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VEINTITRÉS

"No entiendo por qué piensas que este...corredor es tu tua cantante, ciertamente no tiene cualidades que se relacionen contigo" Murmuró la voz de Toshiro detrás de ella, haciendo que la hermosa morena frunciera los labios mientras sus ojos color burdeos nunca dejaban de ver lo que estaba viendo. Ella consideró sus palabras mientras los mechones largos y oscuros del cabello del corredor de autos asiático volaban en el aire cuando el auto que conducía se deslizó en la ladera de la montaña, la ventana abierta permitía ver su sonrisa completa y su grito de alegría mientras el auto detrás de él golpeaba contra las rocas de la montaña. Karina había estado escondida en medio de la línea de árboles, en la oscuridad donde ninguno de los múltiples jóvenes embriagados llenos de drogas y alcohol la vería. Se lamió los labios, el sabor a goma quemada, gasolina y sudor tiñendo sus sentidos mientras decía. "...No puedo explicarlo onisan–, cuando lo veo, cuando estoy cerca, es como si todo lo que alguna vez ha sido ó será tiene...sentido" admitió cepillándose los rizos hacia atrás antes de moverse rápida mente detrás de un árbol cuando una joven, de no más de 16 ó 17 años, se tambaleó medio desnuda entre los arbustos para vomitar, el hedor acre flotaba en el aire mientras los pasos crujían sobre la grava. Ella había estado lo suficientemente distraída como para ignorar que la carrera había terminado, la silueta del hombre que se había convertido en su todo últimamente caminaba cerca, en su mano derecha sostenía un cigarrillo encendido, arrastrando el humo hacia sus pulmones antes de aplastarlo bajo sus zapatos cuando se acercó a la chica.

"Oye, ¿estás bien ahí?" Preguntó, su voz suave, a diferencia de la confiada que usaba entre sus compañeros de carrera, la fachada se escondió cuando de repente miró hacia la oscuridad del bosque, Karina bebió la vista de su piel aceitunada, brillando bajo la luz de la luna llena encima de ellos que les permitía correr de noche sin luz artificial. "N-no, me..me siento bien" Respondió la chica, sus palabras se confundieron mientras giraba balanceándose, alguien la había drogado, los vampiros podían olerlo en sus venas, Karina reprimió un siseo de furia ante tal acto, mientras el hombre asiático fruncía el ceño y labios con una expresión oscura, asintiendo en silencio a nadie en absoluto, extendió su mano a la chica que la miró como un cachorro perdido.

"Vámonos, te llevaré a tu casa" Le habló amablemente a la chica cuando ella dubitativa tomó su mano, llevándola con cautela hacia su auto cuando las risas y gritos vulgares de las otras personas presentes los alcanzaron, insinuaciones crudas que la vampiro no pudo evitar soltar gruñidos de asco pero él los ignoró cuando sentó a la chica adentro del auto de carreras antes de abrocharla, la vampiro morena sonrió, mientras el auto cobraba vida antes de hacer un giro rápido dejando al resto de los borrachos tosiendo por el humo. "¿Esas cualidades que dices? creo que él las tiene, tal vez incluso más que yo.." Ella sonrió al apuesto hombre asiático que caminó sobre la rama de un árbol con un resoplido antes de desaparecer.

"—Sigo pensando que esto es una muy mala idea, práctica mente le estamos dando lo que quiere, todos ustedes en bandeja de plata" La morena vampiro inició la conversación luego de un rato largo de silencio, ya llevaban media hora manejando, con solo el zumbido silencioso de el motor de el auto que se podía escuchar aparte de el corazón humano latiendo a su lado, la distraía de sus pensamientos racionales, era de alguna manera irónico porque antes había significado algo completamente diferente, era relajante, pero saben? ella no sabía cómo describirlo, y ya era bastante malo que el corredor de autos asiático a su lado se hubiera encargado de crear una infracción silenciosa de la ley de hielo entre ellos por el momento, todo esto, sospechaba que le impedía tomar un golpe directo hacia sus sentimientos si algo salía mal, lo que sin duda la envió hacia otro camino de pensamientos atroces capaces de hacerla sentir completa mente desesperada.

