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𝘾𝙞𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙩𝙧𝙚𝙨

Desperté en mi habitación después de escuchar fuertes golpes en mi puerta, me levanté y abrí la puerta para encontrarme a todos los chicos ahí parados

—¿Qué les pasa?.— pregunté viendo como entraban —Casi tiran mi puerta.—

—Sabemos la verdad.— respondió Roberto y lo miré sin entender —¿Cuando te vas?.—

Sentí como una cubetada de agua fría caer en mi cabeza, miré a Cry y él solo bajo la mirada ¡qué traidor!

—Sabía que estabas ocultando algo, ayer pudiste decirlo y preferiste no hacerlo.— exclamó Juan —No pensé que me abandonarías.—

—No es lo que parece.— dije rápidamente —Dejenme explicarles cómo fueron las cosas.—

—¿No es lo que parece?.— preguntó Roberto molesto —Te irás y no nos habías dicho, después de todo lo que hicimos por tí, lo único que quieres es dejarnos.—

Miré a Barca y a Ded, ambos se mantenían sin decir nada pero podía ver que Barca estaba visiblemente más afectado

—Las cosas no son así.— traté de defenderme —Aún no sé si quiero irme y no les dije nada para no alterarlos, apenas me entere y también estoy tratando de procesarlo.—

—¿No querías alterarnos?.— preguntó Juan tristemente mientras se acercaba a mi —Mira como estamos, unos tristes y otro enojado.—

Sabía que era difícil asimilar la idea de separarnos, para mí también había sido difícil tratar de procesarlo estos días

—Hubieramos dejado que Rocío se quedara, ella no nos dejaría.— susurró Roberto y lo miré —Si _____ tenía la idea de irse ¿para que hechamos a Rocío y no a ella?.—

—¿Es neta?.— pregunté molesta —Sé que estás enojado pero no hay razón para que digas eso.—

—Si nos vas a dejar ¿por qué no haces tus maletas en este momento y te largas?.— preguntó Roberto

—Roberto, creo que ya es suficiente.— interferío Barca al escuchar el tono con el que me estaba hablando, Roberto solo rodó los ojos y se cruzó de brazos

—Nunca fué mi intención dejarlos.— exclamé —No fué mi intención que las cosas pasarán así, ahora creo que tengo que irme con mi familia.—

—¿Desde cuándo nosotros no somos tu familia?.— preguntó ahora Juan —"Tengo que ir con mi familia" "Tengo que ir a casa", ¡Esta es tu casa y nosotros somos tu familia!.—

—No me refiero a eso.— suspiré

—Si realmente te irás, no quiero saber nada más sobre tí.— habló Roberto y nuestras miradas se cruzarán —No sé porque pensé que podría ser diferente, yo quise hacer tantas cosas por tí y ahora veo que al final nada de lo que pude hacer habría valido la pena.—

Sentía impotencia al no poder decir nada y ver cómo él era el primero en salir de mi habitación

—Necesito tiempo para asimilar las cosas.— dijo Juan y ví como salía detrás de Roberto

Miré a los otros tres chicos que seguían ahí sin decir nada, esperaba alguna reacción.

—Yo creo que iré a trabajar, no soy muy bueno para expresar lo que me pasa pero sólo sé que cuando te vayas te extrañaré demasiado.— exclamó Ded mientras sonreía cálidamente y salía también de mi habitación

—Lo siento, se me escapó decirle a Ded y él le dijo a los demás.— dijo Cry —Lo solucionaré.—

Salió corriendo detrás de los demás y así me quedé sola con Barca, él solo me miraba, se veía pensativo

—¿Tú no piensas decir nada?.— pregunté al borde del llanto —¿No me reclamaras por ocultarlo? ¿No me tratarás mal porque me voy?.—

Él se acercó rápidamente a mí y me abrazó, yo también lo abracé mientras dejaba que las lágrimas empezarán a caer por mi rostro

—Me prometí que no interferiría en cualquier cosa que te hiciera feliz.— murmuró sin separarse de mí —Me pone triste que te vayas pero quiero que seas feliz con tu familia, que encuentres las respuestas a todo lo que te hayas preguntado, que conozcas nuevas partes del mundo.—

—No quiero que piensen que los abandonaré.— dije aún llorando

—Los demás no piensan que nos vas a abandonar, solo lo dijeron por el calor del momento, sabes que Roberto y Juan son muy impulsivos.— trató de consolarme mientras se alejaba un poco para limpiar mis lágrimas

—Los voy a extrañar demasiado.— confesé

—Hablas como si jamás pudieras regresar.— dijo y lo miré atenta —Aunque tú te vayas al otro lado del mundo, siempre podrás regresar, está siempre será tu casa.—

Sonreí y lo abracé aún más fuerte mientras seguía llorando, aún faltaban más de dos semanas para que me fuera pero hoy sentía como sí me estuviera despidiendo de ellos

—¿Cuando te irás?.— preguntó

—Después del 20 de agosto.— respondí bajando la mirada —Yo tampoco lo sabía hasta hace pocos días.—

—Aun hay tiempo, hagamos que valga la pena.— dijo con una sonrisa que me dió un poco de paz

—No puedo hacer que el tiempo valga la pena si dos de mis amigos están distanciados de mí.— suspiré

—Yo me encargo de hablar con ellos.— propuso y yo negué

—Debo resolver esto yo sola.— murmuré y me alejé completamente de él —¿Puedo pedirte un favor?.—

—El que quieras.— respondió

—¿Puedes ir a recoger las fotos que nos tomamos ayer? Quiero usarlas para algo.— hablé y él asintió

Salió de mi habitación y yo me tiré en la cama para pensar en mi siguiente plan, debía hacer que todos estuviéramos felices durante estos días.

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