𝘾𝙪𝙖𝙧𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙩𝙧𝙚𝙨
Me acerqué a mi habitación y ví que todo se estaba incendiando
—No entres.— dijo Barca deteniendome —Vamos a apagarlo.—
Ví como Ded entraba a mi habitación con el extintor en las manos y empezaba a apagar las llamas, mi mirada simplemente se centraba en las cosas que se veían quemadas
—Ya está todo bajo control.— exclamó Ded saliendo de la habitación después de unos minutos
Entré para revisar y efectivamente se habían quemado varias cosas, entre ellas mis almohadas, mi ropa y algunos zapatos.
—Rocío se fué pero antes de irse debía arruinarme algo.— exclamé molesta girandome a ver a los cinco chicos que estaban en mi habitación mirando lo que se había quemado
—Mira el lado positivo.— dijo Juan —Debe haber un lado positivo.—
Miré sobre mi mueble y estaba mi cámara, el dibujo de Juan y Bodoque, almenos eso estaba intacto.
—¡Mi rosal!.— exclamé y me giré para buscarlo pero no estaba, ni siquiera lo había quemado, solo se lo había llevado —¡Me lo robó!.—
—Te compraré otro después.— dijo Barca y yo suspiré —Te compraremos todo lo que te haya arruinado, tú tranquila.—
—¿Tenías algo de valor aquí?.— preguntó Ded
—Solo mi laptop y la cámara que me dió Cry, lo demás solo tiene valor sentimental.— respondí
—¿Y todo lo que tiene valor sentimental está a salvo?.— preguntó Roberto
Lo pensé un poco y empecé a revisar mi habitación en busca de cosas que me hicieran falta. Mi libro estaba ahí, los regalos de mis amigos estaban ahí, solo se había arruinado la ropa que me había estado dando Roberto con las cajas misteriosas.. un momento ¡Las notas!
Corrí a mi mueble, abrí el cajón donde las guardaba y pude ver todas las notas quemadas.
—¿Qué era eso?.— preguntó Cry acercándose a mí
—Eran mis notas.— respondí triste, me gustaba leer esas notas cuando me sentía mal y ahora se habían ido
—¿Notas?.— preguntó Juan sin entender
—Guardaba aquí todas las notas que me habían dado.— dije sin entrar en detalles, no quería que supieran que el 98% de las notas que guardaba eran de Roberto
—¿Guardaste las notas que yo te dí?.— preguntó Roberto quitándole el anonimato a mis notas
—Tus notas y las de los demás.— respondí sabiendo que solo habían una o dos de Barca
—¿Eran muy importantes?.— preguntó Ded y yo suspiré
No quería que pensaran que estaba exagerando pero realmente tenían un gran valor emocional, esas notas fueron de las primeras cosas que me hicieron sentir bienvenida en la fraternidad
—Está bien, solo será extraño no tenerlas.— respondí viendo al suelo
Ahora me había quedado sin gran parte de mi habitación, mi ropero estaba quemado y parte de mi cama también ¿Qué se supone que haría ahora?
—Puedes ir a dormir a otra habitación.— exclamó Barca como si leyera mi mente —Arreglaremos esta hasta que quede como nueva.—
Yo simplemente asentí con una mueca, agarré a bodoque, mi libro, mi cuadro, mi cámara y mi laptop, era lo único que necesitaba.
—Vamos a tu nueva habitación.— dijo Juan y yo asentí de nuevo
Salimos de mi habitación de dónde aún salía un poco de humo y caminamos a la última habitación que había disponible, ahora también estaba libre la de Rocío pero me daría pánico quedarme ahí.
Era una habitación un poco más pequeña que la mía pero está tenía un hermoso balcón, eso ya le daba un punto adicional, se veía muy vacío y aburrido, las paredes ni siquiera tenían color, eran blancas, lo bueno es que no estaban quemadas como las de mi habitación en este momento.
—Es solo por unos días, nosotros nos encargaremos de dejar tu habitación tan linda como siempre ¿si?.— habló ahora Roberto y yo asentí con la cabeza
—¿Quieres estar sola?.— preguntó Cry —Podemos dejarte sola si quieres.— habló nervioso y reí
—No quiero estar sola, perdí muchas cosas y algunas realmente me duelen.— respondí haciendo una mueca —Ahora solo tengo la ropa que traigo puesta y siento que huelo feo.— reí un poco
—Parece que te estás burlando de tu propia desgracia.— habló Juan mientras tecleaba algo en su celular
—¿Qué más puedo hacer? No puedo regresar el tiempo, es mejor reír un poco.— exclamé
—Parece que necesitas un abrazo.— dijo Roberto
¿Necesitaba un abrazo? En los últimos días una loca había estado atormentandome, rompía mis cosas, robó algo mío y quemó mi habitación con cosas que realmente eran valiosas para mí, ¡Si que necesitaba un abrazo!
Asentí con la cabeza y sentí como los brazos de Roberto me rodeaban, después ví como los demás se unieron al abrazo.
Era una chica siendo cuidada por cinco chicos con diferentes personalidades, no importaba que me llevará mejor con unos que con otros, sabía que todos iban a estar conmigo en todo momento.
—Es extraño tener tanto contacto físico con ustedes.— se quejó Cry pero aún no se separaba del abrazo
—Solo unos minutos más.— pedí, no quería que rompieramos este abrazo
Pasaron dos minutos y todos se separaron, era lindo que por fin todo volviera a la normalidad. Nos quedamos aproximadamente una hora todos en mi nueva habitación, ellos hacían bromas y me ayudaban a pensar como debería acomodar mis cosas aquí.
El timbre de la casa sonó y yo solo rogaba para que no fuera Rocío de nuevo, ya no quería ni verla.
—Yo iré a abrir.— dijo Juan y salió de la habitación
—¿Esperan a alguien?.— preguntó Cry y todos negamos
—No, roguemos para que no sean nuevos problemas.— respondí suspirando
Unos minutos después apareció Ari en la habitación seguida de Juan, él traía unas maletas, todos los miramos confundidos
—Hola amigos.— saludó ella tan alegre como siempre
Todos la saludamos cómo era costumbre y se sentó a platicar un rato con nosotros
—Por cierto, ¿por qué las maletas?.— preguntó Barca después de unos minutos
—Vine a quedarme con ustedes.— respondió y todos la miramos asombrados ¿Qué había pasado con el departamento que compartía con Ama? —Era broma, deberían ver sus caras de confundidos.— exclamó riendo
—Que bueno que era broma, no quería ser yo el que te dijera que ya no hay habitaciones.— habló Ded soltando una carcajada
—Las maletas tienen ropa.— dijo algo obvia con una gran sonrisa —Juan me mandó mensaje contándome todo lo que pasó y con Ama quisimos ir de compras para buscarle ropa a ______.—
Ari me miró y la ví sorprendida, me sentía apenada de que ellas tuvieran que comprar ropa para mí y yo no tenía como pagarles
—No puedo aceptarlo.— dije nerviosa y Ari rió
—No te pregunté si la querías, vine hasta aquí para darte la ropa y te la quedarás, seguramente te queda muy linda.— dijo ella con una gran sonrisa
Sabía que no me quedaría otra opción más que aceptar la ropa así que simplemente abracé a Ari y ella también me abrazó
—Que lindas son.— exclamó Cry y reímos
—Haría cualquier cosa por mi cuñadita favorita.— dijo Ari mientras se acercaba ahora a Juan y tomaba su mano
Amaba a mi nueva familia, tenía de todo.
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