Eran noticias de última hora, las cosas definitivamente iban a salir mal, lo quisieran ó no, ni siquiera ella con sus "habilidades" Inmortales podía detenerlo, y para la joven morena era lo que más le preocupaba. Eso y los impulsos de Han de encontrarse con el vacío de la muerte en cada decisión no planificada que tomaba, si llegaba a eso, estaba segura de que lo amarraría a sí misma con los cinturones de seguridad.

"—Aquí brian, ¿ven algo? ¿alguna señal? ¿movimiento extraño? todo está tranquilo aquí atrás, hombre demasiado tranquilo, no sé ustedes, pero no me gusta, Dom ¿Cuál es la vista al frente?" La voz de Brian llegó a través de el walkie talkie en un frizz de estática, el aparato había estado en el centro de el portavasos cerca de la radio de el auto, sus ojos oscuros color borgoña se habían posado en él en un abrir y cerrar de ojos, luego hacia el exterior estaba la vasta y polvorienta carretera llena que se estrechó en una intersección para el tráfico entre las fronteras de el estado de Los Ángeles. "Pregunta, ¿es demasiado tarde para usar el baño? porque–, realmente necesito ir, ahora–" La voz de Roman se escuchó, gemidos de disgusto y burla resonaron en la línea mientras el resto le rogaba que se callara ó al menos cambiara la frecuencia de su walkie talkie para evitar más información innecesaria sobre su vejiga ó molestias, necesitaban estar concentrados y en alerta máxima, ella estaba haciendo su parte sin que los demás lo supieran, para quienes solo se vería como una niña con vistas al vasto paisaje exterior. "Gracias por la imagen, hombre, me estaba dando un poco de hambre, pero ahora creo que voy a vomitar por la ventana, será mejor que tengan cuidado allá atrás, ya saben–" Tej amenazó a su amigo mientras el gemido de disgusto de Ramsey se encrespaba en la línea, la vampiro morena sonrió al mirar por el espejo retrovisor, pudo detallar con claridad los vehículos que componían el resto de la minúscula caravana, Brian conducía un mustang azul, Toretto otro musclecar en color negro brillante, Letty un Chevrolet gris, Ramsey un Honda civic violeta y Tej y Roman en sus respectivas opciones de vehículos poco recomendables para la contienda, que ella honestamente no creía que estuviéran en condiciones para la situación que estaban enfrentando. Enserio, ¿un Lamborghini? ¿seriamente? que iba a hacer un coche de juguete contra los probables vehículos a prueba de balas? sabía que Shaw no era un hombre estúpido, no se iba a entregar tan fácilmente. Pero tampoco Han ni ella.

"Aquí no hay nada.." dijo Han, su tono croó de una manera tensa ya que su pasado colapso le había quitado algunos puntos a su resistencia, sus ojos oscuros evitaban cruzar los de ella, su mandíbula olivácea estaba en línea recta, aguda y apuntando hacia el frente, su cabello oscuro estaba estático en su frente, el sistema de enfriamiento de el vehículo mantenía a ambos en una temperatura estable lejos de el abrasador 102 por ciento en el exterior, no es que ella lo necesitara, era lo mismo para ella. "—¡Está bien! suficiente, ¿que está pasando? Han, al menos tenemos que hablar de eso, ¿sabes? eso de allá atrás no simplemente puedes ignorarlo, por favor, háblame, ¿ó vas a ignorarme todo el tiempo? es así como va a ser esto?" Ella cuestionó, cansada de esperar su respuesta voluntaria, ante sus palabras su corazón dio un vuelco dentro de su pecho, su respiración se convirtió en un ronquido antes de recuperar su pase habitual, sus manos apretadas con fuerza en un blanco nudillo contra el volante. Girándose alrededor, Karina lo enfrentó, sin darle ninguna posibilidad de retroceder, su cabello oscuro que una vez enmarcaba sus pálidos rasgos perfectos ahora estaba atado en una cola de caballo gracias a la banda elástica de Ramsey que le había dado a la vampiro hace un tiempo. Como una muestra de aceptación, la morena había sostenido la pequeña cosa en sus pálidas manos con cuidado por temor a romperla.

