiento dejaras de hablarme durante todo este tiempo.— dije y pude ver cómo bajó la cabeza —Me dejaste sola y realmente dolía ver tu indiferencia.—
—No quise dejar de hablarte pero debes de entender que mis amigos van primero, la fraternidad existe para eso, para apoyarnos en nuestras ideas aunque suenen muy tontas.— se excusó
—Estoy muy decepcionada de ti.— hablé y me miró confundido —No pudiste tener juicio propio y solo seguiste la idea de alguien más.—
—Yo...— iba a decir algo más pero yo caminé a la puerta y la abrí
—Sal de mi cuarto.— ordené viendo como se quedaba inmóvil —Ya no quiero hablar contigo.—
Mi mirada se dirigió al peluche que había tenido durante estos días junto a mi cama
—Y llévate eso, dáselo a Roberto.— pedí —Yo no dejaré de hablarles pero a partir de hoy tomaré mi distancia, así si deciden dejar de hablarme dolerá menos.—
Barca no dijo nada más, solo tomó a bodoque y salió de mi habitación, yo cerré la puerta y me recosté en mi cama ¿por qué me sentía tan mal?
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