"..No deberías estar aquí, no perteneces.." Parecía como si hubiera pasado una eternidad en el medio, sus labios se movían pero ella no podía registrar si realmente había dicho algo porque su atención seguía al frente, sus brazos y hombros doblados en una postura tensa, alerta y orientada como si el mismo Shaw apareciera a la vuelta de la esquina para sorprenderlos, le preocupaba cuánto control sobre sus pensamientos tenía el bastardo británico, como si él fuera el titiritero y Han la pequeña cosa que movido de acuerdo con sus cuerdas y deseos, la enfermó profunda mente en alguna parte que nunca había registrado que existía, si ella pudiera estar física mente enferma, lo habría hecho en este momento. También estaba segura de que si hubiera podido verse a sí misma, de lo contrario se habría reído de su expresión, parpadeando con ojos oscuros como el carbón y labios rosados ​​de líneas finas, murmuró suavemente, tanto que si no prestaras atención no podrías incluso escucharlo en absoluto. "¿D-Disculpa? ¿qué? ¿que se supone que significa eso?" Murmuró mientras el corredor de autos asiático aceleraba a la orden de Dominic que vino a través de otra ola de ruido estático que honesta mente ambos ignoraron, su agarre en el otro lado de su asiento no estaba bien, sus delicados dedos visibles habían estado escarbando contra el rico material de cuero arrancando pedazos con sus uñas, parecia que un animal salvaje había destrozado con sus garras el intrincado interior caro, la vampiro estaba tratando de comprender sus palabras, ¿qué quería decir? ¿estaba hablando de lo mismo que habían dicho en Tokio? ¿Se trataba de su miedo de ponerla en peligro?

"..Es un error, dejarte venir aquí, nunca debiste haber estado involucrada en ésto, es un maldito suicidio.." Escupió, amargamente como si una cáscara de limón se hubiera grabado en su garganta, sus labios torcidos en un gruñido no violento, como esa cara que todos hacían cada vez que cometían algún tipo de error del que lamentaban, ante esto, su pecho se contrajo dolorosa mente, como si un puño hubiera atravesado su alma, un siseo de, bueno, ella ni siquiera sabía ahora cómo nombrarlo se encontró registrado en su garganta, atrapado dentro de su pecho. Él no la quería aquí... Lamentaba haber aceptado su ayuda. No recordaba la última vez que había sido golpeada, pero si tenía que nombrar un momento de su vasta existencia que la había hecho sentir como si hubiera sido golpeada por una pared de concreto, entonces era éste en particular.

"Wow, wow..espera–, yo fui quién decidió todo ésto por cuenta propia por si lo has olvidado, ¿recuerdas? nadie me obligó a venir aqui, yo me ofrecí Han" Karina dijo mientras sus labios se fruncían en una delgada línea, sus cejas se fruncían mientras miraba hacia el asiático tratando de descifrar mejor sus palabras para no confundir nada al pensar demasiado rápido, incluso si sonaba un poco demasiado similar a algo que ya había escuchado muchas veces antes, su lengua se retorció dentro de su boca. "Ese es exactamente el punto, debería haberte persuadido de que eligieras lo contrario" El asiático insistió mientras negaba con la cabeza, él había permitido esto, le había permitido ayudarlo más de lo que no debería haberlo hecho, porque en última instancia, algo profundamente dentro de él, algo que aún no había registrado ó con lo que había llegado a un acuerdo, quería dejarla, dejar que ella estuviera allí con él, la sensación chocó contra su pecho como una bala, no. "Eso no hubiera funcionado, créeme, nada lo hubiera hecho, soy una persona muy difícil de disuadir" Karina murmuró dulcemente en un tono algo sarcástico que Han pareció captar sin ningún problema, sus ojos oscuros miraron hacia adelante mientras su cabello oscuro y su cabeza se sacudían brevemente, robando una mirada a su pálida figura.

"Eso es lo que él dijo—" Sus labios escupieron, como si tuvieran mente propia, sus dientes mordieron con dureza el borde de su labio inferior hasta el punto de casi rasgar la piel en ellos, como un látigo, la vampiro morena se giró hacia él en un abrir y cerrar de ojos, su rostro no dejaba rastro de una emoción definitiva pero él no necesitaba ver para saber algo, si el poco tiempo con ella le había enseñado algo era que ella era muy buena enmascarando sus verdaderos sentimientos, siempre luciendo serena más allá de cualquier capacidad humana, pero esto, vio, la hizo preocuparse a diferencia de todo lo que había visto antes. "¿El? de quién estás–, ¿Han?" Ella cuestionó rápida mente maldiciéndose mentalmente por el tono insistente en su voz, un peso creció en su pecho, el corazón frío e inmóvil casi amenazaba con estallar en su caja torácica ante los mil pensamientos que corrían por su mente sobrecargada. Solo había una persona en la tierra, aparte de su pequeño grupo más cercano de amigos parientes, que la conocían particularmente bien, y por esto, temía que toda su pequeña farsa cayera ante sus ojos en segundos, no en más de un siglo se había sentido tan indefensa como ahora.

Inhalando un respiro, Han murmuró.

"Ese tipo, tu amigo, Toshiro, me visitó la noche que vine a buscarte, quería que te convenciera de que volvieras a Tokio con el, dijo algo sobre que te ponías en peligro al estar aquí conmigo y creo que tenía razón, he sido estúpido al ignorarlo.." Comentó el peli negro mordiéndose ahora duramente la mejilla interna, podía sentir los ojos oscuros de Karina penetrar sus cienes como un candente fulgor, el silencio pareció reinar en la cabina de el vehículo, el sonido de la vibración familiar casi arruyó sus preocupaciones lejos, ó eso había pensado hasta que un aparente siseó como gruñido de un animal herido le espantó, saltando en su asiento sin perder el ritmo de conducción gracias a sus años de práctica el asiático corredor giró el rostro para vislumbrar la imagen que menos hubiera esperado de alguien como la dulce chica a su lado, su bonito rostro se encontraba pinchado en una mueca terrible que no pudo evitar admitir le hubiera hecho mojarse los pantalones de no haberle conocido antes. ¿Como si quiera podía su rostro contorsionarse de tal forma?

"¿Qué? ¡¿Por qué no me dijiste sobre esto?! ¿Qué–, que más te dijo? ¿Han? dime que mas fue lo que te dijo?" Su tono se erizó como una serpiente lista para atacar, la parte racional de su cerebro le gritó que recuperara los sentidos y se calmara, pero honesta mente, dudaba que alguien más pudiera haber estado tranquilo con algo tan grande como esto, después de todo lo que habían pasado, después de todas esas décadas, todas las alegrías y tristezas, la amistad y los lazos, Toshiro había traicionado su confianza al hacer lo que probablemente pensó que era correcto, pero en realidad no lo era. "¿Por qué eso importa? lo que importa es que él tiene razón, tal vez si hubiera estado más concentrado en el exterior en lugar de solo en mí mismo–, lo habría visto, tanto por no llevarme a inocentes enredados en mi mierda–" Han murmuró en voz baja, había estado tan ansioso por volver de nuevo con sus amigos, su familia, detrás de un volante listo para hacer lo que mejor sabía hacer, que había ignorado por completo el pensamiento sin sentido de su parte, realmente se estaba deslizando por donde estaba, quisera admitirlo ó no, esta vida siempre había tenido un precio, se había llevado a sus amigos, su Giselle y muchas cosas más, todas ellas ahora parecían insignificantes mientras la expresión traicionada en el rostro de la morena lo miraba atenta mente.

"—Supongo que debería entonces agradecerles a ambos por ser tan considerados, no? al menos ahora sé lo que obtienes cuando intentas ayudar a los demás, solo desearía que hubieras sido más claro en eso al principio, ya sabes, por que parece que ambos pueden tomar mis decisiones por mí, no serían los primeros hombres en mi vida en hacerlo después de todo.." dijo Karina, tan cortante y fría como el hielo, le hirió profundamente ser tan dura con él, y sin embargo, mientras su cuerpo se giraba inconscientemente, los ojos de éste le quemaban la parte posterior de la cabeza, no debería haber dicho eso, ó algo por el estilo para variar, ella sabía muy bien de que se trataba todo esto, desde el principio se había hecho todo para vengarse en nombre de quién una vez había amado, Giselle Yashar era el centro y la motivación de su existencia, y ahora, también por él mismo, Karina Vritasky no estaba involucrada en esos planes, ella era solo una espectadora que se había entrometido en el rumbo de el destino por querer saciar sus propios deseos egoístas y a final de cuentas Toshiro había tenido razón después de todo.

El silencio se aferró al interior de el vehículo, la morena vampiro miraba por la ventana, otros vehículos conducían junto a ellos, furgonetas y camiones, gente normal, ella hubiera esperado que el agente y sus hombres crearan algún tipo de parámetros en un esfuerzo por evadir el conglo merado de civiles y sobre todo para mantener a los inocentes a salvo del peligro, pero no habia rastro alguno de ellos, para ser honesta, ella ni siquiera podía verlos, ¿estaban siquiera cerca? preguntó, su mente se volvía loca con los miedos, todavía no confiaba en sus palabras, en las de el agente, él era un humano, los humanos tendían a romper sus promesas a diferencia de los vampiros la mayoría de las veces.

"...Joder, Karina, yo—, no quise decir eso, me malinterpretas..." Han habló de repente, su mano se había estirado para agarrar el walkie talkie, su dedo presionó el botón de encendido para minimizar el aparato, él no quería que nadie de el equipo escuchara su conversación, exhaló después, su pecho se agitó cuando una punzada de culpa apretó su corazón, la expresión en su rostro era una que él no había visto antes, ella parecía palidecer aún más que antes, sus labios no estaban llenos como siempre, estaban pálidos como su piel, como piedra, sus ojos se veían demacrados y frágiles, inconscientemente la había tratado como si no fuera nada. "¿Entonces que? ¿a qué te refieres entonces? por que creo que está perfectamente claro que sobrepasé mis límites y estadía–, lamento si eso te molesta, solo quería ayudar, no era mi intención entro meterme en tus decisiones pero yo–, creo que lo que estás haciendo está mal, tirarte a la basura como si no valieras nada, ni siquiera te das cuenta de lo mucho que significas para la gente, para m–, esto‐, toda esta "cosa de venganza" no te conseguirá nada de lo que deseas, no funciona así, créeme que lo he intentado, la vida está llena de altibajos y no importa lo fuerte que te golpee cada golpe, necesitas reforzarlo y ponerte de pie una y otra vez si tienes que hacerlo Han, créeme cuando te digo que ponerte en peligro por algo que se ha ido es tomar un tiempo precioso de tu vida de lo que es importante, vivir, necesitas vivir, estoy muy segura de que Giselle así lo querría, y no todo ésto que éstas intentando hacer..." Balbuceó ferozmente, solo deteniéndose para morderse la lengua, como poseída por una fuerza, su rostro pareció brillar una vez más con vigor bajo la luz que se filtraba por las oscurecidas ventanillas de el auto, su cabello como un halo, Giró alrededor de su cabeza en pequeños zarcillos de oro fundido, como un ángel vengador que finalmente se mostraba ante los desprevenidos mortales.

Se quedó sin palabras, real mente no tenía ni podía pronunciar una sola palabra que no lo hiciera sonar más como un idiota, continuó conduciendo, sin vacilar como el hábil conductor que era, pero su mente estaba en otra parte lejos del comprensión de la realidad, el camino ó la vida misma, no se había registrado hasta cierto punto, pero no estaba sujeto a las normas como de costumbre, no es que nunca lo hubiera estado seguro, sus labios agrietados se separaron cuando la sequedad se apoderó de su garganta y lengua, estaba atado en la base, silencioso, sus palabras se habían atascado con tal fuerza dentro de él que estaba seguro de que el golpe habría sido lo suficientemente físico como para sacudirlo en su lugar.

"Karina, yo—" Trató de hablar finalmente, pero sus dedos pálidos y fríos lo detuvieron en el lugar, tan rápido que no pudo registrar el movimiento, colocándose sobre sus labios como un bálsamo suave y fresco, el pulso debajo su piel hervía como fuego fundido, no podía discernir lo que estaba pasando, se sentía casi como un deja vu, sus ojos oscurecidos lo miraban, la morena estaba tallada en piedra, el paisaje exterior se movía constantemente pero ellos estaban suspendidos en su propia pequeña burbuja. "No lo hagas, está bien? después de todo no es como si me debieras nada y jamás pediría cosa alguna de ti, solo, al menos por los demás, no mueras sin antes haber vivido un poco, te arrepentirás de no haberlo hecho cuando la oportunidad perfecta para ti desaparezca y sea muy tarde para arrepentirte, existir es bastante cruel ya.." susurró ella, comprendiendo, ambos se miraron el uno y al otro, ó eso intentaban hacer hasta que una serie de chillidos los hizo bajar de la nube, avanzando poco a poco, el piloto asiático apretó el botón una vez más en el dispositivo de comunicación, de repente, como si casi estallara a través de la pequeña radio, las voces de Brian, Dominic y el resto volaron hacia sus oídos en una tensa cacofonía de gritos.

"¿Qué–, que diablos están tratando de decir..? ¡OIGAN! más despacio! no los escucho, que carajos sucede allá atrás?! Brian!? Dom?!" Cuestionó abiertamente mientras sus cejas se fruncían en frustración, brevemente mirando y disculpándose a la joven que estaba a su lado antes de volver a mirar al frente, vio el camino abierto, sin captar exactamente de que se trataba todo el alboroto, se aclaró la garganta, conociendo a la morena todavía estaba en silencio en su asiento, no quería nada más que hablar con claridad, pero el momento que tenía entre manos no le dejaba espacio libre para ello ni sabía exactamente que decir con toda sinceridad mientras se agarraba con fuerza al volante, un gruñido como un siseo resonó con fuerza. "No lo sé, pero suena a problemas y—¡HAN ¡CUIDADO!" Karina saltó, su grito fue inmediato, su respuesta, arrojar su esbelto brazo sobre su pecho en un parpadeo cuando una fuerza aplastante los golpeó desde el lado de el conductor enviándolos en un giro brusco que convirtió su entorno en una masa borrosa he indescriptible de nada, los autos tocando la bocina, los neumáticos chirriaban y los vapores acre de goma quemada impregnaban la atmósfera, para la morena vampiro era un mero asalto, pero para el hombre asiático junto a ella era como revivir todo de nuevo, y definitiva mente no estaba listo para perder a alguien que amaba tan pronto tampoco.

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Perdón por la tardanza y si el capítulo se siente medio chueco, mis ánimos están mediocres desde que descubrí que me estan plagiando uno de mis libros.


3932 Palabras.

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